Jardinería

15 Jun 2014

¡Cambio de césped!

 

Aunque el césped sigue siendo el rey del jardín existen otras opciones para cubrir nuestro suelo y que éste luzca reluciente y verde. Normalmente se trata de alternativas que requieren menos cuidados y que consumen menos agua.

 

 

Al final de la primavera y al principio del verano surgen los momentos ideales para disfrutar de nuestro jardín. Es cuando más verde está y cuando la temperatura y el Sol nos invitan a permanecer en él durante más tiempo. Un suelo vegetal es casi imprescindible para cubrir el suelo. Su color verde le da a este espacio esa sensación de frescor y de relajación que todos buscamos. El césped lleva usándose cientos de años con este fin. Con la denominación de césped se conocen a un amplio grupo plantas de la familia botánica de las gramíneas entre las que podríamos destacar la Agrostis estolonifera, la Festuca rubra ( Festuca roja), la Lolium multiflorum ( Ray-gras anual ) o la Lolium perenne ( Ray-grass inglés). Puesto que el césped está al aire libre, las especies de cultivo variarán dependiendo de las características climáticas de cada zona. Así, por ejemplo, en los lugares más cálidos existen otras variedades como la Buchloe dactyloides (Hierba búfalo) o la Paspalum vaginatum (Grama de agua).

 

césped detalle

césped ryegrass

La variedad Ray-grass inglesa se usa habitualmente en el césped donde se realiza deporte, como campos de fútbol, béisbol, etc.

 

¿Cómo elegir el césped adecuado?

Elegir el tipo de césped adecuado para nuestro jardín depende de muchos factores: algunos crecen mejor en la sombra mientras que otros prefieren el Sol; existen variedades débiles y otras que toleran más las pisadas; y por último, hay especies que necesitan mucha agua y otras que pueden vivir prácticamente en condiciones se sequía. La elección de un tipo de césped adecuado dependerá, por lo tanto, de qué espacio vaya a ocupar éste en el jardín y del uso que le demos a esa zona en concreto, teniendo en cuenta la ubicación, si tiene cerca algún elemento húmedo como una piscina, si tenemos mascotas o si será pisado por personas de forma habitual.

En todo caso, es cierto que el césped no es “fácil” de mantener. Independientemente de cada variedad, y siempre con excepciones, requiere unos cuidados continuos y muy concretos. Mantener en buen estado el drenaje y la compactación del suelo es imprescindible para que nuestro césped no sólo parezca saludable sino que además pueda recuperarse fácilmente del daño de los gusanos y de los hongos. Tanto para prevenir la aparición de estos últimos, que normalmente secan del césped de forma fulminante, como para mantener el suelo en buenas condiciones, es necesario usar muchos fertilizantes. También hay que quitar las malas hierbas, que suelen ser abundantes, y los tréboles, que afean nuestro césped.

 

césped cuidados

cesped cuidados

 

Y por supuesto, está el tema del riego. Aunque existen variedades que consumen menos lo cierto es que las especies que conocemos como “césped” (de las que hemos hablado anteriormente) requieren una importante cantidad de agua. Lo más sencillo para que nuestro césped luzca verde y brillante es esperar a que el suelo (sea del tipo que sea) esté seco, abrir el grifo y deja que el agua fluya lentamente por él. Con una cantidad abundante de agua el riego, la salud y la buena apariencia del césped está más que garantizada. Sin embargo, esta rutina no es del todo ética si tenemos en cuenta la escasez de agua a nivel global y tampoco es la actitud conveniente si queremos ahorrar un poco de dinero y actuar con criterios de sostenibilidad.

