Sábado, semillas, domingo
Después de un fin de semana de visitas constantes, de actividades para todos los públicos y de muchas semillas, hemos recogido las anécdotas y la experiencia de quienes participamos para hacerlo posible.
Si en algo estamos de acuerdo, es que la bacinilla con agua y sal para los pies fue la receta común para quienes el fin de semana colaboramos en el Jardín. Jardineras, guías, personal de mantenimiento y el Banco de Germoplasma. A ellos, y a todos los que nos visitasteis, ¡gracias!
Tendrás que seguir leyendo si quieres saber más chismorreos. Y te recordamos que este fin de semana, puesto que es el último del mes, te ofrecemos visitas guiadas gratuitas por el Jardín exterior.
¡El sábado!
La plaza Carles Pau acogió una feria informativa en la que diferentes organizaciones e instituciones divulgaron su trabajo en cuanto a las semillas. Contamos con la participación de Nerium Grup Botànic, una joven asociación de estudiantes de biología unidos por la botánica que ofrecían información sobre sus actividades y curiosidades: ¿sabías que las bellotas se comen peladas y fritas con miel?
También en la plaza estaban el CIEF, Centre per a la Investigació i l’Experimentació Foresta, el COMAV (insituto de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana), el Banco de Germoplasma del Jardín Botánico de la Universitat de València que explicaron, visitante por visitante, su tarea . Nosotros, Espores. La veu del Botànic, invitamos a los visitantes a ser blogueros y blogueras. ¿Sabías que tú también puedes escribir en Esporas? Tienes algún proyecto verde?
También asistió la asociación Llavors d’Ací, que después de la conferencia organizó un intercambio de semillas. Entre conferencia y conferencia, un taller de planteles para niños. A pesar de que no disponemos de las conferencias grabadas, queremos compartir con vosotros el documental que se proyectó: La Voz del Viento. Semillas de Transición.
¡Un domingo para todos!
El elemento estrella de las jornadas, el banco de germoplasma, no dejó a nadie indiferente. Los adultos lo visitaron personalmente, guiados por nuestras científicas que les explicaron los procesos para la conservación de las semillas y su papel en los ecosistemas.
No podía faltar un visita guiada al Jardín exterior que lucía el mejor ambiente posible. El recurrido terminaba en una fuente donde una cuentacuentos había engalanado el espacio con pajaritos de colores hechos con papel y una vieja maleta llena de historias. Unos 60 niños acompañados de los padres improvisaron un anfiteatro donde personajes mágicos acapararon la atención de todos.
Simultáneamente, un banco de semillas recreado a la Estufa Fría mantenía ocupados a los pequeños y a los padres que descubrían entre botes llenos de semillas y frutos, como en una despensa, los trabajos del investigador. Fotos con un bellota gigante, un calcetín repleto de semillas pegadas, otras flotando en el agua y unas pocas lupas que no tenían tregua.
Unos pocos mensajes quedaban muy claros al hacer este recorrido: biodiversidad se expresa como un gran abanico de tamaños, colores y formas, la investigación garantiza el futuro y la sostenibilidad vegetal y las semillasestán vivas y hay que cuidarlas.
La extracción de semillas de berenjena sorprendía porque al triturar la pulpa con un batidora eléctrica de cocina las semillas permanecían intactas. Las jardineras colaboradoras trataban de luchar contra la impaciencia innata de los niños que pretendían sembrar ya las semillas sin respetar las temporadas de germinación de cada especie.
¿Querremos repetir?
La observación de diferentes estados de germinación de helechos bajo la lupa hacía volar la imaginación: ¡tienen pelo! ¡Parecen patas de rana! Decían algunos mientras otros se fascinaban con las etiquetas de los tubos en los que habían guardado las semillas extraídas previamente: qué nombre más largo! Mis semillas también tienen un nombre tan difícil? Preguntaban mientras adherían una pegatina con el nombre del lino en el tubo obsequio donde decía Linum usitatissimum L. Niños que no se sobrecogen con la nomenclatura binomial y huyen corriendo a pintar las caretas de bellotas y los antifaces/cacahuete de la zona interactiva.
Las tres estaciones dedicadas a la limpieza, conservación y germinación de las semillas disfrutaron de un tráfico intenso y constante en el que el comportamiento de la gente fue ejemplar: un bosque de paciencia. Más de 2000 personas nos visitaron este fin de semana. La cola para entrar bordeaba el Jardín hasta el auditorio Joan Plaza. A pesar de la masiva afluencia de gente, las jornadas fueron un éxito. Si quieres ver más imágenes de la jornada consulta nuestra galería en Facebook y los ganadores del concurso de Instagram.
¿Cuántas personas habrán aprendido qué es el germoplasma? ¿Cuántas familias que antes no nos visitaban a menudo empezarán a hacerlo? Desde el Jardín hay una impresión generalizada; los visitantes fueron muy respetuosos con el personal y las plantas. ¿Será que las plantas sacan lo mejor de todos nosotros? Quizás sí deberíamos repetir.
