Abriendo los sentidos y las ventanas a las aves del arbolado urbano

¿Qué es ese sonido? ¿cúal? Ese chirriante que viene de la antena del vecino. ¿Y ese?, parece que alguien está aplaudiendo cuando no toca, pero desde un árbol. Un momento, veo algo que se mueve y hace ruido en la calle entre los arbustos. ¡Pero si es un pájaro diminuto que suena como el aceite hirviendo de una sartén! En realidad, todos estos casos son de aves que podemos encontrar en nuestros espacios urbanos y que ahora más que nunca, gracias a la inactividad humana, podemos apreciar y descubrir desde nuestro hogar si nos fijamos bien. Pablo Vera, de SEO/Birdlife Valencia, nos enseña a identificarlos y disfrutarlos.

Puede parecer de lo más surrealista, pero está pasando. Estar confinados en nuestras casas en cierta medida nos está ayudando a reconectar con la naturaleza que nos rodea. Pasamos más tiempo en nuestras ventanas, terrazas o balcones, mirando y escuchando lo que hay ahí fuera, añorando la posibilidad de pasear cúando y cómo queramos por las calles y jardines de nuestros pueblos y ciudades. De repente, con el silencio que deja una menor presencia de personas y coches en el exterior, emerge un nuevo paisaje sonoro que antes no es que no estuviera, sino que pasaba desapercibido. Algo que siempre ha estado ahí y que os invitamos a redescubrir.

Avifauna urbana

Seguro que habéis escuchado muchas veces lo de la importancia de la biodiversidad que nos rodea, del impacto que tiene sobre nuestra salud física y mental, sobre nuestra calidad de vida. La relación es sencilla pero abrumadora: nos sentimos felices y más alegres cuando hay cantos de aves a nuestro alrededor. Pagaríamos más por una casa en una calle con árboles que en una calle en la que solo hay cemento y asfalto. A todos nos pasa, no hace falta tener mayor o menor espíritu naturalista.

Parque del Turia en València. Jardín urbano que se ha convertido en todo un pulmón verde para la ciudad y que alberga una gran biodiversidad.

Si nos fijamos realmente, podemos apreciar la naturaleza en cualquier espacio de la ciudad. Y es que los árboles, setos, parques y jardines actúan como imanes y concentran la biodiversidad, y mucho más cuando son de tipo autóctono. En nuestro caso, desde la SEO/Birdlife nos centraremos en las aves. Imaginaos un pajarillo que, agotado, se detiene en su migración en la ciudad, y busca refugio en cualquier retazo de vegetación. O esos otros que conviven habitualmente con nosotros y que se reúnen en las ramas de los árboles al atardecer para contarse cómo han pasado el día. Por todo ello, os proponemos dirigir vuestra atención a estos espacios verdes de la ciudad, por pequeños que sean. Os aseguramos que valdrá la pena. Y ¿qué aves vamos a poder observar o escuchar desde nuestra ventana? Quizá la respuesta os sorprenda.

Por ejemplo, los ornitólogos de la ciudad de Valencia han observado desde sus casas más de un centenar de especies en las primeras cuatro semanas desde el inicio del confinamiento. ¿Cuánto es eso? Nada menos que un tercio de las especies que se pueden observar en toda la Comunitat Valenciana a lo largo del año. Así de rica es la avifauna que nos rodea y que con el trajín del día a día generalmente no apreciamos.

Sin embargo, en esta ocasión nos centraremos en las aves comunes, en las que nos rodean día a día. Al fin y al cabo, son las que nos acompañarán cuando salgamos de nuestras casas. Así, podremos valorar mejor su presencia y agradecer el buen rato que nos dieron mientras las observábamos y escuchábamos desde la ventana. ¡Empecemos!

GORRIÓN COMÚN

Macho de gorrión común (Passer domesticus)

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Este pequeño pájaro marrón es una de las aves urbanas más abundantes, aunque en las últimas décadas su población está en declive. Es una de las aves más fáciles de observar revoloteando entre el suelo y el refugio de la espesura de árboles de cualquier porte. Suele organizar bastante algarabía cuando se junta en grupos.

