El almanaque de abril
Estrenamos mes pero mantenemos almanaque. Autocúmulo nos trae la previsión de el tiempo, las constelaciones ons, los trabajos de la huerta, el recorrido de nuestro astros y las indagaciones sobre la pareja estelar más conocida.
Estrenamos este mes de abril con magníficas tardes, largas y soleadas, con una primavera recién estrenada que nos debería traer lluvias… O no. Vamos a ver los derroteros por los que se va a mover este mes, como siempre. Orto y ocaso, festividades…
Los astros
Nuestro satélite, la Luna, se moverá en las siguientes fechas: – Luna nueva el 7 de abril a las 11 horas y 25 minutos – Cuarto creciente el 14 de abril a las 4 horas y 1 minuto – Luna llena el día 22 de abril a las 5 horas y 25 minutos – Y cuarto menguante el 30 de abril a las 16 horas y 5 minutos
Como curiosidad tenemos que decir que, cada mes, la luna tiene un perigeo y un apogeo, que son los puntos en los que se encuentra más cerca y más lejos de la Tierra, respectivamente. Pues bien, el día 7 de abril la luna estará en su perigeo, a 357.167 kilómetros de la Tierra. Y el 21 de abril estará en el apogeo, a 406.350 kilómetros de nosotros. No está mal, ¿verdad?
Podemos observar en este gráfico cómo, recorriendo siempre el Sol su camino aparente de este a oeste, es evidente que en diciembre está mucho menos tiempo sobre el horizonte que en junio. Este es el motivo por el que la duración del día varía a lo largo del año Imagen cortesía de sudandolagotagorda
El Sol apareció por el mar el día 1, en Valencia, a las 7 horas y 45 minutos, y el día 31 lo hará a las 7 y 03. Se adelanta su orto, así pues, 42 minutos. Y el día 1 desaparecerá tras las montañas de Buñol (si lo miramos desde Valencia capital, porque si estamos en Buñol, claro, lo veremos ocultarse tras otras tierras) a las 20 horas y 26 minutos, mientras que el día 30 lo hará a las 20 horas y 54 minutos, así que ganamos 28 minutos de luz. 70 minutos de ganancia. Fantástico. Fijaos que a finales de mes, así pues, el sol se pondrá casi a las nueve de la noche. Imaginad la de cosas que podemos hacer hasta esa hora…
Del suelo al cielo: huerto y constelaciones
Como marzo se ha quedado este año todas las fiestas grandes de nuestra tierra sólo diremos que el día 23 es San Jorge, fiesta autonómica de Aragón y Castilla y León. Y, ¿qué plantamos en abril? Pues toca preparar el huerto para el verano: tomates, pimientos, berenjenas y cómo no, prevenirnos de las plagas pero os remito a Carmen Latorre, la hortelana del Jardí Botànic, que nos cuenta con detalles las labores que tendremos que acometer para presumir de verduras este verano.
Haz clic y lee Abril en tu huerto
En abril se nos acaban las oportunidades para contemplar las constelaciones invernales. Van ocultándose más pronto día a día, mientras que las constelaciones de primavera se van dejando ver antes conforme avanza el mes. Esta diferencia entre un día y otro es de 3 minutos y 55 segundos. Otro día explicaremos a qué se debe esto pero este mes vamos a hablar de Mizar y Alcor. Algunos ya sabrán quiénes son, la pareja más famosa del firmamento. Mizar es una estrella bastante visible que forma parte de la Osa Mayor. Es la estrella central de su cola.
La Osa Mayor es, probablemente, la constelación más famosa del firmamento. Su breve historia procede de Calista, que era una de las cazadoras que iba con Artemisa, la diosa de la caza. Zeus se enamoró de ella tan intensamente que quiso ocultarlo a Hera, su celosa esposa. Y, como siempre en estos casos, según estamos viendo mes a mes, Zeus convirtió a Calisto en una osa… Y arreglado. Siempre igual, estos dioses…
La Osa Mayor, también conocida como “El Carro”. Imagen de embosqadas.org
Como decíamos, si observamos a simple vista a Mizar la veremos como una sola estrella. Pero si nos ayudamos de unos buenos prismáticos o de un telescopio podremos ver que no está sola. A su lado está Alcor, estrella de cuarta magnitud (recordemos que cuanto mayor es el ordinal de su magnitud, menor es el brillo del astro).
