EL JARDÍN EN SEPTIEMBRE
Las vacaciones han acabado pero la buena temperatura no ha desaparecido de nuestro jardín. Plantar las flores adecuadas para seguir teniendo color, seguir con el riego abundante por el calor y aplicar fertilizantes que ayuden a pasar el invierno, son algunas de las muchas recomendaciones de este mes.
Este mes todavía es verano, el jardín está repleto de follaje y de flores, y es más apacible y tranquilo. Las noches ya no son tan calurosas y las mañanas son más frescas, logrando las plantas un renovado vigor.
Se deben sembrar las especies bianuales que florecen en invierno y primavera y las plantas anuales, directamente o protegiéndolas con una cobertura abundante. También hay que plantar céspedes, y bellis, scholtzia, adonis, caléndula, centaurea, myosotis, viola tricolor, achicoria, col, cebolla, endivia, espinacas, fresas, lechugas, puerros, perejil y rábanos.
Además, podemos plantar los arbustos de hoja persistente, coníferas en cepellón, crocus, narcisos, galanthus, fritillarias, tulipanes, y jacintos. A finales de mes nos decantaremos por los pensamientos de invierno y crisantemos de otoño para dar un toque de color al jardín, ahora que la mayoría de las flores comienzan a desaparecer.
Los bulbos y tubérculos que florecen en primavera se pueden plantar también en septiembre, así como los de floración precoz, para que florezcan en navidad. En cuanto a la multiplicación, podemos hacer esquejes de árboles, arbustos, crisantemos, penstemon o hiedras. Y es una buena época para dividir matas y obtener nuevas plantas, se separan con un cuchillo bien afilado, dejando grupos de hojas y raíces. Los acodos de los claveles ya se pueden separar de la madre y plantar en su nueva ubicación
Riego
Debemos dejar de regar las plantas bulbosas de flor, y asegurarnos de regar adecuadamente lo recién plantado que es más vulnerable, siempre con riego frecuente al amanecer o al atardecer porque aún hace calor. Las zonas y plantas dañadas por la sequía requieren riego más intenso, y al menos un par de veces haremos un riego muy profundo a los árboles, pues cuando se riega superficialmente el agua apenas penetra en el suelo y casi no alcanza las raíces.
Tendremos en cuenta que las cestas colgantes requieren más agua porque la evaporación es mayor, mientras que las plantas crasas o suculentas, y las subtropicales como yuca, drago o drácenas, y palmeras como el palmito requieren menos riego.
Suelo
Este mes se puede hacer una última fertilización general de la temporada al césped, árboles y plantas en general, con un fertilizante que los prepare, no para crecer, sino para resistir mejor el invierno, ya que los fertilizantes de primavera ayudan al crecimiento. El producto escogido deberá tener menos nitrógeno y más potasio.
Todavía se puede abonar el naranjo y limonero. Descargaremos y abonaremos los geranios, y aclararemos y abonaremos las plantas tapizantes. Trataremos las acidófilas con sulfato de hierro (25 grs. o 1 cucharada por planta grande o 1 cucharadita por cada macetero mediano), o bien con quelatos de hierro (1/2 cucharadita por planta), luego aplicaremos el riego. También hay que dar cada 10 días fertilizante líquido a las plantas en macetas y jardineras, o esparcir un poco de abono en su tierra.
Tratamientos
Septiembre es un mes en el que continúa haciendo buena temperatura, por eso proliferan el Pulgón, Cochinillas, Mosca blanca y Araña roja. Además la Negrilla o Fumagina aparece donde están los anteriores, ya que se asientan sobre la melaza que éstos excretan, así que eliminándolos mataremos dos pájaros de un tiro. Aplicaremos un fungicida de amplio espectro para prevenir hongos como Botritis, Oidio, Roya y Mildiu. Capturaremos babosas y caracoles con trampas de cerveza, a mano al atardecer o con cebos especiales.
Poda
En arbustos y árboles se deben recortar las ramas mal orientadas, ya sea porque han crecido desmesuradamente, o para ordenarlas y darles formas. Cortaremos y dividiremos las herbáceas perennes, quitando regularmente los tallos marchitos con un corte no demasiado bajo para permitir una floración suplementaria. También hay que descargar y abonar los geranios, favoreciendo la resistencia del soporte de las plantas, eliminando los pequeños tallos débiles, quitando las flores tan pronto como den señales de marchitamiento y fertilizando con un producto especial no estimulante.
