Cooperación al desarrollo: el santuario de la orquídea boliviana III
Uno de los principales objetivos de mi estancia en Bolivia fue la realización de un informe de trabajo sobre los planes de cultivo y conservación de orquídeas en el que destacaban las estrategias de actuación en el municipio de Concepción y las comunidades indígenas de El Carmen y El Encanto. Consideramos que el éxito de las propuestas de mejora en distintos campos disciplinarios en el ámbito de este proyecto está determinado por un compromiso institucional verdadero para abordar progresivamente los propósitos marcados a largo plazo, puesto que se corre el riesgo de que se difuminen los recursos humanos y económicos invertidos en el desarrollo de la asistencia. Si consideramos que hablamos de tres lugares distintos de actuación, este proyecto se convierte en una herramienta de planificación participativa, de cohesión social, que fortalece a su vez la descentralización municipal y el empoderamiento económico de los pueblos.
Flor de Cattleya nobilior, símbolo de Concepción y razón que motivó la puesta en marcha de la asistencia técnica de cooperación. / José Aparici
¿Qué valoración realizamos de la asistencia?
Más allá de la visión a corto plazo, ciertamente conformista, que supone la adecuación de los espacios de trabajo en apenas un mes, el fundamento de este proyecto consiste al avanzar en una cuestión fundamental: el entendimiento del entramado de actores sociales entorno a la pérdida de la biodiversidad de orquídeas nativas en Concepción, su extracción y comercialización. Este escenario necesita de una respuesta ejemplar desde la administración local, la cual, por ética y responsabilidad, no tiene que volver a cometer los errores del pasado que he evidenciado constantemente en el territorio de acción.
Un calendario anual de mantenimiento del vivero municipal. Evitar la simplificación del cultivo de orquídeas en torno al Festival, motor de desaliento social. Impulsar estratégicamente el potencial didáctico y turístico de ambas comunidades. Sensibilización ecológica del cuerpo administrativo. Voluntad política para desarrollar tanto una legislación medioambiental pionera como nuevos programas, criterios de forestación de áreas afectadas. Recuperar el espíritu, el consenso social entorno al significado real del Festival de la Orquídea. Valorar el impacto socioeconómico de la instalación de un laboratorio de reproducción in vitro. Y el reto medioambiental más complejo del municipio del cual hay que analizar la evolución con atención: ¿cuando se establecerá el cambio generacional de la comunidad ayoera con la finalidad última de empoderarla, de capacitarla en el cultivo sostenible de orquídeas y comercializar su propia producción a mayor rentabilidad? Una enumeración de posibles cambios de paradigma con un denominador común: la educación ambiental, la agenda 2030.
Cerro en la primera parte de la senda del área protegida de El Encanto. En paredes verticales todavía quedan poblaciones de orquídeas, pero sin florecer porque era invierno. / Jose Aparici
Desde mi punto de vista, la presente asistencia técnica especializada ha impulsado procesos de desarrollo duraderos, estables y contributivos entre personas, más allá de entre instituciones. Ha abierto nuevos espacios de diálogo a penas explorados; ha favorecido, en definitiva, intercambiar conocimientos y experiencias de forma horizontal y originar importantes vínculos profesionales, de amistad.
