En ruta

27 Sep 2017

Cerdeña en bicicleta

Imatge de Julian Grobe

Nuestro bloguero-ciclista, Julian Grobe, ha pasado un interesante verano pedaleando por la isla de Cerdeña y ahora que ya se ha incorporado a al rutina nos ha dedicado unos minutos para contarnos su experiencia y darnos unos consejos.

Sin duda Cerdeña es uno de los sitios más espectaculares del Mediterráneo. Su geografía, la naturaleza, su cultura característica. No hay que dejar pasar una oportunidad para visitar tan formidable lugar y menos si esta oportunidad se da recorriendo la isla en bici o como mochilero. Por eso, voy a comentar mi experiencia de viaje durante 15 días, para que puedan utilizarla como referencia para ir preparados y disfrutar de la isla al máximo.

Viajar en bici es una de las mejores maneras de viajar. Ir despacio te permite saborear todos los matices de las zonas que visitas, sentirlos, olerlos, escucharlos, e interactuar con todo lo que te rodea, es una fuente de vivencias y experiencias únicas, en contacto con la naturaleza. Se disfruta plenamente de los matices del clima, fluyendo con el viento, disfrutando de los amaneceres, atardeceres, y noches de hotel de mil estrellas. También se viven las culturas y las personas de una manera mucho más cercana, amable y desinteresada, sin modificar su esencia. Siempre en la forma de un turismo responsable.

Todas estas ventajas a veces vienen con dificultades, que hay que saber apreciar para lograr que nuestra ruta no se vuelva en nuestra contra. En la mayoría de los viajes un factor muy importante a tener en cuenta es el tráfico.

Recorrido por el casco historico de Sassari

Realizamos el viaje en familia, mi novia Mayte, mi perro Nemo, y yo. Emprendimos el viaje desde Barcelona con ferry, aunque resulta un viaje largo, las ventajas están en que uno puede embarcar y desembarcar sin tener que embalar la bici. También es un viaje mucho más amable para las mascotas, que viajan con nosotros y pasean por la cubierta del barco. Sobre todo, es una forma mucho más sostenible de transporte, en comparación al avión que es la más contaminante.

Castelsardo desde Spiaggia Ostina. Primera parada de Viaje

La isla tiene un clima muy parecido a Valencia, el oeste de la isla es más seco que al este. Se pueden encontrar paisajes paradisíacos, en las playas del norte, como pueden ser la costa Esmeralda y el golfo de Orosei. Paisajes amplios y secos, como son los acantilados de la desembocadura de Bosa. O paisajes tallados en la roca granítica que pareciera de otro planeta, como el Valle de la Luna en Capo Testa. Todos ellos paisajes envueltos de mucha historia.

Valle de la luna, Capo Testa. Un lugar obligado para visitar. Allí existe una comunidad hippie establecida desde los años 80

Costa de Bosa, Cala malu. Un paisaje impactante

Algunos valles de huertas, y zonas más montañosas cubiertas de bosques milenarios nos dan los contrastes geográficos en el trazado de nuestra ruta. Las huertas son amplias y permiten muchos caminos alternativos muy buenos, donde estaremos protegidos del tráfico. Los caminos de montaña son aún más bellos todavía, pero es difícil predecir el estado en el que se encuentran y las pendientes que pueden llegar a ser muy fuertes. A veces no queda más remedio que tomar carreteras transitadas.

Huerta al pie del Castello della Fava, Posada

Calagonone, golfo de orosei

Sendero entre Castelsardo y la Ciaccia, dificil hasta en bicicleta de montaña

Abundan lagos, albuferas, salinas y restingas. Todo esto aumenta la cantidad de matices en el paisaje, haciendo que cada día de viaje sea distinto del anterior. Nos hemos sorprendido de la conciencia ambiental que se ha desarrollado en la isla. Todas las bolsas son biodegradables, la gestión de residuos es bastante exhaustiva, pero como siempre existen muchas contradicciones como por ejemplo que el transporte público y la infraestructura ciclista son deficientes. En todo el viaje no hemos visto un solo aparcabicis, y los pocos carriles bici que hemos encontrado eran pequeños trozos de asfalto olvidados por los ayuntamientos, prácticamente inutilizables.