Otras actividades son podar los setos, según su perfil geométrico, cortar tallos y flores secos de las plantas vivaces, dejando tanto follaje como sea posible, y eliminar tallos y hojas secas de gazanias, arctotis y aquilegias para que crezcan con mayor vigor. Si tenemos lirios hay que recortar el follaje a fin de mes dejando sólo 1/3 de la hoja, y podaremos las matas de lavanda o espliego cortando los tallos que brotaron este año.
Las plantas anuales estarán más saludables si se podan ligeramente y se les abona con un fertilizante de elevado contenido en fósforo. Diariamente hay que eliminar las flores viejas (especialmente de rosas y dalias), para estimular la producción de flores nuevas. Quitaremos las rosas marchitas (cortando el racimo hasta una hoja de cinco folíolos bien desarrollada), pues la formación de semillas (escaramujos) desgasta la planta. Eliminaremos los frutos en los árboles ornamentales jóvenes porque producen un desgaste de la planta y lo que necesitamos es que crezcan, y también los de las hiedras porque favorecen a los ratones, que se alimentan de ellos.
Floración y recolección
Regaremos, abonaremos y cuidaremos las rosas, que están de nuevo en plena floración, manteniéndolas con riegos y abonos frecuentes para fortalecerlas de cara al invierno. Y recordad que ahora podemos recolectar melones, tomates, calabazas, manzanas, peras, melocotones, almendras y uvas.
Invernaderos, macetas y plantas de interior
En septiembre debemos disminuir los riegos y controlar las temperaturas. Y en las plantas de interior limpiaremos con una esponja empapada en agua templada todas las plantas de hoja. Es bueno abrir con frecuencia las ventanas o procurar ventilación, ya que las plantas de interior necesitan aire fresco. Y soltar la tierra de vez en cuando pinchando con un tenedor.
Céspedes
Es uno de los mejores meses del año para sembrar un nuevo césped. También podemos resembrar, y rellenar los espacios donde haya desaparecido o donde esté en mal estado. Cortaremos, airearemos y plantaremos aunque la actividad vegetativa ya ha disminuido este mes. Y vigilaremos el riego.
En cuanto al abono, mejor que sea complejo de lenta liberación, o aguardar un mes para esparcirlo. Trataremos con fungicida las manchas amarillas o pardas que aparezcan en el césped si se sospecha de hongos, así no se extenderán. Las zonas deficientes del pasto las escarificaremos o airearemos pinchando. Se hace después de un corte y luego se aportan fertilizantes, veremos cómo rebrota con fuerza. En caso de un sol persistente no debe cortarse el césped muy corto, ya que entonces podría quemarse (amarillear) con gran rapidez. Lo recortaremos cada semana.
Otras tareas complementarias
Es momento de cavar macizos y parterres, también de limpiar los botones florales laterales de los crisantemos, y de deshojar la vid y la tomatera junto a los frutos. Arrancaremos plantas vivaces que se reproducen por división de mata, para dividirla y plantarlas.
Un buen truco es coloca una piedra al sol del estanque, as ranas y otros animalitos de sangre fría necesitan calentarse cada día, por lo que acudirán encantados. También las mariposas. Mantendremos a raya las hojas del nenúfar porque su sombra dentro del agua puede asfixiar a las demás plantas del estanque, tal y como ocurre con la lenteja de agua. Hay que vigilar regularmente la aparición de algas y retirarlas, y si el agua del estanque está turbia controlaremos en primer lugar si hay suficiente oxígeno.
Y más cosas que podemos hacer. Seguir los controles de caracoles y babosas con productos granulados a base de metaldehído al 2%. Eliminar la maleza del jardín antes de que se formen y propaguen las semillas. Atar las trepadoras y poner tutores a plantas de crecimiento alto y jóvenes, ya que una tormenta o una ráfaga de viento pueden tirarlas o troncharlas. Recoger las hojas caídas y usarlas para hacer compost, y siendo muy útiles los aspiradores para jardín, incluso algunos modelos las trituran, lo que facilita su descomposición.
También podemos desenterrar los bulbos y tubérculos de las variedades no resistentes al frío y guardarlos en un lugar seco, envueltos con compost para evitar que se sequen del todo y se enfríen con las heladas invernales. Y por último, prepararemos el terreno para plantaciones que se realizarán en el mes de octubre.
En cuanto a nuestro refranero popular, “Septiembre, o seca las fuentes o se lleva los puentes”