Lecturas

21 Jun 2024

Sube a un árbol, ¡Y lee sobre árboles!

Con los árboles se hacen libros y si los libros van sobre árboles se cierra el círculo. Aquí tenemos un nuevo artículo de la serie #PlantesContades con opciones para todos los gustos: inventarios descriptivos, historias sencillas, cuentos, concursos, juegos, e incluso ¡un arquitecto! Parece una mezcla imposible pero en la ficción, como en los bosques, a cada paso hay una sorpresa ¿Te apetece descubrirla?

Con #PlantesContades queremos descubrirte qué esconden las estanterías de la librería de tu barrio en cuanto a plantas, naturaleza, medio ambiente, biodiversidad… la cosa va de verde, pero va también de dibujo, y de pintura, y de tipografías, porque esta sección busca para ti los cuadernos ilustrados más bonitos. Aquí el contenido es interesante, pero no le hace sombra al continente. En esta nueva entrega hemos vuelto a seleccionar libros dedicados al arbolado. En ellos los gigantes arbóreos son importantes por muchos motivos diferentes. Porque son fuente de bienestar y recursos, también porque nuestro paisaje natural, incluso urbano, no sería el mismo sin ellos, porque esconden las historias, reales o inventadas, más bonitas, y porque nos declaramos auténticos “amadores de árboles profesionales”. Puestos a inventar, esta es una bonita afición, ¿no creéis? 

El arquitecto y el árbol

En la calle de Pitágoras, número 45, vivía un vecino que solo tenía ojos para los edificios y algunas construcciones. Del resto, poco quería saber.

¿Para qué sirve un árbol? Menuda pregunta fácil, pensará todo el mundo. La gente práctica dirá que para obtener frutos y semillas, madera, combustible, un aire más limpio; los creativos se decantarán más hacia la sombra, hacia el sosiego; los niños dirán que para jugar y para acoger las casas de los pájaros. Todo eso, claro, y mucho más. En concreto, una cosa más, un árbol puede servir para enseñar. ¿Cuánto puede enseñarnos un árbol? Mucho sobre él mismo, pero también sobre cómo vemos el mundo.

Desde este concepto algo abstracto parte el delicioso cuento El arquitecto y el árbol. Un ejemplar caído se convierte en profesor silencioso para alguien demasiado acostumbrado a usar la escuadra y el cartabón en su trabajo, centrado en el orden, en la clasificación, en la rigidez. Pero la naturaleza también sigue un orden, quizá uno que no estamos acostumbrados a percibir, pero orden al fin y al cabo. Y la naturaleza nunca es egoísta, se convierte en refugio amable y desinteresado para todo aquél que quiera disfrutarla. ¿No deberíamos entonces seguir estas premisas cuando diseñamos un nuevo espacio?

Este libro ilustrado, todo en blanco y negro excepto por las pinceladas de tres colores: verde, azul y amarillo, es una hermosa historia que nos cuenta el viaje interior de alguien que le da un giro a sus reflexiones simplemente tratando de salvar un árbol y observándolo. Un hecho que le cambia. Este álbum es también un paseo por dibujos que mezclan ciudad y naturaleza. Pero es mucho más, porque nos invita a reflexionar sobre diferentes ideas que surgen en cada página como los brotes de las plantitas que adornan nuestro asfalto. ¿Cómo funciona el orden en nuestra mente? ¿Cómo percibimos el falso caos de la naturaleza? ¿Cómo son las ciudades y pueblos que queremos? ¿En quién pensamos cuando los construimos? Son muchas preguntas y tenemos tres cosas para tratar de responderlas: un arquitecto, un árbol y un libro. No está mal como comienzo.

El árbol del año

El castaño dulce de Zengovarnoky, en Hungría, no es el más bonito, ni el más alto, ni el testigo de grandes milagros, pero sin duda, después de 300 años, es el que más ganas tiene de vivir.

Escoger el árbol del año es una idea que nace en la República Checa hace más de veinte años, una idea de la que surge también este libro que repasa algunos de los árboles que han ganado el concurso. No tienen que ser los más viejos ni los más importantes, solamente deben tener alrededor gente que los aprecie y los considere lo suficientemente valiosos como para presentarlos a la votación. Además, este certamen y este cuaderno no están solamente unidos por una idea, también lo están por un objetivo: acercar a las personas a los árboles, para que los quieran no solo como seres vivos, también como parte de una comunidad.

