Un hotel con jardín para mariposas monarca
En el verano del 2018 me hospedé con mi familia en el Hillton Chicago Oak Brook Hills Resort & Conference Center (Illinois, EEUU). Nuestra gran sorpresa fue ver en el jardín del hotel un pequeño espacio, muy curioso, con una placa que decía: “Monarch Waystation” (estación de paso para monarca). En cuestión de minutos entendimos qué ocurría: varias mariposas monarca revoloteaban a nuestro alrededor.
La mariposa monarca, Danaus plexippus (Linneo, 1758), es un lepidóptero con ciclo biológico holometábolo. Esto significa que presenta una metamorfosis completa, con todas las fases de desarrollo: huevo, larva, pupa o crisálida y, finalmente, mariposa adulta. La mariposa pesa 0,5 gramos y mide entre 8,9-10,2 cm de envergadura. El macho es ligeramente más grande que la hembra y posee una glándula en las alas que produce feromonas. Se distribuye principalmente desde el norte de Canadá hasta el sur de Perú y noroeste de Argentina.
Todos los años, cuando se aproxima el otoño (entre agosto y octubre), las monarcas inician un gran viaje de 4.200 km para llegar a México desde Estados Unidos y Canadá, con el objetivo de pasar el invierno. Concretamente, hibernan entre Michoacán y el estado de México, en bosques de oyamel, pinos, pinos-encinos, encinos y cedro (Cupressus lusitanica). Pero ¿vuelan todas las generaciones de mariposa monarca a México? La respuesta es que no. Varias generaciones de mariposa monarca nacen y mueren en Estados Unidos y Canadá. Esta generación, conocida como “Matusalén” puede hacer este viaje porque vive unos nueve meses, a diferencia de las otras generaciones que normalmente viven un mes.
Ciclo de vida y alimentación
Hay dos rutas migratorias por las que las mariposas monarca vuelan hacia Estados Unidos y Canadá: la del este (que realizan, aproximadamente, un 90 %) y la del oeste (que es elegida por el 10 %). Al final de su largo viaje cada hembra pone unos 400 huevos de unos 2 mm en el envés de las hojas de distintas especies de Asclepias, un género de plantas de las que se alimentan las larvas. Aproximadamente una semana después los huevos eclosionan y la larva pasa entre una o dos semanas engordando hasta que busca un lugar seguro para transformarse en crisálida. Dos semanas después emerge la mariposa. Todo este ciclo viene a durar un mes aproximadamente, dependiendo de la temperatura ambiental. Estas mariposas adultas suelen vivir entre cuatro y cinco semanas. La mayoría se reproduce en Estados Unidos y Canadá, donde se suceden hasta dos y tres generaciones de mariposas.
Solamente en Canadá hay unas doce especies diferentes de asclepias. En este país hay un proyecto de ciencia ciudadana llamado “Mission Monarch” que pretende mapear e identificar las asclepias para contribuir a la supervivencia de la mariposa monarca.
Las asclepias o algodoncillos constituyen un género de plantas pertenecientes a la familia de las apocináceas. La mayoría de las especies se distribuyen por Norteamérica. Son hierbas perennes con tallos anuales, producen látex y sus hojas son opuestas de color verde intenso. Presentan coloridas flores (naranjas, moradas, amarillas, blancas), agrupadas en numerosas inflorescencias terminales y axilares. En muchos lugares del mundo, como gran parte de Europa, sudeste asiático y parte de Australia, han sido introducidas. Las orugas se alimentan de las hojas y las mariposas liban el néctar, aunque éstas últimas también pueden tomarlo de otras flores melíferas.
Tanto las larvas como las mariposas tienen unos colores llamativos que las hace muy vistosas y que también constituyen un aviso a los posibles depredadores: de hecho, tiene mal sabor y son venenosas. Esto es porque acumulan en su organismo unos glucósidos cardíacos que provienen precisamente de las plantas de las que se alimentan. Según la cantidad que ingiera el depredador, puede resultar mortal. Aún así, de las orugas se alimentan algunos pájaros, y de las mariposas muertas el ratón de orejas negras.
Pero hay algo curioso en esta especie que las convierte en un insecto sorprendente y extraordinario. Cuando en Canadá y norte de Estados Unidos comienza a llegar el otoño (pasado mitad de agosto), nace una generación de mariposas monarca llamada “Generación Matusalén” que retrasa su reproducción. Esta cuarta generación de mariposas es capaz de vivir hasta nueve meses, volar desde Estados Units y Canadá hasta México sin haber estado nunca antes allí, en un viaje de dos meses (a principios de noviembre), quedarse allí unos cinco meses más, aparearse en primavera y volver a su lugar de origen.
Importancia ecológica y conservación
Las mariposas monarca son insectos que en la edad adulta se convierten en polinizadores. Son, por tanto, muy importantes porque aumentan el flujo genético entre las plantas a las que acuden para libar, y realizan una polinización entomófila.
