Hidrocultivo o como decorar y propagar plantas por agua
En esta ocasión, Baladre Crafting-creativity nos propone iniciarnos en el hidrocultivo o propagación de plantas por agua, una técnica vegetal sencilla al alcance de cualquiera y que hará la vida más fáciles a todos los que quieren llenar de verde sus hogares. Si quieres conocer más a fondo todos los pasos para cultivar plantas usando solo aigua y los beneficios que te reportará, ¡continúa leyendo!
Si eres un buen plantlover o decolover estoy segura que el radar plantil que llevas dentro se ha fijado en esas estancias con paredes repletas de recipientes de agua donde crecen pequeñas plantas sin usar tierra. ¡Ojito que ni es magia, ni son plantas artificiales! De hecho, estas plantas viven la mar de agustito en estos recipientes tan limitados.
Aparte de ser últimamente una manera super chula de decorar con vegetales, y que cada vez se ve más, este es un método que lleva mucho tiempo en jardinería, y se conoce con el nombre de hidrocultivo o cultivo hidropónico. Otra técnica similar es la propagación de plantas por agua. ¡Vamos a verlas!
Cultivo hidrónico o hidrocultivo
Descifrando el concepto:
Si traducimos la palabra hidrocultivo vendría a significar algo así como “crianza de organismos en agua”. Si se descompone esta palabra se tiene por una parte el elemento hidro– (agua) y la palabra –cultivo, que viene del latín cultivus, es decir “relativo al resultado de trabajar y cuidar la tierra para producir plantas”.
Por otra parte, la jardinería hidropónica es una técnica para cultivar plantas sin usar tierra. El agua hace todo el trabajo, incluso el de dar nutrientes a las raíces de las plantas. En este caso la palabra Hidro– significa agua, y –ponos significa trabajo.
Un poco de historia:
El cultivo hidropónico no es algo que nos hayamos inventado ahora. Vamos a hacer un tour histórico sobre el tema; nos remontamos a la antigüedad, allí nuestros antepasados más observadores vieron que en las orillas de los ríos las plantas tomaban nutrientes y crecían felices, a partir de ahí diversas civilizaciones empezaron a implementar formas de cultivo a base de agua. Sin ellos saberlo, en ese preciso momento nacía el hidrocultivo o cultivo hidropónico.
Sitúate ahora en el siglo VI a.C., en los alrededores de ahora el país de Irak se construyen los famosos Jardines Colgantes de Babilonia. Lamentablemente no hay evidencias de cómo era su aspecto real, aunque si nos ceñimos a su descripción se dice que era una construcción a distintos niveles donde el agua corría a través de canales, y una frondosa vegetación brotaba y sobresalía por los balcones. ¡Wala! Aquello debió ser algo digno de admirar durante horas, ¿verdad? Y con el rumor del agua debía ser muy relajante pasear por allí…De estos impresionantes jardines, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, podemos deducir que para crecer y sobrevivir algunas plantas se alimentaban de esta agua. ¡Otra vez hidrocultivo!
Ahora damos un salto de más de 1200 años, cuando los indios aztecas cultivaron el maíz en barcazas por medio de un entramado de pajas llamadas chinampas. Estos jardines flotantes estaban compuestos con sedimentos del fondo del lago donde labraban, y dotaban de nutrientes a los cultivos y a las plantaciones.
Parece ser que Marco Polo también descubrió plantaciones flotantes muy parecidas en su visita a China, hallazgo que le sorprendió bastante porque no había visto nada similar hasta entonces.
En el Renacimiento italiano, Leonardo da Vinci observó que tanto las plantas como los cultivos necesitan absorber minerales para sobrevivir. Unos años después, en 1624 el médico belga Jan van Helmont documentó, a partir de su experiencia, que las plantas obtienen sustancias nutritivas a partir del agua. Para demostrarlo hizo crecer un pequeño sauce en una maceta a la que solamente le añadía agua. Al cabo de 5 años, el sauce había incrementado su peso en 74 kg, mientras que la tierra de la maceta había disminuido su peso en sólo 57 g. Basándose en los resultados, van Helmont concluyó que toda la sustancia de la planta se origina del agua y no del suelo.