Salinas rojas de Stintino

El calor puede ser un reto al estado físico. Viajamos en julio, por lo que la máxima durante día no bajó nunca de los 30 grados. Durante las noches se descansa bien, en unos confortables 20 grados. Se puede dormir incluso al raso. Pero siendo los días tan calurosos nos obligó a planear rutas con una parada intermedia en las horas de más calor. Comenzábamos el día a las 5 y media de la mañana. Saliendo con los primeros rayos de sol, se disfruta del aire fresco, de las rutas despejadas de coches y una suave brisa de mar. Llegábamos a calitas y playas tranquilas para comer y pasar la tarde. Luego disfrutamos de un baño largo y relajado en un mar calmo, increíblemente transparente, lleno de vida. Es muy recomendable llevar unas buenas gafas de buceo o al menos de natación en el equipaje. Es normal encontrar playas donde pueda verse sin problemas a 20 metros de profundidad, como por ejemplo en el golfo de Orosei. Bajando a pie hasta la cala de la luna y en barco hasta a la Cala Coloritze, Lejos de la turistificación excesiva encontramos la tranquilidad máxima.

Spiaggia de Ziu Santoru. Se llega luego de un trekking de 9km

Cala Coloritze, Golfo de orosei. foto desde el barco

Una cosa buena que tiene el turismo rapaz, es que se concentra en torno a un reconocido sitio turístico por ser una bonita postal, y a meros cien metros es posible estar completamente solos. Seguramente porque hay que recorrer un pequeño sendero natural, y es poco práctico para los que aparcan el coche cerca de las playas. Esto nos ha pasado en la Spiagga della Pelosa, en Stintino y en muchos otros sitios. Reanudábamos la marcha avanzada la tarde, cuando el sol se tolera mejor. A esta hora aumenta el viento y si viajamos de Oeste a Este de seguro tendremos muchas chances de recibir un empujoncito extra, ya que el viento de poniente es el viento predominante del norte de la isla.

Amanecer en la playa de Ostina

Vista del atardecer en el Puerto de Stintino

Salir durante las horas de sol fuerte, con el aire caliente y poco viento, no es nada cómodo y hace que nuestro cuerpo se canse mucho más rápido. A menos que tengamos un buen viento a favor (lo cual es raro porque suele ser muy flojo) y playas muy cerca donde refrescarse, es mejor esperar a que baje el sol.

El agua para consumo, es un factor a tener en cuenta en Cerdeña, no hay fuentes públicas en los pueblos y es difícil encontrar grifos que den a la vía pública. El agua de red es potable aunque según los lugareños no es buena para beber. Viajando en verano, con el calor y el esfuerzo, era normal que consumiéramos una media de 3 litros al día por persona, con el problema de la cantidad de envases plásticos que esto genera genera. Hay que estar bien provistos de agua si nuestra ruta no cruza una zona poblada, porque muchos ríos están secos o las aguas estancadas.

Con los últimos rayos de sol dejábamos de pedalear para buscar un buen sitio para acampar. Cerdeña está mal preparada para el ecoturismo, hay pocos camping. Suelen ser casi tan caros como un “bed&breakfast” (casas de familia convertidas en hoteles). Nos hemos decantado casi siempre por la acampada libre, sobre todo por nuestra forma de viajar, que solo hacemos una parada para dormir y seguir y luego disfrutamos el día en otro sitio. Hemos aprovechado los camping los días que nos tomábamos de descanso.

La fauna está muy protegida. Los jabalíes están por todas partes y aunque parecen simpáticos y no atacan a las personas, alguien podría llevarse un buen susto durante la noche. (lo digo por experiencia) suelen estar en las zonas de acampe de caravanas, donde encuentran mucha comida.

Atardecer sobre flores cerca de Cala Pischina

Lirios de Mar

La acampada libre está prohibida, pero hay provincias que no ofrecen ninguna alternativa, ni pública ni privada, por lo que es bastante normal ver gente acampando de esta manera con la connivencia de las autoridades. Es muy fácil encontrar lugares cómodos para acampar, incluso cerca de lugares turísticos. Eso sí, siempre intentando dejar todo exactamente como lo encontramos sin dejar ningún rastro. Personalmente me molesta la idea de la prohibición de acampar y que tampoco se intente dar facilidades, como zonas permitidas o camping municipales, con la excusa de los residuos o los peligros de incendio. Es normal ver laderas de montañas o dunas arrasadas por urbanizaciones para una forma de turismo que genera muchos más residuos y problemas medioambientales que la acampada libre.

