Proyecto Inspira’t: una escuela de ciudadanía a través de la educación ambiental

‘La mente se nutre de cambio
Se puede nutrir la mente de cambio de dos modos:
el modo ‘tipo cine’ (inmóvil en un entorno móvil)
o el modo ‘tipo viaje’ (móvil en un entorno inmóvil).’
Jorge Wagensberg

En el marco de nuestra cultura dominante basada en la competitividad, el concepto de práctica, como praxis, que según entendía Aristóteles tiene como fin producir algún bien moralmente valioso o humanamente deseable y que se apoya en el compromiso y la reflexión personal, ha quedado marginado hasta su casi total desaparición. De manera que, cuando hablamos de práctica todo el mundo entiende la poiesis, cuyo fin consiste en hacer realidad un artefacto o producto específico, gobernada por la techne. Las connotaciones para el colectivo de personas con discapacidad de este planteamiento son devastadoras. Por ello, con el proyecto Inspira’t, puesto en marcha en 2013 en Quart de Poblet, nos hemos propuesto un modelo de intervención centrado en las personas, no en los servicios. Un modelo que hemos testado, que funciona, y que queremos compartir.

¿Qué es Inspira’t?

INSPIRA’T es un proyecto de capacitación para el empleo a través de la formación y el voluntariado ambiental en el entorno local. A través del proyecto, se han formado 15 personas con discapacidad intelectual de las cuales 4 han tenido ya posibilidad de ejercer de manera profesional su trabajo en el ámbito de la educación ambiental.
El programa formativo incluye contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales en las diferentes áreas del trabajo de un/a profesional de la educación ambiental: biodiversidad, paisaje, residuos, agua, energía, consumo responsable y cambio climático, dinamización de grupos, comunicación eficaz y otras herramientas básicas para el correcto desempeño profesional. Pero es, sobre todo, una escuela de ciudadanía.

Inspira’t propone una nueva mirada hacia el colectivo de personas con discapacidad intelectual, nueva de verdad. Una mirada que permite reorientar los planteamientos habituales en la formación para el empleo hacia una metodología realmente distinta a la tradicional, que promueve la formación en contextos reales y socialmente significativos, la participación ciudadana, la autodeterminación, el voluntariado, la capilaridad con la sociedad y con el entorno. Un nuevo planteamiento en el que se considera que el verdadero éxito de la formación consiste en formar ciudadanos capaces de mejorar la sociedad y no sólo su currículum personal.

Una inspiradora revolución

Para entender lo poliédrico del planteamiento, es necesario que lo situemos dentro del paradigma del Aprendizaje-Servicio (ApS). El Aprendizaje-Servicio es una metodología (de la que ya se ha hablado en Espores aquí i aquí) que propone la combinación de procesos de aprendizaje del grupo y de servicio a la comunidad en un solo proyecto bien articulado donde los participantes aprenden mientras dan respuesta a una necesidad real del entorno con la finalidad de mejorarlo. Y, lo verdaderamente revolucionario que aporta Inspira’t, es que las personas con discapacidad intelectual, tradicionalmente receptoras de servicios y habitualmente condenadas a un rol pasivo desde el punto de vista de la ciudadanía, asumen en este caso un rol proactivo para convertirse en ciudadanos capaces de provocar cambios en su entorno y de contribuir con su trabajo a hacer de éste un mundo mejor.

Un planteamiento de estas características no puede nacer si no es a través del intercambio y la suma de ideas y energías. Así nació Inspira’t en junio de 2013, como un proyecto de cooperación entre cuatro entidades: Patronato Intermunicipal Francisco Esteve, Ajuntament de Quart de Poblet, Plena Inclusió CV y Aktúa. El trabajo ha sido reconocido como Buena Práctica para la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual en la ciudad por el Observatorio Europeo Ciudades y Pueblos para todas las Personas y con el segundo premio en el concurso Pon la Educación Ambiental en tu proyecto, organizado desde el XIV Seminario de Entidades de Educación Ambiental del CENEAM y en colaboración con la Federación de Entidades de Educación Ambiental-FEEA.

Punto de partida: nuestro entorno más cercano

El servicio a la comunidad se centra en el entorno más cercano y, en este caso, es el propio municipio de Quart de Poblet el que nos proporciona un escenario perfecto para articular acciones de voluntariado ambiental. Estas nos posibiliten desarrollar nuestra propuesta metodológica de ‘aprender haciendo’ a partir de un programa de acciones que se desarrollan en asociaciones y centros educativos del municipio en forma de talleres, charlas y actividades que promueven la sensibilización ambiental desde cualquiera de sus vertientes.

