De Mallorca hasta el Botànic, el boj de Mahón planta de abril

Seguro que conocéis el refrán “en abril, aguas mil”, muy popular y que este año no representa el mes tan seco que estamos sufriendo. Como sabéis, en el Botànic trabajamos duro para cumplir los requerimientos específicos de cada especie, a cambio, ellas nos premian con su majestuosidad. En especial, a pocos días de terminar abril, queremos destacar el boj de Mahón (Buxus balearica Lam.), un arbusto de gran vigorosidad que no necesita de una floración muy llamativa para demostrar su belleza.

En plena primavera queremos mostraros la especie Buxus balearica, perteneciente al género Buxus y a su familia Buxaceae, una pequeña familia de arbustos siempreverdes. Comúnmente esta especie es conocida como boj de Mahón, haciendo referencia a Mahón, capital de la isla de Menorca, de donde, desgraciadamente, se ha extinguido. 

Se trata de un endemismo mediterráneo en regresión, ya que tras estudiar el polen y las esporas de la especie, los estudios palinológicos han demostrado que esta planta estaba muy extendida en el pasado. Sin embargo, durante el siglo XIX, los grandes bosques maduros de boj de Mahón, situados en Baleares y Andalucía, fueron talados con el fin de carbonear sus gruesos tallos, produciendo una reducción drástica de sus poblaciones. Por este motivo, la especie se ha incluido en Régimen de Protección Especial en los catálogos de especies amenazadas de ambos territorios.

Individuo de boj de Mahón en la naturaleza. / Flora de Andalucía

Descripción botánica

Si nos ponemos a describirlo a nivel botànico, el boj de Mahón es un arbusto erecto con corteza pardo-amarillenta, que suele medir entre 1 y 3 metros de altura. Destaca por su aspecto denso causado por la frondosidad foliar en cada una de sus múltiples ramificaciones. Sus hojas enteras, anchamente elípticas u ovaladas, son de color verde oscuro por el haz y algo más claro en el envés, sin tricomas o pelos, es decir, son glabras. Estas tiene un corto peciolo que se prolonga en los entrenudos y sé sitúan de forma opuesta unas a otras. Además, son coriáceas como la mayoría de los perennifolios y al tacto son duras, pero flexibles.

Detalle de las hojas.

En esta especie podemos encontrar flores masculinas y femeninas sobre el mismo individuo, porque el boj de Mahón es un arbusto monoico de flores unisexuales. Estas flores se reúnen en pequeñas inflorescencias axilares poco vistosas, de entre 7 y 10 mm, donde encontramos una flor femenina más o menos centrada, y varias flores masculinas alrededor.

Si observamos con detenimiento cada una de estas inflorescencias, podremos ver que al contrario que las hojas, las flores son sésiles o cortamente pediceladas. En concreto, las flores masculinas son de color blanquecino-traslúcidas y están formadas por cuatro pétalos triangulares con forma de quilla de barco que pasan casi inadvertidos ante nuestros ojos, cuatro estambres muy destacados y un ovario no funcional. Por otro lado, el perianto de las flores femeninas, o estructura que rodea y protege los órganos sexuales de las flores, contienen seis pétalos similares a los masculinos, pero que se mantienen durante la fructificación. Y hablando del gineceo, está formado por un ovario tricarpelar que destaca porque se prolonga en tres estilos amarillentos, cortos, rectos, gruesos, cada uno acabado en un largo estigma estrecho, que dan color a la flor femenina. Y aunque sus flores no son muy llamativas, esta especie desprende un olor primaveral inconfundible.

Finalmente, el esférico y tricorne fruto destaca por su tamaño, ya que es similar al de la inflorescencia entera. Además, es dehiscente, es decir, que se abre al madurar, liberando sus semillas, negras, lisas y brillantes, generalmente en número de seis.

Inflorescencias y frutos del boj de Mahón.

La actualidad geográfica del boj de Mahón

Como os hemos contado anteriormente, el Buxus balearica es un endemismo mediterráneo que en estado natural forma matorrales abiertos sobre sustratos calizos en zonas de barrancos pedregosos y litorales. Su distribución se concentra en dos puntos del Mediterráneo, uno al este y otro al oeste. Por un lado, encontramos una población en el sur de Anatolia en Turquía, y por otro, contamos con poblaciones en las Islas Baleares, Cerdeña, el sur de la Península Ibérica y el norte de África. Actualmente, en el territorio español sus poblaciones se han reducido notablemente, encontrándolas principalmente en la sierra de Tramuntana de Mallorca, la isla de Cabrera i en el litoral de Almería, Granada y Málaga.

Abril, temporada de cuajado

La sutil floración de esta especie comienza con el desarrollo de las primeras flores durante el mes de febrero, permaneciendo visible hasta el mes de abril. A partir de este momento empiezan a desarrollarse los frutos, que se abrirán con el intenso calor de finales de verano, aunque las oscuras semillas quedarán retenidas en el arbusto durante un periodo de tiempo más largo.

Diferentes estados de maduración del fruto de boj de Mahón. / Herbari Virtual del Mediterrani Occidental

¡Qué variedad de usos!

Es habitual que una misma especie vegetal tenga múltiples usos tradicionales. Por ejemplo, las hojas tiernas del boj son un alimento muy perseguido por las cabras salvajes en la isla de Mallorca, en cambio, tanto las hojas como las raíces son tóxicas para nosotros. Pero que no podamos alimentarnos de ellas no significa que no les demos uso, ya que tradicionalmente se conocen diferentes propiedades medicinales de uso externo como la estimulación del apetito, la reducción de inflamaciones, y permite combatir la sífilis y el paludismo, entre otros.

Otra cualidad muy valorada de la especie es su madera compacta y resistente pero fácil de trabajar, por lo que es muy apreciada en la ebanistería fina. Habitualmente se usa para fabricar mangos de herramientas, utensilios de cocina e instrumentos de viento, además de proporcionar un carbón de alta calidad similar al de las encinas. Especialmente, en Mallorca destaca la fabricación de la bitzega, una peculiar herramienta utilizada por los zapateros para alisar y pulir en frío la suela de los zapatos, además de los flabiols o flautas y los xeremies o boquillas de gaitas.

Les Jardins Suspendus de Marqueyssac.

En cuanto al paisajismo, el arte topiario es muy común tanto para la especie Buxus balearica, como para la Buxus sempervirens, predominando su práctica en individuos de boj común. Normalmente, ambas son cultivadas con finalidad ornamental por su capacidad de formar setos muy frondosos, podándolos de diversas maneras y creando formas sorprendentes en los jardines.

Sin embargo, en el Botànic dejamos que se desarrollen los individuos de forma natural con la mínima intervención externa posible, de manera que las especies crecen y crecen a su gusto y ritmo, ya que para nosotros su belleza es inconfundible sin necesidad de intervenir excesivamente. En el Jardí Botànic tenemos varios ejemplares distribuidos por l’Escola Botànica y la Rocalla d’Endemismes, pero no encontrarás formas extrañas en ellos si no es producto de tu imaginación.  ¿Serás capaz de encontrar algún boj de Mahón en tu próxima visita?

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Graduada en Ciencias Ambientales en la Universitat de València
Tengo campos de cultivo adecuados para la producción de trufas y podría pasarme el día buscándolas juntos a mis perritas y mi padre. Me encanta el turismo rural y el senderismo por la montaña. He venido a la ciudad a estudiar para poder volver a mi pueblo de interior a trabajar en lo que me gusta, la naturaleza. Prefiero repetir película que ver una nueva. Siempre me hago la manicura perfecta antes de un examen.
extern Colaborador Externo
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