Cooperación al desarrollo: el Santuario de la orquídea boliviana II
En esta segunda parte sobre el santuario de la orquídea boliviana, el biólogo Jose Aparici Malchirant nos adentra en el plan de acción llevado a cabo durante la asistencia técnica basada en el cultivo y conservación de orquídeas nativas gracias al programa de Especialista Municipal Voluntario del Fons Valencià per la Solidaritat. ¿Te has perdido la primera parte del artículo?
Líneas de trabajo en distintos campos disciplinarios con el objetivo último de entender y de evaluar exhaustivamente a los actores sociales locales implicados alrededor de una realidad ambiental preocupante: la extracción y comercialización irregular, entre otras flores, de la Cattleya nobilior sp., flor símbolo cultural de Concepción. En cifras facilitadas por el colectivo Amigos de las Orquídeas de Bolivia, solo el año pasado fueron extraídos 1.200 ejemplares en el término municipal, un aumento del 30% en los últimos tres años, pasando de 8 a 13 las especies afectadas. Os sigo contando mi estancia en el santuario de la orquídea boliviana.
Planteamiento de necesidades sociales
Favoreciendo la construcción de espacios de participación, de intercambio de conocimientos entre municipios valencianos y contrapartes del Sur, mi presencia como técnico voluntario perteneciente al Fons Valencià per la Solidaritat es basa en el acuerdo de colaboración de este con el Centro para la Participación y el Desarollo Humano Sostenible (CEPAD) de Bolivia. Se trata de una institución estatal sin ánimo de lucro que presta asistencia y asesoramiento a los actores públicos y privados en distintos ejes como la gobernabilidad municipal, descentralización y distritación administrativa, fortalecimiento de los pueblos indígenas, gestión pública del turismo y de los residuos, apoyo a la sociedad de la información y la tecnología o creación de marcos de igualdad de género y equidad social, entre otras líneas estratégicas. No obstante, ¿cuál fue el protocolo, las necesidades que motivaron la presentación pública de un micro proyecto de Biología, Agronomía y Gestión del Medio natural a poner en marcha?
Después del requerimiento manifestado por una técnica correspondiente a la pasada edición del programa, “El vivero municipal de Concepción necesita la colaboración de un/a biólogo/a previamente a la celebración del Festival de la Orquídea”, y a petición del Fondo, el CEPAD estudió la solicitud el pasado enero, teniendo en cuenta la valoración de la Unidad de Medio Ambiente y la Unidad de Cultura, Patrimonio y Turismo del Gobierno Autónomo Municipal (GAM) de Concepción. Más tarde, el CEPAD propuso la cooperación técnica con el fin de tejer un marco de acción estratégico y, así, abordar dos frentes básicos de trabajo en los viveros municipales de la localidad. En primer lugar, capacitar el servicio técnico sobre las tareas de siembra, cultivo e identificación de orquídeas nativas, y en segundo lugar, dinamizar la funcionalidad didáctica y turística de las instalaciones municipales. Tareas bajo el seguimiento permanente tanto de la administración pública como del CEPAD a lo largo de las cuatro semanas de la asistencia.
Interior del orquidiario municipal, donde se albergan unos 230 ejemplares del género Cattleya, 70 Maxillaria, 32 Oncidium, 15 Dendrobium, entre otros géneros minoritarios, híbridos y micro orquídeas./ Jose Aparici
Hay que recordar que el municipio de Concepción asigna un presupuesto anual para el mantenimiento público de los viveros municipales, el cual garantiza las necesidades tanto del personal técnico como de las infraestructuras en sí. Actualmente, el término municipal cuenta con dos viveros y/o orquidiarios con más de 10 años, uno en el barrio de El Herbal y un segundo en la comunidad indígena de El Encanto, a una hora de Concepción. Precisamente, dicha comunidad alberga una área protegida del mismo nombre, catalogada en 2005 por el GAM de Concepción, instancia responsable de la gestión del espacio natural con el apoyo de la Dirección de Áreas Protegidas del Gobierno Departamental de Santa Cruz de Sierra.
El plan de preservación del área de El Encanto fue justificado por los trazados fluviales del área de influencia, la notable radiación faunística o los recursos forestales caracterizados por predominantes bosques secos de la llanura chiquitana, salpicada por cerros y colinas. Y como no, motivado por la presencia, entre el matorral rupícola, de la flor símbolo de Concepción, la orquídea Cattleya nobilior sp.
