Jardín Botánico UV

31 Ene 2025

Cinco propósitos botánicos para un 2025 más verde

Con la llegada del nuevo año, toca hacer listas de propósitos. Que si ir al gimnasio (al menos en enero), que si comer mejor, que si leer más... Pero en Espores queremos añadir un toque verde a los objetivos clásicos y aprovechar el cambio de año para fomentar hábitos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Así que aquí tenéis cinco buenos propósitos botánicos para 2025, ideales para conectar con la naturaleza, mejorar nuestro entorno y contribuir a un futuro más verde. Unos consejos que Eva Pastor nos ofreció en el programa La Vía Verde de À Punt y que ahora compartimos con vosotros. ¿Aceptáis el reto?

Leer con consciencia ecológica: más naturaleza, menos papel

Si te apasiona la lectura y quieres darle un toque más sostenible, este propósito es para ti. Y es que el amor por los libros no está reñido con el cuidado del medio ambiente, y por suerte, hay muchas maneras de disfrutar de la lectura con conciencia ecológica. En primer lugar te recomendamos que te acerques a La Biblioteca José Pizcueta del Jardí Botànic de València donde encontrarás una gran selección de libros sobre plantas, naturaleza y ecología, perfectas para alimentar tu curiosidad verde. ¿Y lo mejor de todo? Te los acerca al Jardín con la Bibliomòbil, donde podrás elegir un libro que te inspire, buscar un rincón especial, disfrutar de la sombra de los árboles y leer rodeado de vegetación. Y si buscas recomendaciones, tienes la sección #PlantesContades, con historias para todos los gustos: desde libros ilustrados hasta divulgativos como Esto no estaba en mí libro de botánica de Carlos Magdalena, ensayos como Diarios del bosque de Richard Powers o incluso novelas y poemarios inspirados en la naturaleza.


Pero, antes de devorar libros, prestemos atención al papel. ¿Sabías que el origen del papel se encuentra en el papiro, Cyperus papyrus? Esta planta, que puedes ver en la zona de acuáticas del Jardín, fue clave para la escritura al antiguo Egipto. Han pasado muchos siglos desde entonces y el papel ha evolucionado hasta convertirse en un elemento imprescindible de nuestra cultura, pero también en un recurso que hay que gestionar con responsabilidad. Hoy en día, el consumo de papel es desorbitado: en 2023, solo en España, ¡se gastaron más de seis millones de toneladas! Esta cifra escandalosa supone un gran impacto ambiental, tanto en la deforestación como en el consumo de agua y energía necesarios para su producción. Así que, si queremos ser lectores responsables, podemos optar para elegir libros electrónicos cuando sea posible, reutilizar e intercambiar libros en lugares como las bibliotecas o las librerías de segunda mano, y, por supuesto, incluir más literatura botánica en nuestras lecturas. Porque leer sobre naturaleza no solo nos enriquece, sino que también nos ayuda a quererla y protegerla.

Adopta una planta

Seguro que alguna vez os habéis propuesto cuidar una planta… y quizás no acabó bien. Hojas amarillas, tierra demasiada seca o, por el contrario, raíces ahogadas por exceso de riego. ¡No sufráis! Este año lo haremos más sencillo: escoged una y cuidadla con paciencia y constancia. Escoger una única planta nos permitirá conocerla a fondo, entender sus necesidades y encontrarle el lugar ideal. Recordad que las plantas no se tienen que colocar solo donde quedan bonitas, sino dónde mejor pueden vivir según la luz, la temperatura o la humedad del espacio. Además, conocer su ciclo vegetativo, desde la germinación hasta la floración y la maduración, nos permitirá saber qué cuidados necesita en cada momento. Riego, abono, trasplantes… ¡cada fase tiene sus secretos! Así que, si no tenemos demasiada mano con las plantas, empezar con una sola y poner toda nuestra atención es la mejor opción: informarnos, tener paciencia y sobre todo disfrutar del proceso. Y si queréis aprender más sobre plantas y jardinería, el Jardín Botànic de València impartirá cursos desde febrero hasta mayo para que podáis profundizar en el mundo vegetal y ¡poner en práctica nuevos conocimientos para poneros manos a la tierra!

