Cuestión de agallas
Los árboles del bosque, los frutales, las plantas ornamentales y la mayor parte de los vegetales sufren unas deformaciones llamadas agallas producidas por organismos diferentes, un mundo complicado y muy específico que abordaremos con un par de agallas.
Dicen que algunos árboles no se plantan sino se heredan. Las encinas por ejemplo, son ejemplares de crecimiento muy lento e imperceptible pero los procesos biológicos que los hacen posible están más que controlados por la genética y el metabolismo. No obstante, más a menudo de lo que podemos pensar, algunos factores externos como los herbicidas hormonales o los microorganismos patógenos alteran estos procesos.
Imagen de www.flickr.com/photos/slimjim/
Cuando las células aumentan demasiado su tamaño hablamos de hiperplasia mientras que cuando la división celular se estimula, la multiplicación es excesiva y el número de células se dispara hablamos de hipertrofia. Pero no te preocupes demasiado por los tecnicismos, intentaremos evitarlos o explicar de la forma más sencilla posible qué significan.
La hipertrofia y la hiperplasia vegetales provocan el crecimiento deforme de los tejidos lo que da lugar a estructuras como las agallas que analizaremos con más detalle para explicar cómo se forman y cuáles son las consecuencias y usos.
Las agallas son reacciones del tejido vegetal al ataque de un insecto, nematodo o bacteria y el nuevo órgano aloja a estos organismos. El crecimiento normal de la planta se ve alterado desde el punto de la picadura hacia arriba, en el sentido de la savia. La forma y estructura de la agalla es tan concreta que muchas veces se usa para identificar la especie que la ha provocado, muestra de una relación evolutiva muy estrechada.
Escoba de bruja, tipo de agalla
Pueden estar presentes en las hojas, tanto en el haz como en el envés como es el caso de la viña, los pelos de las hojas se hipertrofian y se vuelven globulares, gruesos, alargados y forman una masa por el interior de la cual se mueven los ácaros Colomerus vitis. La masa de pelos es de color marrón rojizo y provoca el hinchamiento del haz de la hoja.
Erinosis de la viña
También se forman agallas en el tronco y en las ramas de los árboles: con una forma esférica y endurecidas externamente, estos órganos están vacíos y recubiertos internamente por células nutritivas para los ácaros de las yemas de los ciruelos o Acalitus phloeocoptes. Las yemas son otros tejidos víctimas del ataque de los eriòfidos, como se conoce a estos organismos formadores de agallas. Este es el caso de los avellanos las yemas de las cuales alojan a Phytocoptella avellanae que provoca engrosamiento, una coloración rojiza y la caída de la hoja, que no vuelve a salir.
Yemas de ciruelo. Imagen de www.phytoma.com/index.php?referer=index
Y tampoco las raíces quedan exentas de la aparición de agallas: el coleóptero Saperda populnea hace el agosto en los bosques, pero no actúa sobre las coníferas y algunos nematodos, a su vez, se desplazan por el sustrato hasta encontrar el punto de la raíz más adecuado donde alojarse y alimentarse. Tanto es así que la hembra pasa allí el resto de su vida.
Parece imposible que estas estructuras sean de utilidad pero las agallas son reservorio de parasitoides, insectos que desarrollan sus larvas en el interior de las fases inmaduras de un huésped artrópodo y que el control biológico de plagas usa para regular poblaciones de organismos y evitar así el uso de insecticidas o productos químicos que son sustituidos por enemigos naturales.
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Según los médicos, los excesos nunca son buenos por eso, más adelante prepararé otro artículo en el que os presentaré algunas de las enfermedades o malformaciones consecuencia del crecimiento celular por defecto o de la reducción del número celular. Aunque como dicen las mujeres mayores: para que haya bastante tiene que sobrar, creo que nunca sabremos dónde queda el término medio.
No es ninguna novedad que la vida de algunos es una lacra por otros y no hay que mirar muy lejos para encontrar ejemplos. La justicia es una utopía en la naturaleza ya que sobrevivir es cuestión de agallas.
