2013: un año para la reflexionar sobre el agua
El año que acabamos de inaugurar ha sido elegido por la ONU para sensibilizar a los ciudadanos de que sólo con la colaboración e implicación de todos será posible resolver los problemas mundiales sobre el agua, celebrando así en todos los países miembros el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua. Sus bases se han asentado este mes de enero en una reunión a Zaragoza.
Uno de los principales problemas que existen en nuestro mundo es el acceso a los recursos a nivel mundial. Los recursos se acaban y, ante esta situación, hay que tomar medidas que nos incluyen en todos. Posiblemente, uno de los mayores problemas que encontramos en la sociedad contemporánea es la escasez y la dificultad de gestión del agua al mundo. Las consecuencias de esta situación son trágicas y, por eso, hace falta la difusión y concienciación de la necesidad real de tomar medidas que contribuyan al desarrollo sostenible de los recursos hídricos.
El agua es uno de los retos mundiales más importantes de nuestro tiempo, igual que la energía, la hambre o la salud. La importancia de la gestión del agua es imprescindible para reducir el riesgo de desastres como la sequía o las inundaciones. Además, las cuencas fluviales transfronterizas y los sistemas acuíferos representan casi la mitad de la superficie de la Tierra y por lo tanto, un mundo sostenible y en paz necesita urgentemente una gestión eficaz de las mismas.
Por eso durante el pase Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Rio+20) se habló de la urgencia de solucionar al máximo el tema del agua, necesidad que se ha convertido en una de las prioridades para cumplir los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”. En esa conferencia la UNESCO fue el organismo designado para los preparativos del Año Internacional y el Día Mundial del agua en 2013.
Entre los objetivos marcados para este año destaca dar a conocer los retos que plantea el aumento del consumo del agua y el desigual reparto de los recursos hídricos, y la difusión de diferentes alternativas de cooperación de éxito entorno al agua. Así mismo, durando todo el año se invita a la reflexión y el debate de los temas más relevantes en materia de cooperación en el ámbito del agua: educación sobre el agua, diplomacia del agua, gestión de aguas transfronterizas, financiación, marcos jurídicos nacionales e internacionales. La agenda oficial del Año Internacional del agua se presentará el próximo 22 de marzo, Día Mundial del agua. Pero antes, y para sentar el que serán las bases de este año de reflexión sobre el agua, algunos de los mayores expertos en materia de agua se reunieron en Zaragoza del 8 al 10 de enero.
Entre los asistentes a esta conferencia internacional destacaron las presencias de Brice Lalonde, coordinador ejecutivo de Rio+20 y miembro del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas; Blanca Jiménez , Directora de la División de Ciencias del agua de UNESCO; Iulia Trombitcaia, Oficial de asuntos ambientales en la Comisión Económica para Europa o Jason Morrison, Director Técnico del Mandato del agua del Pacto Mundial. Todos ellos destacaron la cooperación y la fusión de experiencias, y proyectos de entidades e instituciones públicas y privadas para entender y desarrollar el concepto de cooperación en agua a nivel mundial.
Se estima que cada año más de dos millones de personas, en su mayoría niños, mueren por el consumo de agua sucia
La clave está en las ciudades y en el desarrollo urbano
Según explicó Faraj El-Awar, Gestor de Programa de la Alianza Mundial de Asociaciones de Operadores de Agua, para entender correctamente el concepto cooperación del agua tenemos que emprender debates como que significa la cooperación en agua y por qué necesitamos hablar de esto. Según El-Awar los ejes del debate tienen que centrarse en las ciudades, puesto que somos un planeta urbano y las ciudades dominan nuestro mundo. La mayoría de nuestros intercambios económicos y humanos ocurren en las ciudades y aquí es donde podemos tener la influencia más aguda en nuestro futuro sostenible.
En este mismo sentido también habló Jason Morrison, director técnico del CEO (Mandado del agua del Pacto Mundial), un grupo formado en 2007 con el objetivo de ayudar a las empresas a desarrollar, implementar y comunicar políticas sustentables de agua teniendo en cuenta seis elementos: operaciones directas, cadena de suministro y manejo de cuencas fluviales, acción colectiva, políticas públicas, relaciones con la comunidad y transparencia.