Ponle nombre a la naturaleza

¿Cuántas veces habéis dicho: “esa planta que tiene mi abuela en el patio” o “el árbol del lado”? ¡Este año hay que cambiar el chip! Aprendiendo el nombre de dos plantas al mes, ¡conoceremos veinticuatro a final de año! Podemos empezar con las de casa, las que nos rodean cada día, pero de las cuales nunca recordamos el nombre; seguir con nuestro barrio, observando parques y jardines con una mirada más curiosa. Y si queremos llevar el reto a otro nivel, podemos explorar los bosques mediterráneos y descubrir la riqueza vegetal de nuestro territorio. Para facilitarnos la tarea, podemos usar guías botánicas y aplicaciones móviles que nos ayudan a identificar especies con una simple foto. Y para los más atrevidos, ¿por qué no aprender también los nombres científicos? Aunque al principio parecen complicados, tienen su lógica y nos permiten conocer mejor las relaciones entre las plantas. Además, si queréis profundizar todavía más en el reto en el Jardí Botànic de València organizamos rutas guiadas para reconocer especies vegetales dentro del ciclo De Ruta amb el Botànic. Y para los más curiosos, podéis adentraros en el fascinante mundo de las plantas endémicas. ¿Sabíais que en el territorio valenciano tenemos 127 endemismos? Por ejemplo, la Linaria arbensis, exclusiva del nordeste de Alicante, o la Silene hifacensis, una especie iberobalear. ¿Cuántas sabréis identificar al acabar el año?

Un propósito saludable: más contacto con la naturaleza

Si vuestro propósito es hacer más ejercicio, ¿por qué no andar entre árboles en lugar de hacerlo entre coches? En València tenemos una auténtica joya verde, el cauce del río Turia que, con sus nueve kilómetros de recorrido, ofrece una ruta perfecta para andar, correr o simplemente disfrutar de un paseo tranquilo entre árboles, plantas y el aire fresco que hace que la ciudad parezca un lugar más saludable y amable. Por otro lado, también podemos probar los llamados “baños de bosque” o Shinrin-yoku, una práctica japonesa que consiste en pasear tranquilamente por el bosque y disfrutar de todos sus sonidos, olores y texturas. Estudios han demostrado que reduce el estrés y mejora la salud física y mental, e incluso existen algunos jardines botánicos, como el de Sóller en Mallorca, donde se organizan actividades de este tipo. Y si vives en la Comunidad Valenciana tampoco tienes ninguna excusa porque tenemos la suerte de contar con veintidós parques naturales y numerosas microrreservas de flora protegidas por la UNESCO. Así que, este 2025, ¡aprovecha para conectar con la naturaleza!

Más allá de disfrutar de la naturaleza: defensa de la biodiversidad

Disfrutar de la naturaleza está muy bien, pero protegerla es todavía mejor. Y para conseguirlo, ¡hay que pasar de la admiración a la acción! Hay muchas formas de contribuir, desde participar en iniciativas de renaturalización urbana hasta hacerse voluntario en proyectos de conservación. Por ejemplo, asociaciones como Limne trabajan en la protección de riberas fluviales, una tarea fundamental para la biodiversidad y todavía más relevante después de fenómenos extremos como la DANA. También podemos unirnos a un Bioblitz, una actividad de ciencia ciudadana donde se intenta registrar el mayor número de especies posibles en un tiempo determinado. O participar en las Biomaratones de Flora en el mes de mayo, organizadas por la Sociedad Española de Botánica, que nos permitirán contribuir en el estudio y la protección de la flora con la ayuda de expertos.

Pero nuestra implicación no tiene que quedarse solo en actividades puntuales. Podemos hacer cambios en nuestro día a día para tener un impacto positivo, las pequeñas decisiones que tomamos cada día y que acumuladas a lo largo de los años pueden tener un impacto positivo en nuestro entorno. Una de estas decisiones y que tomamos cada día es la elección de los alimentos que consumimos. Escoger productos locales y de temporada, además de ser una opción más sana (los productos su más frescos y sabrosos), puede reducir la huella ecológica asociada al transporte de grandes distancias o a la producción intensiva en invernaderos, y por supuesto apoyaremos la agricultura de proximidad y favorecemos la economía local. Pero para hacerlo bien, lo primero que hay que saber es cuales son los productos de temporada, así que ya es hora de olvidarnos de pedir alcachofas en julio o fresas en diciembre, aunque tengamos muchas ganas de comerlas. En lugar de esto, podemos respetar los ciclos naturales de los alimentos, descubrir los sabores auténticos de cada estación y aprovechar los alimentos en su mejor momento.

Cada pequeña acción cuenta. Lo importante es empezar, y a lo largo del año ver como nuestras acciones individuales se pueden convertir en un cambio importante. Así que, ¿cuál será vuestro primer paso para defender la biodiversidad este año?

Y si sois de los que pensáis que una imagen vale más que mil palabras aquí os dejamos el video de la participación de Eva Pastor en el programa À Punt La Via Verda, donde explicó su propuesta de cinco propósitos verdes para el 2025.

Revista de divulgación científica del Jardí Botànic de la Universitat de València.
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