Desmontando a la ilustradora Ada Diez

La ilustradora Ada Diez ha sido la creadora del cartel para la IV edición del ciclo Dones i Ciència al Botànic. La programación comenzó para conmemorar el 11 de febrero, Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia, y hoy, 8 de marzo, reforzando la apuesta del Jardí Botànic de la Universitat de València por la divulgación, el arte y las mujeres científicas y creadoras, publicamos esta entrevista con el objetivo interpretar la obra de Ada Diez (València-Puerto de Sagunto, 1984). A su vez, nos aproximamos a la vertiente más personal de la ilustradora, diseñadora, directora de arte y activista. Apasionada por descubrir maneras de contar e ilustrar, de mostrar diversidad y de “universalizar el discurso de la mujer, a través de activismo en la cultura, - argumenta- haciéndonos partícipes como profesionales de cualquier ámbito del que formemos parte”. Ada Diez reconoce que es su primera vez ilustrando un tema de ciencia, sin  embargo, siempre ha tenido una curiosidad innata. Y “esa similitud es algo muy patente entre la ciencia y la ilustración. Sin esa curiosidad no podemos alcanzar objetivos, ni descubrir cómo hacer las cosas a través de la experiencia, el experimento, el ensayo y el error”, asegura la artista.

¿Cuál fue el punto de partida para esta creación?

Cuando pensamos en València, sin duda, uno de sus mayores atractivos es el cauce del río Túria, un camino lleno de vegetación, un pulmón para la ciudad, pero no podemos olvidar que dentro de esta urbe se encuentra el Jardí Botànic, todo un oasis de la cultura, como demuestran con su ciclo Dones i Ciència al Botànic porque, además, es un edificio, una arquitectura que acoge la ciencia en todas sus vertientes y diversidad. Una cúpula de conocimientos. Un invernadero donde se muestran los aspectos más desconocidos de las científicas. Rodeados de impresionantes construcciones vegetales acogidas en un mismo espacio.

Ada Diez en su estudio.

Destacas como primer punto el oasis…

Hemos naturalizado de forma casi inconsciente las ciudades como el estándar de donde se extiende la calidad de vida. En muchas ocasiones nos ha faltado conocimiento de lo que nos rodea, de cuáles son las especies autóctonas de cada zona, de cómo hemos estandarizado ciertas especies para aportar vegetación a esta masa de cemento. Dentro de todos, estas figuras arquitectónicas y árboles impostados, encontramos un edificio, al más puro estilo invernadero de conservación, figura clásica de la botánica, un enorme espacio en plena ciudad, un oasis de lo vegetal, la ciencia y el conocimiento.

Cartel Dones i Ciència al Botànic 2021.

¿Por qué has querido subrayar la diversidad científica?

En muchas ocasiones, el desconocimiento de lo que es la ciencia y de todas sus vertientes nos hace verla con ciertos estereotipos que perjudican en qué puesto de importancia se encuentra dentro de nuestra sociedad. La pandemia es un claro ejemplo, ante una infrafinanciación de la ciencia nuestra capacidad de respuesta se ha visto claramente mermada. Una ciencia feminista, con valores sociales, diversa y accesible es algo que determina una vida mejor, ya que debemos entender que la investigación no debe estar sujeta solo a intereses económicos, no todos los problemas que debe resolver giran en torno al estándar de hombre, blanco, heterosexual y con capacidad adquisitiva.

¿Qué influencia ha tenido la pandemia por COVID-19 en tu ilustración?

Desde luego, los ilustradores debemos ser muy conscientes de los momentos sociales que vivimos, tenemos la obligación de formar parte de la narrativa para conseguir cambios y dar voz y reflejar. Durante toda la pandemia he visto cómo la ciencia ha tenido que pelear con uñas y dientes para que la tuvieran en consideración. Si con todo el sufrimiento y la farsa constante de lo económico primero, comprobando una y otra vez que no funcionaba, no somos capaces de poner a la ciencia en el lugar que le corresponde…¿qué clase de crisis necesitamos para ordenar nuestras prioridades?

Cúpula, cristal, utensilio.

¿Qué relación encuentras entre los diversos elementos vinculados con el cristal y la ciencia?