A través de las estaciones y de pequeñas o grandes plazas y bosques de todo el mundo, realizaremos un viaje por algunos ejemplares que han seducido a las autoras con sus historias. Podremos ir muy, muy lejos, hasta Rusia, a visitar un álamo laurel, Populus laurifolia, de cien años, del que dice la leyenda que lo plantó un monje budista en lo alto de una colina en plena estepa rusa. Un árbol solitario en medio de la nada que regala sombra y cobijo a cualquier viajero. Pero también podremos quedarnos cerca, en Lecina, Huesca, donde una encina de mil años ganó la edición del 2021.

Una pareja enamorada, un espacio de juegos para varias generaciones, un águila pescadora, un capitán al regreso de una guerra, un campo de fútbol, leyendas de brujas, una sequía… los cuentos y las anécdotas no terminan porque cada árbol escogido tiene una vida propia y a personas encargadas de relatarla. Seguro que cada uno de nosotros puede pensar en su árbol favorito y que habrá muchos motivos diferentes para dicha elección, pero todos conformarán el mismo paisaje, el de nuestra historia.

Así que ya sabes, primero inspírate en este libro con las vidas maravillosas de estos árboles, algunos varias veces centenarios. Después abre bien los ojos y los recuerdos, porque se te ocurrirán candidatos a montones. Y si te animas, reúne más opiniones y presentad una candidatura al concurso. La emoción está asegurada. El árbol del año, una alfombra roja que acabará llena de hojas y que, precisamente por eso, nadie se atreverá a barrer.

Puedes seguir el concurso en www.treeoftheyear.org

Inventario ilustrado de árboles

Els arbres, en definitiva, són importants per a la humanitat també de manera simbòlica i poètica: no són, en certa mesura, una metàfora de l’ésser? Fan falta arrels per créixer, així com aigua, sol…

Los inventarios son listas, enumeraciones, registros de un conjunto de cosas, pueden sonar aburridos y tediosos o pueden ser fascinantes e incitar a seguir cada elemento con el dedo de forma ansiosa, sobre todo si este inventario es de árboles. Nos encontramos en un momento terrible de amenaza a la biodiversidad, en el caso del arbolado, la deforestación y los cultivos intensivos son un peligro para ellos, afectando de paso a los animales, al paisaje y a otras muchas cosas que están en la cadena. Nunca un ser está aislado, lo que le afecta a uno nos acaba afectando a todos de una manera u otra.

Por todo esto es muy importante poner en valor cada ejemplar arbóreo que nos rodea, conocer su nombre, sus características, y aunque parezca complicado, lo tenemos algo más fácil con este libro, organizado de forma didáctica para repasar los árboles que encontramos en la calle, en los paseos, en el campo y en la montaña. El inventario está clasificado en coníferas, palmeras (a pesar de que botánicamente no se consideren árboles) y frondosas. Además, en cada ejemplar encontraremos su porte, su hoja y el fruto, para hacernos una idea de su aspecto.

57 especies en total entre las que encontraremos la higuera, Ficus carica, que puede llegar a los 200 años y tiene raíces tentaculares, el magnolio, Magnolia grandiflora, que debe su nombre a Pierre Magnol, botánico del s. XVIII, la majestuosa sequoia, Sequoia sempervivens, el árbol vivo más alto del mundo, o el árbol del viajero, Ravenala madagascariensis, que figura en el emblema de la isla de Madagascar. Además, todos están acompañados de un detalle que no es solo estético: personas y animales están junto a las ilustraciones para servir de referencia y que nos imaginemos la medida, porque las cifras a veces no significan nada sin una imagen.

Y siguiendo con los descubrimientos, nuestra curiosidad se verá cubierta del todo con el “pequeño vocabulario ilustrado” del principio para explicar los tipos de hojas y cortezas, porque para reconocer un árbol su hoja es uno de los criterios determinantes. Así que pasearemos entre hojas lobuladas, compuestas, opuestas, en aguja… Y no podemos obviar que el libro es una auténtica delicia ilustrada, y así como los dibujos de plantas hechizan automáticamente, aquí viajas por todo el mundo y completas mentalmente el paisaje que te rodearía si realmente estuvieras ante ese árbol y no de una lámina. La ilustradora está formada en dibujo científico, y combina el trazo negro del rotulador y la tinta china con las acuarelas.