En 1699, el naturalista y geólogo inglés John Woodward hizo crecer vegetales en diferentes recipientes con líquido, en cada uno de ellos añadió varias cantidades de suelo. Después de un tiempo detalló que las plantas crecían mejor en las fuentes de agua menos pura que en las que contenían agua destilada.
Posteriormente, en 1860 los científicos alemanes Sachs y Knop lograron aislar por completo la planta del suelo y la hicieron crecer por medio de una solución de elementos minerales, técnica conocida como nutricultura.
Finalmente, entre 1929 y 1930, el Dr. William Gerike, profesor de fisiología vegetal de la Universidad de California, logró un éxito sin precedentes al instalar unidades de cultivo sin tierra al aire libre con fines comerciales. Bautizó esta técnica como hidroponía. Gerike es considerado el padre de esta técnica de cultivo que ha probado ser una alternativa contra los problemas alimentarios del mundo.
Esta forma de cultivo ha traspasado fronteras, podría ser una forma de cultivo apta tanto en el espacio como en los viajes espaciales. Actualmente, la NASA estudia e investiga sobre ello en el departamento de investigación dedicado a la hidroponía y a la agricultura biológica. Poder abastecerse y tener plantas vivas supondría un desafío, aunque ya hay celdas de prueba de hidroponía PWM en la estación espacial. Prueba de ello son las simpáticas imágenes que nos muestra el astronauta Mike Hopkins desde allí arriba.
Beneficios del sistema:
Las raíces de una planta que crecen en el suelo están constantemente en busca y captura de los nutrientes necesarios para sobrevivir. En cambio, si esta misma planta la exponemos directamente a un medio con agua y nutrientes, sin nada de tierra, no hay ningún gasto de energía para mantenerse. ¡Toda la energía queda disponible para el crecimiento y la maduración de la misma!
Cositas buenas:
– Técnica sencilla y cómoda
– Crecimiento rápido de los especímenes
– Rendimiento más fuerte
– Calidad superior
– Período de cultivo más corto
– Reducción del consumo de agua
– De uso para interiores y exteriores
– Sin necesidad de fertilizantes ni otros productos plaguicidas
¿Eres un desastre con las plantas? ¡Prueba este método!
Sabemos que hay personas que les es muy complicado mantener una planta viva. Aun así, les encantaría tenerlas en casa, pero por no pasarlo mal (ni hacérselo pasar mal a la planta en cuestión) dejan de intentarlo. ¡Pues oye, buenas noticias! Parece ser que este método es amigable con ellos, y también para los que no pasan mucho tiempo en casa. ¡Sí sabes de la existencia de algún ser con las características descritas en el párrafo anterior hazle llegar este post de inmediato!
Hablemos de agua:
La magia de este efecto es contener las raíces en un recipiente transparente solamente con agua.
Peeeero, las plantas serán más felices si el agua en la que reposan está enriquecida con nutrientes y minerales. Los básicos son Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K), pero hay más. Debes introducir los necesarios según el tipo de planta que estés cuidando.
Que el agua tenga el pH correcto también está muy bien para que las condiciones de crecimiento sean óptimas. Un nivel de pH entre 5.5 y 6.5 es el adecuado para la mayoría de las plantas. Los termómetros de pH o las tiras pH te ayudarán en esta tarea. ¡No te obsesiones!, en que lo compruebes de vez en cuando para controlar que todo marcha bien ya está.
Si el recipiente es pequeño no cuesta nada cambiar o reponer el agua, incluso puede ser una tarea relajante. Eso le vendrá bien a nuestra plantita para oxigenar el agua, porqué ya sabemos que pasa con el agua si permanece mucho tiempo estancada, ¿verdad?
Si tienes algún recipiente más grande puede que te dé un poco de pereza cambiar toda agua, en este caso te aconsejo un sistema de circulación para bombear el agua y que circule correctamente, puedes ayudarte de bombas de agua (las típicas que hay en las peceras).
