Día de agradecimiento al árbol
Hace unos días el Jardín Botánico celebraba el día del árbol con una jornada de puertas abiertas, una excursión para reforestar, y varias jornadas con la Asociación Española de Arboricultura con talleres, una exposición y visitas guiadas. Todos amamos los árboles y nos gusta dedicarles un día, pero ¿cúal es el origen de esta celebración?
El día del árbol es una celebración suficientemente conocida, al menos por su nombre, aunque quizás no tanto por la fecha en que tiene lugar. Este día, que en el conjunto del territorio valenciano se celebra el 31 de enero, está lleno de actos y de actividades relacionadas con la plantación de árboles. Es muy apreciado por niños, jóvenes, adultos y políticos, puesto que sirve igual para disfrutar de unas horas al aire libre como para llenar imágenes de vídeo que se pueden emitir en cualquier televisión (si no la han cerrado). La diferencia está en quién se cree realmente aquello que está haciendo.
Pero, ¿desde cuándo y por qué celebramos este día?
Suecia fue el primer país del mundo en instituir un día al año como “Día del Árbol”, fue en 1840. Ya había conciencia de la importancia de los recursos forestales, de la necesaria atención que se tenía que brindar a los árboles y a los bosques y, sobre todo, de la necesidad de concienciar a los niños en el conocimiento y la práctica de una tarea a largo plazo, como era la plantación y atención de los árboles. A lo largo de muchos años del siglo XIX, numerosos suecos emigraron a Norteamérica y se llevaron con ellos esta tradición y fue, precisamente en los Estados Unidos de América donde arraigó con muchísima fuerza.
Bosque sueco. Imagen: Kjell Eson
J. Stirling Morton
En las grandes llanuras casi vacías de árboles de los territorios de Nebraska corría el año 1854 cuando, entre otros muchos colonos, se encontraba J. Stirling Morton. Tanto él como su esposa eran grandes amantes de la naturaleza, motivo por el cual la casa en que se establecieron pronto estuvo rodeada de árboles y flores. Por su profesión de periodista, pronto se convirtió en el editor del primer periódico de Nebraska y aprovechó esta tribuna para proclamar su entusiasmo por los árboles. Ya en 1872, propuso la celebración de una festividad dedicada a la plantación de árboles que él mismo denominó como “Arbor Day” (o Día del Árbol), para la cual se eligió la fecha del 10 de abril de aquel mismo año. El éxito de la convocatoria fue tal, que se estima que más de un millón de árboles fueron plantados en Nebraska en la celebración del primer “Arbor Day”.
Así, esta conmemoración fue proclamada oficialmente en 1874 por el gobernador del estado y, un año más tarde, fue declarada fiesta oficial, trasladándose al día 22 de abril, fecha de nacimiento de Morton, su fundador. A partir de 1880, esta costumbre se extendió a todos los colegios de la nación, y desde aquí se extendió en todo el mundo. En España la introducción del día del árbol se produjo a principios del siglo XX, a partir del decreto que promulgó el rey Alfons XIII:
“REAL DECRETO DECLARANDO OBLIGATORIA EN ESPAÑA LA FIESTA DEL ÁRBOL
De acuerdo con mi Consejo de ministros, y a propuesta del de la Gobernación.
Vengo a decretar lo siguiente:
Artículo 1.º Se declarará obligatoria la celebración anual de una Fiesta del Árbol en cada término municipal. La fecha en que tiene que celebrarse se fijará por las corporaciones correspondientes en sesión ordinaria, y el acuerdo se hará público para conocimiento de todos los habitantes del municipio. El Ayuntamiento tendrá que invitar a todos los funcionarios, asociaciones y entidades, tanto oficiales como particulares, que residan al término municipal.
Artículo 2.º Los ayuntamientos tendrán que consignar en los presupuestos municipales aquellos gastos que se consideran necesarios, teniendo en cuenta las atenciones de carácter obligatorio que sobre el ayuntamiento pesan, para la adquisición de terreno, para siembras, plantaciones, riegos y el resto de gastos indispensables para la celebración de las fiestas. Los gobernadores no aprobarán ningún presupuesto municipal sin que figure partida, por pequeña que sea, destinada al fin indicado.
Artículo 3.º Los secretarios de los ayuntamientos tendrán la obligación de enviar al gobernador de la provincia, por duplicado, una Memoria de la celebración de la Fiesta del Árbol, teniendo que figurar fecha en que se celebró, el número de árboles plantados, el número de asistentes a la solemnidad, señalando de una manera especial los alumnos de las escuelas que concurran, personas que más se distingan por su colaboración a las fiestas y estado de las plantaciones ejecutadas en años anteriores. Los gobernadores formarán una Memoria general de la provincia, en que tendrán que figurar todos estos datos parciales, y lo elevarán a la Dirección general de Agricultura.
Dado en palacio, el 5 de enero de 1915 – Alfonso – El ministro de la Gobernación: José Sánchez Guerra”
Planta por el día del árbol! Sierra de Agullent (Valencia). Actividad organizada por el Jardín Botánico
Posteriormente, en cada comunidad autónoma, se estableció un día para la celebración del día del árbol. En nuestro caso fue el 31 de enero el día elegido para celebrar esta importante efeméride ambiental. Esta fecha señalada dentro del calendario de celebraciones “ecologistas” tiene que ser, además de un día para plantar árboles, una jornada para invitar a la reflexión sobre el papel que todos nosotros jugamos en la conservación y mejora de nuestros árboles y el papel que estos juegan en nuestra calidad de vida. Seguro que ahora ellos están haciendo mucho más por nosotros que nosotros por ellos. Agradecerles todo esto no es trabajo sólo de un día.