Más allá de La asistencia técnica en el terreno…
El Programa Especialista Municipal Voluntario es de carácter anual. En esta edición, desde junio de 2018 hasta mayo de 2019, y también se llevan a cabo una serie de tareas previas y posteriores entorno a la asistencia técnica del mes de agosto. En el caso de las últimas, se incluye la redacción de un informe y/o memoria de trabajo sobre la evolución del proyecto a entregar a las instituciones y colectivos vinculados directa o indirectamente con este. También incluye la publicación de artículos divulgativos sobre la caracterización de la experiencia propia de cooperación en Concepción en varias revistas digitales como la misma Revista Espores y la programación de coloquios de sensibilización alrededor del impacto socioeconómico y formativo de las asistencias técnicas de cooperación al desarrollo a celebrar la próxima primavera, que coincidirá con la posible apertura de la nueva edición del programa EMV. Puedo avanzar que una de ellas se realizará en nuestro estimado Jardí el próximo mes de mayo con motivo del Mes de las Orquídeas y la nueva edición de la Exposición del colectivo de Orquidiòfils Valencianos (OVAL). Además, también se celebró una reunión de valoración final en la sede oficial del Fons Valencià donde se trataron concreciones logísticas en la gestión de la plaza, complejidades laborales surgidas, indicaciones de las tareas post-viaje y futuras convocatorias del programa, entre otras obligaciones, como lo es el cumplimiento de un cuestionario de evaluación final o encuentros programados de intercambio de experiencias con los compañeros técnicos de la presente edición.
No obstante, el deber más gratificante del conjunto descrito fue el asesoramiento continuo, a distancia, durante el mes de septiembre, con motivo del XVIII Festival de la Orquídea a mitad de octubre. Me encargué de la supervisión del calendario de aplicación de fitosanitarios en el vivero municipal y de la puesta en orden de El Encanto de la mano del servicio técnico del vivero, de concretar el programa cultural del colegio municipal Carlos Herrera con la dirección y el profesorado de ciencias naturales o de la organización del concurso de patios interiores y la inclusión de actividades de educación ambiental con la Unidad de Turismo y la Cámara Hotelera de Concepción.
Una alfombra de reconocimientos
Es necesario remontarse al pasado enero, cuando un aspirante más nunca hubiera imaginado la vertiginosa oportunidad que se aproximaba. Un proyecto en el que las paredes del vivero municipal han sido testigos de las incontables horas de paciencia y suspiros, de esfuerzo y sudor que hay detrás de estas palabras. Y no sólo estas paredes han sido testigos de los lazos profesionales, de amistad que me llevo, de una entremezcla de escuhca, de aprendizaje, de generosidad y, sobre todo, de vivencias.
En primer lugar, quiero transmitir mi agradecimiento al equipo de trabajo local: la Unidad de Cultura, Patrimonio y Turismo y la Dirección de Desarrollo Productivo compuesta, entre otros, por el Servicio Técnico del Vivero Municipal, la Unidad de Medio ambiente y la Unidad de Riesgos y de Espacios Protegidos del Gobierno Municipal de Concepción, por su capacidad de autocrítica y compromiso para implantar una mayor planificación en la gestión administrativa. También hago constar mi agradecimiento a la Subgovernación Provincial, Autoridad de Bosque y Tierra, Comunidades del Encanto y del Carmen, colegio Carlos Herrera, Cámara Hotelera y Ramas Afines de Concepción y colectivos Escuelas Sostenibles 2018 y Amigos de las Orquídeas de Bolivia (AOB), por compartir conmigo profundas reflexiones, preocupaciones que han enriquecido día tras día las reuniones de trabajo. La coordinación ha sido dirigida por tres mujeres impetuosas, idóneas para este exigente proyecto, que han facilitado una dinámica y agradable atmósfera, de asesoramiento constante, de valoraciones oportunas para que el plan de acción llegara a buen puerto después de lidiar con tantos descalabros surgidos estos meses. Son Camila Miraudo (Fons Valencià), Saira Duque (CEPAD) y Zarka Israel (GAM de Concepción).
El señor Avelino Alba (derecha), toda una vida dedicada a comunicarse con mosaicos de orquídeas, y el señor Milton Villavicencio (enmedio), huella histórica de la restauración de los templos misionales en el siglo XX; ambas figuras eruditas han dado profundidad al trabajo realizado. / Jose Aparici.