Nota: recuerda que todo esto no es necesario, en teoría este método funciona añadiendo agua y nada más. No obstante, todo lo que hagas de más para mantener el agua en buenas condiciones hará que las plantas estén más confortables y crezcan mejor.
¡Vive la experiencia científica en el salón de tu casa!
A modo de resumen y teniendo claro todo lo anteriormente dicho, podemos tener un edén en casa tan pequeño o grande como creamos. ¡Recrear la técnica al mismo tiempo que tienes una deco de lo más original, actual y orgánica!
Nota: Desde que este método se ha hecho viral hay muchas empresas que nos hacen la vida más fácil y ponen a disposición de los consumidores recipientes, nutrientes, kits de jardinería hidropónica, etc. Productos que puedes o no adquirir para iniciarte.
Para empezar necesitas:
– Recipiente de cristal
– Planta
– Agua
– Un lugar soleado (luz directa/indirecta según las necesidades de cada planta)
Recuerda cambiar el agua cada 5-6 días y observar si la planta crece sana. Si no, tendrás que ir modificando parámetros como el lugar donde está situada, la cantidad de luz que recibe, las corrientes de aire, plantearte ir añadiendo algún nutriente al agua, etc.
¡No enloquezcas y no intentes hacerlo todo a la vez!, porque no sabrás exactamente si era eso lo que necesitaba o no nuestra pequeña amiga verde. Prueba una cosa, deja pasar unos días/semana (¡importante no corras!) y después observa los resultados. Con las plantas hay que tener paciencia y saber esperar.
Propagación de plantas por agua
Otro método muy similar, es el de propagar plantas usando solamente agua a través de esquejes, dejando que estos enraícen y se desarrollen. Un esqueje es una parte viva que se ha extraído de una planta, si se mantiene en un recipiente este se desarrolla y genera una planta idéntica a la inicial. La multiplicación por esquejes es un proceso de reproducción de ciertas plantas (luego diremos las más apropiadas).
Para tener un esqueje de diez hay que realizar un corte limpio en puntos clave de la planta madre. Estos puntos clave pueden ser un tallo, una rama o un brote. Después, se introduce en un recipiente con agua para que desarrolle las raíces.
Una vez desarrollada se puede trasplantar o mantenerla en un recipiente con agua, si elegimos la segunda opción volvemos a estar en el método de jardinería hidropónica o hidrocultivo.
¿Por qué digo que la propagación de plantas por agua es otro método muy similar pero bastante diferente? Bueno, los más atentos ya se habrán percatado.
En el hidrocultivo una planta desarrollada, más o menos joven, se introduce en un recipiente con agua. Si la planta está a gusto crecerá y vivirá.
En la propagación de plantas por agua partimos de un esqueje (sin raíces) que introducimos en un recipiente con agua para que enraíce. En ambos casos usamos agua para mantener y desarrollar la planta.
Hablemos de hormonas
El crecimiento de las células y los tejidos vegetales está regulado por un grupo de fitohormonas llamadas auxinas. Su misión es activar la velocidad del crecimiento de las plantas, sobre todo en la parte superior, y determinar el desarrollo de brotes laterales y raíces, hojas, flores y frutos. De hecho, la palabra auxina viene del griego “auxein” que significa aumentar. En la propagación de plantas por agua, si añadimos de manera estratégica auxinas al líquido, podemos hacer que enraícen de manera más efectiva y rápida.
Las mejores plantas para tener éxito
Necesitas una planta madura y saludable, para obtener cortes apropiados, que vayan a resistir el proceso de crecimiento, por sí solos.
Estas son algunas de las mejores especies para empezar:
– Dracaena sanderiana (Bambú de la suerte)
– Epipremnum aureum (Potos, pothus)
– Aglaonema commutatum (Siempreverde China)
– Hedera helix (Hiedra)
– Philodendron Scandens (Filodendro de hoja de corazón)
– Chlorophytum comosum (Cinta, malamadre, araña)
Pequeña guía para propagar esquejes por agua:
- Necesitas de partida una planta sana, saludable y adulta.
- Corta una rama de unos 10 centímetros aproximadamente que incluya uno o dos nodos (de aquí nacerán las nuevas raíces). Usa unas tijeras limpias y haz un corte preciso, ¡sin miedo!
