Un poco de costa sin turistas
Os proponemos una visita al Parque Natural de la Serra d’Irta, un paisaje de acantilados desde el que se divisa Peñíscola y el mar Mediterráneo. Descubre sus endemismos, la huella de la actividad humana a lo largo de la historia y prepara bien tu escapada.
En Peñíscola, apartado del turismo pero junto a la costa, discurren los senderos que hoy te recomendamos. Nos vamos a la Serra d’Irta, un paisaje marcado por el suelo calcáreo, espectaculares acantilados y un valiosos patrimonio arquitectónico. Este Paraje incluye 14 kilómetros de costa sin edificar desde el río Roine, en Francia, hasta Almería y fue protegido el año 2002
La Comunidad Valenciana tiene 22 parques naturales, 8 paisajes protegidos y un monumento natural que representan una gran diversidad de ecosistemas: humedales, bosques mediterráneos, islas, sierras litorales y de interior. Podéis consultar las características de cada parque y preparar vuestra escapada en la web de la Generalitat Valenciana.
Serra D’Irta. Imagen de FlickR. Autor: Aguas de Valencia
Recomendaciones
Es importante tener en cuenta una serie de consideraciones para cuidar de estos espacios: respetar los caminos y no tomar atajos para no pisotear la flora, llevar el perro atado, no contaminar las fuentes ni importunar a la fauna, así como no arrancar las plantas. Recuerda siempre eso de “llévate más basura a casa de la que podrías dejar”: si a la vuelta de tu paseo puedes recoger algo de basura que otros visitantes menos respetuosos han dejado, todos te lo agradeceremos y el parque estará limpio.
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Por supuesto, aparca el coche y camina y asegúrate de acampar siempre en lugares autorizados. Disfruta del aire libre sin prender ningún fuego y si tienes alguna emergencia, llama al 112 y por último, si necesitas ir al “baño”, haz un agujerito y entierra tus “huellas”.
Estos espacios están pensados para disfrutar de ellos para caminar, para disfrutar de la naturaleza y sobre todo para no dejar huella de nuestro paso por ellos.
La Serra d’Irta, paisaje e historia
Cuando los iberos se asentaron en la Serra d’irta eligieron un paisaje orientado a levante donde la vegetación florecía mucho antes que en el resto de la Sierra, concretamente en el llamado Clot de Maig. Podemos destacar la presencia de Chamareops humilis, el endemismo Limonium perplexum, conocido como saladilla y el cormorán grande.
Chamareops humilis. Imagen de FlickR. Autor: Aguas de Valencia
La actividad humana ha dejado su impronta en la Sierra, así, el paisaje presenta vertientes enteras tapizadas de bancales alineados y paralelos, consecuencia de la actividad agrícola. También la ganadería ha dejado su huella y por eso encontramos barracas de pastor y corrales construidos en piedra seca.
La vertiente marítima presenta acantilados que sirven de refugio a aves marinas, con dunas que se visten de blanco en verano con el lirio de mar, árboles doblados por la fuerza del viento y cantos rodados. La reserva marítima preserva los fondos marinos y los recursos pesqueros. Un antiguo cuartel de carabineros es la única presencia de actividad humana. La línea de la reserva discurre como una línea desde la costa hasta los 20m de profundidad donde se encuentran los rodolitos, nódulos formados por acumulación de algas rojas que podrían tener más de 8000 años de antigüedad.
En el Parque Natural de la Serra d’Irta destacan como grupo faunístico las aves por ser el más numeroso y diverso. Las especies que viven en el matorral son las más abundantes como por ejemplo las diferentes especies de curruca (Sylvia spp.).
Hieraaetus fasciatus. Imatge de FlickR. Autor: Fabián Montojo
Sciurus vulgaris
La fauna también es un aspecto de interés para el visitante así que os recomendamos que cojáis prismáticos y busquéis el vuelo de las rapaces tanto diurnas como nocturnas entre las que destaca el águila perdicera (Hieraaetus fasciatus), el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), el ratonero (Buteo buteo) y el águila culebrera (Circaetus gallicus).
En el litoral es aparecen especies vulnerables como la gaviota Audouin (Larus audouinii) y el cormorán grande (Phalacrocórax carbo). En cuanto a los mamíferos: destacan la ardilla roja (Sciurus vulgaris), el jabalí (Sus scrofa), el zorro (Vulpes vulpes), la gineta (Genetta genetta) y el tejón (Meles meles).
Elige tu ruta según el color
Si lo que te apetece es pasear cerca del mar la Ruta Azul es la mejor para ti. Un recorrido de 1.7 km de baja dificultad. A 5,5 km de Peñíscola en dirección Font Nova, llegamos a un acantilado donde se encuentra la antigua torre vigía denominada de Abadum o Badum. Seguimos descendiendo por la pista hasta encontrarnos con el cuartel de carabineros, antiguo edificio construido para controlar el contrabando donde podremos dejar el coche.
Penyíscola
¿Qué nos vamos a encontrar en esta ruta? Un cala de grava,a cantilados, gaviotas y el vuelo de los cormoranes. La acción del oleaje es evidente gracias a los signos de la erosión y también la vegetación adquiere formas insólitas gracias a la acción del viento que desde el primer brote somete a las plantas al llamado efecto bandera.
La segunda ruta tiene color rojo: 4km i una dificultad baja. Llegamos por la N-340 al desvío que nos indica a Alcossebre, desde allí siguiendo las señales del Parque Natural, encontramos el faro. Veremos grandes y numerosos cantos rodados, distintas calas y la desembocadura del barranco de la Font de la Parra, utilizado como límite geográfico entre los términos municipales de Alcalà de Xivert y Peñíscola.
Castillo de Alcalà de Xivert. Imagen de FlickR. Autor: santiago lopez-pastor
La senda amarilla es un viaje al de 1.5km de distancia y dificultad media. Llegamos al municipio de Santa Magdalena de Pulpis, nos dirigimos al cementerio de la localidad y desde allí cruzando por el paso subterráneo de la AP-7 llegamos al inicio de ruta.
La senda discurre por un barranco que fue utilizado por “els calciners“, personas que fabricaban la cal y que nos llevará al castillo de Polpis una Construcción árabe del S. X-XI bien conservada. Veremos rusco, madreselva, hiedra y zarzaparrilla.
Lonicera implexa. Imagen de FlickR. Autor:James Gaither
Smilax aspera. Imagen de FlickR. Autor: Yaniv Ben-Arie
Si estás cansado de las playas con paseo marítimo, chiringuitos y sombrillas, este es el momento de escapar. Recuerda protegerte bien del sol y evitar caminar en las horas centrales del día.