Como en la mayoría de casos de municipios urbanos, y más en el área metropolitana de una gran ciudad como València, la atención a los espacios verdes, bien sean parques y jardines o un espacio protegido como es el Parque Fluvial del Turia en Quart de Poblet, precisan una atención especial desde la educación ambiental para su conservación y mejora, conocimiento y concienciación sobre los mismos y sobre todo crear una vinculación emocional entre estos espacios y la ciudadanía.

Esta es una de las prioridades en los proyectos que Inspira’t ha puesto en marcha en los últimos años, y que se pueden agrupar en tres áreas: huertos escolares ecológicos, árboles urbanos y voluntariado ambiental en espacios naturales.

Proyectos Inspira’t

En la actualidad, el equipo de educadoras y educadores ambientales de Inspira’t ayuda en la gestión de tres huertos escolares ecológicos y elabora un programa de actividades de educación ambiental en los mismos. El primero de estos huertos surgió en la Escuela Infantil Municipal Ninos y allí trabajan con niños y niñas de 0 a 3 años. La iniciativa, les permite seguir formándose como educadores ambientales, poner en valor todo lo aprendido hasta el momento y completar su formación en viverismo y jardinería. Pero, sirve, como decíamos, para visibilizar las capacidades de las personas con discapacidad intelectual participantes y para abrir nuevos espacios para la inclusión y la ciudadanía activa. Para los niños y niñas, un huerto escolar les enseña a conocer mejor los alimentos que comen, a cuidar y respetar el medio ambiente y a ser más responsables.

En el caso de los árboles que hay en el municipio de Quart de Poblet, Inspira’t desarrolla un proyecto llamado “Unos vecinos con muchas raíces” que consta de varias actividades de educación ambiental dirigidas tanto a los colegios del municipio como a la ciudadanía. Desde 2015, el equipo Inspira’t ofrece un itinerario guiado por algunos de los árboles más singulares del pueblo, y durante el último curso escolar, se ha realizado en varios colegios del municipio una ginkana medioambiental para conocer esos mismos árboles de una manera lúdica y educativa. Contribuimos, por tanto, a poner en valor el patrimonio arbóreo del municipio.

En el caso del voluntariado ambiental, el equipo lleva varios años realizando actividades de voluntariado a petición de Plena Inclusión Comunitat Valenciana, que a su vez ofrece a entidades con las que colabora. El espacio natural más visitado en estas actividades ha sido el Marjal dels Moros en Sagunt, donde se han realizado varias actividades de limpieza del litoral y de varias lagunas del marja. A su vez conocieron de primera mano los valores paisajísticos y de biodiversidad de este espacio natural valenciano.

Además, el equipo Inspira’t ya ha impartido un curso para formación de monitores y monitoras en actividades de voluntariado ambiental, dirigido a personas con discapacidad intelectual, un curso que pretende tener continuidad en el tiempo y llegar a un buen número de personas interesadas en capacitarse en este ámbito de la educación ambiental.

Cerrando el círculo

Caminamos en este momento hacia la profesionalización de algunas de estas actividades. De hecho, vivimos como un logro importante en el camino la contratación de dos personas por parte de Plena Inclusión (socio del proyecto) para el mantenimiento y la gestión didáctica del huerto escolar ecológico, que continúa siendo además un marco ideal para continuar con la formación.

Para ir cerrando el círculo, volvemos a la tesis inicial del artículo. El éxito de Inspira’t, en tanto que formación para el empleo, radica en haber sido capaz de formular una alternativa que contribuye a resolver no sólo los conflictos cognitivos sino también conflictos éticos, centrándose en la praxis y generando al tiempo yacimientos de empleo alternativos a los reservados tradicionalmente para las personas con discapacidad intelectual. Es una forma nueva de hacer que requiere alejarse de la cultura de la competitividad para centrarse en la creatividad, la reflexión personal y el compromiso ético y transformador. Pero de eso se trata, ¿no?

Artículo escrito con la colaboración de: 

Eva Lluna. Técnica de Integración Laboral y responsable del Servicio Empleo Con Apoyo del Patronato Intermunicipal Francisco Esteve (SEPIFE) de Quart de Poblet.