La huerta en noviembre
Si en noviembre oyes que truena, la cosecha será buena. Y es que este mes, con las lluvias al caer y la bajada de temperaturas, la tarea se reduce en la huerta pero no se detiene. Es tiempo de cosechar nuestras hortaliza de otoño, pero como los días serán más cortos habrá que aprovechar al máximo las horas de luz.
Además de seguir disfrutando de las ricas calabazas, este mes saborearemos las primeras coles y lechugas de la temporada, así como otras plantas de hoja como las espinacas y las acelgas. Recolectaremos las cabezas de coliflor con algunas hojas verdes cuando estén firmes y duras, arrancando el resto de la planta que quede en el suelo para dejar espacio libre en la huerta, mientras que con las lechugas es mejor cortarlas 2 o 3 dedos por encima de la tierra para asegurarnos de que puedan rebrotar.
Lechuga (Lactuca sativa)
En cuanto a las espinacas y acelgas podremos ir recolectando poco a poco las hojas laterales más maduras, con cortes limpios, conforme las vayamos necesitando y así la planta podrá seguir ofreciéndonos hojas nuevas. Y no os olvidéis de los rabanitos que plantamos el mes pasado, porque en 3-4 semanas desde la siembra estarán listos para consumir, de hecho si los dejamos más tiempo en tierra pueden llegar a coger un sabor demasiado amargo.
Pero la protagonista de este mes será sin duda la alcachofa, sin apenas calorías y perfecta para añadir a un buen arroz meloso o paella, ahora que las temperaturas ya nos demandan platos de cuchara. Sus matas de gran porte empezarán a darnos las primeras yemas que habrá que recoger antes de que se conviertan en flor. Sabremos que están maduras un poco por el tamaño, pero también cuando al doblar las escamas de la propia cabeza hacia atrás se rompan. Las cortaremos con un poco de tallo floral, unos 5 cm.
Brotes de zanahorias (Daucus carota)
Flor del tirabeque (Pisum sativum subsp. arvense). Imagen: Ana Torres
A las zanahorias sin embargo todavía les queda mucho camino por delante pero podemos ir aclarando los brotes, quitando algunos ejemplares hasta dejar una distancia de 8 cm entre ellos. Mientras, las habas y los tirabeques aportarán un poco de color a nuestra huerta con las delicadas flores que empezarán a asomar en nuestras matas.
Un colorido que podremos potenciar colocando en los laterales y esquinas algunas plantas de flor, como los crisantemos que están en su mejor momento y los hay de todos los colores. Plantas que además atraerán a la fauna útil a nuestro huerto, y más en épocas de frío que tienden a escasear.
Sabor, color… ¿y el olor? Convierte tu parcela en un auténtico paraíso de sensaciones creando un rincón para plantas aromáticas y medicinales. Sólo necesitan mucho sol y un buen drenaje para que no se encharquen las raíces.
Rincón de aromáticas en tu huerto
Puedes comprar directamente las plantas que prefieras pero si tienes opción de reproducir alguna puedes plantar romero, marialuisa o salvia a través de esquejes, o dividir matas de melisa, ajedrea o tomillo.
Para planificar el espacio deberás tener en cuenta la envergadura de las matas. El romero, por ejemplo, se convertirá en un arbusto leñoso y perenne, por lo que debemos buscarle un sitio que no vayamos a utilizar en varios años.
Una mata de romero es suficiente para las necesidades de una familia, y también se puede cultivar en maceta. En cuanto a su uso, habrá que utilizarlo con moderación en nuestros guisos, ya que su olor y sabor fuerte cubrirán el aroma de otras especias. También se puede utilizar para aromatizar aceites y hacer infusiones.
Romero (Rosmarinus officinalis)
Tomillo (Thymus piperella)
El tomillo, además de por su sabor, no será útil debido a sus propiedades. Tiene un crecimiento rastrero y porte pequeño. En cocina se utiliza para aromatizar guisos y carnes, mientras que en infusión favorece la digestión, evita los espasmos gástricos, alivia el dolor de garganta y la tos, y nos ayudará contra los resfriados y la bronquitis.
También podréis plantar albahaca, orégano, eneldo, perejil, manzanilla, poleo-menta… más biodiversidad para el huerto y una farmacia verde a tu disposición con la que podrás hacerte infusiones todo el año y mejorar el sabor de tus comidas.
Y recordad, noviembre es un mes para disfrutar en el que la frecuencia de riego y la diversidad de cultivos a controlar disminuye, así como los problemas asociados a plagas y enfermedades debido al frío. Pero sólo un consejo más, cuidado con los caracoles. Si no queréis que ataquen vorazmente vuestra lechugas y otras plantas de hoja, tendréis que revisar regularmente los cultivos y colocar varias tejas a lo largo de la huerta. Los caracoles se refugiarán en ellas y podréis eliminarlos así más fácilmente.