Tossut: agroecología a contracorriente

En la empinada y montañosa partida dels Pouets, en Pedreguer, a 400 metros sobre el nivel del mar y en pleno corazón de la Muntanya Gran, se alza imperante la finca agroecológica de Tossut, un proyecto a contracorriente desde sus inicios. Bajo la filosofía de producción sostenible y agroecológica, busca además recuperar el patrimonio agrario de las montañas de Alicante y de la Marina Alta que por poco queda extinto. Todo ello, manteniendo el objetivo de elaborar productos de calidad que consiguen transportarte hasta las tierras que los han visto nacer.

Al mando se encuentra Héctor Carrió, ingeniero agrónomo de formación y viticultor agroecológico de corazón, que tras estar 17 años en Cataluña, viendo de primera mano cómo muchas empresas revalorizaban, transformaban y vendían sus productos, decidió volver a las tierras de sus antepasados y consolidar ese proyecto que llevaba tanto tiempo rondando en su cabeza. Fue así como nació Tossut, y es hoy tras diversos premios a sus espaldas, entre los que se encuentra el primer premio de aceite ecológico de la Comunidad Valenciana en la campaña 2021 – 2022, cuando se encuentra en su mejor momento.

Historia de Tossut

La vida frenética y urbana que llevaba la familia en las tierras catalanas ligado a la enorme carga de trabajo y al vaivén de desplazamientos entre la fundación en la que Héctor trabajaba y el hogar familiar, hicieron que pensara en la posibilidad de cambiar de aires. “Era el momento de cambiar un poco de vida, ya que teníamos una niña de tres años y esperábamos un niño. Además, se nos abrió la posibilidad de venir y recuperar esta casita y los olivos”, ha declarado Héctor, quién además, sentía que era el momento de realizar un cambio a nivel profesional, ya que con su carrera y su reconocimiento posterior, se podía permitir montar una consultoría con su experiencia laboral y formación.

Héctor había viajado mucho por Cataluña y había visto distintos proyectos parecidos en los que primaba la valorización del producto. Allí veía cómo algunas empresas eran de carácter familiar y hacían productos de calidad. “Eran elaboraciones que sobre todo tenían unas raíces o una historia detrás. Y eso me hacía pensar que yo también podía hacer algo así, porque teníamos el lugar para hacerlo y podíamos crear también productos de calidad”.

En aquel momento, Tossut eran unos terrenos aún sin nombre, que habían ido cultivando y en los que empezaron a ver poco a poco su posible rentabilidad. “En parte lo que me dio la inercia para volver fue el proyecto que mi padre inició. Los olivos que habíamos ido plantando en los últimos 25 años, por gusto o por hobby, y a las que fuimos dando una productividad cada vez mayor. Hasta que en casa no podíamos consumir lo que recogíamos porque cada vez teníamos más y así empezamos a venderlo”, explica Héctor. “Después ya he ido haciendo algunas inversiones necesarias, como adquirir más propiedades cercanas y recuperarlas agrícolamente. Eran antiguos campos de cultivo y yo los he ido labrando, recuperándolos y dándoles esa transformación y ese valor agrario que da importancia a nuestro entorno y nuestro paisaje”.

El producto Tossut

La finca de la partida dels Pouets se extiende a lo largo de tres hectáreas repletas de viñas y olivos que componen un paisaje único. Un terreno sobre el cual su esqueleto de bancales con márgenes de piedra seca, dan el toque maestro a la esencia de esta agricultura ancestral. En ella, la familia consiguió que uno de sus productos, en concreto el Tossut dels Pouets Cosecha Temprana elevara a Pedreguer al obtener el reconocimiento por ser el mejor Aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico (AOVE) de la Comunitat Valenciana de la campaña 2021-2022. “Los premios evidentemente han aumentado las ventas además de abrir muchísimas puertas. Nos facilitaron replicar el mensaje a posibles compradores diferentes a los que ya teníamos”.

Una de las características de Tossut es que elaboran un tipo de agricultura ecológica sostenible, algo que en los últimos años va calando cada vez más entre la sociedad.  “La gente ha cogido cada vez más concienciación, ya no es solo el extranjero el que busca esa agricultura ecológica”, afirma el dueño de Tossut, quien además, defiende que la agricultura agroecológica es muy buena para las personas, ya que no utiliza fitosanitarios, además de ser sostenible, lo que permite mantener el paisaje de este tipo de exportaciones de mosaico agrario tan característico de las montañas del mediterráneo. “En nuestro caso es muy importante que la sociedad consuma este tipo de productos, porque nos ayudan a mantener el entorno paisajístico de mosaico agrario forestal, aparte de evitar o de prevenir de alguna forma los incendios forestales”.

