Junio en tu jardín

Con el verano a la vuelta de la esquina, las temperaturas elevadas hacen que nuestro jardín esté pidiendo agua más que nunca, y que los trabajos se multipliquen porque tenemos plantas en todas las fases de desarrollo

Los días se van alargando y las necesidades de agua son cada vez más significativas. El jardín requiere más atención, debido a la convivencia de distintas y abundantes especies vegetales, que se aprecian en distintos momentos del ciclo vital, pues algunas han terminado la floración y ya preparan una nueva, y otras en cambio están aún a punto de germinar o en periodo de crecimiento.

Es momento de sembrar flores anuales como Alyssum, Arctotis, Aster, Clavelina, Cosmos, Lobelia, Tagetes, Agerato y Zinnias. Si las siembras directamente en la tierra, aclara el exceso para que haya la distancia adecuada entre ellas.

También podemos sembrar flores vivaces y bianuales como rabis, armería, bellis, cerastium, gaillardia, matthiola, myosotis, sempervivum, althea rosea, campánula, cheirantus, coreopsis, lunaria y lupinus. Completaremos con fuchsias, coleos, begonias, petunias, crisantemos y geranios. Y en nuestra huerta acelgas, apio, berros, calabacines, coliflor, espinacas, guisantes, judías, lechugas, perejil, pepinos, rábanos y zanahorias.

Además se pueden injertar árboles y arbustos, sean frutales o no, y esquejarse determinadas especies vivaces de brote o tallo (Pholox o Iberis). También se pueden realizar esquejes, acodos y estacas, utilizando solo tallos semileñosos para la multiplicación vegetativa y, trasplantar y esquejar cactos y crasas, así como sacarlos al exterior.

Riego

Debe ser abundante, por la mañana o por la tarde, frecuente y con gran volumen de agua. Los rosales, manzanos, perales, melocotoneros, ciruelos, albaricoqueros, nectarinos, vides y en general plantas anuales y vivaces de flor, deberán regarse casi a diario. El agua debe penetrar bien profundo para que alcance hasta las puntas de las raíces, y regar en la base de la planta.

Las plantas en macetas han de regarse con mayor asiduidad, especialmente si se encuentran al sol. Y las plantas de interior también necesitan más riegos y pulverizaciones diarias sobre el follaje, pudiendo incorporar a esta agua pulverizada algunas gotas de abono foliar una vez al mes. Sin embargo, no debemos pasarnos con el riego porque aparecen los problemas de asfixia radicular, además las verduras y hortalizas desperdician en parte la intensidad de su sabor cuando se riegan demasiado. También las flores blancas o rosa pálido empapadas adquieren manchas a causa del agua. En cuanto a las plantas herbáceas de floración otoñal que estén en maceta deberán regarse comprobando que el terreno permanezca húmedo y umbrío al menos algunos días.

Suelo

Hay que abonar regularmente el césped cada 15 días con 15-15-15 a razón de 15 gr. / metro cuadrado. Manzanos y perales con 5 gr. / metro cuadrado de nitromagnesio, y vides y parrales con 3gr. En líneas generales tenemos que abonar todo el jardín pues estamos en época de crecimiento fuerte. Las rosas necesitan ser fertilizadas todos los meses del verano y deberán abonarse con cantidades pequeñas y frecuentes, con triple 15-15-15, a razón de 10/15 gr. metro cuadrado, cada 15 días.

Tratamientos

El tratamiento general sería pulverizar con insecticida sistémico y fungicida de amplio espectro. Los frutales deberán ser tratados cada 15 días hasta 15 días antes de su recolección, y los árboles y arbustos, vivaces y anuales, se tratarán cada 15 días alternando productos.

Las rosas se ven atacadas por pulgones, mildiu, manchas negras y otras plagas, por ejemplo para controlar a los pulgones en los rosales se utilizará Dimetoato u otro plaguicida de amplio espectro. Preveniremos el hongo mildiu aplicando Caldo bordelés. Debemos estar alerta con los caracoles y las babosas ya que roen las plantitas tiernas. Para prevenir los hongos del césped pulveriza al menos una vez al mes con fungicida para césped después de un corte bajo.

