Agricultura

9 Ene 2016

El almanaque de enero

Empezamos el año hablando de anticiclones con Altocúmuloltocúmulo, la tienda patrocinadora de nuestro almanaque! Porque no queremos dejar de mirar hacia el cielo en este 2016. Lee y aprende sobre lo hay por encima de la cabeza.

Bienvenidos a 2016. Comienza otro año… ¿Cambiará el tiempo? Llega el almanaque de enero, un mes de calmas mediterráneas, pero también, estadísticamente, de los temporales invernales más gordos (cuando los hay, claro). Las tardecitas de enero ya son otra cosa bien distinta de aquellas que teníamos en noviembre. Ahora lo veremos.

El Sol, la Luna y las fiestas

Nuestra querida lámpara azul, después de brindarnos una espléndida luna llena en Navidad, viajará por el espacio según estas fases:

– Cuarto menguante el día 2, a las 5:30 horas
– Luna nueva el día 10, a la 1:31 horas
– Cuarto creciente el día 16 a las 23:26 horas
– Luna llena el día 24 a las 01:46 horas

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El día 1 de enero fue Año Nuevo, como sabréis y entre otras cosas comienza el periodo en el que medimos la precipitación anual. El día 6 celebramos la Epifanía del Señor (¡los Reyes magos!) y el día 22, viernes, es festivo en Valencia capital (de Cruces hacia adentro), porque celebraremos la festividad de San Vicente Mártir, patrón de la ciudad de Valencia.

En cuanto al sol, salió el día 1 de enero a las 8:22h, la hora más tardía del año, hasta el día 10, mientras que el día 31 lo hará a las 8:10, por lo que, por fin, ganamos 12 minutos de luz. Y respecto al ocaso, el día 1 ocurrió a las 17:48 horas, mientras que el día 31 se dará a las 18:20 horas, de modo que ganamos 32 minutos. Así que, en resumen, este mes de enero ganaremos 44 minutos de luz. A final de mes ya lo notaremos, desde luego.

De anticiclones y sus orígenes

Como todos sabemos, hemos pasado los meses de noviembre y diciembre bajo el influjo de un potente anticiclón, que ha hecho que el tiempo haya sido seco pero también húmedo, fresco y frío, monótono, aburrido, pesado… Esto nos da pie a hablar, este mes de enero, de los anticiclones. El mes de enero tiene, históricamente, dos posibles situaciones atmosféricas.

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Por un lado, es mes de temporales de frío y lluvia o nieve, cosa que no tendría que sorprendernos mucho, desde luego, y por otro lado es el mes de las “calmas de enero”, sobre las que vamos a hablar: las calmas, minvas o menguas de enero son aquellas situaciones anticiclónicas que se dan, generalmente, en el mes de enero (aunque pueden darse también en febrero o, como hemos dicho, en este loco 2015, en noviembre y diciembre). Pero ¿qué es un anticiclón?

Los anticiclones, altas presiones o simplementes “altas” son regiones de la atmósfera donde la presión atmosférica es más elevada que la de sus alrededores. El movimiento de los anticiclones es lento y algo previsible (al contrario que las borrascas), y generalmente persisten más que las borrascas. Por ejemplo, los vientos del anticiclón de las Azores giran en torno al centro en el sentido de las agujas del reloj. Aquí, por ejemplo, mandaban sobre Valencia los vientos del norte. (Ayyyyy… Suspiro).

Enero1Anticiclón de las Azores

Los anticiclones se representan mediante una serie de líneas cerradas, más o menos circulares u ovaladas, que rodean a su centro (donde está la “A” que le da nombre). Estas líneas representan el viento que circula en su entorno, viento que gira en sentido horario en el Hemisferio Norte. Y algo que todos sabemos: los anticiclones están relacionados con cielos despejados y tiempo bueno y estable.

Los anticiclones invernales son, generalmente, bastante potentes. No es raro encontrar algunos inviernos presiones de 1035 milibares, llegando en ocasiones hasta 1040. Si tenemos en cuenta que la presión atmosférica, por definición, es la fuerza que ejerce una columna de aire que hay, en vertical, sobre una unidad de área (gramos por centímetro cuadrado, por ejemplo), concluiremos que, cuanta más presión haya sobre nosotros, más “apretadas” contra el suelo estarán las cosas.

Enero2Anticiclón invernal de 1045 milibares en su centro. (¡Un señor anticiclón!). La imagen es del 9 de enero de 2015

Evidentemente, este aumento de presión no chafa literalmente a nadie. Pero afecta a las personas que sufren ciertas patologías, como dolores de espalda o cefaleas, haciendo que esa dolencia se agudice. Y sí que es capaz de aplanar el estado del mar, dejándolo en calma, con una altura inferior a la que tiene normalmente.

Enero3El mar Mediterráneo, afectado por las calmas de enero

Para acabar de hablar sobre los anticiclones, hay que saber que su origen puede ser:
Dinámico: son los anticiclones que circundan nuestro planeta en ciertas latitudes, de gran tamaño, y que están siempre presentes. Por ejemplo, el anticiclón de las Azores.
Térmico: por ejemplo, los que se forman en invierno en Siberia o en el norte de Canadá. Como su propio nombre indica, estos anticiclones se originan debido al fuerte enfriamiento invernal que sufren estas regiones. El aire, frío y pesado, se “acumula” sobre la superficie, aumentando así la presión.

Y si los catalogamos por su tamaño, entonces tendremos:
Grandes centros anticiclónicos: son, de nuevo, los que forman parte del sistema de presión planetarios.
Móviles: englobamos aquí los anticiclones de bloqueo y los anticiclones móviles, que van desplazándose junto con los sistemas frontales.

Como vemos, un anticiclón no es sólo una “A”. Hay mucho más detrás. Y su estudio es muy interesante, aunque siempre los veamos como los que vienen a fastidiarnos… De momento, esperemos que este invierno no lo veamos más. ¡Nos vemos en febrero!

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