Tossut además, es una empresa que aboga por los productos de cercanía, ya que los beneficios son enormes para las localidades y la economía de enclaves como la Marina Alta. “Añadir la palabra proximidad para mi es fundamental. Es la estrategia que de alguna manera da continuidad. Se utiliza la activa capacidad de compra para adquirir productos buenos para quien los consume y sostenibles que ayuden a mantener el entorno agrario. Y por ello, la proximidad es la clave. Es mantener tu entorno más cercano y por tanto dar dinamismo y lugares de trabajo a las personas que te rodean. Está muy bien comprar kiwi ecológico de Sudáfrica, pero para mi no tiene sentido”.

Agroecológica y Ecológica a partes iguales

Tossut consigue crear un espacio donde reina un agroecosistema sostenible, lo que les permite obtener aceitunas de una excelente calidad. Actualmente la agricultura sostenible es un fenómeno que se está expandiendo por muchos territorios de la comunidad, sin embargo una de las diferencias de esta empresa es que su casa se encuentra dentro de sus campos de producción. Viven al lado de los olivos, en el corazón de la montaña. Un proyecto de vida en medio de la naturaleza que hace que la elaboración del producto sea única.

“Nuestra agricultura agroecológica busca siempre la sostenibilidad en todos los ámbitos. Tiene que ser económicamente viable y sostenible y que se mantenga por sus propios medios. Que sea capaz de autoabastecerse para continuar manteniendo ese patrimonio agrario que tenemos”. Todo un desafío al que se le une el recuperar el patrimonio agrario de las montañas de Alicante, con márgenes de piedra seca, desniveles con pendiente, y adecuar las explotaciones teniendo en cuenta las valoraciones del impacto ambiental.

Tossut es una empresa reconocida por tener el certificado del Comité de Agricultura Ecológica, donde se reconoce el trabajo realizado mediante prácticas sostenibles. Sin embargo, han dado un paso más allá y se han convertido en empresa agroecológica. “Nos centramos también en lo físico, en la mejora del suelo para evitar las erosiones, aguantar su fertilidad aunque pase el tiempo, incorporar la materia orgánica de la misma hierba etc.”.

Entre sus prácticas agroecológicas se encuentran los nidos de pájaros que tienen en la explotación, las jaulas o nidos de murciélagos, que son animales que comen mucha mosca de los olivos, o el realizar la pastura con un burro que hace el mantenimiento de la vegetación sobre todo en primavera.

El futuro de Tossut

El producto Tossut ha sido muy bien acogido entre los compradores locales, a pesar de ser un producto que no está hecho para vender a la gente en grandes cantidades. “No es un producto que se venda en garrafas como se ha hecho toda la vida”, afirma Héctor, quien además añade que a la gente del pueblo le gusta mucho la empresa, porque supone la valorización de la montaña. “Es un lugar que miraba de espaldas al pueblo y que parecía que se había ido abandonando por su baja productividad, y este al final es un proyecto que da notoriedad a un lugar muy bonito de Pedreguer, que es un Pedreguer desconocido”.

Héctor no piensa demasiado en el que será el futuro de Tossut y prefiere disfrutar el día a día y verlo crecer hasta encontrar un punto muerto para el mantenimiento de la propia explotación, de manera sostenible. “El proyecto ha dado muy buenos resultados. Hemos ampliado las explotaciones y estamos cultivando estas nuevas ampliaciones con viña. Hemos diversificado lo que es nuestra productividad, que antes era solamente olivicultura, y ahora tenemos también viticultura. Actualmente, estamos haciendo productos con esta viña, que son variedades autóctonas nuestras mediterráneas”.

Tras ampliar dos parcelas y aumentar la productividad con los olivos, actualmente buscan establecerse con estos nuevos avances y ver cómo transcurre el proyecto. “Queremos crecer de manera sostenible, de la misma forma que hacemos nuestra producción. Esta es la filosofía Tossut, mantener nuestro patrimonio agrario y nuestra agricultura de montaña, tan compleja y tan maravillosa”.