Abril en tu jardín
Sabemos que ha llegado la primavera y que algunas de nuestras plantas se muestran más hermosas que nunca, como los narcisos, jacintos o tulipanes, pero también siguen los cambios de temperatura que pueden afectarlas. En este mes, actividades como el cuidado de las rosas o los tratamientos con plaguicidas cobran especial importancia.
Debemos saber que es el último mes para plantar bulbos y rizomas, en caso de que estén germinados, y macetas, podar, acondicionar el césped y eliminar las malas hierbas que ya florecen. Es momento de los bulbos de floración veraniega, desde mediados de marzo hasta finales de mayo, y se plantan escalonadamente, cada semana ó cada 15 días. Por ejemplo la dalia, gladiolo, hemerocalis, azucena, iris, etc, y hay que saber que la profundidad de plantación es dos veces el tamaño del bulbo.
Además, nos pondremos a sembrar aquilegia, digitalis, Euphorbia marginata, gazania, liatris, limonium, nemesia, reina margarita, tagetes, alyssum, cosmos, phlox y zinnia. Y también petunias, caléndulas, dianthus, anthirrinum, gypsophila, godetias, lilas, forsytias y spireas. En cuanto a nuestra cocina, aprovecharemos para sembrar albahaca, berenjena, pimientos, acelgas, ajos, calabazas, coliflor, espinacas, hinojo, melones, patatas, zanahorias, grosellero, endivias, lechugas y tomates.
Además, entre nuestras actividades principales deben estar:
Riego
Se debe regar dependiendo de la importancia de las lluvias, y con mayor abundancia los almendros, vides y parras. La dosis depende de la cantidad de lluvia caída, pues puede haber arrastrado una gran parte de los principios de los fertilizantes solubles. Poco a poco iremos aumentando la frecuencia de riego.
Podemos comprobar el buen funcionamiento de los sistemas de riego y drenaje, y debemos acordarnos de regar las plantas de noche. Si regamos de día alrededor del 30% del agua se evapora antes de ser absorbida por las raíces.
Abono
Hay que comenzar a abonar los macizos, los arbustos y los árboles con fertilizantes. En este momento conviene suministrar abonos complejos, incluso con efectos rápidos.
Suelo
La tierra de macizos y arriates necesita una entrecava y un aporte de materia orgánica que mejore la textura e incremente los nutrientes del suelo. También es importante eliminar las malas hierbas antes de que produzcan semillas, pero cuidado con las especies vivaces si no están señalizadas, podemos eliminarlas por confundirlas con malas hierbas. Por último, hay que labrar el terreno rompiendo la corteza superficial.
Tratamientos
Hay que abonar y cuidar las rosas, eliminando las malas hierbas y los brotes que estén por debajo del injerto. También se eliminan los botones florales de los rosales recién plantados, y se cortan las rosas según se vayan secando para que no consuman recursos de la planta.
Las rosas se abonarán con un fertilizante específico, se aplicarán regularmente los productos contra criptógamas (hongos como Oidio, Mildiu, Roya o Mancha negra) e insectos. Además se defenderán los brotes tiernos de las rosas que son atacados por los pulgones.
También en abril se deben cuidar y colorear las hortensias añadiendo al riego sulfato de hierro diluido en agua. Y es que es momento para detectar y atajar las plagas y enfermedades en sus primeras fases, antes de hagan un daño difícil de reparar, sobre todo en especies que fueron atacadas en años anteriores. Atención a la cochinilla y al pulgón.
Poda
Ahora se realiza poda de formación en árboles y arbustos jóvenes. Árboles y arbustos de flor invernal y primaveral que hayan concluido su floración: forsythia, azalea, wisteria. Podemos podar las plantas con partes viejas o que no sean estéticas, y despuntar las plantas como el ficus, el poto o la hiedra aprovechando los recortes para hacer esquejes.
Floración y recolección
Abril es época para que florezcan los árboles y arbustos de flor primaveral, vivaces y anuales de flor. Manzanos y perales, melocotoneros, nectarinos, ciruelos y albaricoqueros, también vides y parrales, y cítricos de media temporada.
Cercis siliquastrum, el árbol del amor
También destacan las bulbosas que florecen en primavera, como los narcisos, los jacintos o los tulipanes. Terminada su floración, hay que evitar que fructifiquen, para ello hay que recortar bien abajo los escapos florales y dejar las hojas hasta que se sequen para que engorde el bulbo. Aprovecharemos también para recolectar guisantes, judías, naranjas y limones.
Invernaderos y plantas de interior
En los invernaderos hay que tener cuidado con las subidas de temperaturas al medio día, ventilar durante mucho más tiempo, y vigilar la humedad ambiente, manteniéndola entre el 60/80 %. En cuanto al riego, regar planta por planta, con riegos abundantes, fertilizados.
En cuanto a las plantas de interior, hay que airear abundantemente algunas, y otras ya pueden sacarse al exterior con sombra. Así, las sacaremos a las terrazas y empezaremos a regarlas y a abonarlas (a no ser que las temperaturas sean todavía bajas). Debemos evitar el sol directo hasta que se aclimaten.
Céspedes
En cuanto al césped, será preciso escarificarlo antes de abonar, y es buen momento para resembrar el césped o plantar tepes. Hay que abonarlo y cubrirlo, mezclando el abono con mantillo y turba. En cuanto a su recorte, debemos cuidar su altura 8/10 cm.
Otras tareas complementarias
Ahora debemos practicar esquejes, acodos, y estacas, pues las plantas en plena actividad vegetativa pueden producir nuevas raíces. También podemos plantar árboles y arbustos de hoja perenne en cepellón o container, y cítricos y coníferas en cepellón, escayola o containers.
Podemos realizar los cambios de tiestos de las plantas así cultivadas, y no plantar los gladiolos en el mismo lugar que el año anterior, no irán bien. Renovar la parte superior de tierra en las macetas y recipientes, cambiarla por tierra o substrato nuevo abonado, en 3/5 cm. Hacer lo mismo con los huecos cultivados en las rocallas. Y es momento de preparar las balsas impidiendo el enturbiamiento del agua.
Y acabamos con el refranero popular: “Abril tiene cara de beato y uñas de gato”