El herbario del Jardí Botànic de la Universitat de València
Seguimos descubriéndoos el otro lado del Jardín, porque somos mucho más que un bonito escenario. Aquí convive la investigación con la jardinería, el arte con la música y la ciencia con la cultura.
¿Herbario o herbolario? Ambas palabras se confunden por una cuestión fonética. El herbolario es la tienda donde se venden plantas medicinales mientras que el herbario es una colección de plantas destinadas a la investigación y a la enseñanza de la botánica. Después de esta aclaración. Os presentamos el Herbario del Jardín Botánico de la Universitat de València.
Pliegos ordenados en los estantes
Tal y como hicimos con el Banco de Germoplasma, Espores hoy se adentra en la parte no visitable del Jardín, el herbario, para contaros cómo funciona, qué investiga, cuál es su función y los servicios que ofrece.
El trabajo en el Herbario
Aunque es bastante obvio, muchas veces se nos olvida que los científicos de bata tienen que salir al campo y calzarse las botas para recoger ejemplares vegetales. La recolección no es un proceso aleatorio sino que está sujeto a protocolos: recoger las plantas cuanto más enteras mejor o transportarlas en bolsas de plástico que evitan la pérdida de material vegetal como esporas o semillas, además de anotar dónde, quién y cuándo se han recogido son algunas de las consideraciones que hay que tener en cuenta. En cuanto al lugar de recolección, diremos que contiene una buena representación de la flora de la mitad oriental de la península Ibérica, especialmente del territorio valenciano y del sistema Ibérico.
Recogiendo muestras
Con las bolsas llenas de ejemplares, llegamos al Jardín, ¿pero, ahora qué? El proceso es bien pareciendo al de un herbario escolar, que quizás muchos hayáis hecho. Hay que secar la planta cuanto antes mejor con ayuda de una prensa: al poner el ejemplar entre hojas absorbentes y someterlo a presión, este empieza a liberar agua de sus tejidos. Es importante que durante días sucesivos haya un seguimiento del secado puesto que, al mojarse los papeles pierden su función y hay que cambiarlos tantas veces como haga falta hasta que la planta se convierta en un pliegue que se guardará en los armarios compactos con más de 200.000 que ya tenemos, aquneue caben 150.000 más.
Pero antes de guardarlo, hay que identificarlo. Quizás este paso no parezca tan importante pero ninguno de los trabajos anteriores valdría para nada si no identificamos correctamente el plieguo. En los armarios de almacenamiento vemos una serie de carpetas etiquetadas de las que destacaremos las de color rojo puesto que se corresponden a los pliegos tipo, material sobre el cual se basa un nuevo nombre. Puedes consultar el listado de pliegos tipos haciendo clic a la imagen de bajo.
Hacienco clic sobre la imagen accederás al listado web
La primera columna identifica la especie con el nombre científico completo, la segunda clasifica el material según holoyipo o isotipo, la tercera identifica el herbario al que pertenece ese ejemplar (VAL en este caso) y el número del pliego y la columna número cuatro identifica pliegos que, originalmente, pertenecían a los herbarios de Biológicas (VAB) y Farmacia (VF).
Un herbario, ¿por qué?
La taxonomía es la ciencia que se encarga de clasificar los seres vivos y parte de la investigación del herbario se destina a este fin. No obstante, también los estudios florísticos o los biogeográficos (centrados en la distribución de las especies vegetales) e incluso moleculares tienen parada en esta instalación. Por otro lado, es un testimonio histórico a través del cual nos reúnen descripciones de plantas desde el siglo XIX, de los primeros nombres que recibieron, de quién las descubrió y bautizó y de las herramientas que usaban. En definitiva, una ventana abierta al pasado.
Pliego del Herbario VAL
Filas y filas de estanterías con pliegos clasificados, identificados y bien conservados. ¿No os recuerda en una biblioteca? Porque hay un detalle más que hace del herbario un servicio de consulta, el préstamo. Haciendo clic aquí podrás acceder al espacio web en el que puedes solicitar uno de los pliegos para tu estudio. Obviamente, esto es útil para los investigadores de otras instituciones científicas con las cuales, como no, se establecen intercambios.
A pesar de que los pliegos son una herramienta clásica para el estudio de la botánica, la era digital no se ha quedado al margen. Os presentaremos dos recursos web muy útiles para los investigadores. Uno de ellos es el GBIF, en funcionamiento desde 2001. Es una organización intergubernamental en la cual las instituciones comparten datos sobre biodiversidad. Además, una de las prioridades del Global Biodiversity Information Facility se encarga de informatizar las colecciones. Si quieres saber más sobre este registro haz clic aquí y consulta el listado de colecciones de la Comunitat Valenciana.
Anotaciones de campo de cada especie recolectada
A nivel más divulgativo y didáctico encontramos Herbari Virtual del Mediterrani Occidental donde encontramos escaneos de plantas como pliegos y con una ficha detallada. El proyecto estuvo liderato por el área de Botánica de la Universitat de les Illes Balears,y participaban las universidades de Barcelona y de València. Actualmente, el proyecto está parado por falta de financiación. Las especies representadas corresponden a plantas autóctonas, pero encontramos algunas cultivables y de jardines, por lo tanto, es una herramienta útil tanto para los estudiosos de la botánica como para los amantes de la horticultura y la jardinería.
Esperamos haberos dado a conocer una parte interesante de nuestro jardín donde las plantas no son el escenario sino las protagonistas. El Herbario, como muchas de las instalaciones del Botánico, las plantas se convierten en ciencia, porque al fin y al cabo son botánica, como nosotros.