 

césped riegoaspersion

 

Es por eso que desde hace algunos años expertos en jardinería recomiendan sustituir, al menos en alguna parte de nuestro jardín, el césped por cubiertas alternativas que le den un toque diferenciador y que nos permitan ahorrar tiempo, recursos y dinero. Dentro de estos sustitutos encontraríamos materiales como la grava o la corteza de árbol e incluso cubiertas totalmente artificiales como el césped artificial. Pero como no es lo mismo tener plantas naturales que artificiales, cada vez son más las personas que deciden sustituir el césped por otras tapizantes también muy atractivas y que necesitan menos cuidados. Estos cubresuelos, además de darnos un jardín más sostenible, pueden añadir una textura diferente a la zona del césped, aportar un olor fresco y agradable y tolerar mejor el tráfico de personas.

 

Sustitutos del césped

Zoysia japonica. Se trata de la opción más demandada para sustituir al césped. Su apariencia es prácticamente igual pero posee las cualidades que a éste le faltan, incluyendo la de romper el tópico de que el césped necesita mucha agua. Tal es un escaso consumo de agua, su adaptación a zonas cálidas y secas, su resistencia y su buena presencia paisajística que algunos no dudan en llamar a esta especie “césped mágico”. Dentro del género Zoysia existen otras variedades como la Zoysia matrella o la Zoysa tenuifolia, capaz de más de un mes sin agua en verano. Todas ellas se caracterizan por ser resistentes al tráfico humano, resistir bien la falta de agua, presentar un aspecto muy homogéneo y requerir poco abono y escasos fitosanitarios. ¿Cuál es, entonces, el incoveniente de este “césped mágico”? Es muy difícil reproducir semillas para su replantación, y ésta debe hacerse a través de esquejes.

 

césped  Zoysia-tenuifolia-

Zoysa tenuifolia

 

Dichondra Repens. Su forma fina y redondeada y su pequeño tamaño hacen que a esta planta también se le conozca como “oreja de ratón”. Se trata de una planta perenne de hojas arriñonadas y de extensión muy fácil, lo que la convierte en ideal como cubresuelos. Es ideal para zonas húmedas de inviernos templados y es capaz de colonizar espacios soleados, aunque no admite suelos salados o muy compactos. Su reproducción se realiza por semillas, no necesita mucha poda y apenas requiere riego o mantenimiento. La principal virtud de la Dichondra repens es también su mayor inconveniente: una vez establecida puede convertirse en una planta invasiva y, su erradicación, en todo un desafío.

 

césped dichondra

 

Aptenia cordifolia. Conocida popularmente como “escarcha”, la Aptenia cordifolia tiene la capacidad de evitar el crecimiento de malas hierbas en los lugares donde se planta. Es una planta tradicionalmente usada como especie ornamental ideal para cubrir zonas “peladas” de césped y, sobre todo, muros y rocallas. También puede cultivarse en macetas, siendo más común en macetas colgantes. Al igual que Dichondra repens se propaga a través de semillas y es resistente a las sequías aunque crece mejor en zonas ligeramente húmedas. Esta planta tiene como ventaja que produce unas pequeñas pero vistosas flores de color púrpura que contrastan con el verdor del follaje.

 

césped  Aptenia cordifolia

 

Manzanilla romana. La manzanilla o camomila común (Chamaemelum nobile) es una opción distinta a la hora de cubrir tu jardín. Es cierto que esta planta es más conocida por sus cualidades terapéuticas y medicinales, pero lo cierto es que en su justa medida puede aportar a una pequeña parte de nuestro jardín una imagen y un aroma muy agradable. Su principal ventaja en este sentido es que se reproduce rápido y que forma matas muy densas, lo que avala su función como cubresuelos. Tiene la capacidad de permanecer verde todo el año y tiene hoja de helecho que crece mejor en zonas parcialmente soleadas. Sólo necesita un suelo con buen drenaje. Otras de las aromáticas que pueden compartir espacio como la manzanilla son el tomillo serpol y el trébol frutilla (Trifolium fragiferum ) muy resistente a la invasión de humanos y animales y capaz de dar cobertura vegetal a las zonas de suelo más pobres.

 

césped Chamaemelum nobile

Revista de divulgación científica del Jardí Botànic de la Universitat de València.
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