Millones de años inventando
Si tuviéramos que poner cara a la evolución, en el sentido de hacer maravillas con poca cosa, la del televisivo MacGyver sería la más adecuada. La evolución ha combinado una cantidad muy reducida de elementos químicos y ha inventado estrategias tan variadas como organismos diferentes han existido en nuestro planeta.
El recetario escrito en la lengua del DNA es descifrado por secuenciación genómica, una nueva ciencia que complementa a las mil maravillas el estudio clásico repleto de fósiles. ¡Las batas y las botas convergen una vez más!
Sólo un puñado de elementos químicos de la tabla periódica se mezclan para dar lugar a la gran variedad de organismos que existimos y han existido. Pero, ¿cómo este pellizco de ingredientes se convirtieron en un ser vivo?
¡Cambiemos el chip!
La biología necesita organizar la diversidad de la vida y en este sentido los organismos hemos sido clasificados según criterios diferentes a lo largo de la historia de la ciencia. Actualmente, los animales, las plantas, los hongos, las algas rojas y muchos más, estamos incluidos en el dominio Eukarya. En este estante estamos los organismos que tenemos en el interior de las células una membrana que envuelve el DNA. Son las células eucariotas. Pero hay dos dominios más, las arqueas y las bacterias, que están formados por las células que no tienen dicha membrana, los procariotas.
La evolución no tramita patentes
Desde que existe la vida, la evolución ha probado numerosas opciones de las cuales muchas han sido un fracaso mientras que otras han triunfado. Un caso cercano a nosotros es el origen del lenguaje simbólico, el cual se inventó en una sola ocasión a lo largo de la historia evolutiva.
Como la evolución tiene el monopolio y no exige la exclusividad de los productos, algunos de sus inventos han aparecido varias veces, como es el caso de la pluricelularidad, que también nos atañe. Aunque el nombre deje poco a la imaginación, el paso de un organismo formado por una sola célula a otro con varias células que cooperan constituye un hito alcanzado gracias a dos mecanismos, la división incompleta de la célula inicial o la unión de varias células.
Volvox es la colonia por excelencia, un paso intermedio entre la unicelularidad y la pluricelularidad
Pero, ¿por qué es ventajoso tener muchas células? La primera razón pivota sobre aquello de demasiado grande para ser comido. El segundo motivo hace referencia a la división del trabajo y a la especialización celular que, a su vez, permite la aparición de otros tipos celulares que facilitarán la dispersión y la colonización de nuevos ambientes.
Pero no todo el monte es orégano
Poseer muchas células implica tener que gestionarlas y en este sentido, los genomas tuvieron que fichar por genes encargados de controlar la adhesión, la comunicación y la diferenciación celulares. En el cáncer las células escapan a dichos controles. Hasta hace bien poco, se pensaba que estos genes, en una explosión de originalidad, habían aparecido durante el Cámbrico y que eran exclusivos de los seres pluricelulares. Hoy en día, los estudios de nuestros ancestros unicelulares demuestran que no es así.
Capsaspora owczarzaki
Estas investigaciones nos trasladan al interior de un caracol, donde vive la ameba Capsaspora owczarzaki, uno de los organismos elegidos como modelo para el estudio de esta transición. El parásito unicelular contiene en su DNA la información genética necesaria para convertirse en un ser pluricelular. Es decir, que los organismos unicelulares que optaron por la pluricelularidad ya tenían el ajuar en el genoma, sólo tuvieron que acomodarlo a este nuevo fin, ¡un claro ejemplo de reutilización y reciclaje!
Dictyostelium discoideum es un ejemplo de pluricelularidad agregativa
Las pioneras algas rojas y otros inventos
Unos 1.200 millones de años de vecindad caracterizan a estos eucariontes. Las algas rojas fueron las primeras en disfrutar de la pluricelularidad y de pagar su precio, claro está. Desde entonces, este invento se ha hecho eco, al menos, 15 veces más en grupos diferentes de organismos.
El sexo, la fotosíntesis, la muerte, la visión, la conciencia, o el movimiento son algunos de los inventos que han cambiado y modelado el mundo animal, el nuestro. No entendemos la vida sin ellos y ese es el eje de su importancia. La evolución no tiene muchas más herramientas que el famoso agente secreto, pero sabe optimizarlas rozando la magia para ofrecernos aquello que la ciencia tanto se esfuerza en explicar.
Voltear la línea del tiempo nos permite pensar que el futuro se encuentra detrás de nosotros porque es aquello que no vemos, mientras que el pasado se nos revela de frente a través de los organismos vivos. Los fracasos y los triunfos de la evolución son las dos caras de la misma moneda, el intento reiterado. Es cierto que no tenemos millones de años por delante pero sí tenemos el acervo de inventos que la evolución nos ha legado y si sabemos aprovecharlos dejaremos de ser el fruto de muchos fracasos para convertirnos en la semilla de numerosos éxitos.