Nuestra capacidad de crear utensilios y de utilizar las características propias de cada elemento para mejorar esas herramientas ha sido imprescindible para lograr grandes avances en la ciencia. Uno de los elementos más repetidos y valiosos, con gran diversidad de formas y una enorme versatilidad es el cristal, usado en pipetas, cubetas, placas, microscopios, invernaderos… Así que tenía la sensación de que la cúpula representaba este concepto de perfección, además, me permitía recoger en su interior la esencia de lo botánico, la ciencia, al mismo tiempo que lo hacía visible para todo el mundo por las características del cristal. Esa necesidad de abrir una ventana al conocimiento a la vez que se conserva.

¿Cómo has mostrado el concepto de universalización de la voz científica femenina?

En los ámbitos de la ciencia, de cultura, de educación, de un perfil profesional…inmediatamente lo asociamos un perfil de género masculino, a lo que entendemos como voz universal, como genérico. Por ello, cualquier objeto, fórmula matemática o concepto cuando estás intentando ilustrar se entiende también como masculino. Y para poder dar a entender que las mujeres vamos a estar presentes debemos hacer representaciones estereotipadas de lo que entendemos como mujeres. Es importante romper con las barreras impuestas con el lenguaje y con la educación heteropatriarcal para entender que la voz de lo femenino es universal y necesaria en cualquier ámbito, ya que sin esa diversidad y perspectivas distintas muchos descubrimientos y formas de hacer quedarían en el tintero, limitando nuestras posibilidades de conocimiento.

¿Y la visibilidad de la mujer en la ciencia?

La única manera de obtener una visibilidad real, no solo de guion, es darle oportunidades por igual a las mujeres científicas, haciendo gran hincapié en que son científicas, sin tener en cuenta su género. Pero aunque parezca una contradicción, sin olvidar que debemos hacer un especial esfuerzo en que acaben siendo referentes y cabezas visibles en grandes proyectos, conferencias, artículos, premios, mentoras… ya que eso acabará normalizando a las mujeres en ámbitos profesionales. No olvidemos que para conseguir el prestigio necesario debemos trabajar el doble, primero para que se nos reconozca como profesionales, después para poder poner en valor lo que podemos aportar como profesionales. Este esfuerzo no se emplea en nuestras carreras por lo que no aprovechamos al máximo la capacidad y la creatividad de las científicas.

¿Por qué las matemáticas?

Muchas veces se nos olvida que hay muchas clases de ciencias y que en muchas ocasiones colaboran entre ellas para poder obtener resultados más precisos, por eso me parecía importante usar, jugar formas geométricas casi imposibles para poder reflejar cosas tales como lo matemático, lo fisico y hacerlo tangible a la vista.

Formas geométricas para representar la diversidad científica.

La geometría, ¿en qué medida puede mostrar la invisibilidad de las mujeres en la ciencia?

Cuando hablamos de la invisibilidad de la mujer en la ciencia, o en cualquier otro ámbito, siempre nos da sensación de que somos las primeras que vivimos dicho obstáculo. Pero es algo que sucede continuamente, de forma cíclica, porque no se suele concebir a las mujeres como personajes públicos o de referente. De hecho, si buscamos la acepción de mujer pública y hombre público en el diccionario, podemos empezar a entender en cierta medida la raíz del problema. Para acabar con estos problemas de invisibilidad en bucle, representada por la forma geométrica infinita que se repite, en su sentido más matemático y haciendo alusiones a los patrones matemáticos que usa la naturaleza para reproducir algunas formas y sucesiones de cómo reproduce, hay que buscar fórmulas nuevas y propias, feminizar las formas de hacer.

Has elegido una tipografía muy concreta. ¿Cuál es?

El mundo de la tipografía es muy complejo, lleno de valores que determinan cómo enlazan y se relacionan entre sí las diferentes formas tipográficas. Las tipografías deben formar un todo con el cartel, deben complementar lo que estamos contando. Justo cuando estaba trabajando y haciendo los bocetos, Atipo Studio creó la tipografía Scilla, basándose en las formas de las flores y plantas, tras una visita al Jardín Botánico de Gijón. Pienso que siempre debemos estar atentos a lo que nos rodea porque las soluciones, como en la ciencia, muchas veces consisten en aprender a mirar y aprovechar los recursos que nos brinda nuestra experiencia y otros profesionales, el recorrido del aprendizaje en cada obra es muy importante. Scilla encajaba a la perfección con lo que estaba contando y creando. Sobriedad, elegancia con distintivos toques de naturaleza a través de sus formas, experimentar, probar, hallar la solución.

