Tour volcánico por l’Auvergne

En el Macizo Central de Francia se encuentra la Auvernia, un auténtico tesoro natural repleto de volcanes y un destino perfecto para pasar las vacaciones con hermosos paisajes, deportes de aventura y naturaleza en estado puro.

Viajamos hasta Francia, al territorio de la Auvernia. Un lugar que fue objeto de muchas rivalidades en el pasado, desde la época de la tribu de los “Alvernes”, pasando por la invasión romana y la posterior victoria de Vercingétorix contra el César (52 a.C), y diferentes guerras y divisiones territoriales a lo largo de la Edad media o durante la Guerra de los cien años que culminaron en la disolución de la provincia como entidad administrativa. Pero a raíz de la Cuarta República volvió a recuperar su estatus, en los años 70, quedando dividida finalmente en cuatro departamentos: El Cantal, el Puy-de-Dôme, el Alto Loira y Allier.

Un lugar emblemático por su historia pero también por su entorno natural en pleno Macizo central francés, con volcanes de más de 65 millones de años que se originaron durante la colisión entre la placa africana y la placa euroasiática. Gigantes dormidos que han conformado un hermoso parque natural donde podremos disfrutar de unas vacaciones ecológicas en familia y aprender de volcanes.

Una región llena de riquezas
Hoy en día, la Auvernia es un parque natural regional famoso por sus volcanes. Cuenta con 200 aproximadamente y todos ellos diferentes: cúpulas, volcanes encajados, otros rajados por la lava, volcanes explosivos, con lagos… La variedad de estos volcanes ha modelado un paisaje original y hermoso, con relieves que alcanzan los 2000 m de altitud, que ha inspirado miles de cuentos y leyendas.

El Parque natural más grande del territorio francés que alberga estos volcanes, por el momento inactivos, y que suelen suscitar las pasiones de muchos vulcanólogos por todo el mundo, ya que no se excluye la posibilidad de una nueva erupción.

Pero la región no solo cuenta con volcanes por todas partes, sino también con una quincena de lagos, creados por la actividad volcánica en su mayoría. Hay que ser valiente para bañarse en éstos porque guardan una amplia biodiversidad, sobre todo de algas. Desgraciadamente, estos preciosos lagos se deterioraron por culpa de la actividad humana, por ejemplo con la pesca, y ahora, los sindicatos tienen que preocuparse de la preservación de estas zonas acuáticas que se encuentran amenazadas.

A su vez, también se dice que la Auvernia es el país de los castillos, que ilustran su historia y su riqueza arquitectónica. Cuatro departamentos que ofrecen una ruta por los 43 edificios históricos que poseen y que están abiertos al público general. También se organizan en estos castillos diferentes eventos, como festivales y conciertos en días festivos. En definitiva, las riquezas de la Auvernia son infinitas y todo el mundo puede encontrar ahí algo que le apasione. Por ejemplo, en el departamento Puy-De-Dome, hay una cueva llamada Grottes de Jonas, que ofrece otra manera de apreciar la historia de la región. Estas cuevas prehistóricas, modeladas por la naturaleza volcánica y por los hombres, fueron rediseñadas para recrear las condiciones de vida de las tribus cavernícolas que vivían ahí.

Además, este parque natural conserva una fauna y una flora muy amplias, con más de 2.000 plantas autóctonas. Una gran diversidad de flora, sobre todo en los volcanes y las montañas, donde predominan las plantas alpinas, como la Pulsatilla alpina. También, encontramos animales emblemáticos del territorio, como la Vaca salers o el Salmón atlántico. Más allá, sobre el territorio auvernés viven especies raras y amenazadas, como la Cigüeña blanca y la negra, así como el Halcón peregrino (Falco peregrinus).

Por otra parte, en la región de los volcanes de Auvernia podemos degustar una de las gastronomías más características de Francia. De hecho, hace pocos años, se creó la marca “Productos del Parque Natural Regional de los volcanes de Auvernia” por los agricultores, pasteleros, apicultores y empresarios de la zona. Proponen recetas tradicionales y productos emblemáticos de la territorio, como el queso del Cantal, la miel de las colmenas de Auvernia, la carne Salers, que proviene de las vacas de color caoba típicas de la región.

Disfrutar del aire libre
La región no es un sitio para aburrirse, porque el territorio es tan grande que existe un montón de actividades deportivas para hacer y para disfrutar de la naturaleza. Primero, podemos hacer senderismo por todo el territorio, la mejor manera de descubrir el paisaje. Existen desde itinerarios de un solo día hasta itinerarios de semanas. Pero los más valientes pueden practicar la escalada a lo largo de los más de 200 volcanes que existen. ¡No olvides llevarte unas buenas zapatillas de montaña! También es posible hacer las excursiones en bicicleta o a caballo.

Además, hay ríos, cascadas, lagos, gargantas, que alcanzaremos después de días de caminatas y donde podremos bañarnos, admirar la amplia fauna acuática del territorio o hacer actividades deportivas náuticas, según lo que ofrece cada sitio, como rafting, canoa o kayak.

Por último, la región es uno de los sitios de Francia donde hay más instalaciones para el ecoturismo, que promueve la asociación Voyagepourlaplanete.com. Este sitio aloja a la Association française d’Ecotourisme (Asociación francesa de Ecoturismo) que propone alojamientos ecológicos y solidarios en el mundo entero para disfrutar en vacaciones, apostando por una manera alternativa para viajar que se interesa más por la gente que encontramos y por la naturaleza que nos rodea. “¡En dos palabras, respeto y placer!”