Fibras

Entrar en calor, evitar que nos quememos, provocarnos enfermedades… ¿Qué no pueden hacer las fibras? Descubre de dónde se obtiene el esparto, el amianto o el plástico y cómo las fibras se convierten en imprescindibles.

Hace 5300 año murió, posiblemente asesinado, el Hombre de Ötzi en los glaciares alpinos entre Suiza y Austria y a finales del pasado siglo, unos científicos encontraron su cuerpo. Este hombre de finales de la Edad de Piedra vestía una capa confeccionada con hierba y juncos, unos zapatos a base de cuerdas trenzadas y cargaba un montón de objetos hechos de abedul, lino, tejo, avellano u ortigas. Al contrario que Adán y Eva, el Hombre de Ötzi no usaba hojas de higuera para cubrir su cuerpo sino que mostraba un conocimiento profundo del uso de las plantas: cómo trenzarlas, tejerlas o convertirlas en herramientas.

Reconstrucción del zapato del Hombre de Ötzi. Imagen de Daderot, Wikimedia Comons

Y es que el hombre usa tejidos y cuerdas fabricados gracias a los recursos vegetales del entorno y por ello, hoy dedicamos estas líneas a conocer las fibras que a lo largo de la historia nos han ayudado tanto a guardarnos del frío como a cruzar océanos.

Fibras de origen mineral
El famoso amianto o asbesto es una fibra de origen mineral. Se forma por la disgregación los minerales de silicato y se ha usado en construcción hasta el 2005, cuando la Unión Europea lo prohibió por ser cancerígeno aunque continúa usándose en los países en vías de desarrollo.

El traje ignífugo que vestía Steve McQueen en las carreras le provocó cáncer

Tiene una interesante propiedad, es ignífugo, de ahí la leyenda que Carlomagno, durante los convites, arrojaba al fuego un mantel que no se quemaba nunca. Poco tiene de leyenda la muerte del actor y apasionado de las carreras Steve McQueen que murió de un cáncer muy probablemente causado por el traje de asbesto con el que competía.

Fibras de origen animal
¿Cuál es la fibra que tiene una ruta propia? ¡Correcto! Hablamos de la valiosa y delicada seda, cuyo comercio unió Roma con la actual Xian (China) y no sólo a nivel económico sino que esta conexión permitió el intercambio de religiones, idiomas, costumbres y cultura en general. En definitiva, el inicio de la globalización.

Bombyx mori

A pesar de que las arañas son el ejemplo por excelencia en cuanto a la producción de seda, su “cultivo” no es viable ya que la convivencia pacífica de arañas en el mismo espacio es una utopía y tienen por costumbre comerse unas a otras. Sin embargo, la ingeniería genética trabaja en un proyecto en el que los genes para la producción de la seda de araña se expresan en cabras que la producen en la leche. Pero os lo contamos mejor en el artículo Sacúdete las telarañas.

El grueso de la producción de seda recae en la mariposa Bombyx mori, la oruga de la cual (el conocido gusano de seda) fabrica los capullos para la metamorfosis con fibras finas, largas y resistentes con un alto contenido de la proteína llamada queratina, que forma a su vez, las uñas y el pelo de los mamíferos.

Alpaca. Imagen de Ray Dumas

Si hacéis cambio de armario con cada estación, seguro que tenéis escondida toda la ropa de lana, la otra fibra animal de la que vamos a hablaros. La lana de oveja es la más común pero no todas son iguales, por ejemplo, la oveja Merina da la lana más fina y valorada como también dan lana de calidad las cabras de Angora, Cachemira o Moher. Otros animales laneros son el camello, la llama, la vicuña, la alpaca, el yak y el guanaco.  Actualmente, el mayor productor mundial de lana es Australia.