Aquí haremos una precisión: Mizar y Alcor son dos estrellas cuya posición relativa, desde nuestro punto de vista, hace que las veamos como si estuvieran una junto a otra. Pero es un efecto de perspectiva. Están muy lejos la una de la otra, de hecho.
Y, además de todo eso, Mizar es una estrella binaria; es decir, es una estrella que tiene dos componentes. En resumen: Mizar es una estrella doble (porque tiene a Alcor) y además es, por su estructura, una estrella binaria. ¿Cuándo podemos ver a esta pareja estelar? Durante este mes de abril la Osa Mayor está muy alta, sobre el norte, con su cola hacia abajo. Así que no tiene pérdida. ¡A ver quién la ve a simple vista! Aquí lo dejamos. Vamos con la meteorología.
Tiempo al tiempo
Acabó el mes de marzo con una precipitación total de 6,8 litros por metro cuadrado medidos en la estación meteorológica que tenemos en Altocúmulo. El año pasado tuvimos 93,8 l/m2 en este mismo mes, pero cerramos el año 2015 con algo más de 372 mm y este 2016 tiene toda la pinta de batir records absolutos si tenemos en cuenta que el 2 de abril ha hecho cinco meses en los que sólo han caído un total de 9.8 mm (¡casi medio año!). Esta situación es extraña, más aun teniendo en cuenta que en invierno y primavera es cuando más debería llover, ¿verdad?. Y ¿por qué pasa esto? Vamos a verlo:
Izquierda: presiones y vientos típicos a nivel del mar en el mes de enero. Fuente: “Climatología”, ed. Cátedra. Derecha: presiones y vientos típicos a nivel del mar en el mes de julio. Fuente: “Climatología”, ed. Cátedra
Nuestro planeta azul tiene a su alrededor, como si fueran cinturones, un conjunto de anticiclones que se mantienen en unas u otras latitudes según la época del año (menos latitud es hacia el Ecuador, no lo olvidemos). Como vemos en la imagen que tenemos encima de estas líneas, durante el invierno del Hemisferio Norte, debido a la menor incidencia de los rayos solares, este conjunto de altas presiones (llamadas las altas presiones subtropicales) tiende a bajar algo de latitud, abandonándonos, por ejemplo, nuestro querido y odiado anticiclón de las Azores. ¿Qué ocurre entonces? Pues que la corriente en chorro, que circula por latitudes más altas, y que en definitiva es la que transporta las masas de aire frío que nos pueden interesar, baja de latitud, al encontrarse con el hueco que dejan estos anticiclones de los que hablamos. Y entonces llueve en España, nieva en Europa, hace mucho frío en Rusia…
¿Y qué pasa en verano del Hemisferio Norte? Pues justo lo contrario. El Sol, como ya hemos explicado otras veces, tiene una mayor incidencia en nuestras latitudes que en invierno. Y esto es muy importante para que las altas presiones encuentren unas mejores condiciones para establecerse. Suben de latitud, desplazan a la corriente en chorro hacia mayores latitudes y, en resumen… no llueve.
Esta explicación es una simplificación muy grande de todo lo que pasa en nuestra atmósfera, pero nos vale para comprender, en líneas generales, por qué tenemos una época lluviosa y una época seca. Si a esta generalidad que hemos explicado le añadimos el comportamiento de los continentes, los factores locales, los efectos de la presencia del hombre en la Tierra o el “efecto mariposa” que pueden provocar fenómenos como “El Niño” tenemos entonces una serie de ingredientes que hacen muy complicado el trabajo de climatólogos y meteorólogos, tanto para comprender por qué como para predecir lo que pasará.
Por lo menos, eso me parece a mí. ¿Y a vosotros? Aquí lo dejamos. Os invito a que cualquier duda que os pueda surgir de la lectura la podáis compartir conmigo, sólo mandando un correo a info@altocumulo.com ¡Nos vemos en mayo, supongo que con noticias de que abril se ha portado bien!
Abril sin granizo, Dios no lo hizo
(Pues sería en otro sitio…)