Acampando cerca de la Spiaggia della Pelosa

Una vez arriba de la bici por la mañana la primera parada obligada son las cafeterías que inundan las calles con olor a café y cruasanes recién horneados. Se hace muy difícil resistirse. Pero la mejor parte de viajar en bici, es que no hace falta resistirse a nada. Con el gasto de calorías del pedaleo, el comer sin culpas está asegurado.

Para los que son vegetarianos como yo les recomendaría llevar un hornillo, ya que cometí el error de no llevarlo pensando en comer bocadillos y alternar comiendo en restaurantes. Pero la comida allí es muy cara. Comiendo barato tenemos pocas alternativas, pizzas o pasta. Y todavía menos opciones si somos vegetarianos o veganos. Por lo que un buen hornillo puede ayudarnos en la variedad de comidas y a no excedernos de nuestro presupuesto.

El clima que puede ser muy caluroso se soluciona eligiendo la hora en la que pedalear. A veces la comida puede ser monótona y simple, pero tiene solución. Solo he encontrado un problema grave: “il problema è le macchine” (el problema son las máquinas). Eso fue lo que me dijo un hombre al verse sorprendido de que le cediera el paso en un cruce marcado con prioridad peatonal.

Es sabido que en Italia no se respetan las normas y son comunes las maniobras imprudentes. Esto es todavía peor en Cerdeña, en donde estaremos rodeados de coches de alta gama y todo terrenos, que no dudan de hacer uso de sus velocímetros sobredimensionados. Pues hemos tenido la suerte de conocer italianos muy simpáticos y felices en el playas y pueblos, pero la mala suerte de verlos transformarse una vez subidos a los coches.

Es normal ver un coche de algún turista circulando a una velocidad no mayor al límite establecido en la carretera y detrás una larga caravana de italianos haciendo todo tipo de gesticulaciones. La mas común, ambos brazos levantados con las palmas hacia arriba y agitándolas nerviosamente.

La hora pico comienza a las 9, con la búsqueda desesperada de aparcamiento en primera linea de playa y se reanuda a las 4 con la vuelta a casa. Sabiendo esto, si estamos en una ruta transitada, es mejor desayunar o merendar esperando que amaine el tráfico y luego continuar.

Camino de montaña hacia Baia Saraceno

Formacion de Roca Granitica

Una buena noticia para los que viajan con perros, es que el transporte público en Cerdeña nos permite subir nuestras mascotas, pagando el correspondiente pasaje si pesan mas de 10 kilos, y hasta pudiendo sentarlas en los asientos si hay sitio disponible. Esto es posible tanto en el bus como en los trenes. También es bastante fácil para nuestras bicis. Si nos hiciera falta subirlas al tren es gratis.

El transporte público a veces puede ser complicado, la respuesta típica al pedir indicaciones a un local suele ser “solo se llega en coche” y “para ir en bici es demasiado lejos”. Los buses a veces son difíciles de encontrar por su escasa frecuencia, falta de organización, y poca gente que los utiliza. Así que tendremos que confiar en Google Maps si el plan es viajar en autobús, ya que las indicaciones suelen ser más confiables que las de los locales.

Hay bastantes playas para perros en Cerdeña, aunque lo normal es que sean alejadas de los pueblos. Existe bastante permisividad con respecto a esto y solo controlan los perros en playas de arena muy concurridas. Así es que hemos visto perros en casi todas las playas, sobre todo en las que son de piedras no hay ningún problema.

Cala Sarraina

Nemo

Cerdeña es una isla muy recomendable para viajar en bici, nos hemos cruzado con muchos cicloturistas por el camino. Hay que tener en cuenta que es mejor planear rutas por caminos secundarios, y llevar un poco de preparación física previa para enfrentar las pendientes que serán más abruptas, e ir con tranquilidad y días de sobra para disfrutarlo al máximo. Estos caminos nos recompensaran con paisajes hermosos y la paz del sonido de la naturaleza.

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Arquitecto, especializado en arquitectura bioclimatica y educacion ambiental. Participo de Valencia en Bici.
Voy en bici a todas partes, no como carne, huyo de los supermercados y hago activismo cuando puedo. Si consigo un trabajo que no va con mi forma de ser, me lo pienso y elijo vivir con lo justo. En un mundo no muy saludable, ser independiente te hace sentir inmune.
extern Colaborador Externo
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