Algunas cifras y preguntas preliminares
En general, el área protegida se encuentra en buen estado de conservación; no obstante, los censos realizados por el colectivo Amigos de las Orquídeas de Bolivia (AOB) han dado un golpe de atención, puesto que han concluido que el número de plantas extraídas ha aumentado un 30% en los últimos tres años, hasta los 1.200 ejemplares, y el número de especies afectadas pasa, en el mismo periodo, de 8 a 13. Cifras que reflejan la idiosincrasia de la comunidad ayorea en el comercio irregular de orquídeas con cuestionables beneficios económicos si lo comparamos con el valor de una orquídea in vitro de laboratorio certificado en Bolivia. Circunstancia empeorada si consideramos que la tasa de reforestación natural de las orquídeas en el hábitat natural se puede prolongar más de 5 años y que los agresivos modos de extracción y cultivo no garantizan la supervivencia de éstas una vez compradas. También hay que tener en cuenta la radical transformación del entorno natural por incendios forestales en el seco invierno, causados por una serie de negligencias o de acciones temerarias: quemas agrícolas, nuevos asentamientos humanos irregulares o la intensiva actividad ganadera y forestal. Un marco desolador si tenemos en cuenta que las anómalas fluctuaciones climáticas están desajustando la fenología de la floración y el ciclo biológico de su polinizador.
La comunidad de El Encanto es la puerta de entrada al espacio natural protegido, gestiona el paso de transporte motorizado a través de una valla en un camino que deja a un lado el vivero cerrado para conducirnos al inicio del sendero del Mirador donde encontramos este indicador. En este espacio, crecen reductos poblacionales de orquídeas rupícolas, inaccesibles a las manos espoliadoras./ Jose Aparici
El área protegida del Encanto ha sido ligada durante 18 años consecutivos al Festival de la Orquídea, pero hoy por hoy, hay que plantear una serie de cuestiones sobre la salud de un acontecimiento que es, sin duda, el mayor escaparate de la agenda cultural de Concepción, donde tienen que ser protagonistas el significado y la realidad alrededor de las orquídeas nativas:
– ¿El plan técnico de cultivo de orquídeas, de maneje de las colecciones, tiene que quedar reducido a las semanas previas al Festival?
– ¿La legislación ambiental municipal vigente minimiza de forma efectiva la extracción y comercialización irregular? ¿La idiosincrasia ayorea es el único factor de riesgo que justifica la problemática?
– ¿Cuál es el compromiso institucional del Gobierno en cuanto al potencial de la orquídea como elemento integrador e impulsor de un turismo sostenible en el contexto chiquitano?
– ¿Contempla la agenda lúdica una auténtica y sólida sensibilización ciudadana en torno al aprendizaje de las causas que debilitan el crecimiento de las poblaciones de orquídeas? ¿Existe una formación medioambiental continúa y transversal a lo largo del año?
Sobre el terreno: del diagnóstico a las propuestas específicas de mejora
Cuatro semanas, 31 días intensos sobre el territorio de acción, tanto en el vivero municipal, como en las comunidades indígenas o en multitud de centros públicos de la localidad de Concepción. Un goteo de reuniones de trabajo, sesiones de control, mesas redondas, encuentros informales o entrevistas a medios de comunicación que ha permitido construir una radiografía analítica tanto de las potencialidades como de las complejidades detectadas.
Por ejemplo, se encuentra una insuficiente comunicación recíproca, planificación económica y coordinación programática entre la Unidad de Medio Ambiente, responsable de la funcionalidad del orquidiario, y el servicio técnico de éste, como también con las comunidades. Esto ha desencadenado un cierto desaliento y desmotivación, que obstaculiza una gestión profesional eficiente de las instalaciones y la resolución de reivindicaciones siempre presentes.
Las deficiencias en gestión y preservación, tanto de recursos naturales como de infraestructuras, también desde una perspectiva cultural y turística, nos llevó a realizar una relación de situaciones susceptibles de mejora, en las que proponemos una batería prioritaria de actuaciones sostenibles y viables económicamente, mucho de ellas puestas en marcha ya in situ.
Esta reunión interdepartamental con el Gobierno de Concepción nos puede deducir el volumen de puntos tratados de forma imparcial, constructiva y de documentación elaborada in situ a lo largo de agosto como cartas de motivación, requerimientos y solicitudes, informes y calendarios de trabajo, contenido normativo y didáctico o guías básicas. / Jose Aparici
El orquidiario municipal y su entorno
La acomodación inadecuada de la Cattleya nobilior sp. en tiestos grandes, sin aeración, con sustrato en estado de descomposición y excesivamente permeable y una nula fijación de raíces desencadenó la ejecución de más de un centenar de trasplantes (45% de la colección) y puntuales divisiones. La otra mitad no se trasplantaron a causa de la inminente floración y fuerte arraigo, aunque con cuidado se sustituyó parto del sustrato. Aunque un 30% de colecciones presentaban plagas leves (cochinilla y hongos), fue necesario diseñar unos calendarios de aplicación de fitosanitarios orgánicos simples de comprender, considerando el ciclo biológico del ejemplar, el estrés ocasionado por los trasplantes, el posible avance prematuro de la floración o temporales meteorológicos. Como también, dar a conocer el uso de fauna útil, de recetas tradicionales, diferencias taxonómicas entre especies o más indicaciones sobre ecología, distribución, cultivo, reproducción o plagas en una guía preparada para el servicio técnico.