Me parece importante poner de manifiesto el compromiso institucional del Gobierno de Concepción y el CEPAD de Bolivia por fortalecer el diálogo permanente entre instituciones. Reflexionar sobre las iniciativas a poner en marcha y salvaguardar la sostenibilidad económica de la plaza de cooperación en Biología si tienen lugar en un futuro nuevas ediciones del programa Especialista Municipal Voluntario del Fondo, dada la gran satisfacción en la ejecución de este proyecto con un cumplimiento de objetivos entorno al 80% del plan de acción, fruto de la comunicación con la contraparte y la investigación bibliográfica. Sin duda, ¡nuevos especialistas técnicos serán bienvenidos para consolidar el desarrollo de los fundamentos establecidos el pasado verano!
Mi estimada señora Ana y su hija Carola han sido unas auténticas madres. Afortunado de entrar cada día por las puertas de la casona de Vargas, de conocer su gastronomía tradicional, de canalizar mis pequeñas frustraciones laborales a golpe de consejos, de indicaciones en cada almuerzo y cena. De montar nuestras charlas, debates improvisados sobre infinidad de temas, pero sobre todo de impregnarme de tantas risas y de la paz única que emite uno de los jardines de interior más bonitos, más singulares de Concepción. También, reconocer la hospitalidad del resto de la numerosa familia de arquitectas, especialmente la frescura de los jóvenes Emiliano y Valentina. Llegarán lejos, estoy seguro.
El jardín de la familia de Vargas ha acogido figuras ilustres, ha sido refugio de valiosas historias, de pozos de excepcional sabiduría. En definitiva, es espejo de la evolución socioeconómica del municipio en las últimas cuatro décadas y ha sido premiado en pasadas ediciones del concurso local de patios interiores. / Jose Aparici
No desearía finalizar la sección de reconocimientos sin poner de relieve también el transversal y extravertido panel de seleccionados de esta edición y al equipo de asesoramiento que ha participado desde València en la preparación teórica y práctica. Gracias al claustro experto, que conocí en las jornadas formativas y, especialmente, a los técnicos municipales de anteriores ediciones, Isabel Trillo, Toni Gisbert y Margarita Belinchón, por hacer suya esta asistencia también con una grande ilusión, con aportaciones enormemente válidas. Grandes amigos.
Agradecimientos para el Jardí Botànic de la Universitat de València a través del Banco de Germoplasma, el departamento de Conservación, el departamento de Cultura y Comunicación y la Biblioteca José Pizcueta que, junto a Ángel Sanchis, profesor biólogo experto en orquídeas en la OVAL y colaborador del Jardí, han ampliado mis conocimientos en botánica, taxonomía y divulgación científica en torno a las orquídeas sudamericanas a golpe de fuente bibliográfica o de curso de cultivo. Gracias Àngel por contagiar a distancia tu devoción por las orquídeas.
Expresados mis agradecimientos, reflexiones nostálgicas por la pequeña familia creada y sus singulares historias, ¿habrá una segunda parte para culminar este proyecto? Lo único que sé es que volveré, ya sea por cooperación, trabajo o vacaciones.
De la agenda laboral a vivir Concepción
Entender el organigrama, coordinación y grado de planificación de la administración local, especialmente la Unidad de Medio ambiente; evaluar el estado de las colecciones vegetales y de los viveros municipales en sí y conocer las competencias en medio ambiente de la Subdelegación departamental en Concepción. Escuchar también las posturas, las inquietudes de las comunidades en cuanto a conservación de orquídeas, estudiar la efectividad de los planes de prevención de incendios y comercio ilegal de orquídeas, identificar las áreas de trabajo de la Autoridad Bosque y Tierra, alertar a los medios de comunicación locales de la realidad alarmante de la depredación de las orquídeas en la naturaleza, impulsar el potencial en educación ambiental de los viveros o estimular un mayor compromiso de los centros educativos, reflexionar que un turismo más sostenible y más justo es posible… Son algunas de las funciones que han caracterizado, por iniciativa propia, el cronograma laboral diario de principio a fin. Pero, ¿y la ventana de las tradiciones y costumbres históricas y culturales que se abre para dejarnos cautivar?
