El almanaque de febrero
Seguimos mirando al cielo con Altocúmulo, nuestra tienda patrocinadora del almanaque mensual. Pero en febrero viene cargado de sorpresas, nos estrenamos en astronomía para descubrir que, durante este mes, podremos ver a Orión cazando entre las estrellas.
Acabó enero, sin pena ni gloria, ni invierno, ni frío, ni lluvia… A ver qué nos trae febrero. De momento, febrero trae novedades en nuestra sección. Comencemos, como siempre, con las efemérides astronómicas de nuestro satélite.
El Sol y la Luna
La luna viajará este mes de la siguiente manera:
– Cuarto menguante el día 1 a las 3:28 horas
– Luna nueva el día 8 a las 14:39 horas
– Cuarto creciente el día 15 a las 7:46 horas
– Luna llena el día 22 a las 18:20 horas
Enero lo cerramos con una ganancia de luz diurna de 44 minutos. Veamos lo que va a hacer el Sol en febrero: el 1 de febrero sale a las 8:09 horas, mientras que el día 29 lo hará a las 7:35 horas. Ganamos 34 minutos de luz por la mañana. Como ya hemos notado, las tardes son más largas. Y es que el ocaso del día 1 ya se produce a las 18:21 horas, mientras que el día 31 se dará a las 18:53 horas. 32 minutos más. Así que, en febrero, a pesar de que el tiempo sigue siendo invernal, y hace frío, y se hace de noche enseguida… ¡ganamos 66 minutos de luz! Esto nos dejará a finales de febrero con unas jornadas ya bastante largas, si comparamos con la Navidad que acabamos de dejar, como quien dice.
Las fiestas, los huertos y ahora las estrellas
El día 2 se celebra la Festividad de la Candelaria, celebración que trae consigo mucho refranero popular (que no mencionaremos, ya que todos hablan de frío, de lluvias, de nieves… y no está el horno para bollos). El día 10 es miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma.
Consulta los consejos de las hortelanas del Jardí Botànic para el mes de febrero
¿Qué podemos plantar este mes, si somos aficionados al mundo agrícola? En la Comunidad Valenciana es el mes para plantar patata temprana, lechugas, pimiento, ajo y puerro. ¡A por ello!
Como decíamos al principio, esta temporada no vamos a dejar de lado la meteorología, pero también vamos a adentrarnos en el inabarcable mundo de la astronomía para, cada mes, descubrir y aprender algo sobre el cielo nocturno.
En el mes de febrero -en el que el invierno está empezando a pensar en marcharse- sigue mereciendo la pena asomarse al Universo, que nos muestra las constelaciones más bonitas del año, desde mi punto de vista. Es cierto que somos menos proclives a observar el cielo en invierno, debido al frío principalmente, pero hagamos una cosa: esta noche, antes de cenar, subamos a la terraza, salgamos al campo o miremos por la ventana, y miremos al este o al sureste (habrá que tener una brújula si no sabemos dónde está…). Allí veremos, inconfundible, preciosa, grandiosa, brillantísima, la constelación de Orión.
La Constelación de Orión. Imagen de Wikipedia
Esta constelación de invierno tiene una serie de estrellas que se muestran entre las más brillantes de la órbita celeste. Si observamos el rectángulo principal que forman sus estrellas, observaremos dos estrellas muy grandes, en diagonal, una blanca y otra más bien rojiza. La blanca es Rigel y la rojiza es Betelgeuse. Rigel es la sexta estrella más brillante del cielo, y Betelgeuse, la novena (aunque su brillo es variable). Del tamaño de las estrellas hablaremos otro día, porque si hablamos del tamaño de Betelgeuse nos quedaremos boquiabiertos.
En el interior de este imaginario rectángulo veremos tres estrellas alineadas, juntitas, que son conocidas como El cinturón de Orión o Las tres Marías. Y, un poco más hacia abajo, observaremos algo nebuloso, como una agrupación de estrellitas: es la Nebulosa de Orión.
Orión, sin nubes y con cinturón
¿No os parece asombroso cómo se ajustan las estrellas para hacer la figura del cazador? No habéis pensado nunca: ¿cómo puede ser que quede tan bien representado el cazador? Y no es una cuestión de unir puntos, como en los pasatiempos infantiles. No. Es que tenemos un auténtico cinturón, un torso, unas piernas, un brazo con un arco…
Figuración de Orión
A Orión se le conoce como El cazador. Hijo de Poseidón, Orión se jactaba de que podía cazar cualquier animal sobre la faz de la Tierra. Ante este temor, le fue enviado un escorpión, que lo mató. La mitología nos cuenta que Zeus lo colocó en el cielo, junto con sus perros (el Can Mayor y el Can Menor, otras dos constelaciones), al igual que el Escorpión (otra bonita constelación). Y ahí sigue, para nuestro deleite.
Podemos ver a Orión, en horario normal, en terreno horizontal y despejado, desde el mes de octubre (saliendo) hasta el mes de marzo (poniéndose). Pero en noviembre, diciembre y enero lo tenemos en todo lo alto. Ahora bien (un secreto): si, por una de aquellas, no sé, por alguna circunstancia, porque se ha hecho tarde… alguien se acuesta un sábado cualquiera de julio o agosto a eso de las cuatro, las cinco, las seis de la mañana… pues que mire hacia el este-sureste, y allí estará Orión. Es emocionante, por lo menos para el que escribe esto, ver estrellas de invierno en pleno verano.
Aquí dejamos la parte de la astronomía y sus curiosidades. La he hecho más larga de lo que preveía, pero Orión merece la pena. Así que nos queda poco para acabar con el calendario de febrero. Os dejamos unas preguntas que a todos nos rondan estos meses: ¿qué pasa este invierno? ¿Por qué no hace frío? ¿Por qué no nieva ni llueve? ¿Por qué hay huracanes en enero? ¿Por qué hay tormentas de nieve en Nuevo México?
Hablamos de El Niño, del fenómeno
Parece que todo esto tiene que ver con el fenómeno de El Niño, tantas veces nombrado en todas partes. En 2014 ya se preveía que se preparaba un Niño muy intenso. En años de Niño intenso, el calentamiento y enfriamiento de las aguas del Océano Pacífico se materializa en zonas diferentes a las que suele hacerlo en años “normales”. A partir de ahí, el efecto mariposa hace su aparición, y científicos, meteorólogos y climatólogos del mundo entero intentan ver su explicación, efectos y duración. Y no es fácil. De hecho, en muy difícil.
Cómo se genera el fenómeno El Niño
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) nos explica, muy acertadamente, cómo se genera este fenómeno, y los efectos que causa en nuestro planeta azul. Aquí os dejamos el video del que hablamos. Observemos, pues, y reflexionemos. ¡Nos vemos en marzo!
Cuando el Sol claro se acueste, no esperes vientos del Este