Los remedios de toda una vida, conocimientos botánicos de un pueblo
En Fontanars dels Alforins las plantas son un tesoro. En este territorio valenciano entre montañas, alejado de las localidades más próximas y de una asistencia médica rápida ante cualquier enfermedad, el conocimiento de las especies vegetales de su entorno y de sus aplicaciones medicinales, muchas veces a base de ensayo y error, ha sido una herramienta fundamental que se ha transmitido de generación en generación y que bien merece nuestra atención.
Es difícil plantearse cómo era la forma de vida de nuestros abuelos o bisabuelos en los pueblos o lugares rurales que encontramos en el interior de la Comunidad Valenciana. Una época de la que solo nos llegan historias, las cuales evidencian la dificultad que suponía vivir en el pasado y la cantidad de ventajas que nos ofrecen nuestros tiempos. Además, hablamos de lugares aislados entre valles y montañas, donde el acceso a materias primas, herramientas o incluso medicamentos era muy difícil. No obstante, cuando preguntamos a esta gente “¿Cómo lo hacíais para vivir?”, la respuesta siempre es la misma “Como siempre se ha hecho.”
Y no podemos encontrar una respuesta más completa a nuestra cuestión, puesto que, con estas palabras tan simples se hace referencia a todos los conocimientos que se han transmitido de generación en generación desde que estas tierras fueron habitadas. Una serie de conocimientos seleccionados por estudios de ensayo y error durante tantos siglos, que en muchas ocasiones los resultados tienen poco que envidiar a los estudios de la ciencia actual.
Estos conocimientos son únicos, puesto que van ligados a la fauna, la flora y la orografía concreta de estos parajes, y cada vez más efímeros, ya que que los nuevos mecanismos y las nuevas técnicas sustituyen a los que en estos pueblos se conocían cómo “de toda la vida”. Por esta razón, es necesario un trabajo de recopilación que evite la pérdida de estos conocimientos que son parte de nuestra identidad.
Sabiduría transmitida de generación en generación
La población de Fontanars dels Alforins es una breve muestra de la sabiduría que se esconde en el interior. Una localidad situada en la Vall d’Albaida, con un amplio territorio de campos y montañas, y bastante distanciada de las poblaciones vecinas. Supone el límite entre las zonas de clima más costero y de la meseta sur de la Península Ibérica, y podemos relacionar parte de su biodiversidad con la Sierra de Mariola, por su proximidad. Además, aunque suele oscilar a lo largo del año, mantiene una población inferior a los 1000 habitantes y conserva una economía fundamentada en la agricultura. Estas características son bastante idóneas para la conservación de los conocimientos que nos interesan y nos permiten realizar una humilde recopilación.
Este compendio ha sido posible gracias a algunos informantes que han abierto las puertas de su casa y de su despensa, en unos tiempos complicados en los que no es cosa fácil, para recordar aquello que les enseñaron sus padres y sus abuelos. Testigos que han sido elegidos por sus nexos con la tierra, ya sea por sus oficios, aficiones o aquello que han vivido. Por esta razón tenemos que agradecer su colaboración a Ascensión Ferrero Francés, Ángel Ribera Ribera, María del Rosario Segura Ribera, Vicenta Sarrió Sarrió y Amador Ribera Ribera.
Medicina popular a base de plantas
No es necesario preguntar mucho entre la población para observar un claro predominio de los conocimientos más relacionados con prácticas curativas. Una serie de remedios caseros que todavía se mantienen vivos entre los habitantes de mayor edad, por razones más que evidentes. Si nos situamos en un pasado reciente y nos fijamos en la distribución geográfica de la población, nos damos cuenta que la larga distancia con otros pueblos y con servicio médico, en un tiempo en el que no habían muchos vehículos a motor, sería un grave factor de riesgo en la población. Por tanto, un conjunto de remedios médicos básicos y al alcance de todo el mundo podían ser una buena solución para curar o atenuar las dolencias de la gente.
Una variedad amplia de especies mediterráneas que podemos encontrar fácilmente y de forma silvestre en muchos puntos de la Comunidad, y que han sido empleadas y continúan empleándose como ayuda a la medicina actual en esta localidad. Muchas de ellas también las podemos encontrar cultivadas e identificadas en el Jardí Botànic de la Universitat de València, en la sección de medicinales, que bien merece una visita. Os hablamos de las más importantes.
1. Sanguinaria (Lithodora fruticosa)
Esta planta destaca por unas características flores azul-violáceas, unas hojas lineares y pequeñas, y un recubrimiento prácticamente total con pelos aislantes, que le proporcionan una coloración gris a los tallos jóvenes. Un pequeño arbusto que suele presentar una altura de unos 40-60 cm y que es fácil de encontrar en pinares con un sotobosque bastante abierto.
En la localidad: la también conocida como “hierba de las siete sangrías” hace honor a su nombre presentando unas cualidades hipotensoras o reductoras del colesterol en sangre si se toma en infusión. Estas características se conocen localmente como “rebajar la sangre”.