CARBONERO COMÚN

Carbonero común  (Parus major) / David Álvarez López, flickr

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Una de las aves forestales que mejor ha colonizado nuestros pueblos y ciudades, y que requiere de árboles maduros pues hace sus nidos en las oquedades que aparecen en el tronco. Es inconfundible por su cabeza negra y vientre amarillo surcado por una línea vertical negra, a modo de mancha de carbón, que es la que le da nombre. Su canto es uno de los muchos que nos transportará hasta los bosques mediterráneos desde nuestro balcón.

MIRLO COMÚN

Mirlo común (Turdus merula) / José Manuel Armengod, flickr

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Lo verás dando saltos en suelos cubiertos de hierbas y gramíneas, mostrando su larga cola que lo distingue del estornino negro. Sin embargo, es mucho más frecuente escucharlo entonando su melodioso canto, incluso antes de que se haga de día. Si escuchas un griterío espantado, es él, dando la voz de alarma ante alguna amenaza, que inmediatamente reconocen el resto de aves de su especie.

SERÍN VERDECILLO

Serín verdecillo (Serinus serinus) / José Manuel Armengod, flickr

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Antaño habitante exclusivo de los bosques mediterráneos, pero en el último siglo ha colonizado cualquier ambiente por poco arbolado que tenga. A pesar de su pequeño tamaño y coloración amarillenta, que le puede hacer pasar desapercibido entre las hojas de los árboles, pone mucho empeño en hacerse visible. Canta desde ramas altas y descubiertas, y realiza vuelos de cortejo muy llamativos mientras lo hace.

JILGUERO EUROPEO

Jilguero europeo (Carduelis carduelis) / José Manuel Armengod, flickr

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Una de las aves más coloridas de nuestros pueblos y ciudades, y otra de las especies forestales que ha colonizado el espacio urbano gracias al arbolado, donde hace sus nidos aprovechando pequeñas ramificaciones. Su canto es muy similar al del verdecillo, pero más grave, y lo canta incluso cuando vuela moviéndose entre los árboles que conforman su pequeño territorio urbano.

VERDERÓN COMÚN

Verderon común (Carduelis chloris) / José Manuel Armengod, flickr

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Similar al gorrión común aunque de tonalidades verde-amarillentas. Si lo vemos de cerca, destacará por su inconfundible cola en la que prácticamente la mitad es de un color amarillo muy vivo. Su canto es poco melodioso, más bien un chirrido insistente, pero al mismo tiempo muy característico. También lo vamos a observar siempre cerca de árboles maduros, donde construye su nido.

ESTORNINO NEGRO

Estornell negre (Sturnus unicolor) / José Luis Jara Orozco, flickr

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Se mueve entre parques, jardines o solares, donde se alimenta de insectos, y azoteas y antenas, donde se explaya a cantar bien visible. Su canto metálico, que reconoceréis como típico de ciudades y pueblos, es una estrofa más de un rico repertorio en el que incluye imitaciones de otras aves a las que ha escuchado a lo largo de su vida. Por suerte, podremos pillar a este imitador cuando oigamos un carbonero en una antena o un vencejo entre las ramas de un árbol.

TÓRTOLA TURCA

Tórtola turca (Streptopelia decaocto) / Atropos91, flickr

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El ave urbana más abundante de la ciudad, que en estas fechas se mueve en parejas entonando un arrullo muy repetitivo característico, como diciendo “decaoooctooooo” (de ahí su nombre científico). Aunque por su abundancia puede llamarnos poco la atención, cuando la veáis, pensad que tiene en su haber un logro impresionante. Con esa colonización de Europa desde los años 60, que sepamos, es el ave que ha aumentado más y más rápido su área de distribución de forma natural.

