Flora pascuera
La Semana Santa se celebra en todos los países donde el cristianismo está presente para conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Empieza con el Domingo de Ramos y finaliza con el Domingo de Resurrección. Las fechas son variables pero siempre entre el 22 de marzo y el 25 de abril. En España hay muchas localidades que viven esta Semana Santa con mucha devoción. Así, por ejemplo, la Semana Santa de Valladolid está propuesta para ser considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2014. Durante estos días, numerosos pasos, también llamados andas o tronos, salen a las calles en procesión. ¿Van adornados con flores? ¿Hay algún día en el que la hoja de la palmera tiene un protagonismo especial?
La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, día en que se conmemora la entrada de Jesucristo en Jerusalén a una semana de su muerte. A lo largo de los siete días siguientes numerosas cofradías, repartidas por toda la geografía española, sacan a la calle sus pasos, celebrando así algún momento concreto de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. En todas estas celebraciones están presentes las plantas formando parte de la simbología. Por tanto, no son especies elegidas al azar ni por temporada, sino especies determinadas que tienen un significado concreto.
Entrada de Jesús en Jerusalén, de Giotto, en la capilla Scrovegni de Padua.
Tradicionalmente, cuando los reyes de la zona del Mediterráneo entraban en una ciudad se les recibía con mantos, hojas de palmera y ramas de olivo en el suelo, de forma que sus pies y sus monturas caminaban por el suelo tapizado. En el Cristianismo, Jesucristo entra en Jerusalén con el reconocimiento de un rey aclamado sobre un burrito que nunca ha sido montado
Hojas de palmera y ramas de olivo
El Domingo de Ramos, día en el que Jesucristo entró en Jerusalén montado en un burrito, el camino estaba cubierto de hojas de palma y ramas de olivo. Todos los años se realiza una procesión que conmemora este día. Los asistentes portan una hoja de palmera. Desde el origen de esta costumbre, la preparación de la hoja de palmera asociada ha ido cambiando en la zona mediterránea. En la Edad Media se comenzó a utilizar la palma blanca, de forma que hoy en día las personas que acuden a la procesión llevan una palma blanca trabajada para ese día. Hay registros que indican que ya en el s. XV, la ciudad de Elche exportaba palmas blancas a diferentes ciudades españolas y de Europa.
Phoenix dactilyfera L. en el palmerar de Elx (València). / Pablo Sánchez (Flickr)
La palma blanca es una hoja de palmera datilera (Phoenix dactilyfera L.) cuya producción en España es casi en su totalidad ilicitana. En Elche se mantiene la tradición de la elaboración de palma blanca a partir de una técnica que se pasa de generación en generación. Esta práctica tiene cuatro pasos básicos:
1. Atado: desde principios de diciembre y hasta la primera semana de junio, las hojas nuevas se atan formando un cono, de esta forma quedan protegidas de la luz.
2. Encaperuzado: el cono de hojas nuevas se tapa con una estructura cónica negra dejando una abertura arriba para que no verdeen. Este proceso dura desde el Domingo de Ramos hasta finales de agosto.
3. Recolección: el palmerero retira las caperuzas y corta las hojas blancas, sin dañar la palmera. Este proceso dura desde septiembre hasta el Domingo de Ramos.
4. Limpieza y tratamiento: las hojas, tras clasificarlas por tamaños, se meten en una cámara para su conservación. El color amarillo muy pálido se consigue con un cepillado y un baño en piscina para su blanqueado.
Palmas blancas lisas y trabajadas. Cortesía de Flores y Plantas Mònica, Mercat de Burjassot (València).
Los artesanos de Elche trabajan la palma blanca. Para ello se realizan trenzados y cosidos a mano, buscando diseños y formas originales. Este trabajo suelen realizarlo las mujeres, llamadas popularmente rizadoras. Las palmas pueden medir desde 5 cm a 3 m. Las más sencillas son lisas, pero las hay trabajadas, adornos con solapa (12-15 cm) y modelo laurel (25-40 cm). Cada año se fabrican más de 200.000 palmas blancas, muchas de ellas (aproximadamente el 70%) se exportan. En Elche la procesión del Domingo de Ramos está considerada Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1997.
Palmas blancas trabajadas. Cortesía de Flores y Plantas Mònica, Mercat de Burjassot (València).
En otros países del mundo se emplean hojas de otras palmeras, siendo muy común el uso de hojas de la palma de cera (Ceroxylon quindiuense H. Wendl. ex H. Karst.). Esta especie es muy utilizada en USA y Canadá y su consumo viene de plantaciones sostenibles. En países como Colombia y Ecuador, el uso de esta especie está prohibido por temas medioambientales y se sustituye la palma por ramitas de capulí (Prunus sertotina Ehrh.) y de melocotonero, o también por maíz o trigo. En Perú y México si se utiliza la palma de cera.
También el Domingo de Ramos se reparten ramas de olivo. Las ramas de esta especie, Olea europea L., simbolizan la victoria, y en este día tan señalado hacen referencia a la resurrección.
Olea europea L. Foto realizada en Benilloba (Alacant). / C. López Valiente
El Domingo de Ramos se celebra la procesión antes de la misa, para la bendición de las palmas y las ramas de olivo de los asistentes. Tras toda la ceremonia los fieles se las llevan a casa. Según la Iglesia, no debe considerarse como fetiche, amuleto, razones mágicas, terapéuticas o supersticiosas, sino como un testimonio de fe en Jesucristo.
Flores en los pasos
Los tronos, andas o pasos de la Semana Santa van adornados de flor fresca. Hay una elección de los colores muy cuidadosa: la sangre derramada se representa con claveles rojos, el sufrimiento con lirios morados, la pureza de la Virgen con rosas, claveles, gladiolos e incluso orquídeas todo en color blanco. Estos tres colores van resaltados con hojas verdes de pino, hiedra o laurel. Por tanto, según el paso, la cofradía, la representación de un Cristo o de una Virgen o del momento escenificado, los colores y formas de las plantas cobran protagonismo. Hoy en día las flores más demandadas son clavel y lirio. El clavel, Dianthus caryophyllus, y el lirio morado, Iris germanica L.
Iris germánica L. Foto realizada en Alcoleja (Alacant). / C. López Valiente
Dianthus caryophyllus. Cortesía Feliu Flor Cortada, València.
Respecto a la colocación, también hay una tradición a respetar. En las esquinas de los tronos se suelen colocar jarrones, al igual que en los laterales. Los arreglos acabados en punta simbolizan pureza y silencio.