Situada en el extremo nordeste del Departamento de Santa Cruz de Sierra y formando parte de la Gran Chiquitania junto a la provincia de Velasco o de Chiquitos, Concepción es la capital provincial de Ñuflo de Chávez. Fundada en 1709, posee actualmente 18.000 habitantes repartidos en cinco áreas urbanas y en las 300 comunidades indígenas. La preservación de la arquitectura misional, tanto en viviendas particulares como en el trazado urbano, es un compromiso social recogido en la legislación urbanística, por lo que la fisonomía de la capital es una de las mejores conservadas en la región, de acuerdo a personal experto. El telón de fondo de los cascos urbanos está compuesto por alternantes llanuras y colinas de frondosos bosques tropicales, cicatrizados por cursos fluviales que dan el nombre a la Reserva Natural de Blanco y Negro o el área protegida del Zapocó, con un pantano en las inmediaciones de Concepción.
La fachada del Templo Misional y la Alcaldía (fondo de la imagen), ambos edificios custodiando la Plaza Principal de Concepción, epicentro neurálgico y administrativo de la vida local. La plaza es la huella de lo que fue un día el “pueblo misional modélico”. / Jose Aparici
Enriquecido por una sólida red asociativa de entidades y colectivos volcados en festividades como la Semana Santa, el 8 de diciembre, el Carnaval o el Festival Internacional de Música Barroca, la población es de origen chiquitana y la lengua mayoritaria es el castellano, seguido de otra indígena oficial, el chiquitano o besiro. Cuatro colegios de educación primaria y secundaria y tres escuelas infantiles con un compromiso medioambiental colectivo: una campaña implantada sobre la gestión de los residuos, aunque la contaminación atmosférica será un reto futuro.
La economía familiar campestre se basa en la agricultura (maíz, arroz, plátano, mandioca), la ganadería (principalmente ganado vacuno: consumo doméstico, venta e intensa participación de las mujeres en la elaboración de los quesos) y la explotación de madera que, a base de concesiones debido a los densos recursos forestales, constituyen unas buenas perspectivas de desarrollo de la región, aunque es necesario preservar los principios de sostenibilidad ambiental.
Si nos fijamos en el sector minero, en la zona norte del término (Monte Verde) y sur (Cantó San Pedro), o en el comercio, liderado por el transporte de mercancías, experimentan un crecimiento exponencial en vías de comunicación estratégicas de Concepción, mientras la artesanía manufacturada (textil, carpintería, ornamentación) tiene un papel secundario después de su etapa de esplendor en la segunda mitad del siglo XX, cuando fue el motor industrial de la región. Dentro de la misma tendencia, el sector turístico fue puntero en Concepción en la pasada década. Fue, porque en los últimos años el aumento de la competencia y la redistribución de flujos de visitantes en las poblaciones de la ruta misional sumado a una limitada planificación estratégica y financiación local de la agenda cultural ha desencadenado, hoy por hoy, en el estancamiento del sector en el municipio.