Un 30% de las orquídeas extraídas del bosque (identificadas taxonómicamente, con el aspecto, fecha, lugar y coordenadas de la extracción) tienen que volver obligatoriamente a su hábitat mediante programas de reforestación en áreas afectadas, después de los cuidados y reproducciones pertinentes en el vivero. Y restringir las salidas al campo dedicadas a estos fines, excepto causa mayor justificada.
Como espacio público, el vivero tiene que aspirar a convertirse en un espacio dotado de un estilo museístico que busque el equilibrio, la eficiencia espacial, que rompa una disposición monótona de las colecciones. De este modo, la redistribución de la composición de las bancadas según criterios ambientales, taxonómicos y estéticos, donde una bancada es un punto de trabajo permanente u otros dos una nueva área expositiva. Y es que el excesivo uso de macetas, muchas de ellas vacías o con ejemplares inertes, conlleva una mínima recreación de las orquídeas en su hábitat natural (rupícola o epífita), cosa que repercute en la diversidad de las colecciones. Y con el ingreso de un recuperado, inventariado y limpio conjunto de elementos decorativos permiten plantear recursos didácticos, canales de divulgación con mensajes científicos de calidad.
Inspirado en el Jardí Botànic de la UV, es el cambio más visible: área acomodada con material aprovechado (troncos caídos en buenas condiciones y corteza de tronco de palmera retirado como sustrato de las macetas) para la futura ubicación de orquídeas epífitas en tronco que pretende recrear las condicionas en el hábitat natural y dignificar, así, el orquidiario municipal. / Jose Aparici
Respecto al jardín exterior, aunque la floración de las colecciones epífitas rondará el 65% este año, implantamos un seguimiento permanente después de más de seis meses de su plantación con la aplicación puntual de fitosanitarios, podas y revisión de sujeciones. Aunque la limpieza del jardín es regular, hace falta un calendario de poda de arbolado (dada su avanzada edad), un mejor cuidado de plantones y acotar los pequeños vertederos con una mejor gestión de los residuos plásticos que acaban dispersados por el parque.
También hay que revertir la sensación de abandono y desuso del salón circular de exposiciones y el edificio habilitado a albergar el futuro laboratorio elemental de reproducción vegetal in vitro (conservación ex situ). ¿Cómo? A través de la dinamización continuada de estos espacios con la programación trimestral de jornadas de iniciación y capacitación práctica en el cultivo de orquídeas nativas acompañado de visitas guiadas al orquidiario y al jardín, donde los participantes tendrían que aportar utensilios básicos para llevar a cabo la actividad. Como también, dedicar esfuerzos al pactar un presupuesto para la instalación del laboratorio de conservación vegetal cogestionado, con el contrato de personal técnico y un plan de funcionalidad.
El laboratorio in vitro tiene que ser una herramienta potencial de investigación y formación de personal técnico y conciudadanos que permitirá la reforestación y comercialización sin depender de la extracción del bosque y de la compra ambulante. / Jose Aparici
Con el objetivo de abordar los puntos en común del orquidiario y el jardín, hemos ejecutado un inventario integral escrupuloso de las colecciones de orquídeas de acuerdo el volumen, el estado de ejemplares, las entradas (compras a viveros certificados, donaciones o extracciones del campo) y las salidas (muertes, reforestaciones). Hojas de cálculo reforzadas con álbumes fotográficos de la evolución de las colecciones y etiquetado de bancadas.
Teniendo en cuenta que únicamente el arbolado del jardín poseía carteles identificativos y las entradas son adecuadas, fue necesario plantear un plan de interpretación educativa y uno de accesibilidad, destinado a usuarios con diversidad funcional. Este contempla la elaboración del contenido de letreros normativos y educativos, de fichas divulgativas sobre curiosidades ecológicas de las orquídeas nativas, principalmente de Cattleya nobilior sp., flor símbolo de Concepción. Además, el propio alumnado de secundaria, bajo la supervisión del profesorado, puede indagar contenido como actividad complementaria de la guía docente de biología. De este modo, se crea un vínculo de aprendizaje entre colegios y el vivero, ligado a la posibilidad de instaurar un área escolar en el jardín, donde el alumnado realizaría rotaciones en el cultivo de sus propias orquídeas bajo las indicaciones de personal técnico del vivero.