En Estados Unidos existe un programa para crear hábitats en los cuales la mariposas monarca puedan acceder al algodoncillo. Para ello se ha creado toda una red de espacios en los cuales las orugas pueden alimentarse y las mariposas pueden libar el néctar de las flores durante la primavera y el verano. De este modo se preparan para la reproducción y para que cuando nazca la generación “Matusalén” pueda viajar hacia México.
Este programa es muy importante porque el algodoncillo crece en zonas próximas a campos de cultivo y pastizales donde se usan pesticidas y se limpian bordes de caminos, prácticas que afectan negativamente a la población de las mariposas monarca. Por esta razón, la creación de “Monarch waystations” en parcelas privadas, jardines, escuelas, hoteles, etc. es muy importante, ya que al sembrar y cuidar el algodoncillo, las mariposas monarca tienen donde alimentarse en su largo camino migratorio.
No hay establecida una superficie mínima, aunque se recomienda que sean de 10 m2. Es importante que la zona reciba al menos seis horas de sol al día, se cuiden las plantas (drenaje y buena aireación del sistema radicular). Se recomienda un mínimo de diez plantas de una o dos especies de algodoncillo (género Asclepias) que pueden acompañarse de otras especies de flores que proporcionen néctar y sean anuales, bienales y también perennes.
Tener una “Monarch waystation” requiere un compromiso de cuidados y mantenimiento de las plantas. El proyecto sugiere plantar las especies de algodoncillo en función de cuatro áreas ecológicas dentro de Estados Unidos, de forma que las mariposas monarca obtengan alimento según la ruta que lleven en su migración.
Mi familia y yo estuvimos en la eco-región del noreste. Y pudimos disfrutar concretamente del hábitat 60523, de tipo suburbano y catalogado de tamaño pequeño (menos de 20 m2). Este hábitat, dentro de los jardines del Hillton Chicago Oak Brook Hills Resort and Conference Center (OakBrook Illinois), fue creado el 20 de agosto de 2014.
El 20 enero de 2020 había 27.152 Monarch Waystation. En la ciudad de Chicago, y concretamente en el distrito de Rogers Park, existen proyectos para facilitar el paso de las mariposas monarca, proporcionándoles algodoncillo para su alimentación y acceso al néctar de otras flores. Esta protección es necesaria. Investigadores del Museo Field de Historia Natural de Chicago afirman que la población de esta mariposa ha descendido en un 80 % en las dos últimas décadas en Norteamérica.
Protección
Desde el siglo XIX se sabía que estas mariposas se movían juntas en grandes grupos. Pero fue especialmente a partir de mita de siglo cuando se estudió y demostró que migraban e hibernaban. En 1975, dos naturalistas, Kenneth C. Brugger y Catalina Aguado Trial, recorrieron en caravana las montañas de Michoacán y descubrieron las zonas de hibernación. En 1976 National Geographic publicó un artículo escrito por el entomólogo Fred A. Urquhart, y con el que tanto su mujer Norah, como Brugger y Aguado colaboraban, en el que describía el proceso del descubrimiento de los lugares de hibernación (sin detallar el lugar exacto). Años después se gestionaron las actuaciones de protección.
Actualmente la Reserva de la Biosfera de la mariposa monarca se encuentra en el este del estado de Michoacán y parte del oeste del estado de México. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008. Algunas de las colonias están abiertas al público. Desde hace años se etiqueta a las mariposas con adhesivos ultraligeros con el objetivo de conocer las rutas migratorias entre México y Estados Unidos y Canadá.
Todos los años hay reuniones y simposios sobre el estado de conservación de esta especie y sus hábitats. Es de vital importancia conocer su biología para poderla proteger.
Pese a todas las medidas de protección, la población ha disminuido drásticamente en las dos últimas décadas debido a diversos factores como la pérdida de asclepias en Estados Unidos (tanto en la ruta migratoria como en los lugares de reproducción). Esto es porque estas plantas son consideradas “malas hierbas” en las zonas de campos de cultivo y se eliminan utilizando grandes cantidades de herbicida altamente tóxico para las mariposas monarca, especialmente para las de la “Generación Matusalén” así como para otros insectos polinizadores. También hay que tener en cuenta otros aspectos como la degradación de bosques de hibernación en México, el turismo no regulado y las condiciones climáticas (las temperaturas superiores a 35 ºC hacen que los huevos no eclosionen; tampoco soportan condiciones de sequedad elevada junto a las altas temperaturas).
Hoy en día hay diferentes acciones para proteger a esta especie que están relacionadas con la conservación y restauración de hábitats, investigación, monitoreo, vigilancia y participación ciudadana (educación y cultura de conservación).
Otros lugares donde ver mariposas monarca
Esta especie de mariposa también es capaz de realizar vuelos transatlánticos. Por esta razón se pueden encontrar al sur de Gran Bretaña. También en España se pueden ver en las Islas Canarias, Cádiz y Málaga, donde se alimentan de adelfilla (Asclepia curassavica L.), que debió llegar desde América central, y de la mata de la seda (Gomphocarpus fruticosus (L.) W. T. Aiton), que tiene su origen en África. Estas plantas son alóctonas y llegaron a España hace varios siglos.
Bibliografia
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