Biocultura 2014
La gran feria de productos ecológicos y consumo responsable deja muy buen sabor de boca al público valenciano, no sólo por sus apetitosos productos artesanales sino por su amplia oferta de alternativas sostenibles a nuestras rutinas de cada día. Desde espores os destacamos las novedades de esta quinta edición.
Degustar y comprar productos ecológicos y de calidad, intercambiar ideas y experiencias, aprender sobre cosmética natural, implicarte en algún proyecto solidario o conocer más de cerca el mundo de la arquitectura sostenible, son sólo algunas de las muchas experiencias que pudieron disfrutar los más de 20.000 visitantes que pasaron por BioCultura 2014. La feria de productos ecológicos y consumo responsable que tuvo lugar del 7 al 9 de marzo en el recinto ferial de Valencia, y que ya va por su quinta edición en nuestro territorio.
Un encuentro que apuesta por formas alternativas a la hora de producir, consumir, educar, sentir, en definitiva, de vivir. Un cambio de rumbo hacia un mundo más coherente y responsable que sea bueno para la sociedad y para el medio ambiente.
Y es que sólo había que quedarse sentado un rato observando el tipo de público que paseaba entre los diferentes stands de Biocultura, para palpar ese lifestyle del que hablamos. Caras sonrientes y tejidos orgánicos, carritos de la compra y bolsas de tela, puntos de reciclaje por todas partes, tarjetas de Triodos bank (banca ética) a la hora de hacer un pago y, lo más impactante teniendo en cuenta la era en la que vivimos, muy poca presencia de smartphones y tablets.
Pero dejando al margen los tópicos, qué podemos destacar de esta edición de la gran feria ecológica. Empezaremos por los niños y la encantadora sección de mamaterra que nos daba la bienvenida en la entrada del recinto. Un espacio donde los más pequeños podían aprender sobre reciclaje, cocina sana y huerto urbano a través de diferentes talleres y actividades. Toda una miniferia ecológica con el fin de difundir además su proyecto estrella, un concurso de “Huertos urbanos escolares” para todos aquellos colegios a nivel nacional que quieran participar de esta estupenda iniciativa de educación ambiental.
El colorido stand de Punt de sabor era la siguiente parada obligatoria en el camino. Productos ecológicos, locales y de temporada directamente de la huerta a la mesa, sin intermediarios, es la propuesta de la Unió de Llauradors i Ramaders de la Comunidad Valenciana, detrás del proyecto, con la que pretende también abaratar el precio de lo ecológico. Además de la impresionante tienda que tiene en la calle San Vicente de Valencia, diseñada por Pau roca y Dani Nebot, cuenta ya con un sin fin de puntos de distribución a lo largo de todo el territorio. Así que si no pudiste cargar el carrito de la compra en BioCultura, no te preocupes, sólo tienes que hacer tu pedido a través de su página web y buscar tu centro de recogida más cercano.
Y si hablamos de supermercados ecológicos no podía faltar la Herboristería J. Navarro que llenó de verde el recinto con sus césped y plantas naturales, y que este año nos sorprendía a todos con el coche eléctrico de Seur con el que realizan todos los envíos a domicilio. Y para empezáramos con fuerzas el tour ecológico ofrecían una degustación de YogiTea, infusión a base de especias como el jengibre, el cardamomo, la canela o la pimienta, entre otras, que estaba deliciosa.
Y es que sin duda las bebidas vegetales fueron las protagonistas de la sección de comida ecológica. Món orxata con su ya conocida horchata ecológica y su ingeniosa chufamix con la que puedes elaborar tu propia horchata en casa, Totecologic con sus inconfundibles bebidas de arroz, espelta, teff o Kamet, y sus cremas de frutos secos, o Ecolactics con su alternativa de leche de yegua que promociona como la leche animal más parecida a la materna y con numerosas propiedades nutricionales.
En cuanto a vinos ecológicos destacamos la original propuesta de Tarongino y sus vinos elaborados a base de naranjas y clementinas de la huerta valenciana. Tampoco podían faltar las refrescantes cervezas artesanales lluna. Bruna, de blat, negra, happy trip, happy flower, cada una con sus matices y su peculiar sabor, y por supuesto totalmente ecológicas.
Queso, aceite, miel, azafrán, chocolate, repostería… una sección de la feria que se convirtió en un auténtico placer para los sentidos y donde podías aprovechar para hacer un alto en el camino y recargar pilas. Por ejemplo en el stand del restaurante Kimpira con sus deliciosas hamburguesas vegetales.
Siguiente parada, ¡la cosmética vegetal!. Productos de todo tipo para cuidar nuestro cuerpo realizados con ingredientes 100% naturales, sin derivados de petróleo, perfumes de síntesis o siliconas y no testados con animales. El encantador stand de Ana de Andrés de Amapola Biocosmetics junto al de Cositasbuenas nos ofrecían todo tipo de productos a base de plantas. Y hablando de plantas, destacamos la propuesta de Lavandaexperience donde además de fragancias y jabones naturales hechos con esta planta mediterránea podíamos encontrar ramos, cojines y velas aromáticas para aromatizar nuestro hogar.
También había librerías especializadas e incluso podías conocer más de cerca a los creadores de la revista EcoHabitar. Una publicación muy interesante sobre arquitectura sostenible que además es portavoz del movimiento Ecoaldeas a nivel estatal. La bioconstrucción, el ecodiseño, las energías renovables o el ecoturismo son sus señas de identidad y podéis suscribiros virtualmente a través de su web.
La artesanía también ocupó un lugar destacado en la feria con diferentes puestos de instrumentos, elementos decorativos y juguetes de lo más orgánicos. Y es que quién podía resistirse a llevarse a casa uno de los originales lápices o sellos personalizados de Zoopencils o algún juguete del rinconcito de Hullitoys, todos completamente artesanales y hechos principialmente de madera.
Y para hacer más práctico y saludable nuestro día a día, en la feria podíamos encontrar productos tan creativos como la biopercha de la empresa valenciana Varmys, con un diseño muy fresco y totalmente reciclable porque está hecha de cartón, que cautivó al público de la feria. Sin olvidarnos también de la aspiradora HYLA con su flitro de agua para limpiar a fondo nuestras casas y dejarlas sin ningún rastro de polvo, ácaros o alergenos, o los diferentes productos antirradiación de la empresa STOP RADIA como la práctica funda para el móvil que gracias a su tela compuesta por materiales metálicos filtra las ondas electromagnéticas que genera.
Con ONGs como OXFAM Intermón, que lucha contra la pobreza y en pro de los derechos humanos, SEO-Birdlife, que trabaja en la conservación de las aves y sus hábitats, o el Refugio del burrito, que llamó mucho la atención por su particular cruzada en defensa de este animal en nuestro territorio, cerramos la oferta cultural de BioCultura 2014. La jornada de tres días se completaba además con una intensa agenda de charlas y actividades donde podíamos aprender sobre las diferencias entre los productos ecológicos y no ecológicos, participar de una cata de mieles ecológicas o entender que vivir “bio” no es un lujo para todos, de la mano de la nutricionista y bloggera Mercedes Morales.