Otros usos: también se otorgan funciones para calmar los dolores menstruales junto con el poleo (Calamintha nepeta) y la mejorana (Thymus mastichina), además de propiedades antisépticas y febrífugas.
2. Jarilla (Helianthemum cinereum)
La jarilla tiene una mayor dificultad a la hora de encontrarla por su reducido tamaño y su porte reptante. Aunque, durante la época de floración, desarrolla una inflorescencia con flores amarillas que resulta llamativa y puede ayudarnos a su localización. Además, se trata de una especie bastante común y fácil de encontrar en pinares junto con romero y tomillo, o en zonas pedregosas. Sus hojas son ovaladas y opuestas, con una coloración verde oscura en el haz y más blanquecina en el envés.
En la localidad: la infusión con esta especie vegetal tiene una aplicación para problemas de circulación.
Otros usos: encontramos también que la infusión de la parte aérea de la planta se emplea popularmente para tratar enfermedades infecciosas del aparato respiratorio. Por otro lado, sus propiedades antiinflamatorias se utilizan para el dolor de muelas, reducir el herpes alrededor de la boca, y para curar y lavar heridas.
3. Cola de caballo (Equisetum spp.)
La cola de caballo es uno de los pocos pteridófitos con utilidades médicas que se conocen por la zona. Se trata de una serie de especies formadas por un conjunto de tallos verdes gruesos, blandos y articulados donde los nudos tienen hojas residuales. Los tallos fértiles producen un estróbilo en el ápice del tallo, una estructura de color marrón-negro portadora de las esporas, con 1-2 cm de longitud.
Como la mayoría de pteridófitos, suele localizarse en terrenos con relativa humedad, por esta razón se puede encontrar fácilmente a orillas de ríos o ramblas.
En la localidad: la infusión de este equiseto se caracteriza por poseer acciones diuréticas que facilitan la expulsión de orina. Incluso, se otorgan propiedades para atenuar la infección de orina y otras afecciones urinarias. Además, puede combinarse con el rabo de gato (Sideritis tragoriganum) y la manzanilla amarga (Santolina chamaecyparissus) para aumentar el efecto antiinflamatorio.
Otros usos: se han encontrado utilidades como tratamiento antiarrugas y reductor de estrías, puesto que estimulan las células de la piel y facilitan la producción de colágeno.
4. Hierbabuena (Mentha spicata)
Se trata de una especie bastante conocida como otras muchas especies del género Mentha. Un arbusto aromático de unos 20-60 cm de altura, con un tallo verde-cobrizo y una serie de hojas ovadas o lanceoladas, opuestas y con textura rugosa por el haz y nervadura bastante marcada por el revés. Presenta también un recubrimiento con tricomas glandulares que proporcionan su característico aroma. En verano salen unas características inflorescencias con pequeñas flores blancas o rosadas con largos estambres que sobresalen.
En la localidad: aunque también se utiliza como condimento, puede emplearse para paliar síntomas del resfriado común. Una forma típica de uso es en forma de infusión junto con hojas de laurel (Laurus nobilis) y flores de malva (Malva sylvestris).
Otros usos: encontramos un mayor contenido en usos medicinales con propiedades sedantes, antiespasmódicas, tónicas, digestivas y expectorantes. Estas últimas propiedades la hacen idónea para tratar la rinitis y la bronquitis. También se utiliza para atenuar la cefalalgia y quemaduras superficiales al aplicar sobre la piel.
5. Ajedrea (Satureja intricata)
La ajedrea es un pequeño arbusto, aromático y de la familia de las labiadas como la hierbabuena y algunas más que veremos a continuación. Presenta unas hojas estrechas, opuestas y dobladas en forma de “v”, y unas flores pequeñas de color blanquecino. Es bastante común en nuestro territorio y fácil de encontrar cerca de caminos y zonas con vegetación dispersa.
En la localidad: Aunque la mayor utilidad que le dan a esta planta se basa en la realización de adobados de olivas, también encontramos una pequeña parte de la población que nos habla de sus propiedades medicinales. Según estos, un tratamiento con infusiones de esta especie puede ayudar contra el resfriado común.
Otros usos: encontramos también que hacer gárgaras con una decocción de las flores puede emplearse como antiséptico y desinfectantes de la mucosa de la faringe, favoreciendo la curación de resfriados comunes y faringitis. También, la encontramos con otros usos más relacionados con el sistema digestivo, ya sea como tónico, ayudando a aumentar el hambre y facilitando la digestión, o para tratar la diarrea. Se le atribuyen, por otro lado, utilidades como estimulante en algunos casos de fatiga.
6. Rabo de gato (Sideritis tragoriganum)
Continuando con esta familia de las labiades, encontramos esta especie que destaca por su aroma fuerte. Se localiza en orillas y caminos, zonas con suficiente luz, y se caracteriza para poseer unas hojas pequeñas, lineares y acabadas en punta, y unas flores amarillentas dispuestas en verticilastros distantes
En la localidad: se emplea comúnmente como antiinflamatorio y también para tratar infecciones de orina, formando un emplasto que se aplica sobre la salida del conducto uretral o bebido en infusión. Esta tisana, también puede utilizarse como antidiarreico por sus propiedades astringentes. Por otro lado, se aprovecha también para tratar heridas tanto en humanos como en ganado y animales de compañía.
