Valencia y Cagliari, todo un ejemplo para el Mediterráneo

La espera está llegando a su fin. Quedan pocos días para descubrir quién será la Capital Verde Europea 2024, pero las dos finalistas son ya ganadoras. La recompensa recaerá por primera vez sobre un país mediterráneo, y este cambio de paradigma convierte a Valencia y a Cagliari en vencedoras sin necesidad de conocer el fallo del jurado. No obstante, el próximo 27 de octubre, la Comisión Europea desvelará el misterio en el municipio francés de Grenoble, actual Capital Verde, y los nervios en ambas ciudades están a flor de piel.

No es casualidad que las dos finalistas cuenten con sus respectivos jardines botánicos, ya que tanto el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia como el Jardín Botánico de Cagliari han formado parte del patrimonio natural que las ha llevado a la final, dejando constancia una vez más de la crucial labor que realizan, y recalcando la importancia de promover el conocimiento, la investigación, la conservación y la difusión de la vida vegetal.

Jaime Güemes, director del Jardín de la Universidad de Valencia, y Gianluigi Bacchetta, director del Botánico de Cagliari, han coincidido en la necesidad social y medioambiental de sus instituciones. “Los trabajadores y las trabajadoras de ambos jardines llevamos mucho tiempo trabajando juntos por lo que no me siento en rivalidad con Cagliari, sino en harmonía”, ha confesado Güemes.

Bacchetta destaca las inversiones realizadas en Cagliari durante los últimos años en transformar de forma peatonal buena parte de las calles del centro histórico, ampliar los carriles bici, optimizar la eficiencia del servicio de autobuses y mejorar la calidad del agua. El director considera que todo ello ha convertido a Cagliari en una ciudad con una calidad de vida superior a la de la mayoría de ciudades italianas y que la ha mejorado notablemente.

“Lo que tenemos que hacer todos los países mediterráneos es intentar llegar a un nivel estándar en sostenibilidad ambiental que es normal en los países medio europeos. Hay ciudades que sí están en ese nivel, pero muchas otras que no. En la misma capital, en Roma, existen muchas carencias de infraestructuras verdes”, ha manifestado el director del Jardín Botánico de Cagliari.

Güemes ha reconocido la gran transformación llevada a cabo en Valencia durante los últimos ocho años para hacer una ciudad “más sostenible, más respirable y más habitable” a pesar de las protestas que han surgido por algunas reformas, como la peatonalización del centro.

“El concepto verde parece que es exclusivo del norte, de esas ciudades de climas atlánticos, de climas mucho más frescos. Por eso, reconocer que el mediterráneo puede tener esa idea de verde, de un verde un poco distinto, un verde sin caducifolios, un verde que en verano sufre mucho pero que al mismo tiempo resiste las altas temperaturas, un verde mucho más sostenible… Es una alegría muy grande” ha admitido el director del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia.

Los dos directores confían en que el futuro de las ciudades mediterráneas se encuentra en la sostenibilidad. Creen en el valor de mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas, y tanto Valencia como Cagliari son un ejemplo idóneo de todo ello.

Capital verde, una mirada ciudadana

El pasado miércoles 19 de octubre, Levante-EMV, FCC Medio Ambiente y la Universidad de Valencia organizaron un encuentro para analizar las posibilidades con las que cuenta la capital del Turia y enaltecer las fortalezas de su candidatura. Con la finalidad de aportar una visión lo más poliédrica posible, el coloquio contó con la participación de representantes de diversas asociaciones que no solo reconocieron los logros llevado a cabo, sino también aquellos aspectos que todavía se deben mejorar.

Sergi Campillo, vicealcalde de Valencia, aprovechó la ocasión para reconocer y agradecer la implicación social: “Si tenemos un Jardín del Turia y tenemos una Dehesa de la Albufera es gracias a la movilización ciudadana. Nuestro caso es una anomalía, porque lo normal hubiera sido urbanizar y por eso hemos centrado nuestra candidatura en el esfuerzo de todos los valencianos y valencianas por ser conscientes de su patrimonio natural”.

Campillo alabó a su vez el éxito mayúsculo que significa para Valencia y para el Mediterráneo haber llegado a la final. “Desde nuestra propia personalidad, sin imitar a nadie, con nuestra idiosincrasia, pero proyectándonos también como un ejemplo para el resto de ciudades europeas, y sobre todo, para el resto de ciudades del sur de Europa”, ha manifestado el vicealcalde.

En la mesa redonda estuvieron presentes el vicerrector de Economía e Infraestructuras, Justo Herrera; la Defensora del Mayor, Susi Pérez; la vocal de sostenibilidad del Consejo de la Juventud de Valencia, Chayma Bouchafra y la representante de Acción Ecologista Agró, Lucía Moreno.

Durante el encuentro, todos ellos expusieron la importancia de los espacios naturales con los que cuenta Valencia, como el Parque Natural de la Albufera, el Parque Natural del Turia, la Huerta de Valencia y el Mar Mediterráneo, pero cada uno desde su propia visión y perspectiva.

“Estoy convencido de que estamos en una situación de no retorno. Con independencia de que se haga pedagogía, hay un elemento todavía más determinante: a veces se aprende por descubrimiento. Las ciudadanas y los ciudadanos de Valencia estamos descubriendo lo que es de verdad calidad de vida y, por tanto, no dejaremos que esto vuelva atrás. Estos pasos valientes van a dejar huella durante mucho tiempo y posiblemente sea un cambio que pueda revertir la deriva en la que nos habíamos dejado llevar”, ha declarado Herrera.

Las conclusiones extraídas del encuentro resultaron muy positivas y demostraron que Valencia cuenta con muchas probabilidades de convertirse en la Capital Verde Europea 2024. No obstante, independientemente del fallo del jurado, ser finalista demuestra ya que la ciudad está en el camino correcto y que es momento de continuar dando pasos para seguir haciendo de Valencia un lugar mejor para vivir.

Valencia es elegida Capital Verde Europea 2024

El jurado ha hablado y Valencia ha sido seleccionada Capital Verde Europea 2024, convirtiéndose así en la segunda capital española que consigue el galardón. La decisión final se dio a conocer el pasado 27 de octubre en el Palacio de los Deportes de Grenoble, donde la capital del Turia se impuso a Cagliari, la otra finalista. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, y los dos vicealcaldes, Sandra Gómez y Sergi Campillo, subieron al estrado para agradecer por la concesión del reconocimiento, sin poder disimular la felicidad y el honor que significa para Valencia haberlo conseguido. Con este premio, no solo gana Valencia, sino que el paradigma cambia al fin y el Mediterráneo se alza, también por primera vez, como ganador.