Tipografía Scilla d’Atipo Studio.

¿Cómo definirías tu perspectiva de género en la creación?

Para mí es muy importante la representación gráfica que existe de la mujer en el mundo del arte, de la ilustración, el diseño, los tópicos. Intento siempre escapar de ellos o darles una vuelta de tuerca para mostrar diversidad y otra forma de contar. Nuevos discursos, de un género que siempre ha estado ahí, en cada paso que ha dado la humanidad. Pero nunca se nos ha reconocido o representado en ningún ámbito. Borradas de la historia. Recuperemos nuestra voz, primero apropiándonos del propio lenguaje, decidiendo qué queremos mostrar y cómo lo queremos mostrar. Las nuevas narrativas deben consistir en que todas ellas apuesten por una diversidad, una superación de las trabas impuestas por grupos opresores, deben tener cabida en una sociedad más justa e integradora.

¿Por qué no representas a la mujer en un cartel de Dones i Ciència?

La ciencia es universal independientemente del género, el método científico es común. Me parece muy interesante no tener que mostrar una figura femenina, sino los elementos comunes de la ciencia, no lo que todo el mundo tiene en su imaginario para un ciclo que habla específicamente de mujeres, huyendo de la necesidad de mostrar lo obvio. Las científicas usan los mismos objetos, los mismos métodos científicos, que sus equivalentes hombres. ¿Por qué no puedo hacer uso de la misma narrativa y hacerla propia? Debemos asumir a la mujer como universal también. Por otro lado, es una asignatura pendiente, los ciclos de mujeres no deben interesar solo a las mujeres, los hombres deberían también de ceder los espacios y tener la capacidad de escuchar otras voces, tanto en ciclos específicos como este que nos ocupa como en iniciativas a todos los niveles.

¿Qué te atrae del concepto de la germinación?

La base que germina, plantas naciendo dentro de la cúpula. Estás configurando un ciclo para visibilizar referentes, que la semilla de la ciencia crezca en las niñas, en las chicas, en las mujeres y quede claro que el conocimiento de las científicas debe extenderse a toda la sociedad, sin tener en cuenta el sexo. Por supuesto, todo este trabajo que nos acompaña a través de la representación del ciclo que tenemos entre manos, no sólo visibiliza, sino que planta la semilla para ayudar a futuras generaciones a tener la capacidad de interesarse y decidir cuál será su camino, más allá de los sesgos y obstáculos del género. Por eso, es tan importante ver cómo van germinando las plantas, no importa el tamaño, que todo está en disposición de crecer y que la diversidad de flora que existe es inmensa y siempre hay nuevos matices que descubrir. Este enriquecimiento que nos ofrece Dones i Ciència al Botànic se debe cuidar y abonar continuamente. Cada pequeño gesto cuenta.

Diversidad vegetal y frondosidad.

Una invisibilidad de las plantas como protagonistas en la base de nuestra alimentación saludable y sostenible…

Yo siempre he sido una apasionada de la biología, las plantas… me resulta curioso ver cómo, con el paso del tiempo, cada vez desconocemos más. Sobre todo, cuando parece que está todo centrado en el ambiente urbano. ¿De dónde salen nuestros alimentos? ¿Qué forma, color, sabor deben tener? Cuando estaba creando el concepto de la imagen gráfica del cartel no podía evitar comparar cómo esa invisibilización sucede también con las científicas, están ahí, pero somos incapaces de reconocerlas, de tenerlas como referentes. La educación es clave para acabar con este desconocimiento que perjudica a la sociedad.

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Periodista ambiental y científica en Cultura y Comunicació del Jardí Botànic. Universitat de València
Compagino mi labor periodística con la docencia en el Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Universitat Jaume I y en el Máster de Comunicación Científica de la Universitat Pompeu Fabra. Investigo en #sostenibilidad #ODS #cambioclimático #narrativastransmedia desde el grupo ITACA-UJI y como asociada al BC3. Soy miembro del Living Lab Planeta Debug de videojuegos, cambio climático y arte de la UJI y la Fundación Carasso.
extern Colaborador Externo
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