Fibras de origen vegetal
Las fibras vegetales se obtienen de partes distintas de las plantas: hojas, tallos, frutos o semillas y esto hace que las podamos clasificar en tres categorías. La primera categoría está integrada por las fibras blandas que se obtienen de los tallos de las dicotiledóneas (plantas con dos hojitas dentro de la semilla) como el lino, el yute o el cáñamo.

Lino

La segunda categoría es, por contraposición, la de las fibras duras, elaboradas a partir de las hojas de las monocotiledóneas (plantas que presentan una sola hojita en la semilla) como el esparto, la yuca o el sisal. La tercera categoría tiene como conocidísimo ejemplo el algodón, que se obtiene a partir de los pelos de la epidermis de la semilla.

Fibras artificiales
Hasta ahora, todas las fibras que os hemos presentado tenían un rasgo común y un origen natural. Pero, cómo no, esto no ha sido suficiente para el hombre que ha tenido que inventar fibras propias o artificiales. Es el caso del nylon, que nació con el reclamo “Fuerte como el acero, fino como la tela de araña”. Así llegó a los almacenes comerciales Gimbels de Nueva York en la primavera de 1940, después de que el gigante químico Dupont lo patentara. Primero, se vendieron las medias pero pronto su uso se extendió al sector militar para formar parte de neumáticos y paracaídas. Hoy el nilón ondea en la superficie de la Luna en forma de bandera de los EEUU.

La bandera de los EEUU que ondea en la superficie de la Luna és de nilón. Imagen de NASA Goddard Space Flight Center

Polipropilno reciclable

Otro ejemplo de fibra artificial es el rayón, la “seda sintética” que se usa en la confección de ropa. Fruto de la serendipia es el polietileno, el plástico por excelencia con el que se fabrican, entre otros objetos, tuberías. También es muy conocido el polipropileno del que más que el nombre, os sonará la imagen de arriba, que significa” Polipropileno reciclable ” .

Allá donde mires, fibras
Si tienes la buena costumbre de pasear por la playa o por la montaña te habrás dado cuenta de que vayas donde vayas, por apartado que esté de la actividad humana, siempre encontrarás un tapón de plástico o una botella. Deben pasar siglos hasta que estas fibras artificiales se biodegraden y esto no sólo genera un paisaje sucio sino que tiene por consecuencia la muerte de muchos organismos. El océano es, sin duda, el más perjudicado ya que muchos de nuestros residuos acaban flotando en él formando una isla de plásticos tres veces mayor que la Península Ibérica.

¿Has oído hablar de la pesca fantasma? Actualmente, las redes de pesca son tejidas con nilón y al ser abandonadas o perdidas en el mar, navegarán sin rumbo atrapando todo lo que se encuentren por el camino durante cientos de años.

Bien conocida es también la amenaza que, entre muchas otras, sufren las tortugas marinas. Luchan contra las hélice de los barcos, la contaminación, las exploraciones petrolíferas y la destrucción de la costa, pero un elemento de lo más cotidiano en nuestro día a día causa la muerte o enfermedad de estos supervivientes .

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¿Ves la diferència? Una tortuga no

Una buena forma de hidratarse en el océano con agua dulce es comer medusas y eso es lo que las tortugas piensan que hacen cuando se atragantan con las bolsas de plástico que flotan libres por las aguas. Al no poder tragarselas dejan de poder respirar con normalidad, lo que altera la flotación y la capacidad de nadar correctamente, de buscar comida o de huir de otros peligros.

Hemos conocido fibras minerales que provocan enfermedades y con la que Carlomagno presumía, gusanos que abrieron las puertas a la globalización y plantas que el hombre de Ötzi trenzaba para confeccionarse abrigo. Pero no dejamos aquí el tema de las fibras porque el próximo miércoles recorreremos con más detalle las especies botánicas fibrosas. Es evidente cuál es la fibra conductora de esta historia.

Saber más

Pronto, en el Jardí Botànic de la Universitat de València disfrutaremos de una exposición en la que las fibras vegetales serán las protagonistas. Haz clic aquí para saber más.