Las riquezas de Concepción: La joya misional en medio del bosque tropical
El alojamiento ha permitido compartir infinidad de anécdotas con su administradora y con su hijo, la historia, su vínculo como coristas de la Orquesta Padre Schmid de la Catedral de Concepción. Conmovedor recordar la excelente profesionalidad de esta pequeña familia, de una treintena de intérpretes; un esfuerzo constante, autocrítica, trabajo en equipo, que les ha llevado a participar en multitud de conciertos locales y regionales, que les ha llevado a conjugar a la perfección vices y cuerdas de violín en un escenario excepcional. Precisamente, el jesuita suizo Padre Schmid dirigió la construcción del telón de fondo, del conjunto misional cristiano entre 1753-56 y fue restaurada en 1975 bajo el reconocido arquitecto alemán Hans Roth. La originalidad de los elementos arquitectónicos del barroco mestizo, la riqueza de los altares, cortados, y de los retablos bañados de oro es la muestra de la gloria patrimonial y artística que consiguieron los jesuitas, motivo que les valió la declaración de Monumento Nacional al 1950 y Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en los años 90. Las notas musicales abandonan la Catedral hasta llegar al adyacente y majestuoso patio ajardinado formado por el convento, por el Museo de la Catedral y por el Archivo Musical. El singular depósito, biblioteca misional, es el latido de la esencia histórica de Concepción puesto que resguarda 5000 hojas originales de música recuperadas entre misas, salmos, cantos religiosos y motetes en latín, guaraní, castellano o italiano. Muchas de ellas se han presentado en distintos festivales de música barroca en todo el planeta.
Además del corazón y orquesta Padre Schmid, el altar de la Catedral de Concepción alberga conciertos de la Orquesta de Cuerda Niño Juvenil Paz y Bien de San Ignacio, de la Orquesta Misional de Santiago de Chiquitos o la Orquesta Infantil de San José de Chiquitos, con una mayoría de intérpretes con edades de entre 8 y 15 años en pleno crecimiento formativo. En la imagen, interior de la iglesia de Concepción. / Bramse (Wikimedia Commons)
En el Mercado Trompillo brilla uno de los últimos luthiers chiquitanos, donde conocí el proceso artesanal de construcción y reparación de instrumentos de cuerda frotada y pulsada, destinados a manos de aficionados y músicos regionales. Mientras nos enseñaba sus colecciones, confiaba en que su taller sería trasladado a la Plaza Principal para dar a conocer mejor su trabajo.
A pocos metros de la Catedral, se levanta el Museo Misional de Concepción, ubicado en la casa natal del expresidente Hugo Banzer. En este, se exponen fotografías, dibujos, columnas de madera, capiteles, fragmentos de pinturas murales y otras piezas ornamentales y artísticas, la mayoría originales, de antes y durante la restauración de la Catedral. Del Museo Misional al Antropológico, donde las dos principales culturas nativas de la zona, la chiquitana y la ayorea exponen sus relatos, sus misterios, sus raíces históricas. De los museos a las manufacturas de madera como la Casa Kolping o la Escuela Taller, legado del difunto Hans Roth, que visité con un emocionado historiador y restaurador amigo de Roth, el Sr. Villavicencio. Entre estanterías repletas de esculturas, bancadas de trabajo y pizarras con fórmulas imposibles, él recordaba sus casi 50 años impartiendo clases y recuperando pinturas en templos misionales extraídos de la absoluta decadencia a finales del siglo pasado.
Del procesamiento artístico de la madera del roble o del cedro a los extensos campos de algodón alrededor de la Comunidad de Santa Rita, donde las protagonistas son ellas, las mujeres, que con una docena de telares en sus casas y con la habilidad de sus manos, tejían chales, fulares, bolsas de mano, bandoleras o hamacas; complementos teñidos de forma natural con hojas y cortezas vegetales.
El apoderamiento de las mujeres también destaca en la Asociación de Microempresarios y Productos Artesanales de Concepción (AMPAC), donde confeccionan vestidos, blusas regionales, muchos de ellos forman parte de las colecciones que diseñadoras y diseñadores locales exponen en desfiles de moda, donde se conjuga con gran delicadeza innovación y raíces tradicionales en las costuras de los jóvenes modelos.
Entre los bordados, detalles y dibujos inspirados en la naturaleza y, cómo no, la morada Cattleya nobilior sp. De hecho, un grupo local de teatro se denomina Cattleya Expressarte, en homenaje a la flor símbolo de Concepción. Fundado el elenco al 2013, es una alternativa para promocionar el talento juvenil y el arte chiquitano del municipio, ha participado en distintos festivales nacionales, donde algunas de sus obras han sido premiadas a ritmo de danzas tradicionales como taquirari, rueda grande, chobena o carnavalito.
