“ESPORES ES UNA PROPUESTA PUNTERA EN EL ÁMBITO DE LOS JARDINES BOTÁNICO”
Isabel Mateu Andrés, directora del Jardín Botánico de la UV, hace una valoración de su trabajo al frente del Jardín en los dos últimos años y plantea la necesidad de dar a conocer la institución a través de actividades culturales y científicas, uniendo botánica y ocio. El planteamiento del Jardín como espacio multidisciplinar e iniciativas como la revista digital Espores son un claro ejemplo de cómo “las voces del jardín” pueden llegar a un número cada vez más amplio de ciudadanos.
Isabel, estás como directora del Jardín Botánico de la UV desde septiembre de 2012, ¿cuáles fueron los retos que te plantea el inicio de tu cargo?
Me concentré sobre todo en intentar mejorar tanto las colecciones, que son nuestra razón de ser, como el funcionamiento del jardín en cuanto a organización y coordinación del trabajo. Pero además ha sido necesario abordar diversas obras para mejorar instalaciones obsoletas, lo normal después de 20 años desde la reforma que hizo resurgir el Jardín. Afortunadamente, he contado con todo el apoyo de la Universidad de Valencia, sobre todo del Rector y los Vicerrectores Pedro Carrasco, de investigación y Clara Martínez, de Infraestructuras. Estoy muy agradecida y en soy consciente del esfuerzo que están haciendo con nuestro Jardín pesar de las dificultades circunstanciales que atravesamos.
Pero es que casi sin darte cuenta han pasado casi dos años, ¿han aparecido nuevos retos que no esperabas?
Si, claro, el jardín es una caja de sorpresas y cada día percibimos cosas que habría que cambiar y mejorar. Por otro lado, el jardín es también un conjunto de plantas vivas con sus altibajos o mejor dicho, altas y bajas. Plantamos nuevos individuos pero otras mueren, lo que nos permite plantearnos nuevas posibilidades, como la zona que hemos podido destinar a bulbos porque hubo que tirar un gran árbol que sombreaba esa zona. Incluso hay espacios que estamos planeando cambiar, preparamos ahora un Jardín Cromático para dar color e ilustrar las posibilidades de combinaciones cromáticas que las plantas ofrecen, no sólo a través de las flores, también por las diferentes tonalidades de las hojas así como por los cambios de color que se da a lo largo de las estaciones.
Además, te has encontrado con que el Jardín es un centro multidisciplinar donde hay que combinar ciencia, trabajos de mantenimiento exterior, actividades culturales… ¿cómo se maneja esa gran red?
Contando con la colaboración. Cuando llegué encontré una plantilla de personas con gran valor humano y profesional, y además dispuestas a dar la piel por el Botánico. Creo que la singularidad del jardín conforma a las personas que trabajan con él y les da unas características especiales y muy valiosas. Lógicamente una persona no puede hacerlo todo, por lo tanto es imprescindible conseguir la coordinación entre aquellos que desarrollan sus trabajo en diferentes aspectos, y al mismo tiempo es necesario que las relaciones entre todos sean cordiales. De otro modo es prácticamente imposible conseguir nada valioso.
Y aparte de ese personal de lo que hablas, ¿cuál crees que es el punto fuerte del Jardín Botánico?
No hay uno, yo creo que más, pero todos centrados en las plantas. El arbolado, con edades y ejemplares monumentos con los que pocos jardines botánicos cuentan, y también están las fantásticas colecciones de palmeras, suculentas y endemismos, sin olvidar la representación de nuestros cultivos tradicionales.
Es una pena que, a pesar de todo, el Jardín sigue siendo un gran desconocido para los habitantes de la ciudad, ¿cómo enfocan esta situación?
Somos conscientes y creemos que hay que cambiarlo. Si la población no sabe que en Valencia hay un Jardín Botánico y que es uno de los más antiguos de Europa, es evidente que en algo fallamos. Para darlo a conocer, además de una amplia oferta de actividades científicas y culturales, como se viene haciendo desde hace años, estamos ofreciendo este último año visitas gratuitas guiadas los últimos domingos de cada mes, con muy buena acogida, y tratamos de aumentar nuestra presencia en guías de turismo y medios de comunicación.
Y qué es lo que puede obtener cualquiera que se acerque al Jardín? ¿Qué servicios ofrece?
Son varios, por un lado y el más evidente, la didáctica de la diversidad de las plantas y sus adaptaciones a los diferentes medios. Por otro, una oferta cultural muy amplia con exposiciones, conferencias, diferentes eventos científicos, así como contacto con la naturaleza mediante excursiones guiadas por expertos. Además el Jardín es un espacio mágico donde desconectar sin salir de la ciudad. Intentamos que el visitante pueda disfrutar de la botánica y al mismo tiempo del simple ocio.
La parte exterior, la que disfrutan los visitantes, está en constante cambio, no sólo por las estaciones sino por las remodelaciones. ¿Cuáles son las más recientes?
Acabamos de inaugurar la remodelación de los cuadros destinados a cultivos, que afecta a dos zonas, una destinada a ilustrar la diversidad y las relaciones entre especies de cítricos y otra en variedades tradicionales valencianas de viña en la que se recogen.