Morrison destacó la importancia de la conferencia de Zaragoza como “una gran oportunidad para construir puentes entre dos mundos que hasta ahora han sido bastante aislados unos de otros”, y aseguró que algunos de los retos más difíciles del agua se manifiestan en las zonas urbanas convirtiéndose en un ejemplo de como la colaboración intersectorial puede resolver algunos de los problemas de nuestro mundo. Morrison destacó que la solución más factible a los conflictos del agua en las ciudades está en la fusión de iniciativas público-privadas, indispensables para mover la aguja en términos de gestión del agua en las zonas urbanas, puesto que sólo estas iniciativas implican a todos los actores involucrados en el problema del agua, tanto emprendidas como usuarios y gobiernos.
Una de las iniciativas desarrolladas por El Mandato del Agua es la Guía para las Acciones Colectivas Relacionadas con el Agua. Esta guía provee un enfoque paso a paso para colaboraciones entre empresas, ONGs y otras instituciones en cualquier proyecto relacionado con el agua
Soluciones diferentes para problemas diferentes en un mismo marco legal
Por otro lado Iulia Trombitcaia, Oficial de asuntos ambientales en la Comisión Económica para Europa, destacó que además de la busca de cooperación en las ciudades, también es fundamental crear el marco político adecuado para resolver los problemas de las cuencas fluviales trasnfontereras. Para Trombitcaia la conferencia de Zaragoza es también una oportunidad para aumentar la conciencia sobre la importancia de los marcos jurídicos internacionales para la cooperación transfronteriza del agua, en particular la experiencia acumulada en los últimos 20 años.
El problema para crear esta nueva legislación, según la experta, está en los diferentes usos que se le dan al agua (riego, producción de energía, suministro de agua potable, recreación) y llegar a un acuerdo para los mismos. Este es uno de los principales problemas a los cuales hay que dar solución en cuencas fluviales de todo el mundo, sin olvidar la propia protección del agua como recurso. Esta reconciliación requiere el establecimiento de marcos jurídicos e institucionales en los lugares donde no existen, y el fortalecimiento y la mejora de los mismos en las regiones del planeta donde ya están vigentes, como por ejemplo en Europa.rs. Aquesta reconciliació requereix l’establiment de marcs jurídics i institucionals en els llocs on no existeixen, i l’enfortiment i la millora dels mateixos en les regions del planeta on ja estan vigents, com per exemple a Europa.
En los últimos 50 años, se ha informado acerca de unos 37 casos de violencia entre Estados por causa del agua, y la mayoría de los episodios han sido enfrentamientos menores. Frente a ello, se han negociado más de 200 tratados relativos al agua, alguno de los cuales, como el Tratado de la Cuenca del río Indo entre India y Pakistán, han permanecido operativos incluso durante períodos de conflicto armado. La cooperación en materia de agua es posible
Blanca Jiménez, Directora de la División de Ciencias del agua de UNESCO destacó en su conferencia “La promoción de la cooperación hídrica en las cuencas hidrográficas” la necesidad de diálogo y cooperación entre pueblos que comparten las mismas cuencas fluviales y la comprensión de los ciclos hidrológicos del agua, y como partir de estos los ciudadanos tienen que cooperar para conseguir la sostenibilidad del medio ambiente manteniendo la calidad del agua. Los retos a los cuales nos enfrentamos, según Blanca Jiménez, son diferentes dependiente de la intensidad en la cual se utiliza el agua en cada cuenca, el alcance de su contaminación y también en el grado de desarrollo de la región.
Por ejemplo, en las zonas pobres el reto es compartir los recursos y proveer a los usuarios actuales y futuros, con sistemas como la reutilización del agua. Sin embargo, en el caso de zonas ricas en agua el principal problema es la contaminación. Según expuso Jiménez, la contaminación y la difusión en tramos aguas abajo de los ríos, pero también el aumento de las inundaciones. Esto puede crear conflictos que ocurren no solamente entre los asentamientos, sino también entre diferentes tipos de usuarios, por ejemplo plantas de alimentación de energía y municipios. El tercer desafío sería todo lo en lo referente a las aguas subterráneas, una gestión que tiene que garantizar el respecto al medio ambiente junto con la explotación y el uso sostenible de los recursos.
Para finalizar Brice Lalonde, coordinador ejecutivo de Rio+20, aseguró que la clave de la Conferencia de Zaragoza, establecido por Rio+20, era ir algo más allá de los requisitos legales. El éxito de esta conferencia era concienciar sobre la necesidad del esfuerzo práctico y de las alianzas para solucionar los conflictos del agua como la distribución, la adaptación urbana y la mejora de los sistemas de riego. La clave, según Lalonde, es establecer nexos de concienciación general: el agua es un elemento unificador que une alimentos, energía, natura y a seres humanos.