Detalle de un algodonero en un jardín de la Comunidad de Santa Rita, la última en incorporarse a la lista de puntos turísticos de Concepción. El trabajo comunal de las mujeres es una fuente de creatividad como se expone en las Muestras de Textil Artesanal, con un reto de fondo: ¿la transición generacional salvaguardará estas aptitudes y técnicas históricas? / Jose Aparici
Más riquezas vividas: los ambientes festivos que he tenido la oportunidad de disfrutar como los actos por la Fiesta Nacional del 6 de agosto, celebrada con la Noche de los Farolillos y organizada por los centros educativos, y la procesión cívica a la Plaza Principal, donde participan instituciones y colectivos locales vestidos con sus mejores galas. Como también, el fin de semana del Festival de Temporada, en el que coros y orquestas regionales visitan la Catedral para llevar a cabo conciertos multitudinarios. Complementado con cafés típicos y degustaciones de elaborados, de matas de hierbas naturales, con una feria artesanal y bailes típicos. Hablando de gastronomía, destacamos la Patasca, popular plato de origen prehispánico, una sopa substanciosa, nutritiva y con gran concentración de sabores que se sirve caliente para combatir el frío. La Patasca se acompaña al amanecer por la Ambrosía, leche recién ordeñada a la que se añade esencias de distintos sabores. Se toma en ocasiones especiales cómo encuentros, en la celebración de acontecimientos, donde la familia, las últimas cosechas, las lluvias o la próxima festividad son temas de conversación habituales.
Aquella gente que huye del caos, del ruido de las ferias de la zona, se refugia en los patios interiores ajardinados de la localidad, donde se respira silencio, calma o en parajes naturales como las Piedras de Calama, las Piedras de Santa Teresa o la Cachuela de San Isidro. Desde la lejanía, a pie de carretera hacia el sur, se divisan raras siluetas; son piedras monumentales, dispersiones sobre montañas de un verde intenso. Son las piedras del Paquio, las centinelas de cabañas picadas en la piedra, reflejadas en una extensa laguna rodeada de prados.
Las pinturas del escudo estatal y provincial son el símbolo representativo del paraje de las Piedras del Paquio, también llamadas Potreros o de San Javier. / Jose Aparici
En definitiva, ¿cómo es el pueblo de Concepción? Recurrente cuestión de familiares, de amigos a la vuelta del viaje, que desencadena una intensa confluencia de multitud de recuerdos singulares en mi cabeza, en mi pensamiento. Los paseos al lado de la concurrida laguna Zapocó o en barca para fotografiar el admirable paisaje y, cómo no, las imponentes puestas de sol. La deliciosa gastronomía cruceña. Los museos que refugian la historia y cultura de la Misión. La majestuosa Catedral Immaculada Concepción con disparos únicos en la región como su campanario con reloj u oraciones de entrada al templo en castellano. El talento innato de los niños y niñas del Corazón y Orquesta Padre Martín Schmid, emoción a flor de piel. Escalar las Piedras de Calama, islas en un mar de arbolado tropical. Infinidad de artesanías como las mantellinas, cortados de madera, pinturas o blusas chiquitanas. Impregnarte de las muchas comunidades indígenas próximas al pueblo, cada una con unas riquezas únicas. Senderismo, ciclismo, pesca o simplemente sentarse a apreciar el silencio de una noche estrellada. Y cómo no, identificar en las vertiginosas paredes de piedra en plena naturaleza las orquídeas en su hábitat natural. Entre ellas, la flor símbolo de Concepción, la Cattleya nobilior sp. Ella es la protagonista, es la razón de ser del presente proyecto de cooperación.