Poda

Se deberá podar por encima de los últimos frutos fecundados: Deutzia, spiraea, perales, tomates, melones, calabazas y sandías. Para árboles y arbustos, se realizará una poda de formación en crecimiento. Han de podarse los árboles y arbustos desflorados, bien a medida que los tallos se van desflorando, bien al final de la floración. También se podarán los arbustos que florecieron en primavera y que terminaron de florecer.

Hay que rebajar las fucsias, los geranios u otras plantas que estén demasiado grandes. En los rosales y demás arbustos deben cortarse los chupones (brotes con mucha fuerza) que crecen desaforadamente con el calor, pero siempre se podarán por la base. Se pueden despuntar las guías más extensas de las hiedras para que no florezcan ni fructifiquen. Ni las flores ni los frutos nos interesan pues consumen mucha energía a la planta. En plantas vivaces se realizará un pinzado (corte de las puntas).

Para todas las especies, en general, se eliminarán las partes de las plantas marchitas, ya sean flores, hojas o tallos. Podaremos por la base las tapizantes desfloradas, y las abonaremos después de haber efectuado una entrecava en el suelo. Prestaremos atención al tamaño de los setos, para reducir su desarrollo, pero sin recortarse los de floración actual, en estos casos, se reducirán un poco cuando vayan a perder espesor en la parte inferior.

Floración y recolección

Para las bulbosas hay que extraer y limpiar los rizomas, como los de iris, tan pronto como hayan finalizado la floración para frenar que las plantas se asfixien unas con otras. Esta labor se repetirá cada tres años aproximadamente. Además, debemos desenterrar los bulbos de floración primaveral una vez marchitos, y guardarlos en una caja con arena o serrín, en un lugar seco, fresco y oscuro.

El Narciso se aconseja dejarlo enterrado en el mismo lugar del jardín, los grupos pueden ser fragmentados cada 3 años para asegurar una buena floración, ya que suelen formar nuevos bulbos alrededor del principal. Y para las dalias se aconseja extraer la garra con los tallos principales unos 10/15 cm, cortar los laterales, y guardar en lugar fresco seco y oscuro, para lograr flores de mayor tamaño y belleza en el siguiente ciclo vegetativo.

Están en floración Albizia, boca de dragón, bouganvillea, clematis, Daphne, deutzia, gardenía, geranio, godetia, lirio, azucena, granado, nemesia, adelfa, pawlonia, petunia, verdolaga, rosa, rudbeckia y zinnia. Y ya podemos recolectar ajos, cebollas, patatas, nísperos, albaricoques, variedades de melocotoneros y ciruelos, las primeras peras y las variedades tardías de cítricos. Las aromáticas y medicinales se deberán recolectar antes de que florezcan.

Invernaderos y plantas de interior

Sombrearemos si no se hizo el mes pasado, incrementaremos el riego y comenzaremos tratamientos cada 15 días alternando materias. Airearemos abundantemente desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche. Regaremos cada semana con abono líquido. Hay que sacar al aire libre y a las ventanas las plantas de interior.

Céspedes

Se debe cortar, airear y abonar el césped, el corte incluso se aconseja ser semanal para imposibilitar que se espiguen las gramíneas y dispersen las semillas por sitios no deseados y evitar tener que extraerlas después. Esta acción deberá ser de manera frecuente no permitiendo, en ningún caso, que crezca y deje sin luz la parte baja, ya que amarillearía.

Otras tareas complementarias

Hay que cavar alcorques de árboles y arbustos, parterres, rosales, perales, cítricos, vides y parrales, y entrecavaremos el suelo para evitar que se forme costra dura que impida la aireación de la tierra y la absorción del agua. Removeremos la tierra superficial de las macetas para que penetre bien el agua y el aire. Pensemos en mantener la altura del nivel de agua del estanque permanente, a nivel manual o por goteo, ya que es necesario para el desarrollo de las plantas acuáticas y para que no se recaliente en exceso.

En cuanto a nuestro refranero popular, “Cielo de junio, limpio como ninguno”