La planta más pequeña del mundo
Con poco más de un milímetro de diámetro, la lenteja de agua enana está considerada una de las plantas vasculares más pequeñas del mundo. Flotante y carente de raíces y tallo, Wolffia arrhiza es una planta protegida en España desde que en 1994 fue incluida en el Catálogo Andaluz de Especies de la Flora Silvestre Amenazada.
De todas las especies del reino vegetal, la familia de las Lemnoideae, conocidas popularmente como lentejas de agua, destacan por su escaso tamaño, siendo las plantas más miniaturizadas del mundo. Las lentejas de agua se distribuyen por todo el planeta y habitan aguas dulces y estancadas de los cinco continentes. Son hierbas acuáticas muy simples formadas por talos (un tejido falso que equivale a la raíz, el tallo y las hojas) y de reproducción mediante clonación. Las lentejas de agua son una importante fuente de alimentos para las aves acuáticas, aunque también son consumidas por los humanos en algunas zonas de Asia sur-oriental, puesto que son muy ricas en proteínas. En algunos lugares también se usan como plantas ornamentales en jardines y parques.
Wolffia arrhiza
Dentro del grupo de las lentejas de agua existen variedades gigantes y variedades enanas. Dentro de las primeras destacamos Spirodela polyrrhiza, una planta flotante que no se localizaba en la cuenca mediterránea ibérica desde hace más de 80 años y que ha sido localizada en el curso bajo del rico Ebro, en la región de l’Empordà (Girona). Spirodela polyrrhiza puede alcanzar los 10 milímetros de diámetro, lo cual la convierte en una de las especies más grandes dentro de las lentejas de agua. En el lado opuesto de este ranking encontraríamos a Wolffia arrhiza, que logra un máximo de 1,3 milímetros de diámetro.
Spirodela polyrrhiza
Wolffia arrhiza
Enanos de jardín
Wolffia arrhiza es la mínima expresión de una planta: su cuerpo está miniaturizado, reducido a un disco flotante del que cuelgan varias raíces, sin tallos ni hojas. Las flores tienen dos estambres, un pequeño pistilos y no tiene ni pétalos ni sépalos. Como curiosidad, pueden caber hasta 25 de estas plantes enanas en la uña del dedo de un adulto y una docena en la cabeza de una aguja y se distribuye por gran parte del planeta.
Wolffia arrhiza presenta un color amarillo verdoso. Su flor, prácticamente invisible al ojo humano, se produce en una depresión en la parte superior del cuerpo de la planta. Normalmente, estas plantas flotan en estanques de agua dulce y forman alfombras junto a otro tipo de plantas.
Normalmente, Wolffia arrhiza no tiene problemas de reproducción, y puede ser una especie problemática debido a su rápida propagación. Sólo puede situarse en un lugar con exposición directa al Sol, por lo que, si queremos plantarla directamente en un estanque, tendremos que retirar periódicamente el exceso para garantizar que la luz llegue correctamente a las otras plantas.
Cada vez es más escasa por la destrucción de su hábitat natural lo que impide que crezca salvaje. Uno de los pocos lugares de la Península Ibérica donde sigue teniendo presencia salvaje es en la Retuerta de Doñana, en el Parque Nacional. La presencia de Wolffia arrhiza en la zona reforzó su alto valor ecológico. En Doñana, Wolffia arrhiza convive con otras especies de su misma familia, por ejemplo Lemna minor, también llamada lenteja de los acuarios.
Desde el año 1994, Wolffia arrhiza está incluida en el Catálogo Andaluz de Especies de Flora Silvestre Amenazada (Decreto 104/1994, de 10 de mayo, de la Consejería de Cultura y Medio ambiente de la Junta de Andalucía) en el apartado de Plantas Vulnerables junto con otras acuáticas como el mordisco de rana (Hydrocharis morsus-ranae) o la carnívora Utricularia exoleta.