Otros usos: se le otorgan unos usos muy parecidos a la hierba de la inflamación (Sideritis hirsuta) pero con menor eficacia. Presenta propiedades antiinflamatorias, antisépticas y antiespasmódicas. Recientemente se ha observado una acción de detoxificación intracelular que se traduce en un mejor funcionamiento del organismo.
7. Siderítide (Sideritis hirsuta)
Del mismo género que el rabo de gato, encontramos esta especie que también presenta flores dispuestas en verticilastros distantes, pero con una floración en la que el labio superior de la corola es blanco y el inferior amarillento, y unas hojas ovaladas y serradas que la diferencian de su congénere. Además, es pilosa, muy pilosa, de aquí su nombre específico.
En la localidad: las utilidades de esta planta coinciden con las del rabo de gato (Sideritis tragoriganum), tanto en propiedades como en las formas de aplicación, no obstante, esta especie esta mejor valorada puesto que posee una mayor eficacia.
Otros usos: también se encuentran más propiedades digestivas, antiinflamatorias, antisépticas y antiespasmódicas. Además, presenta cualidades antiulcerosas.
8. Malva (Malva sylvestris)
La malva presenta un porte arbustivo alrededor del metro y medio de altura, y se puede encontrar fácilmente en caminos y orillas, zonas con baja vegetación arbórea. Se caracteriza por presentar unas hojas orbiculares y lobuladas, con un pecíolo largo, y unas flores formadas por 5 pétalos morados con unas estriaciones más oscuras.
En la localidad: es conocida para diferentes usos dependiendo las partes empleadas. Por un lado, la infusión de flor de malva tiene un aplicación muy popular para el resfriado común y se puede emplear sola o acompañada de otros componentes como los higos secos o el arroz. En cambio, la hoja y el resto del corte tienen un uso totalmente diferente, se emplean contra el estreñimiento ya sea infusionadas o en una aplicación directa de la savia sobre el ano.
Otros usos: encontramos más disparidad de usos puesto que actúa como protectora de la piel y las mucosas, incluso pueden emplearse para curar heridas. Además, los métodos para utilizarla también varían, puesto que se pueden hacer infusiones con esta planta, ingerirla directamente o aplicar sobre la piel, aplicaciones directas o mediante vahos con la flor de malva, romero y salvia para remediar el resfriado.
9. Nesto (Rhamnus alaternus)
El aladierno, conocido aquí como “nesto” (posiblemente derivado del nombre popular “ernesto”), también es una especie con una amplia distribución, pero presenta un porte variable y unas morfologías foliares que van de la forma lanceolada a la ovalada, cosa que podría dificultar su identificación. No obstante, se presenta casi siempre en forma arbustiva de 1-2 m de altura y con unas hojas alternas, coriáceas y dentadas, de color verde oscuro en el haz y más claro por el envés, que si miramos a contraluz veremos que tienen en el margen una pequeña línea traslúcida. Además, presenta un característico fruto veraniego, carnoso y globoso, con una coloración rojiza que se vuelve oscura al madurar.
En la localidad: sus propiedades no son tan conocidas como las de otras especies, aún así, los pocos que la conocen valoran mucho su infusión, tanto por su sabor suave como por sus propiedades. Según estos forofos, puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea, puesto que actúa “rebajando la sangre” como decíamos antes, aparte de las propiedades tranquilizantes que también puede ofrecer. Por otro lado, puede actuar contra el resfriado común y otras afecciones de las vías respiratorias.
Otros usos: una decocción de unos 30g de sus hojas también puede emplearse cómo astringente y para la irritación de la garganta (haciendo gárgaras durante 10 minutos). Junto con flor de romero, tomillo real, unciana, espino blanco y sanguinaria, se utiliza como remedio hipotensor. Además, la corteza de este matorral también se ha utilizado como ligero purgante.
10. Hinojo (Foeniculum vulgare)
El hinojo es otra planta muy común en nuestro territorio y que es fácil de detectar durante el verano por ese aroma fuerte a anís, que tanto la caracteriza. Se trata de una hierba de unos 30-40 centímetros de estatura con unas hojas muy finamente divididas. Durante la época de floración genera una rama mucho más larga para sujetar las flores, verde-amarillentas, aumentando 20 o 30 cm a la altura inicial y formando las típicas estructuras umbelíferas que dan nombre a la familia.
En la localidad: es conocida la infusión de esta especie, junto con salvia (Salvia lavandulifolia, en sentido amplio) y grama (Cynodon dactylon), para facilitar la digestión y atenuar algunos problemas estomacales.
Otros usos: se muestra con propiedades carminativas (facilita la expulsión de gases y estimula los movimientos peristálticos del intestino), además, de resultar un ligero laxante y tener propiedades diuréticas y expectorantes. También se ha empleado como galactógeno (aumenta la producción de leche en la madre).