El visitante espía
¿Qué pensarían un grupo de alumnos de instituto al pasear por nuestro Botánico? Pues lo hemos descubierto con este cuestionario que amablemente nos han contestado estos estudiantes de la Puglia italiana.
El Jardí Botànic de la Universitat de València va néixer amb els primers jardins italians al segle XVI, el que el converteix en un dels més antics del món. Després d’haver passat per moltes funcions com l’estudi de la medicina i les plantes, en els segles XX i XXI s’ha adaptat a l’obertura al públic i l’oci en forma d’espai lúdic amb informació i activitats.
En la primavera de este año, concretamente en el mes de abril, surgió la oportunidad de tener un grupo de estudiantes italianos de instituto dispuestos para participar en ejercicios durante una semana. Con este perfil tan concreto, se dio la posibilidad de averiguar lo que pensaban sobre el jardín, lo que les parecía y para ello decidimos pasarles un test. A continuación os mostramos las preguntas que les hicimos y lo que ellos nos transmitieron.
Rincón más bonito y feo del Jardín
El “árbol del amor” (Cercis siliquastrum) fue considerado como lo más bello del Jardín. No es de extrañar tratándose de un árbol caducifolio cuyas flores presentan una corola de color rosa-lila o blanco, lo que lo hace muy llamativo. Por el contrario, la zona de compost fue lo que menos gustó, lo que nos lleva a pensar en la necesidad de un cambio en la forma de mostrarlo a los visitantes para hacerlo más atractivo.
Cercis siliquastrum, árbol del amor. Clic para saber más
Planta decepcionante y sorprendente
El conjunto de las plantas carnívoras fue lo que más decepcionó, posiblemente debido a la idea preconcebida que muchas personas tienen de ellas. Esto podría arreglarse aumentando la información sobre ellas en el Jardín y en concreto en el invernadero.
Atrapamoscas en flor (Drosera capensis)
El “árbol del amor” (Cercis siliquastrum) se encontró entre lo que más había sorprendido, algo que se podría esperar dado que no es muy conocido en la cultura general y por su belleza. Las palmeras y varios especímenes de la familia de plantas Pandanaceae también resultaron fascinantes. Se podría pensar en destacar de alguna forma estos puntos.
Edificio más y menos impactante
El edificio que ha causado un mayor impacto fue el umbráculo, construido a finales del S.XIX y en cuyo interior se encuentran multitud de plantas diferentes, entre ellas aquellas que necesitan sombra para desarrollarse.
Umbracle
El edificio percibido como menos impactante fue el invernadero en el que se encuentran las plantas carnívoras, puede que debido a la decepción que éstas han supuesto o a la mayor normalidad de los invernaderos.
Sonido más agradable y desagradable
El sonido considerado más agradable fue el de los cantos de los pájaros, lo que es comprensible ya que a la mayoría de la población le resulta un sonido atrayente. En el Jardín Botánico hay una Guía de aves (“Un bosque de plumas”) que cualquier visitante puede adquirir para identificar las cerca de 80 especies que pueden encontrarse en él en casi cualquier época del año.
El sonido más desagradable fue aquel que cabría esperar en una zona verde situada en plena área urbana: el ruido. Ruido procedente tanto del interior como del exterior del Jardín y producido por máquinas o personas. Esto podría tratar de mitigarse con una reducción en la circulación de vehículos alrededor del recinto y con la utilización de un equipo más silencioso en los trabajos que sean necesarios en el interior del Jardín.
Cosas aprendidas paseando por el Jardín
La respuesta a esta pregunta por parte de los estudiantes extranjeros fue un tanto ambigua y su carácter el más diverso de las cuestiones planteadas: la biodiversidad, la rareza de algunas plantas, la historia de una serie de árboles… Esto inclina a pensar que el Jardín presenta un gran potencial en el campo de la formación y divulgación de conocimientos a la población, no sólo a miembros de la comunidad educativa, sino a cualquiera que visite el Jardín y participe en alguna de las actividades propuestas.
Algo que apetece hacer y no se ha podido hacer
No haber podido coger flores fue el principal lamento de los visitantes. Obviamente, esto no se puede cambiar, ya que si se permitiera cualquiera podría hacerlo y el Jardín se vería seriamente perjudicado.
Variedad de rosa ‘La France’. Recordamos a nuestros lectores que no está permitido arrancar material vegetal
Algo que se ha hecho pero no apetecía hacer
Tomando a los estudiantes extranjeros como ejemplo representativo, la mayoría de ellos expresaron que no habían hecho nada durante la visita que no les apeteciera y que ninguna actividad les pareció aburrida, de lo que se deduce que la visita les resultó agradable.
Lugar en el que uno podría esconderse para pasar la noche en el Jardín
La respuesta más abundante se encontró dirigida al edificio del umbráculo, lo cual tiene sentido recordando que es considerado por muchos como el edificio más impactante del Jardín.
Explorar el Jardín un día de lluvia
Aunque con tiempo tormentoso el Jardín suele cerrarse a las visitas por seguridad dada la peligrosidad del viento, ante la posibilidad de que el Jardín pudiera abrir sus puertas en días de lluvia la mayoría se mostraron interesados en que así fuera argumentando que ello les permitiría contemplar el Jardín de forma diferente o “sentir” el olor de la lluvia entre la vegetación.
No obstante, a algunos no les resultó llamativa la idea, ya que preferían la “belleza exclusiva” que la luz del Sol proporciona al Jardín y a sus plantas.
Tiempo transcurrido hasta hacer la primera foto
El estudiante que más tiempo tardó en tomar la primera foto lo hizo transcurrida media hora tras el inicio de la visita, pero la mayoría lo hicieron de forma inmediata o casi inmediata después del acceso. Esto prueba la poderosa forma que tiene el Jardín de llamar la atención desde el primer momento y su éxito entre los visitantes.
A qué se ha dedicado la primera foto
La primera de las fotos se ha hecho de forma claramente predominante en la entrada del Jardín: la estructura, el busto y el árbol situado en la misma han sido los objetivos. Esto demuestra el atractivo de esta parte del Jardín, que además anima al visitante y le motiva a iniciar el recorrido por el Jardín.
Simón de Rojas Clemente. Nacido en la localidad valenciana de Titaguas en 1777
Opinión sobre la información disponible (folletos, carteles, etiquetas, paneles…, etc)
La opinión en cuanto a los medios de información ofrecidos a los visitantes del Jardín fue positiva en todos y cada uno de los casos, destacando aspectos como su estructura, función, utilidad, aptitud y claridad, así como el interés transmitido al lector. Aunque esto llevaría definitivamente a pensar en un funcionamiento positivo, recordemos que se trata de estudiantes, un público que no suele ser especialmente crítico.
Tiempo transcurrido hasta querer irse
De haber tenido opción, una clara mayoría de los estudiantes no habrían abandonado el Jardín a corto plazo. Esto es una prueba más del gran atractivo que supone el Jardín, en este caso para visitantes extranjeros, y por tanto de la gran importancia que tiene su cuidado y mantenimiento.
De todo esto se puede concluir que la experiencia de la gente tras una visita al Jardín Botánico suele ser positiva, aunque esto no significa que no puedan hacerse cosas para tratar de mejorar. Siempre es posible y cuestionarios como este son el principio.