MAGNOLIA, LA FLOR DEL EMPERADOR
Aunque se trata de una planta originaria del sur de EEUU, son muchos los que relacionan las magnolias con el lejano oriente donde eran propiedad exclusiva del Emperador. Cuando entregaba una magnolia a uno de sus súbditos se convertía en un gesto de respeto lleno de significado.
La magnolia, una especie muy apreciada por los amantes de las flores por su vigorosidad y belleza, que también atrae a ardillas y otros animales por su especial sabor. Flores extraordinarias que llaman la atención de todos porque representan además el ciclo de la vida con sus pétalos brillantes que emergen grandiosos y se abren en capas en todo su esplendor hasta que poco a poco el tiempo las marchita, y las lustrosas flores envejecen, volviéndose marrones y cayendo finalmente al suelo desde lo alto de la copa del árbol que las crea, el magnolio.
De hecho, dicen que las magnolias son un fiel reflejo de la dignidad y nobleza de este árbol que les da la vida. Nativo del sureste de EEUU y de Asia, el magnolio ha sido usado tradicionalmente como árbol ornamental y para dar sombra en jardines, parques y paseos. No obstante, su madera es dura y de buena calidad, así que también se usa en ebanistería aunque a nivel local y no en las grandes industrias madereras.
Se trata de un árbol robusto que puede alcanzar una altura de casi 30 m. También son muy grandes sus hojas, de un llamativo color verde, y que pueden tener una longitud aproximada de 30 cm. Pero el gran atractivo de esta especie son sus flores que destacan por su elegancia, sus tonalidades, su textura, su simetría… belleza en estado puro. De hecho en la antigua China amaban de ella su delicadeza, pues era la planta que identificaban con la feminidad, la dulzura y el amor por la naturaleza.
¿Es el magnolio un fósil viviente?
Según algunos estudios los mangolios como tales (Magnolia grandiflora) aparecieron en la Tierra hace algo más de 5 millones de años, aunque se han encontrado otras especies fosilizadas del mismo género como M. acuminata con 20 millones de años e incluso se han podido identificar plantas pertenecientes a la familia Magnoliaceae que datan de hace 95 millones de años.
Así, al igual que otras especies vegetales como el Ginko biloba, la Cyca revoluta o los helechos arborescentes, este árbol es considerado como un auténtico fósil viviente. Además, los magnolios son árboles muy longevos y robustos, de ahí su vinculación con la fortaleza.
El género Magnolia incluye unas 35 especies vegetales casi todas originarias de diferentes regiones del hemisferio norte como Estados Unidos, Japón, algunas regiones localizadas entre el Himalaya y la isla de Java, así como otras de Centroamérica, como por ejemplo México. Y entre otras cosas se caracterizan porque sus flores, generalizadas bajo el nombre de magnolias, no tienen pétalos ni sépalos sino un órgano intermedio que recibe el nombre de tépalos. Otra de las curiosidades de las magnolias es que éstas aparecieron antes que las abejas, por lo que se desarrollaron para que otros insectos (en este caso, los escarabajos) pudieran polinizarlas. De ahí que sus pistilos (carpelos) sean más duros, pues tienen que protegerse más durante la fecundación.
Fruto del magnolio
En el año 1900 la legislatura de Misisipi llevó a cabo una elección entre los niños de las escuelas públicas para elegir una flor que representara a su estado. La planta elegida por una gran mayoría fue la magnolia, así que desde entonces esta es la flor oficial del estado y también de Louisiana.
Magnolia grandiflora, la bella entre las bellas
Las magnolias fueron descritas por primera vez por el botánico francés Pierre Magnol, quien ocuparía el cargo de director del famoso Jardín de las Plantas de Montpellier entre 1697 y 1709. También participó en numerosas expediciones científicas como miembro de la Academia de las Ciencias Francesa, de la que también será director.
Pierre Magnol
A lo largo de su extensa obra Magnol describió más de 2.000 especies, muchas de ellas por primera vez. Entre ellas la M. virginiana, descubierta por un grupo de misioneros en una expedición por Norteamérica en 1680 y que será la primera magnolia descrita científicamente.
De todas las magnolias la más famosa es la Magnolia grandiflora, descubierta también en EEUU a finales del siglo XVII. También conocida como magnolia común, su habitat natural es el sureste norteamericano, desde Carolina del Norte hasta Texas y Florida. De esta magnolia destacan sus frutos, parecidos a una piña y de unos 10 cm de longitud, que contienen semillas de color rojo escarlata, rosa o marrón, que pueden recolectarse durante el otoño. Otra de las especies más comunes de magnolia en oriente es M. liliiflora, procedente de China. Sus flores empiezan a salir al mismo tiempo que la brotación de las hojas -o incluso un poco antes- y la floración se prolonga hasta el verano. Presentan un color púrpura en el lado externo y cuando se abren son blanquecinas. Tienen un aroma parecido a la frambuesa.
Magnolia liliflora
Aunque es utilizada como planta ornamental por sus bonitas flores, la M. grandiflora no escapa a otros usos ya que sus grandes flores desprenden un fuerte olor, usado en perfumería. Además, el tronco del magnolio también se usa para la construcción en las zonas de donde es autóctona, aunque como decíamos antes no se produce con este fin a gran escala porque el crecimiento del magnolio es relativamente lento. Sobre sus usos medicinales, la corteza del magnolio se puede tomar en infusión para curar cardiopatías y desde el siglo XVI los conquistadores españoles dirán de ella que fortalece el cuerpo y el estómago y que es útil para calmar los nervios, aliviar cólicos y tratar bilis. Desde el siglo XIX su principio activo se utiliza para tratar casos de epilepsia y neurosis en general. Una especie de lo más completa.