Ecoturismo, vacaciones de lo más verdes
Cada vez hay más personas que optan por elegir criterios de sostenibilidad a la hora de tomar sus decisiones diarias, es decir, en la forma de moverse por la ciudad, a la hora de hacer sus compras, en la elección de sus lugares de ocio o en la manera de relacionarse con sus vecinos y conciudadanos. Estos criterios también se mantienen cuando la rutina deja paso a las deseadas vacaciones. El “ecoturismo” (o turismo ecológico), cada vez más demandado, es una prueba de ello.
En el verano de 2012 la Secretaría de Estado de Turismo presentó la “Guía de Ecoturismo en España. Guía de destinos sostenibles. Espacios naturales y empresas acreditados con la Carta Europea de Turismo Sostenible”, una publicación on-line integrada dentro del Plan de Turismo Español Horizonte 2020 y que tiene como objetivo aumentar la competitividad del modelo turístico español mejorando el atractivo de sus espacios naturales protegidos. Esta guía ayuda a operadores de viajes y a ciudadanos particulares a elegir destinos turísticos más sostenibles.
El motivo de la publicación de esta iniciativa precisamente en España no es casual. Por una parte, el ecoturismo, entendido como una actividad en la que se disfruta tanto de los atractivos naturales de un lugar como de las manifestaciones culturales que allí puedan encontrarse, tiene cada vez más adeptos dentro y fuera de nuestras fronteras. Por otra, nuestro país es extremadamente rico en espacios naturales tal y como confirma la siguiente cifra: de los 89 espacios catalogados para el ecoturismo según la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS) en Europa, 36 se encuentran en territorio español.
¿Donde está el ecoturismo?
A grandes rasgos cualquier tipo de turismo puede ser ecológico y sostenible y, por lo tanto, hipotéticamente, cualquiera podría definirse también como ecoturismo. Sin embargo, sabemos que la realidad no es esta, pues un espacio natural abierto al turismo queda expuesto a una serie de cambios derivados de su explotación y de posibles irresponsabilidades que lo cambian para siempre. Es por eso que, aunque el término “ecoturismo” se acuñó en 1983, no fue hasta mediados de la década de los noventa (1995) cuando se creó la llamada Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS), que a día de hoy está considerada como un certificado de calidad ecoturística. El impulsor de esta iniciativa, que es, además, la mejor herramienta de trabajo y modelo de gestión para desarrollar un turismo sostenible en espacios naturales protegidos, fue la Federación EUROPARC, una organización que reúne instituciones a públicas, Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y empresas privadas de todo el continente que tienen como objetivo común la conservación del patrimonio natural y cultural.
Parque Nacional de Monfragüe
Espacio Natural de Doñana
En la actualidad en nuestro país hay más de 30 espacios considerados CETS que reciben de forma anual la visita de miles de turistas de toda Europa. Entre los más importantes destacamos, a modo de ejemplo, el Espacio Natural de Doñana, Espacio Natural de Sierra Nevada, la Bahía de Cádiz, el Parque Nacional de Garajonay, las Hoces del Río Riaza, el Parque Regional de la Sierra de Gredos, el Parque Natural del Alto Tajo, Parque Nacional de Monfragüe o Parque Natural de la Serra do Xurés-Baixa Limia.
Por otra parte, en España existe otra denominación diferenciadora de los espacios naturales. Se trata de lugares considerados como destinos turísticos de primer orden que cuidan los detalles la máximo y que disponen de una serie de equipamientos divulgativos como ecomuseos, centros de visitantes, visitas guiadas, aulas de naturaleza y centros de documentación e información. Este distintivo se llama “Q de calidad” y para lograrlo un espacio natural protegido debe disponer de un sistema de gestión de la calidad documentado y actualizado que cubra y demuestre los requisitos contemplados por el ICTE (Instituto para la Calidad Turística Española). La “Q de Calidad” garantiza excelencia turística a un consumidor cada vez más exigente y concienciado. En España hay siete espacios con este distintivo: el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente (en la isla de La Palma), el Parque Natural de la Font Roja (Alicante), el Parque Natural de la Garrotxa (Girona), el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén), el Parque Natural de Montseny (Barcelona y Girona), el Parque Natural del Cabo de Gata-Nijar (Almería) y el Parque Natural del Señorío de Bertiz (Navarra).
Parque Natural de Montseny
Parque Nacional de Garajonay
Para finalizar, las “Estrellas verdes” y las “Espigas de la Garantía” son los símbolos para diferenciar los espacios y establecimientos destinados al Turismo Rural, una alternativa que crece cada año y que da trabajo a casi 20.000 personas en nuestro país.
Las “Tres R”, también en verano
Las ofertas de ecoturismo son cada vez más amplias y variadas. Para algunas personas, se trata de una continuidad con su modo de vida habitual durante las vacaciones. Para otras, sin embargo, supone una oportunidad para escapar de la rutina y de la asfixiante vida en la ciudad, algo así como una desconexión temporal. En ambos casos hay que tener algunas cosas en cuenta si queremos disfrutar de unas vacaciones realmente ecológicas. Las máximas: comportarse de forma respetuosa con el entorno sin dañarlo ni alterarlo, no tirar basura al suelo, no hacer fuego y no introducir especies invasoras ni “robar” flora o fauna local.
Por supuesto, el reciclaje tiene que ser un compañero más en tu viaje. Las famosas “Tres R” (reducir, reutilizar y reciclar) no deben abandonarte en estos días de descanso. Intenta reducir recursos básicos como agua, energía o alimentos; aprovecha la vida de lo que tienes e intenta aprovechar materiales. Recuerda que la reducción de recursos debe aplicarse desde el momento cero de tus vacaciones. Así que, si vas a hacer un viaje largo, desenchufa los aparatos electrónicos, apaga el calentador, no dejes basura en la casa ni productos perecederos en la nevera y, por supuesto, si no puedes llevar contigo a tus mascotas, deja a alguien encargado de su cuidado.
Si tu casa es un ejemplo de respeto al medio ambiente, es de esperar que quieras lo mismo cuando vas de vacaciones. Busca establecimientos guiándote por distintivos y certificados específicos como las Espigas y las Estrellas Verdes, y por otros internacionales como Bio-Hotels, ISO, EMAS o el Ecolabel europeo. Si decides optar por un hotel “convencional”, procura que tenga una política ambiental clara. Esto se deja ver en detalles como la utilización de sistemas renovables, las políticas de reciclaje de residuos o en el tipo de productos que ofertan.
Y por último, muévete pensando en verde: apuesta por el transporte público siempre que sea posible. La bicicleta puede ser un buen sustitutivo para dar paseos, salir a dar una vuelta o hacer excursiones que no sean excesivamente largas. Si tienes que usar un vehículo privado, mantén tus costumbres de conducción eficiente: mantener la velocidad y no abusar de la climatización te permitirá reducir emisiones y ahorrar combustible.
Enlace de interés: http://www.redeuroparc.org/carta_turismo_europea_sostenible/guiaecoturismo.pdf