El Jardí Botànic de la Universitat de València

Hoy visitamos un oasis en la ciudad, nuestro propio Jardín, para que os animéis a venir a pesar del frío. Un pulmón del que disfrutar sin dejar las comodidades, un espacio para la investigación, para la conservación, para el arte, la música y la cultura en general, un Jardín Botánico a tu alcance.

Antes de establecerse en el emplazamiento actual, el Jardín Botánico tuvo que probar suerte desde el siglo XVI en diferentes puntos de la ciudad de Valencia como huerto de simples vinculado a los estudios de medicina y farmacia hasta que en 1802 se estableció en el Huerto de Tramoieres, donde permanece hoy en día. A finales del siglo XX empieza un proceso de restauración que acaba en el año 2000 y que llena de plantas los cuadros abandonados y rehabilita las antiguas instalaciones. Se convierte, de nuevo, en un Jardín para la enseñanza y para la investigación botánica.

Un almez de bienvenida y tres muros más
Un resumen del espíritu del Botánico en forma de árbol gigante: el almez. El edificio de investigación se construyó alrededor de este árbol tan típico en las alquerías valencianas del que tradicionalmente se ha obtenido madera por la fabricación de las herramientas agrícolas. Una clara alusión a la vida campesina y a los usos sostenibles de las plantas.

Almez de bienvenida. Celtis australis. Imagen de Wikipedia

El muro de levante está adornado con puertas que dan acceso a una antigua acequia del Túria que abastecía el Molino de Rovella. El muro de poniente está tapizado por trepadoras que dan color y visten de elegancia el límite occidental del Jardín. Justo al extremo opuesto a la entrada, bajo la sombra del almez, encontramos el sinuoso camino que nos invita a pasear por un bosque a los pies de árboles gigantes: robles americanos o pinos piñoneros.

Los Jardines Botánicos son museos vivos que hay que visitar con calma pero son pocos quienes disfrutan del privilegio del tiempo así que hoy os proponemos un paseo por los imprescindibles. Para puedas entrar y dar un vistazo a pesar de la prisa.

Un recorrido para quienes siempre tienen prisa
Entre los cuatro espacios limítrofes la vida se tiñe de verde, amarillo, ocre o rojo dependiendo de las estaciones y como el invierno es la menos preferida en el mayor de los casos, os invitamos a echar un rápido vistazo. Dejamos para primavera el placer de recrearse con la botánica y visitamos aquello que es imprescindible. Dejando atrás el almez y entrando al Jardín por el corredor central veremos, al primer cuadro a la derecha, las hojas con forma de abanico del Gingko biloba y justo al cuadro de la izquierda se levantan las palmeras, formando un triángulo de bienvenida.

Gingko biloba. Frutos y hojas otoñales

Desde la plaza de los magnolios veremos la inquebrantable encina y el árbol de lana que llena el camino central con las espinas de su tronco. Qué mejor momento que el invierno para disfrutar de la cálida atmósfera del Invernadero Tropical donde las plantas nos rodean y nos transportan a ambientes lejanos. Una sensación opuesta experimentamos al visitar la Muntanyeta, el único espacio elevado del Jardín que recrea los ecosistemas valencianos desde el bosque de ribera, con un riachuelo que lo atraviesa, hasta la montaña más familiar cubierta de aromáticas.

Pero los viajes no se acaban porque América nos recibe con aloes y euforbiaceas. Al dejar la Muntanyeta volvemos a aventurarnos en floras alóctonas: la colección de cactus que incluye la Caseta del Romaní, donde encuentran refugio las especies más delicadas y el los desafiantes Lithops, que ponen a prueba nuestra capacidad para distinguir lo que es vida de lo que no lo es. Y pasando entre los retorcidos caminos de las crasas del nuevo continente llegamos a un soleado espacio repleto de chumberas, pitas y cactus esféricos o columnares. Un espectáculo de formas.

Caseta del Romaní. Imagen de Wikipedia

Dando unas pasos hacia el extremo de levante encontraremos la Huerta de la que hay mucho que decir. Sólo disfrutar del dinamismo de este espacio dedicado al cultivo. Siguiendo con el tema de las plantas útiles, cruzamos el jardín en paralelo al bosque, al muro norte para llegar a la zona de simples, al sentido primero de nuestro Jardín, las plantas medicinales o huerto de simples. Un cuadro vigilado por un pozo y flaqueado por un puerta: un botiquín que había que proteger de quienes querían automedicarse y un pozo de donde extraer agua limpia y fresca por prepara las sanadores infusiones.

Pozo homenaje al huerto de simples en la zona dedicada a les plantas medicinales del Jardín

El último espacio verde que visitaremos es el Umbracle donde crecen aquellas plantas que no toleran demasiado bien nuestro sol y donde la luz se tamiza para dejar crecer grandes y verdísimas hojas.

¿Que más tengo que saber?
Los objetivos principales del Jardí Botànic de la Universitat de València sueño la divulgación, la popularización del mundo vegetal y de los usos sostenibles de las plantas, la enseñanza y la investigación pero esto no sólo se consigue manteniendo vivas les plantas sino que hay que trabajar de forma multidisciplinar, por eso, el arte tiene cabida en nuestro Jardín. La Sala de Exposiciones acoge, a día de hoy la exposición Naturalia que te invitamos a visitar y la Estufa Freda, un espacio eclécticos que pronto despertará del letargo invernal.

Naturalia, nueva exposición en el Jardí Botànic de la Universitat de València

A pesar de que las horas de luz ya empiezan a estirarse, todavía apetece resguardarse en las horas oscuras por eso te invitamos que disfrutas del Auditori Joan Plaça y de nuestros conciertos: jazz, clásica. Sólo tienes que consultar la web o las redes sociales para mantenerte informado.

Pero volvemos al Edificio de Investigación donde la ciencia se hace patente a través de la biodiversidad. Dos son las instalaciones que trabajan en este sentido, el Banco de Germoplasma donde se conserva el 90% de las especies amenazadas raras o endémicas de la comunidad valenciana en cámaras frigoríficas y el Herbario donde se conservan especies prensadas y desecadas para la descripción y comparación con otros ejemplares. Dos instituciones que representan el pasado y el futuro de la biodiverisidad. Un fragmento de la historia se almacena en carpetas al Herbario mientras que las semillas del banco de germoplasma nos garantizan un futuro, al menos, tan verde como el presente.

Leer una etiqueta
Una característica de los jardines botánicos, junto con una distribución de las plantas organizada es el etiquetado, por eso, para concluir este recorrido por el Jardín Botánico de la Universitat de València, os enseñaremos a interpretarlas.

Jardí Botànic de la Universitat de València. Carrer Quart, nº 80

NÚMERO DE REFERENCIA: permite localizar información sobre la planta en una base de datos informática
NOMBRE COMÚN: nombre con el que se conoce a la planta popularmente
NOMBRE CIENTÍFICO + AUTOR: nombre de la especie (dos primeras palabras) y abreviatura de los autores o personas que la describieron por primera vez.
LUGAR DE ORIGEN: zona donde crece la planta espontáneamente.

Con este recorrido esperamos haberos animado a visitarnos. Venid, no hay que tener demasiado tiempo y las ganas de volver os llegarán una y otra vez. Volveremos más adelante con más información y curiosidades sobre este museo vivo.