VENCEJO COMÚN

Vencejo común (Apus apus)

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Después de pasar el invierno en el cordón tropical de África, en abril aparece de nuevo llenando nuestros cielos de sus chillidos y vuelos vertiginosos. Inconfundible por su silueta negra, aleteo ágil y alas largas y curvadas en forma de hoz. Mientras no tienen nido, al atardecer los veremos volando alto, cogiendo altura y desapareciendo. Y es que duermen volando a grandes alturas. De hecho, a lo largo de su vida únicamente se posan para incubar los huevos en el nido.

GOLONDRINA COMÚN

Golondrina vulgar (Hirundo rustica) / Ferran Pestaña, flickr

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Con su color azul metálico y cola horquillada, es un ave asociada a la llegada de la primavera, cuando vuelve de las zonas de invernada en el Golfo de Guinea, en África. Sus vuelos alegres y el divertido canto de los machos la hacen todavía más inconfundible.

AVIÓN COMÚN

Avión común (Delichon urbicum) / SbasAyllón, flickr

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Pequeña golondrina de cola corta y con la parte baja del dorso de color blanco. Construye sus nidos con barro en los salientes de las fachadas de edificios. Además, su presencia es una bendición, pues se alimentan de los molestos mosquitos que aparecen en los meses de calor.

CERNÍCALO VULGAR

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) / Óscar Valencoso – Salomé Planas, flickr

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Esta pequeña rapaz se ha hecho un habitante cada vez más frecuente en las ciudades, donde se alimenta de pequeñas aves, micromamíferos y grandes insectos. Verlos planear y patrullar sus territorios, entre chillidos y persecuciones con gaviotas y palomas, es todo un espectáculo.

Practica la ornitología urbana desde casa

Aquest és un xicotet llistat de les aus urbanes més freqüents, a les que podríem sumar gavines, tallarols, garses… i les exòtiques cotorres i aratinga. A poc a poc veureu que no fa falta ser un expert coneixedor dels ocells per a totes gaudir d’elles, i que podem aprofitar que estem més temps a casa per a practicar i aprendre sobre la fauna i, en general, la naturalesa que ens envolta.

Como ayuda para conocer las aves de la ciudad y su relación con los parques y jardines urbanos y, en general, cualquier espacio arbolado o vegetado de la ciudad, podéis descargaros aquí “Bosc de plomes”, la guía de aves editada por el Jardí Botànic de la Universitat de València y SEO/BirdLife. Una publicación que os resultará útil también para disfrutar de las aves desde vuestra ventana, balcón o terraza, y que os animamos a que la uséis en vuestras próximas visitas al Botànic, para apreciar más a fondo la diversidad de aves de este pulmón y punto caliente de biodiversidad de la ciudad, y así disfrutar de aspectos del jardín de los que quizás aún no os habíais percatado o animado a prestar atención.

Pero además, el fin de semana del 18 y 19 de abril, os brindamos una magnífica excusa para poner en práctica todo esto, ya que se celebra el tradicional Maratón Ornitológico que SEO/BirdLife organiza a nivel estatal todos los años y que va por su 20ª edición. Durante 48 h, cualquier persona puede participar con las observaciones de aves desde su casa, en compañía de las personas que vivan en el mismo domicilio. Unos días en los que miles de personas permitirán dar una imagen amplia de la avifauna urbana de todo el país, ayudando a conocer mejor nuestras aves mientras se disfruta de ellas. Las bases completas y las inscripciones se pueden consultar en la web de SEO/BirdLife: www.seo.org . Si ya no llegáis, no os preocupéis. Podéis practicar este año y apuntaros a la siguiente edición. ¡Animaos y abrid las ventanas a la naturaleza!

Biólogo por (de)formación y máster en Biodiversidad. Técnico de SEO/BirdLife
Trabajé como botánico pero se me llenó la cabeza de pájaros. No sé qué es el tiempo libre y nunca uso peine. Sufro los efectos psicológicos de "Tiburón" y no puedo bañarme en lugares donde no me veo los pies. Me pregunto cómo se consigue agujerear las aceitunas, meter anchoa dentro y volver a taparlas.
extern Colaborador Externo
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