Puesta de sol en el área protegida de la laguna Zapocó, Concepción. / Jose Aparici
Pero, ¿qué es para mí Concepción? Tal vez, ¿la mayor experiencia de mi vida? Concepción significa escuchar el CD regalado de música barroca de la orquesta de Concepción mientras busco lugar en la biblioteca de casa a la orquídea cortada en madera Cattleya nobilior sp. Poder consultar la enciclopedia de orquídeas de Bolivia, poder leer la popular obra Tradiciones, Leyendas y Casos de Santa Cruz de Sierra o el libro Una Joya en la Selva Boliviana mientras saboreo los tradicionales cuñapes de la señora Ana.
Al horizonte de concepción…
Cuando abandonamos Concepción al oeste, nos adentramos en la provincia de Velasco, hasta llegar a su capital de 45.000 habitantes. San Ignacio nos muestra la plaza principal, 31 de julio, presidida por la Catedral Misional; entre otras iglesias, encontramos el Taller Artesanal de los Hermanos Guasase. Familia de seis hermanos que desde hace más de 20 años destacan por su famoso talento a escala nacional e internacional: su maestría en el cortado de figuras religiosas como los conocidos angelitos barrocos. Como también, el recorrido ecodidáctico por el pantano Guapomó con su mirador del Cristo o la cueva del Yeso, material que se usaba para pintar las paredes de las misiones jesuíticas.
San Ignacio es uno de los nexos que conforman un pequeño circuito circular misional formado por Santa Ana con su templo, el Museo Chiquitano, edificios coloniales restaurados, las minas de mica y caolín de Santa Josefa y el yacimiento del Viborón; San Rafael con su templo misional, talleres artesanales y el convento de las Hermanas Religiosas y San Miquel, donde la catedral es acompañada del Museo Etnofolclórico de la Casa de la Cultura. El traslado por quilométricas rectas de tierra roja entre dichas poblaciones nos permite constatar el impulso económico de la mano del sector primario liderado por la actividad ganadera y forestal.
Es la más pequeña de las Misiones, el templo de Santa Ana, que fue restaurado junto a su pueblo a partir de 1997 por Hans Roth y otros. Fue en este templo, junto al de San Miguel, donde se localizó y rescató miles de manuscritos de partituras de música barroca. Este hallazgo fue crucial para la revitalización de la tradición cultural de la zona. / Jose Aparici
De camino a Santa Cruz de Sierra, hacemos una parada obligada en la localidad de San Javier, integrada en la provincia de Ñuflo Chávez y a una hora de Concepción. Visitamos la Catedral y el Museo Missional, el Parque de los Apóstoles o el Museo Casa Natal German Bush, presidente de Bolivia entre 1937-39 y que entre su legado destaca la primera Carta de derechos laborales, la firma de la paz con Paraguay, pasando por la abolición de la esclavitud.
Mural de Leoni Arte en homenaje al ritual de los Yarituses de San Javier. / Jose Aparici
La iglesia de la Merced, la Catedral de Sant Lorenzo y su neurálgica plaza del 24 de septiembre, el Museo de la Independencia y el de Historia Regional, el corazón de arte alternativo de Cantó 1, la Casa de Cultura Raül Otero, el Museo de Arte Contemporáneo o de Arte Sacro, el emblemático Tapekua o Casa del Camba, marcas de cocina típica de identidad cruceña, explican la razón de ser de la gran metrópoli departamental de Bolivia, la multicultural y reivindicativa Santa Cruz de Sierra, una de las ciudades que más crecerá los próximos años en todo el mundo. Eso sí, entre los colosales atascos de tráfico y avenidas y anillos interminables, el rincón que me robó el corazón fue el Jardín Botánico. Precisamente este espacio municipal puso el punto y final a la última jornada de la asistencia técnica por el oriente boliviano.
El Jardín de Santa Cruz es uno de los más importantes del continente sudamericano por varias razones. Y sí, ¡merecen ser contadas en otro artículo en la Revista Espores! ¡Hasta la próxima!