Entrevistas

16 Jun 2019

10 preguntes verdes a… Julio Antonio Blasco, Sr. López

Javier Undiano Gregorio

Ilustración, pintura, collage, diseño e incluso la miniescultura a partir de objetos que parecen haber perdido su función original... todas estas disciplinas son las que utiliza el artista valenciano conocido como Sr. López, para saciar su apetito creativo. Una mente fresca e inquieta que no puede dejar de dibujar, crear y soñar, y a la que le encanta la naturaleza. Las plantas, a veces inventadas y a veces no, son un recurso habitual en sus numerosos cuentos ilustrados, su obra estrella, pero también inundan su casa, su estudio y su estómago. ¡Ahí va su cuestionario verde veraniego recién cogido del campo!

 1. ¿Cuál es tu primer recuerdo de naturaleza?

Un río, agua corriente entre piedras… y el molinillo hecho con juncos que mi padre había construido y que el agua hacía girar rápidamente mientras mi hermana y yo buscábamos renacuajos en el río, en las zonas en las que el agua se estancaba. Sol, agua fresca, piedras, juncos y cielo azul.

2. ¿Y un lugar verde donde ibas de pequeño?

Recuerdo mis días de infancia en la casa de campo de mis padres, en el monte, cerca de Valencia, en la Sierra Perenchiza. Eran esos años en los que muchas familias se hacían una segunda residencia, una casa en el campo para los fines de semana, los veranos y los encuentros familiares. Recuerdo mis largos veranos en el monte, rodeado de pinos, una mezcla de naturaleza mediterránea, naturaleza de jardín y naturaleza de huerto.

3. Un paisaje que podría inspirar tu próxima ilustración o alguno que ya lo haya hecho.

Alguno de Los paisajes camino a Aragón. Recuerdo mis viajes de ida y vuelta a Zaragoza muchos fines de semana. Viajes en los que podía ver a través de la ventanilla del autobús paisajes lisos, planos, con árboles solitarios que proyectaban su sombra dura y circular sobre el suelo. Paisajes que se ondulaban como una tela, como un terciopelo que cambiaba de color según la época del año, según la hora del día, según la altura del sol… del verde al oro, de lo fresco a lo otoñal. Paisajes suaves, dulces, laderas como faldas, amables formas sinuosas que daban ganas de tocar y acariciar.

4. Elige una planta para hacerte un selfie

Cualquiera me serviría, elegir es difícil, me gustan todas… o casi todas, lo cual me llevó en el pasado a tener algunos problemas, y es que compraba compulsivamente macetas, diferentes, de todo tipo: rosales, limoneros, margaritas, adelfas, romeros, jazmines, albahacas, geranios, crasas… para la terraza de mi estudio, cuando tenía estudio compartido, y más tarde para mi balcón, hasta el punto de tener que instalar una manguera para poder regar, e incluso llegar al extremo de casi ni poder salir por falta de espacio, por exceso de macetas, ups…

Pero si tuviera que elegir hoy y ahora una planta, me quedaría con la buganvilla, siempre me ha fascinado, por su color, por su exuberancia, por su volumen, por los hermosos residuos de flores que genera, flores secas, pálidas y sonoras arrastradas por el viento. De hecho este año he plantado cuatro nuevas buganvillas en mi balcón… oh oh…

5. rechazar, reducir, reciclar, reparar, reincorporar… ¿Cual de las 5 R practicas más? ¡Ya no son sólo 3!

Pues yo creo que las practico un poco todas. Cada día rechazo más actitudes, será por la edad… cada día reduzco más ciertos consumos en mi vida, selecciono y elijo… el reciclado no ha variado en mi vida, sigue como siempre… reparar siempre ha sido algo que he tenido por opción, ¿si se puede reparar porque me voy a deshacer de ello?… y reincorporar siempre es interesante, recuperar costumbres, actos, personas… renovar, sumar.

6. El verano es tiempo de…

Parar. Para mi es sagrado parar durante un tiempo. Desconectar, olvidar y recordar, dar la vuelta a la vida durante unos días. Descansar y cansarte, cansarte de leer, de familia, de viajar, de tomar vino, de trasnochar, de despertar y no levantarte, de no hacer nada, de aburrirte, de proyectar, de ver pasar las horas sin hacer nada, de hacer de todo un poco y un mucho de nada.

7. ¿Alguna fobia cuando vas al campo?

Ninguna, voy menos de lo que me gustaría, y cuando voy, más que fobia filia, no puedo evitar hacer fotografías compulsivamente de plantas, arbustos y flores, siempre en primer plano o plano detalle. También tengo por costumbre traer conmigo a casa algún pequeño palo de madera seca, vieja, vivida, acompañado de alguna piedra, elementos que pongo en una estantería, a la vista durante unas semanas para recordar ese día, esas horas que estuve en la naturaleza, ‘suelto’ por el mundo, por el campo o por el monte.

8. Elige un sabor vegetal que odies y uno que te fascine

Me fascinan los sabores de muchas aromáticas como la albahaca, la hierbabuena, el romero… de hecho me compro las macetas y me las como, una planta de albahaca me dura tres o cuatro ensaladas y cuando en un restaurante me ponen hierbabuena de adorno en un plato, no puedo evitar comérmela. Sin embargo hay una de ellas cuyo sabor no me gusta nada, el cilantro, su gusto jabonoso me pone un poco nervioso, si quieres estropearme un plato, añádele cilantro.

9. 3 cosas que te llevarías a un Jardín Botánico

Una cámara, silencio y soledad.

10. ¿Crees que regalar flores o plantas está pasado de moda?

Regalar flores es algo que adoro, y si está pasado de moda la verdad es que me da bastante igual, soy bastante rancio a veces. Creo que cuando regalo flores disfruto yo más que la persona regalada. Hace muchos años estuve en Amsterdam y me llamó enormemente la atención la cantidad de flores que se compraban, para regalar y para consumo propio. En España, siempre que compras flores y las llevas por la calle la gente te mira como si llevases en la mano un sapo verde gigante, es muy curioso. Así que esté o no esté de moda, yo seguiré regalando y consumiendo flores o plantas. Conforme pasan los años cada vez estoy más seguro que lo mejor que se puede regalar a alguien son unas flores, una planta, un vino o algo de comer… Son regalos perfectos… todos efímeros… los disfrutas y no ocupan lugar o por lo menos no lo ocupan demasiado tiempo (a no ser que te regalen un tronco de Brasil y te dure más de doce años como el mío del comedor).

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Revista de divulgación científica del Jardí Botànic de la Universitat de València.
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