Cómo cuidar tus herramientas de Jardín

Limpiar las herramientas y utensilios de jardinería no es la tarea más divertida en el cuidado del jardín, a todos nos gusta mucho más ensuciarlos que limpiarlos, pero es una labor tan importante como cualquier otra si queremos tener un jardín sano y bonito. Al inicio de cada temporada debemos tener todo nuestro equipo de jardinería preparado para trabajar con él en las mejores condiciones y después de cada uso, debemos limpiarlo y guardarlo en un lugar apropiado.

Reconozco que es tentador dejar de hacerlo porque las vamos a volver a ensuciar pronto, pero la limpieza es fundamental para que las herramientas duren más tiempo y también para evitar la propagación de enfermedades entre plantas. También las macetas, tan socorridas para crear un jardín en un patio o incluso un balcón, pueden ser portadoras de bacterias y hongos que infecten las plantas nuevas que introduzcas en ellas. Una maceta limpia significa un comienzo saludable para tus plantas.

Mantenimiento de las herramientas básicas de jardín

Las herramientas que utilizamos en el jardín deben guardarse limpias después de cada jornada de trabajo y lo ideal sería disponer de un lugar donde tenerlas ordenadas y accesibles para cuando las vuelvas a necesitar. No todos podemos tener una caseta de jardín para almacenarlas; pero si nuestro jardín no es grande, tampoco lo será nuestro juego de herramientas y nos bastará con un armario o un pequeño arcón.

Imatge: Guía de Jardín

La limpieza debe hacerse eliminando toda la suciedad y restos vegetales. La tierra que se apelmaza en palas y azadas se puede arrancar rascando con otra herramienta, un esparto o bajo el chorro de la manguera si fuera necesario. Es importante quitarla para evitar que produzca óxido y acabe por estropear los bordes afilados de los utensilios.

Con las herramientas de corte conviene ser algo más meticuloso y desinfectarlas después de su uso. Si cortas cualquier parte de una planta infectada con algún hongo o bacteria, hay muchísimas posibilidades de que ese elemento nocivo se adhiera a las tijeras y lo propague a la siguiente planta que cortes.

Imatge: Guía de Jardín

El desinfectante más efectivo lo conocemos todos, es la lejía, pero tiene en contra que produce vapores perjudiciales y, su uso continuado, aumenta el riesgo de padecer problemas respiratorios, así que hay cierta tendencia a no utilizarla, incluso en la limpieza del hogar. En su lugar se puede utilizar otros desinfectantes como el alcohol isopropílico o alcohol de limpieza (cuidado porque es inflamable), yodo o agua oxigenada que, no siendo tan fulminantes como la lejía, son capaces de acabar con la mayoría de patógenos. Puedes utilizar una toallita empapada en desinfectante para la limpieza, pero generarás menos residuos si usas un paño que luego puedes lavar y reutilizar. Frota todas las partes de la herramienta que quieres limpiar con el alcohol y déjala secar, no necesita enjuagarse. Con las herramientas de corte puedes, además, afilarlas bien cada cierto tiempo y lubricarlas con aceite para evitar su oxidación.

¿Y las herramientas eléctricas o a motor?

Las herramientas que funcionan a motor no son una excepción en lo referente a la limpieza, si bien es cierto que resulta más complicado. Ante todo, nunca manipules la parte que corta con la máquina conectada a la red y tampoco la mojes, puede ser peligroso. Lo más aconsejable es leer el manual del aparato en cuestión donde deben venir instrucciones de manipulación y limpieza.

Imatge: Guía de Jardín

En el caso de herramientas de corte, lo más probable es que las cuchillas o piezas cortantes se puedan desmontar para realizar el mantenimiento correspondiente. Si las mojas, deja que se sequen por completo antes de volver a utilizarlas.

¡No te olvides de las macetas y otros contenedores!

Las macetas son muy útiles, tanto para quien desea complementar el jardín como para quien vive en un espacio pequeño, como un piso, y puede crear un bonito jardín en el balcón o en la ventana. Cuando una planta muere, porque terminó su ciclo vital o porque enfermó, podemos reutilizar su contenedor. Pero antes de recibir una nueva planta debemos limpiarlo bien y así, si la planta anterior se secó porque estaba enferma, evitaremos transmitir la enfermedad a la nueva.

Imatge: Guía de Jardín

Puedes lavar las macetas en el fregadero de casa o en una palangana en el jardín. En cualquiera de los dos casos, llena con agua tibia añadiendo unas gotas de lavavajillas y un buen chorro de vinagre. Si sospechas que la planta que contenía una maceta estaba enferma, reemplaza el vinagre por un chorrito de lejía. En este caso sí, mejor utilizar la lejía para eliminar cualquier bacteria, virus u hongo que se haya instalado en el contenedor, pero protege tus manos con unos guantes.

Lava las macetas como harías con los platos, nosotras utilizamos un cepillo para eliminar todo el sustrato seco y la suciedad, tanto del interior como del exterior de cada tiesto. Cuando ya estén limpias, solo tienes que enjuagarlas bien y dejarlas al sol para que se sequen por completo. Con todo esto ya estarán listas para plantar de nuevo.

Imatge: Guía de Jardín