PLANTAS DE PIEDRA
Las lithops son una de les plantes más extrañas que existen, se camuflan en la tierra como si fueran piedras, convirtiéndose en un ejemplo de adaptación a las duras condiciones de vida de las zonas desérticas.
A simple vista, parecen piedras de apenas unos centímetros que pasan totalmente desapercibidas en el suelo. Sin embargo, se trata de seres vivos que han convertido en todo un ejemplo de cómo la naturaleza se adapta a las condiciones más extremas. Por eso, todo lo que podemos decir sobre estas plantas tiene un objetivo: sobrevivir en los desiertos de África, con temperaturas de hasta 40º y precipitaciones mínimas.
Reserva natural de agua
Las lithops son flores originarias de las zonas desérticas de África. Su nombre deriva del griego “lithos” (que quiere decir “piedra”) y “opsis” (cuya traducción es “apariencia”) en consideración del parecido a las piedras con las piedras. De ahí su que sean conocidas como “piedras vivientes” o “plantas piedra”. Si alguien se pregunta porqué estas plantas han decidido “confundirse” con las piedras mimetizándose con el medio que les rodea la respuesta es muy sencilla: evita que sean comidas por los animales, que ven en ellas una importante fuente de agua. El 80 % del bulbo de las lithops (de color verde, rosado o violáceo) es de agua, lo que las convierte en auténticos tanques de agua debido a que las zonas en las que crecen son muy secas. De hecho, en algunas tribus africanas los niños se las comen para aplacar la sed.
El motivo de que almacenen agua es que sus dos únicas hojas se fueron uniendo hasta crear un tipo de cono vuelto que se origina de un corto fuste subterráneo. Su carnosidad y su forma redondeada hacen que el agua se conserve bien. Sin esta adaptación como reserva de agua, las lithops no podrían haber sobrevivido.
Cuando el lithops se abre el cono queda subdividido en la parte central dando paso a una vistosa flor de color blanco o amarillo dependiendo de la especie. La vida de esta flor única es de apenas una semana ya que la planta, como mecanismo de defensa y supervivencia y para no desperdiciar los escasos recursos hídricos y nutritivos, apenas le da una semana de vida. También debido a este aprovechamiento de recursos, las plantas son de pequeñas dimensiones, es decir, que apenas miden unos centímetros, como máximo, cinco.
Respecto a su reproducción, se trata de plantas autoestériles. Esto significa que las flores masculinas y las flores femeninas de una misma planta no se cruzan entre ellos por tanto hacen falta plantas de muchas variedades para poder conseguir semillas fértiles.
Entre las especies más vistosas destaca la Lithops optica cuyas hojas son intensamente incididas de color gris oscuro-verde. Las flores son blancas. Otra especie muy común es la Lithops aucampiae que es a su vez uno de los lithops más grandes. Cada ejemplar de este tipo puede alcanzar los en centímetros de alto y de ancho. Sus hojas son de color morado y las flores amarillo intenso.
Lesliei rubrobrunnea
Lithops Aucampiae
¿Puedo cultivar mis propios lithops?
El cultivo de este tipo de planta es muy sencillo y, debido a que se trata de una planta que se adapta a climas de lo más extremo, podemos cultivarlas en prácticamente cualquier sitio, incluso en pisos calurosos siempre que tengan bastante iluminación. Su riego depende de la época del año, que marca el ciclo vital de las lithops. Deben regarse con mayor frecuencia durante el verano, estableciendo los riegos de manera gradual y continua, y con la llegada del otoño, coincidiendo con la floración, debe reducirse su riego.
En todo caso lo que hay que tener en cuenta para abastecer de agua suficiente (y no en exceso) a los lithops es el suelo. Hay que esperar a que el terreno esté seco para volver a regarlo.
Como las lithops son plantas de crecimiento lento, pueden conservarse en la misma maceta durante 10 o 20 años en el interior de las casas, pero es mejor no ponerlas en el exterior, ya que no les viene bien ni la lluvia ni el sol. Lo mejor es ponerlas en semi-sombra recibiendo la luz solar directamente durante unas 7 horas al día. Si quieres cultivarlas, necesitarás macetas grandes con sustrato a base de sustrato vegetal y un 60% de arena gruesa silícea
Las lithops no se podan, aunque es necesario eliminar las hojas secas que pueden convertirse en vehículo de enfermedades parasitarias. Generalmente, el trasplante se realiza cada dos o tres años y el periodo óptimo para hacerlo es cuando las viejas hojas ya se han arrugado completamente y las nuevas hojas han emergido. Las macetas tienen que ser de pequeñas dimensiones, acorde con las las dimensiones de la planta y con sus raíces. En este trasplante usando una parte de terreno por cactaceae, una parte de arena fin, uno de perlite o piedra pómez.