Mariquitas, valiosas aliadas para combatir la cochinilla acanalada

La cochinilla acanalada, Icerya purchasi, es una plaga muy común que causa graves problemas tanto en plantas ornamentales como en cítricos. Debilita los árboles, puesto que succiona la savia, y segrega una gran cantidad de melaza que reduce la superficie fotosintética de las hojas. Además, esta melaza azucarada atrae las hormigas (que son capaces de actuar de protectoras de las cochinillas) y facilita la multiplicación de diferentes hongos. Daños colaterales que agravan, todavía más, los efectos de la plaga, que cuenta con poblaciones muy heterogéneas, con varias generaciones anuales y dónde resulta difícil establecer los momentos de las puestas de huevo. La cochinilla afecta al tronco, ramas y hojas, y si el ataque es muy fuerte, el árbol puede morir. Es, por lo tanto, una amenaza a la que hay que hacer frente. Y con un ejército de mariquitas, es posible.

Ovisaco de cochinilla: alargado, acanalado, de tacto algodonoso, con los huevos anaranjados dentro / J. Catalán (IVIA).

Inundación con Rodolia cardinalis: la lucha biológica

La lucha biológica, en la que se utilizan poblaciones de enemigos naturales para reducir la población de una especie plaga, se ha revelado cómo muy efectiva como estrategia de control en algunos casos. La Conselleria d’Agricultura de la Generalitat Valenciana cuenta, de hecho, con diferentes insectarios donde se crían especies para utilizarlas en los diferentes tipos de control biológico de plagas: de conservación, clásico, inoculativo e inundativo.

En el caso de la cochinilla acanalada, Icerya purchasi, el control biológico inundativo a través de Rodolia cardinalis, las mariquitas que conocemos, se ha demostrado como una fórmula exitosa. Así, después de criar el suficiente número del depredador, de las mariquitas, se liberan en un número muy elevado en los campos afectados por la cochinilla acanalada. Se evita, por tanto, la aplicación de productos fitosanitarios y permite ser más respetuosos con el medio ambiente.

Fotos de la suelta de mariquitas sobre ejemplares del Jardí Botànic de la UV. / E. Caballer.

Rodolia cardinalis es un coleóptero, parecido a la mariquita de 7 puntos, pero más pequeño y con manchas en vez de puntos. Tanto las larvas como los adultos tienen una actividad predadora muy intensa, sobre huevos y sobre adultos. Las hembras de mariquita depositan los huevos cerca del ovisaco de la cochinilla acanalada y sus larvas se alimentan de los huevos y de las ninfas de la cochinilla.

Rodolia cardinalis sobre Icerya purchasi / E. Caballer

Ahora bien, no hay que olvidar que se tiene que hacer la suelta en un momento de reproducción de la cochinilla, puesto que si escasean las presas, desciende la fecundidad de las mariquitas y aumenta el canibalismo. Y reintroducir el insecto en la primavera o principios de verano, ya que Rodolia no aguanta temperaturas bajas. Además, se tendrá que mirar bien, si procede, qué tratamientos fitosanitarios se aplican para no afectar a nuestra aliada y perjudicar su beneficiosa acción.

Mariquita sobre cochinilla acanalada / E. Caballer

El CEIP Sant Isidre desembarca un ejército de mariquitas en el Botànic

Por segundo año, el alumnado de 6º del CEIP Sant Isidre de València ha participado en un proyecto pionero en el que, junto con la Conselleria, se encargan de la cría de ejemplares de mariquita y de la liberación sobre los árboles afectados por cochinilla del Jardí Botànic de la Universitat de València.

Alumnado del CEIP Sant Isidre en el Jardí Botànic de la UV / E. Caballer

El centro escolar cuenta con un insectario en el que el servicio de Sanidad Vegetal ubicó diez ejemplares de Pittosporum tobira, conocida como azahar japonés en castellano. Y sobre estas plantas se introdujo de forma artificial una plaga de cochinilla acanalada. Cuando las hembras pusieron huevos, se soltaron las mariquitas dentro de la jaula y empezó el ciclo, según explican desde el departamento. Este pequeño insectario ha estado en el pasillo del CEIP Sant Isidre de València y ha sido el alumnado quien se ha hecho cargo tanto de la observación de los insectos como del riego de las plantas, de la toma de temperatura y del registro de datos.

Durante el mes de junio, el alumnado del CEIP Sant Isidre se ha desplazado al Jardí Botànic de la Universitat de València, acompañado de las profesoras Lucrecia Manzanares y Amparo Velasco, y de los técnicos de conselleria Ignacio Boix, Francisco Guillem y Maribel Deval. Sobre los ejemplares afectados de cochinilla, han liberado un peculiar ejército formado por alrededor de 120 adultos de Rodolia cardinalis. Los resultados no se han hecho esperar y en sólo unas semanas se han obtenido resultados positivos.

Personal de Conselleria y profesorado del CEIP Sant Isidre junto a Isabel Mateu, directora del Jardí, y personal del Botànic.

Con esta experiencia, lo más importante no ha sido ganar la batalla, sino que el alumnado del centro ha tenido la oportunidad de conocer de cerca la agricultura ecológica y maneras alternativas al uso de productos fitosanitarios para combatir las plagas, más respetuosas con el medio ambiente. Además, también han podido profundizar en conceptos como el funcionamiento de los ecosistemas, los ciclos biológicos, la cadena trófica o el equilibrio de la naturaleza.

En definitiva, una experiencia que desde el centro educativo, la Conselleria d’Agricultura y el Jardí Botànic de la Universitat de València se valora muy positivamente, tanto por su efectividad como por sus implicaciones en la difusión y educación entre las nuevas generaciones de la gestión ecológica de jardines y de la búsqueda de soluciones sostenibles.

ÁLBUM DE FOTOS de la suelta de Rodolia cardinalis en el Jardí Botànic de la Universitat de València 

Más información:
Díptico de la Conselleria d’Agricultura i Medi Ambient sobre la cría de insectos útiles para la lucha biológica
La biodiversitat es fa a classe (Levante, 6/6/2018)