Investigación

17 Feb 2015

¿Simbiosis entre plantas y peces?

De la necesidad de obtener cultivos más eficientes y más respetuosos con el medioambiente nace la acuaponía: un sistema cerrado entre peces y plantas conectados por un flujo continuo de recursos y nutrientes.

 

En acuaponía los residuos producidos por unos organismos se convierten en los recursos utilizados para los otros agentes biológicos implicados. Las técnicas de cultivo han ido evolucionando en el tiempo. Desde los cultivos tradicionales donde lo único que se utilizaba era el abono natural y el agua de lluvia, hasta los cultivos transgénicos donde el principal objetivo es producir una gran cantidad de alimentos.

El aumento de la población mundial y el incremento de la calidad de vida en los países desarrollados han llevado a la necesidad de producir más recursos básicos, como los alimentos. Las tierras utilizadas para cultivar se han extendido utilizando abonos sintéticos, fertilizantes y pesticidas para conseguir una producción mayor y consumiendo una gran cantidad de agua.

 

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Huerta Valenciana. Imagen de Urbana dos 

La necesidad de seguir cultivando de una forma sostenible y obtener productos de calidad ha ocasionado que se investigaran nuevas técnicas para producir más alimentos. La acuaponía es una de ellas donde se integran dos técnicas conocidas, la hidroponía y la acuicultura mediante la recirculación del agua.

 

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Maceta-pecera

 

Aunque se trate de una tecnología bastante nueva ya se utilizaba en la antigüedad. Los aztecas fueron los primeros en utilizar una técnica similar. Cultivaban en islas agrícolas conocidas como chinampas donde las plantas crecían en zonas con agua estacionaria o en lagos pocos profundos en presencia de algunos organismos, como los peces. En el sur de China y de Tailandia también utilizaban un mecanismo parecido. El arroz se cultivaba en arrozales combinándolo con los peces donde, tanto las plantas como estos organismos, se nutrían mutuamente.

Integración entre la hidroponía y la acuicultura
Esta revolucionaria técnica crea un sistema con flujos de nutrientes y energía con el fin de producir cultivos orgánicos eficientes, sin que produzcan efluentes contaminantes y sin consumir los recursos básicos que utilizan otras técnicas de cultivo. Mediante estos dos métodos ya conocidos se crea una nueva manera de cultivar las plantas.

 

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Sistema de hidroponía. Imagen de Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Portugal)

 

La hidroponía es una técnica agrícola que permite producir plantas sin la necesidad de suelo. Las raíces de las plantas se nutren mediante una solución de agua y nutrientes. Existen muchas técnicas diferentes que se adaptan mejor a unas plantas u otras pero todas ellas dan un buen resultado en cuanto a la producción y al aprovechamiento del tiempo y del espacio.

A pesar de ello, esta técnica tiene efectos adversos sobre el medioambiente. Los nutrientes se obtienen de fertilizantes de origen sintético que, además de suponer un gran coste económico, obligan a renovar el agua periódicamente, produciendo unos vertidos muy contaminantes que hay que tratar.

 

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Acuicultura

La otra técnica con características similares es la acuicultura. Se trata de un conjunto de actividades o técnicas para la cría de organismos como peces, moluscos o plantas mediante la intervención humana incrementando la producción. Esta forma de criar los organismos supone controlar las poblaciones, la alimentación o los depredadores que pueden encontrarse. Mediante este sistema se consigue una alta productividad de alimentos aunque su calidad no sea tan alta. El principal problema de esta actividad es la producción de desechos, como los nitratos, por ello, el agua debe ser depurada y renovada periódicamente

 

La acuaponía se aprovecha de los residuos generados por las dos técnicas para crear un sistema artificial en equilibrio y cerrado en los que los residuos se convierten en los recursos de otros. Gracias a ello, permite que se desarrolle el ciclo aeróbico del nitrógeno de manera natural y sin producir desechos peligrosos.

La cría de organismos, como los peces, genera desechos conocidos como amoniaco (NH3), el cual puede llegar a ser tóxico para los organismos acuáticos. Tanto el amoniaco como otros desechos que se generan en el cultivo de los peces, pasan por unos biofiltros donde se encuentran unas bacterias nitrificadoras. Estos residuos son aprovechados por las bacterias que los transforman en nutrientes para las plantas en forma, básicamente de nitratos. Los nutrientes son absorbidos por las raíces de las plantas y el agua regresa al tanque de los peces limpia y sin residuos. Así, el agua se incorpora en un sistema cerrado convirtiéndose en un recurso prácticamente infinito ya que la pérdida de este recurso por la evapotranspiración supone el 2% o el 5% del total.

 

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Bacterias

Algunas de las bacterias que pueden estar involucradas son las nitrosomonas que consumen amoniaco (NH3) y lo transforman en nitritos (NO2) y las nitrobacter que recogen los nitritos y los convierten en nitratos (NO3), nutrientes indispensables para el desarrollo de las plantas.

Las ventajas de esta nueva técnica
Esta nueva técnica soluciona muchos de los problemas de los cultivos actuales. Permite hacer un buen uso del espacio, consumiendo el mínimo territorio y ahorrando una alta cantidad de agua. Además, no se necesita maquinaria pesada para labrar o preparar la tierra al mismo tiempo que evita el consumo de combustibles fósiles que incrementan los gases de efecto invernadero..

 

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Sistema portátil de acuaponía. Imagen de wikipedia

 

Tampoco necesita fertilizantes químicos sintéticos, por lo que no genera residuos que se deban tratar sino que los reutiliza. Esto permite que los cultivos se aproximen a una producción sostenible y de alta calidad.

Países donde se desarrolla la acuaponía
En la mayoría del mundo, los cultivos acuapónicos están en vías de crecimiento, divulgación y experimentación. Sin embargo, cada vez son más los países que se suman a la implementación de este sistema debido a los problemas de escasez y limitación de ciertos recursos como el agua o por la dificultad en eliminar los desechos.

 

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Imagen de Rag_De

 

Algunos de los países pioneros en esta práctica son Australia, Canadá, Estados Unidos, Holanda, Korea o México. Cada uno de ellos adapta esta nueva técnica a las condiciones de su territorio influidas por su clima o por su economía mediante el tipo de cultivos, los costes de producción o el tipo de peces.

A pesar de que esta nueva forma de cultivar está en desarrollo, aunque los resultados obtenidos en estos países fueron bastante buenos llegando a cultivar distintos tipos de plantas. Las que dieron mejor resultados fueron las hortalizas como la lechuga o las acelgas; los vegetales varios como los tomates, los pimientos o la coliflor y las hierbas aromáticas en el caso de la menta, la albahaca o el cilantro. También han dado buen resultado para plantas acuáticas u ornamentales tales como los helechos o las florales.

 

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Imagen de Amy Youngs

 

Esta nueva manera de cultivar los alimentos sin la producción de residuos que se deban tratar y sin la necesidad de utilizar fertilizantes sintéticos garantiza una alta productividad y una alta calidad de los productos dando una nueva visión a la agricultura actual.

 

Estudiante de Ciencias Ambientales a la Universidad de Valencia. Colabora en el Departamento de Cultura y Comunicación del Jardín Botánico
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