Los árboles, ahora, no solo de Navidad
La época de Navidad es época de árboles, y en este Plantes contades os mostramos tres libros que tienen a los árboles de protagonistas pero no con motivo de estas fiestas. Imágenes inspiradoras, datos curiosos, información botánica, es tanto lo que se puede aprender de estos gigantes con hojas que es una lástima que a veces nos pasen tan desapercibidos a nuestro alrededor. Pasead con nosotros por estos ejemplares que lo único que tienen de navideño es que los querréis regalar.
En estos días no hay tienda, escaparate, oficina, comedor, aula o recibidor donde falte un árbol de Navidad. Los clásicos tienen muchos adornos brillantes y grandes espumillones, los modernos son monocromáticos, los minimalistas hacen siluetas de lucecitas led en los cristales, las cocineras cuelgan cucharas de madera y los costureros bobinas de hilo, todo vale, y si es sostenible, mejor. A pesar de que ahora ya hay alternativas que permiten eliminar plástico y disfrutar de un ejemplar natural que al pasar fiestas volverá a su lugar de origen o se compostará.
En resumen, ya imagino que lo habéis adivinado, como es tiempo de árboles, es tiempo de regalar y esta es la sección donde os recomendamos los mejores libros ilustrados sobre plantas aquí os dejamos tres ideas para disfrutar de los árboles mientras os deleitáis con imágenes coloristas, detalladas, divertidas, mágicas y encantadoras. Para obsequiar a quienes queréis, para poner en el listado de vuestro deseos y, como no, para auto regalaros, que seguro que este año os habéis portado muy bien.
Inventario ilustrado de los árboles
Un inventario parece una cosa aburrida y farragosa, suena a hacer listados, a clasificar, a perder el tiempo en una tarea monótona. Pero, mira por donde aquí se nos aparece un inventario que no tiene nada que ver con todo esto. Se trata de un libro con 52 árboles y arbustos dibujados, pintados y descritos con delicadeza, con la voluntad de que quien lea tenga ganas de pasar a la siguiente hoja, y ya os digo que lo consigue. Prestemos atención a uno de sus textos: los árboles desempeñan un papel primordial en la ecología… tienen también una función social y econòmica muy importante… y también son muy importantes para los hombres de una forma simbòlica y poètica. Creo que son argumentos suficientes como para perderse en este precioso inventario, ¿no?
En sus páginas cada árbol tiene nombre científico, talla, la edad máxima a la que puede llegar y, cuando se puede, el bosque donde vive. Así, nos sumergiremos en una breve pero útil clase de botánica con unas claras protagonistas: las hojas, dado que su forma y disposición sirve como elemento conductor para clasificar los árboles. Por ejemplo, el capítulo 1 está dedicado a los árboles con limbo único y borde liso, como el eucalipto común, el haya, el ombú o el magnolio. Además, encontraremos preciosos detalles no solo de las hojas, también de las flores, los frutos y, como no, de los animales con quienes conviven cada día.
Con estos árboles viajaremos por todo el mundo, sabremos de sus descubridores, de las dolencias que sufren, del uso que en hacemos los seres humanos, o los animales. Y es que resulta que el fresno (Fraxinus excelsior), a pesar de tener una madera flexible y sólida, es muy sensible de joven y puede morir solo del rozamiento de los cérvidos contra su corteza, que el nombre de Hollywood viene de “bosque de acebos”, y que para los celtas el avellano (Corylus avellana) era un árbol sagrado que protegía contra los malos espíritus.
Muchos de estos árboles os sonarán de vista, a otros los querréis por estar en los paisajes de vuestra vida, otras os sorprenderán, y con un buen puñado os entrarán ganas de hacer la maleta e ir allá donde estén para disfrutarlos en directo. Esto sí, os propongo que entre tanta variedad os divirtáis un poco haciendo este sencillo ejercicio: elegid vuestro árbol preferido del libro. Intentadlo. Un recuerdo, la proximidad o el porte, la hoja, la explosión de la flor, el exotismo… habrá infinitos factores que os llevarán de cabeza y os complicarán la decisión. Tardaréis, no será fácil, pero con esfuerzo lo conseguiréis y pensaréis en él, con orgullo, diciendo: este es el mío. ¿Y mi preferido? Va, lo digo, el cedro del Líbano (Cedrus libani). ¿Que por qué? Eso sí que no, esto no os lo puedo contar.
Árboles
Son de madera la cuna y la cama en la que nos acostaban cuando éramos niños y el ataúd en el que nos colocarán cuando hayamos muerto.
La portada de este libro, no sabes muy bien por qué, hace que te quedes mirando, te atrapa. Pasas la primera hoja y te encuentras con una cabaña flotando encima de los árboles y sabes que algo está a punto de pasar. Este cuaderno cumple las expectativas de cualquiera que adore los álbumes ilustrados, y ya os digo que no es una tarea fácil.
34 ilustraciones, cada una dedicada a un aspecto del árbol, a doble página, con color y distribución impecables, harán que os paséis horas descubriendo detalles en los dibujos y disfrutéis de un elaborado texto al margen que explica cada tema. Porque es cierto que este no es un libro bonito, es decir, no es solo eso, son las ilustraciones las que te declaran fan pero después los contenidos, las reflexiones, los recorridos históricos y etnológicos completan el buen sabor de boca con que cierras la tapa tras un tiempo hojeando.