- Rellena de agua un recipiente de cristal limpio. (Tip: si el agua está filtrada va a contener una cantidad de minerales mayor, y la calidad del agua será superior).
- Introduce la rama en el recipiente y elimina las hojas que queden dentro del agua. Así el tallo queda limpio y despejado.
- Ahora sería un buen momento para agregar enraizante líquido (¡Spoiler! Al final del post te voy a enseñar a hacer un enraizante natural y ecofriendly). (Nota: Este paso no es obligatorio, pero ya hemos dicho que una alta concentración de auxinas ayuda en la formación de raíces).
- Selecciona un lugar con luz solar y ubica el recipiente. No es necesario exponer el esqueje a la luz directa, o en el proceso de propagación “tendremos un problema Houston”.
- Ahora paciencia y esperar. La espera es larga, el proceso de enraizamiento tarda varias semanas. Mientras tanto, mantén el agua limpia y cámbiala al menos una vez a la semana.
- Una vez salgan las raíces, y ya tengan una buena longitud, puedes trasplantar la nueva planta a una maceta con tierra o mantenerla en hidrocultivo. ¡Tú decides!
¡Do It Yourself! Enraizante ecofriendly:
¡Vamos con el DIY! En esta ocasión quiero mostrarte cómo hacer un enraizante natural y ecológico. Algo que nos encanta en Espores es mostrarte que siempre podemos conseguir lo mejor del mundo vegetal:
Materiales:
1 taza de judías secas (alubias, frijoles)
4 tazas de agua
2 recipientes transparentes
1 colador
1 embudo
1 trapo
1 batidora
Paso a paso:
- Preparar en un recipiente 4 tazas de agua y añadir 1 taza de alubias. Tapar con un trapo y dejar reposar 8-10 horas.
- Después de 8 horas con ayuda de un embudo y un colador colar el agua en otro recipiente, y reservar.
- Las judías que quedan del inicio (sin agua) las mantendremos húmedas para provocar su germinación, para ello taparlas otra vez con el trapo y dejarlas 24 horas.
- Pasado un día volvemos a echar el líquido que habíamos reservado junto a las judías para volver a hidratarlas. Dejar la mezcla 10-15 minutos. Volver a colar, y dejarlas otras 24 horas tapadas con el trapo.
- Repetir el paso 4 todos los días hasta que la mayoría de las judías estén germinadas. Normalmente se tarda entre 5-6 días. (Tip: si en el proceso repetido de rehidratar y colar alguna judía queda flotando, o tiene un aspecto malo, es mejor retirarla).
- Una vez germinen las judías en su totalidad, añadimos la mitad del agua que hemos estado usando todos los días para rehidratar/colar, y otra mitad de agua nueva. A continuación, pasarlo todo por la batidora.
- Cuando ya esté totalmente batido, separamos la parte líquida con ayuda de un colador hasta un recipiente limpio (puede ser una botella). ¡Este será nuestro enraizante concentrado!
Para utilizar el líquido ten en cuenta estas medidas, por cada parte de enraizante usaremos 5 partes de agua. El sobrante se puede conservar en la nevera hasta 2 semanas.
Hoy hemos aprendido las diferencias entre hidrocultivo y propagación por agua, ¡es tu elección la manera que quieras experimentar!
En ambos casos se requiere paciencia y espera. Las plantas son seres vivos que, de manera general, no tienen una respuesta instantánea a los estímulos que reciben. Ellas viven en modo slow y tardan un tiempo en demostrarnos si están a gusto o si necesitan alguna modificación.
Puedes seguir mis peripecias en Instagram @baladre_crafting_creativity
Este post va dedicado a mi amiga Eli Caballer, “La noche es más oscura justo antes del amanecer” 🤍
Bibliografia
https://ciencia.nasa.gov/proyecto-examina-c%C3%B3mo-regar-plantas-en-el-espacio
http://www.curtisbiologia.com/m1624
https://digital.csic.es/bitstream/10261/60317/5/Diaz_Auxinas...pdf