Disfruta este inventario, y llegará el día en el que quedarás con una amiga y cuando te pregunte dónde os encontráis ya no le dirás, “estoy en el Jardín Botánico, te espero en un banco”, sino que cambiarás la frase por un: “ven, búscame, estoy a la sombra del tilo”.

Sé un árbol

Sigues un arbre! Posa’t ben dret. Estira les branques cap al sol. Fes arrels. Que s’enfonsin bé a la terra perquè puguis créixer fort.

El título de este cuento no es un consejo, no es una recomendación, ni siquiera es una idea, ¡es una orden! Y así nos lo tenemos que tomar. ¿Cómo, si no nos ponemos en su piel, vamos a entender su complejidad y su papel? ¿Su forma de entender el mundo? Y más allá, ¿qué mejor manera para comprender que árboles y personas no somos, en realidad, tan diferentes? Quizá te parezca una mentira, una locura, una invención de cuento. A ver si te puedo convencer de lo contrario.

Las coloridas ilustraciones de Maria Gianferrari esconden un mensaje potente. Si lo pensamos bien, tenemos muchas similitudes con los árboles. La piel frente a la corteza. Troncos que sostienen nuestra cabeza y distribuyen los nutrientes. Movernos con el viento, sentir el calor y la lluvia. Ser uno entre muchos, no estar nunca solo. Raíces y comunicaciones. Árboles no autóctonos, que vienen de fuera y son vulnerables. Ayudar desde la salud en la enfermedad a quien lo necesita. Ser cobijo, sumar, hacer grande. Un núcleo fuerte, hecho de huesos o de madera… La lista es muy larga. ¿Lo ves? ¿A que ahora sí?

Es uno no parar de aprender. En las guardas podremos deleitarnos con la silueta de las hojas del abedul, el avellano o el haya, entre otras muchas. También hay una lista de maneras de ayudar a salvar a los árboles o de colaborar con nuestro entorno. También podremos bucear en la anatomía de un árbol, para aprender que el cámbium es un tejido de crecimiento encargado de producir células nuevas y los anillos de crecimiento, que los hongos ayudan a los árboles a absorber más nutrientes, o que el duramen, a pesar de que está muerto, es la madera más dura, da robustez y permite que los árboles sean los gigantes imponentes que todos conocemos.

Un libro para fascinarte si eres pequeño, para reflexionar si eres grande, y para mirar a los árboles con otros ojos. Los ojos de quienes sabe que todo esconde más de lo que parece, y de que no hay nada más maravilloso que un secreto que puedes compartir con alguien especial que sabes que lo apreciará. ¿Y qué le dirás, cuando lo encuentres, al oído? ¿Qué le revelarás? Exacto, que sea un árbol, porque todos juntos somos un bosque.

Árboles

El Árbol de la Memoria nace en el momento en el que alguien se muere. En ocasiones, el árbol nace en el lugar donde la persona ha sido enterrada, pero también puede nacer en cualquier otro sitio que aquella persona hubiera conocido: quizá el pueblo donde nació o en una montaña donde había pasado unos veranos inolvidables.

Este precioso libro es un conjunto de historias. En ellas un árbol es el protagonista de cada una. Cautivan por su sencillez y su mensaje, también porque estamos faltos de buenos relatos que, durante un segundo, nos hagan soñar un poco, pero sobre todo son especiales porque estos árboles inventados no están tan lejos de ser reales. Todos tenemos un árbol genealógico del que descolgamos, tímidos, en una de las ramas del extremo, aunque nadie lo mantenga actualizado con los nombres en sus hojas, o aunque no sepamos mucho de algunas partes de la copa.

Y árboles miedosos conocemos algunos, y nos gustaría tener un árbol puerta, y necesitamos árboles faro en nuestra vida, para que “el faro nos reconforte y dejemos de sentirnos perdidos”. ¿Qué otros árboles podemos imaginar? No siempre para hablar de plantas es necesario describir características o armar jaleos de ciclos biológicos, no son importantes los nombres científicos cuando se quiere explicar un sentimiento, ni el lugar de origen define nada cuando hay algo de magia en lo que pasa.

En este álbum no hay etiquetas identificativas ni se cuentan los anillos. Por el contrario, aprendes que el Árbol de los Secretos tiene hojas de colores distintos, es acogedor, por lo que ayuda a la gente a confiarse, y si le cuentas un secreto le sale una hoja nueva. Cuando algún secreto deja de serlo, la hoja se cae. ¿Le confiarías algo que nadie sabe a ese árbol? ¿Le susurrarías a sus ramas lo que solo guardas para ti? También descubrirás que el Árbol Curioso es muy casero, quiere estar cerca de los seres humanos y tiene interés en muchas cosas. Así que ya sabes, cuando lo veas pasarse de cotilla, ¡cierra las cortinas!