Las láminas tocan todo tipo de temas, como aspectos propios de los árboles: qué son los árboles y qué plantas se les parecen pero no lo son (el día que descubres que las palmeras no son árboles estrictamente hablando se te queda una cara digna de foto), la morfología de las hojas, las raíces (su papel y las más sorprendentes, como las que forman puentes vivos), el viaje a través de las estaciones del año, las semillas y sus desplazamientos (con toda la variedad exquisita de sus formas), los preciados endemismos o los baobabs (que fascinan, y no solo por El Principito). También va de récords, y nos encontraremos árboles prehistóricos, los árboles más altos (¡en California hay una sequoia roja de 115 metros!), los más gordos, y los más viejos (aprendiendo que no es tan fácil determinar cuál es el final de la vida de una planta).
En cuanto a los animales, se habla de aquellas especies que ponen su mesa con partes de los árboles (tan grandes como un elefante y tan pequeños como los insectos), o de las que encuentran en ellos su hogar, y de las que se inspiran en sus texturas, formas y colores para convertirse en auténticas maestras del camuflaje. ¿Y las personas? Se trata la figura del leñador (una profesión que hemos acabado viendo con malos ojos), aparecen arquitecturas de ensueño hechas de madera como palacios de Indonesia, pagodas chinas e iglesias ortodoxas rusas, también vehículos para protagonizar novelas de aventuras, y músicas para nuestros oídos que salen de un violín, un setar, una kalimba, un fagot, una flauta, un duduk, un arpa o un didyeridú.
En el aspecto sociológico o cultural tenemos el árbol de la vida de Darwin, la simbología del árbol en las religiones, los ejemplares sagrados, su papel protagonista en infinidad de leyendas (los bosques son fuente de magia, miedos y maldiciones), cuando los árboles se convierten en criaturas (por supuesto en el cine o en la imaginación de alguien), y qué es la fuerza de la naturaleza y cómo se extendería si no estuviéramos nosotros sobre la Tierra.
Y dejadme que para acabar saque de esta clasificación algunas láminas especiales, hechas para quedarse mirando, de aquellas que enmarcarías. Yo me quedo con la dedicada al árbol de la vida y la explosión de color del arte mexicano, la de las máscaras talladas en madera que muestran toda la creatividad de las sociedades tribales, la de las casas encima de los árboles con nidos humanos para vivir el bosque desde otra perspectiva, o el árbol genealógico, un auténtico quién es quién en el que perderse con los vínculos enrevesados que enlazan a las personas.
Por desgracia, las cosas que vemos todos los dies dejan de ser extraordinarias. Estamos tan acostumbrados a ver árboles y a usar objetos hechos e madera, que muchas veces no nos damos cuenta de la belleza de esos grandes organismes y ni siquiera sospechamos lo fascinantes que pueden llegar a ser y lo mucho que les debemos. ¿No habrá llegado el momento de descubrirlos de nuevo?
La vida nocturna de los árboles
Acabamos con una joya especial, que esconde unos árboles como nunca los hemos visto, obra de tres artistas de la tribu de los Gond, en la India Central. Este pueblo, con una gran producción artística, fue un desconocido hasta que fue descubierto en el mercado del arte hacia los años 80.
Ahora sus pinturas basadas en su universo mítico se exponen en todo el mundo aportando una visión del entorno basada en leyendas y creencias, y se muestran dotadas de una fuerte carga simbólica que se expresa con colores y formas exuberantes.
Los Gond son animistas, y creen que los elementos de la naturaleza, entre ellos los árboles, están habitados por espíritus o fuerzas vitales, y pintarlos es una forma de mostrarles respeto. Así, en su arte tribal encontramos árboles sagrados que de día nos dan sombra, refugio y frutos, pero que por la noche despiertan y nos sorprenden con camaleones, serpientes, ciervos, gorriones, abejas, ardillas y otros muchos animales que conviven con la vida más íntima del árbol y sus historias.
Con este auténtico libro de artistas disfrutaremos de sumergirnos en otra cultura, y con ella de historias sorprendentes y legendarias sobre cómo los árboles empezaron a dar frutos, vacas perdidas, nupcias, la casa del creador, amores imposibles, plumas de fuego, música, propiedades de la madera… un listado donde cada ilustración que acompaña las leyendas nos habla además de árboles con nombre propio y que nos transportan a lugares lejanos y mágicos: Sembar, Mahalain, Peepul, Dumar, Mahua, Bamur, Saja, Khirshali, Nagphani. Porque si algo tienen los árboles es que la fascinación que suscitan es universal.
Bibliografia
1. Bhajju Shyam, Durga Bayo, Ramo Singh Urveti (2010). La vida nocturna de los árboles. Chema Heras (Trans.) Factoría K de libros. 32 pág. 2. Virgini Aladjidi (2012). Inventario de los árboles. Emmanuelle Tchoukriel (il.) Factoría K de libros. 57 pág. 3. Wojciech Grajkowski (2018). Árboles. Piotr Socha (il.) Maeva Ediciones. 72 pág.