Árboles que cuentan historias
¿Qué os hace decidiros por un libro u otro cuando pensáis al comprar algún cuento para los vuestros peques? ¿Y si es para regalar? ¿Os centráis en la ilustración? ¿En la historia? ¿Los personajes? Hoy en Plantes contades os recomendamos que añadáis en vuestro montón de factores a la naturaleza, y concretamente a los árboles. Muchas veces son los protagonistas y enriquecen el relato con su porte, su paso por las estaciones, su sombra o frutos, y con tantas y tantas cosas que hacen que nuestro entorno sea infinitamente mejor.
El momento del cuento para los niños y niñas es especial por un listado larguísimo de razones. Las narraciones hechizan, estimulan la fantasía, les hacen vivir otras vidas, hacen posible la aventura, y también disfrutan de historias divertidas, tiernas y misteriosas. Pero además, si las acompañamos de un libro también pueden ver las caras de los personajes, los paisajes donde ocurre todo, y sumergirse en detalles de una casa, un camino, un bosque, un castillo. En esta entrega de Plantes contades hemos seleccionado cuatro cuentos donde la atención la pondremos en los árboles y serán a ellos a los que les pasan cosas y a quienes acompañaremos durante el relato. Son solo cuatro, pero hay muchos más, os animamos a que los buscáis en las librerías. Y una cosa más, no os olvidéis de que el momento del cuento por lo que es más especial en realidad, es porque lo contáis vosotros, así que en estas historias vuestro papel de narradores y narradoras estará teñido de verde
On són els arbres?
Josep Chapa
Ilustraciones: Matilde Portalés
Edicions del Bullent. 2009. 21 pág.
Martina está asustada, por más que busca por todas partes no hay forma de encontrar ni un solo árbol en toda la ciudad. Ni parques, ni jardines, ni en el río… ¡nada! Así empieza esta tierna historia, bonita de tan sencilla, en la que un grupo de niños y niñas después de enumerar cómo son de positivos los árboles en nuestra vida, se ponen en marchan con una misión muy clara: encontrar a todos los ejemplares desaparecidos. Nadie los ha visto. ¿Se han escondido? ¿Alguien los ha secuestrado? Cuando finalmente aparecen resulta que no están demasiado contentos, tienen suficientes quejas de cómo les tratamos, del caso que les hacemos, pero Martina y su grupo no se darán por vencidos y lanzarán un montón de ideas para convencerlos de que vuelvan al lugar de donde no tenían que haber marchado. Un cuento para hablar con los peques de la importancia del arbolado que nos rodea y sumarnos a la aventura de Martina aportando nuestras propias ideas y soluciones al problema.
Un parque de papel en abril
Júlia Villaescusa
Ilustraciones: Eva Garcés
Tàndem Edicions. 2007. 22 pág.
¿Y si un parque normal, como todos los que conocemos, con vallas, arbustos, bancos y flores, se volviera mágico una vez al año? De repente pasan cosas extrañas, cosas que nunca imaginarías que verías, y los árboles toman voz. El madroño se vuelve un maestro de los trabalenguas, la palmera es una experta cuenta cuentos de tierras lejanas, la encina transforma las bellotas en rimas, el pino se sabe miles de dichos y el granado es un dulce poeta. Y así al equipo se suman las adivinanzas ingeniosas de los cipreses y la sabiduría de la bellasombra para responder las más profundas cuestiones que se nos puedan ocurrir.
Con todo, un conjunto de regalos literarios que los árboles ofrecen ese día a todos los niños y niñas se quieran acercar al parque. Y qué hacer con ellos, pues reunirse todos juntos y crear maravillosas historias ilustradas que acaban convirtiendo en obras que dejan allí para formar una biblioteca fascinante, una gran biblioteca de sueños, como se dice en el cuento. En esta historia dedicada al día del libro los árboles tienen nombre propio, podemos aprender algunas especies concretas, al tiempo que animar a los niños y niñas a jugar con las palabras y a amar los libros.
El hada Lolita y el árbol escuela
Didier Lévy
Ilustraciones: Benjamin Chaud
Pearson educación. 2009. 32 pág.
El hada Lolita es una hada juguetona, divertida, traviesa, con ella es imposible aburrirse. Cumple deseos a pesar de que a veces las cosas no acaban teniendo el resultado que esperamos. En esta aventura un pequeño jabalí no quiere ir a la escuela, se ha empeñado y no hay forma de hacerlo cambiar de opinión, y solo que quiere una cosa, quedarse sobre la higuera a la que se ha subido, rodeado de sus sinuosas hojas y sus frutos deliciosos. El hada no puede hacer otra cosa que cumplir el deseo del pequeño, pero como no se queda tranquila sabiendo que el cochinillo no irá a recibir clases, cocina una de sus ideas y… ¡patapum! Lanza a la higuera por los aires y la planta justo junto a la escuela. ¿Y qué pensáis, que con esto Lolita tiene suficiente? Ni pensarlo, además, ¡rellena las hojas de la higuera de lecciones! Cálculo, geografía, ciencias, música, literatura, de todo.
Los días pasan, y entre higo e higo, van creciendo más hojas y el jabalí pasa el tiempo entre ellas, leyéndolas, por supuesto, y entusiasmándose sin saberlo. Cuando acaba con todas, porque las acaba, se atreve a bajar al cole por la noche, cuando no está la maestra y los alumnos, y continúa leyendo, sobre todo sobre estrellas, planetas y el cielo. ¿Ya tenemos al cochinillo entusiasmado? Pues el hada Lolita continúa con su plan y de repente… ¡bum! Lanza al coleo justo encima de la higuera. A pesar de la sorpresa, el cochinillo conoce a la maestra y a los compañeros, pero la locura no para, y la higuera crece tanto, tanto, que llega a los mil kilómetros de altura y allí, rodeados de planetas, el jabalí muestra a los compañeros todo lo que ha aprendido en este tiempo. La maestra, sorprendida, le invita a ir a las clases también de día y él, superada la timidez y el miedo, acepta.
Al final de la historia la escuela volverá a su lugar, el árbol a su tamaño, y el cochinillo irá al colegio, a aprender, a divertirse, a jugar, y a hacerse mayor. Y todo gracias al hada Lolita, que en esta aventura ayudará a los peques a que por la mañana, cuando tienen que ir a sus clases no están muy contentos, a ver las cosas con otros ojos.
El castaño
Juan Berrio
Macmillan (librosaurio). 2008. 24 pág.
Un gran castaño que vive en un parque nos narra de forma breve y concisa, pero majestuosa, todo aquello que tiene a su alrededor. El paisaje que habita, pero sobre todo la gente que pasea. Desde su altura mira detenidamente cada cosa que pasa, y de cada una obtiene conclusiones valiosas. Este libro, donde los dibujos tienen mucho peso, se cuenta muy fácilmente pero se puede obtener en cada página un hilo muy largo de donde estirar. La cotidianidad, la fuerza oculta del débil, la vida que esconde la naturaleza, la familia, la importancia de las diferencias, temas de los que se puede hablar muy largo. Y también hay ilustraciones que directamente son juegos de palabras o que incitan una historia que podría comenzar allí mismo. Siempre me ha gustado este cuento, me quedaría a vivir un tiempo en ese parque, junto al castaño, hablando de cosas interesantes o intrascendentes, y viendo la gente pasar.