Seguro que devorarás las historias con cariño o se las contarás a quien devora un bocata durante la merienda, sonreirás de medio lado por lo gracioso o lo divertido, y pensarás que son cosas de críos. Pero una mañana, cuando vayas de prisa a algún sitio, de pronto caerás en la cuenta de que acabas de pasar delante de un árbol que parecía esconder otra historia, una que aún no se ha contado, y entonces, mientras la imaginas, tu prisa se convertirá en un paseo.

Avista el árbol y Encuentra la hoja

Si hay algo cosa que apetece hacer al estar al aire libre es jugar. Será por el espacio que se expande ante nosotros, será que lo relacionamos con el ocio, será porque siempre hay tiempo para la diversión, pero el caso es que además de disfrutar del sol y del aire, los saltos o las carreras no pueden faltar. ¿Y cuando estamos cansados? Podemos aprovechar para abrir bien los ojos y prestar atención a los árboles que nos están dando sombra. ¿Cómo se llaman? ¿Qué forma tienen sus hojas? ¿Caerán en invierno?

Este es la propuesta del juego Avista el árbol, 30 cartas para 30 especies, con las que ir de rama en rama identificando y descubriendo. Un fruto, la flor, la forma de la copa, los bordes de la hoja, todo vale para diferenciar si estamos ante un tejo, un cerezo o un acebo. Para quien los conozca dirá, qué fácil, pero para los que van de listos también hay retos: ¿qué corteza sirve para adobar el cuero? ¿Qué fruto aromatiza alimentos y licores? ¿Quién tiene amentos en las flores masculinas y femeninas? Cartas para aprender, jugar e ir fichando los nombres y los portes del árbol que nos acompaña en un picnic, un paseo o una excursión.

Y si no queremos renunciar al verde mientras jugamos pero no nos apetece pensar tanto, nos podemos decantar por el juego de memoria Encuentra la hoja. La típica propuesta de destapar parejas recordando dónde estaba cada cosa después de haber destapado las parejas erróneas. Y no es fácil, porque si queremos ganar a los contrincantes tendremos que presta atención a detalles muy concretos. La copa roja del Qercus rubra es parecida a la del Acer rubrum, si vas con prisa puedes confundir las hojas del Fraxinus excelsio y la Carya ovata, y ¡diferenciar en una carta la sequoia giganteum de la sempervivens solo es para ojos expertos! Así que, mientras juegas, te descubrirás escudriñando detalles y aprendiendo nombres que no esperabas.

Las plantas están en todas partes, sobre la hoja que escribes y en la camiseta que llevas, en la escoba de la abuela, en la crema hidratante, ¿cómo no incluirla en una buena sesión de juegos? Así que, en la naturaleza, coge pelota, cuerda, cometa, ¡y también cartas!

Nota: las cites de los libros están en el idioma original en el que se ha hecho la lectura. 

Bibliografia

Tibaut Rassat (2020). El arquitecto y el árbol. Coco Books. 36 pàg.
Lucas Riera(2023). El árbol del año. Olivia Holden (il). Mosquito. 40 pàg.
Virginie Aladjidi (2012) Inventario ilustrado de árboles. Emmanuelle Tchoukriel (il). Faktoria de llibres. 62 pàg.
Maria Giaferrari (2022) Sé un árbol. Felicita Sala (il). Baula. 42 pàg.
Salvador Comelles (2021). Árboles. Mónica Armiño (il). Anaya. 51 pàg.
Avista el árbol. Identifica 30 árboles con estas cartas. Il·lustracions de Holly Exley. Textos de Tony Kirkham. Mtm editores
Encuentra la hoja. Juego de memoria. Il·lustracions de Holly Exley. Mtm editores. Correcció tècnica del JBB

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Responsable de Cultura y Comunicación del Jardí Botànic UV
Me gusta la música, los libros, viajar, escribir, la divulgación científica e ir al cine con todas las consecuencias; hacer cola, comer palomitas... Me divierte ordenar con mis hijos la colección de coches de Cars. Nunca he comprendido las reglas del tenis y me da dentera cortar la pizza con tenedor y cuchillo.
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