Tanto en el orquidiario como en su jardín, se ha solicitado, por requerimiento a la administración, una serie de mejoras pendientes en infraestructuras como la sustitución urgente de las vigas deterioradas del vivero respetando el estilo misional, ya que ponen en riesgo la integridad de las colecciones y la seguridad humana; colocación de foco de luz con una instalación eléctrica ya realizada, y la restauración del mosaico de la entrada del jardín. También hay que reforzar el sistema de seguridad de unas vulnerables colecciones del jardín con la colocación de red metálica en una valla actualmente poco funcional o la reparación de las papeleras y reposición de bolsas. Por nuestra parte, realizamos mejoras en el entoldado del techo con la disposición estratégica de nuevos tramos de tela para evitar la excesiva entrada de radiación y llevando a cabo tareas de limpieza y orden de materiales.
Con la construcción del orquidiario, se instaló un laboratorio ausente de equipación y un salón circular de exposiciones con cuadros y tallas de madera, rodeado de un jardín boscoso con senderos ecodidácticos que nos muestran colecciones de orquídeas en tronco, con unos 280 ejemplares del género Cattleya, una treintena de Oncidium y otra de Prosthechea, entre otras. / Jose Aparici
La necesaria colaboración con las comunidades indígenas de El Carmen y El Encanto
A una hora de Concepción y cerca de El Encanto, El Carmen, con 500 habitantes, presenta un destacado plan municipal descentralizado, autónomo, en materia de conservación de la biodiversidad, turismo sostenible y educación ambiental que le ha valido la declaración de una Reserva Forestal por parte de la Autoridad Bosque y Tierra (ATB). Centrados en los programas de reforestación de orquídeas llevados a cabo en colinas de la comunidad, hay que establecer un calendario de supervisión de acuerdo con unas variables a evaluar. Precisamente, sería interesante completar una red de senderos ecodidácticos, de caminos históricos, y mejorar aquellos de difícil acceso para conectar áreas restauradas de gigantes roquedales, hábitat natural de las orquídeas, mediante puntos de interpretación, rutas teatrales, zonas de acampada o de observación astronómica coincidiendo con los equinoccios o solsticios. Una forma de enriquecer la programación docente y de fortalecer el sentimiento de pertenencia al entorno es la implicación de los escolares con los cuidados trimestrales en equipo de las áreas de reforestación con salidas al campo.
Si nos fijamos en El Encanto, fue un deber de revertir el estado de abandono de las colecciones rupícolas del vivero, fruto del escaso diálogo entre la Alcaldía de Concepción y la Comunidad. Además de los riegos, poda de pseubobulbos y hojas secas, la retirada de hojarasca o de restos vegetales del entorno (puesto que es un reservorio de insectos parásitos), propusimos una serie de medidas. Por ejemplo, la colocación de un segundo entoldado al techo y laterales para minimizar la entrada de excesiva radiación, factor responsable de un mal aspecto foliar, una elevada coloración amarillenta, cobriza; aunque hay estudios que demuestran que puede estimular la floración. Algunos ejemplares presentan síntomas fúngicos, bacterianos o víricos, complejos de combatir. Sabiendo que un colectivo de mujeres se encarga puntualmente del vivero, es necesario acordar un calendario rotatorio mensual del mantenimiento de las colecciones con la ayuda de escolares, como también evitar el estado de desatención del área recreativa, construida con motivo de la llegada del Festival de la Orquídea hace más de una década.
Allá por el 2006, con seis ediciones ya del Festival de Concepción, un incendio forestal obligó a trasladar la segunda sede de El Carmen a El Encanto, hasta este 2018 que por el mismo motivo, El Carmen acogerá por primera vez el Festival, aunque anteriormente ha formado parte de la programación. A 15 minutos de distancia entre ambas, son consideradas la cuna de la orquídea en el término municipal. / Jose Aparici
Algunos de los retos comunes de ambas comunidades son llevar a cabo los censos del vivero de El Encanto y de áreas de reforestación representativas de El Carmen, la ubicación de más señales normativas y didácticas que ponen en valor la flora autóctona, tanto dentro del vivero como en los senderos, o poner en marcha campañas de concienciación ciudadana sobre el abandono de envases en la natura, y obsequiar a aquellos usuarios cumplidores. Además, hay que optimizar los discursos empleados por guías locales o la preparación por comunarios competentes catálogos básicos, guías interpretativas o micro proyectos de investigación del patrimonio natural y arquitectónico, de bienes arqueológicos y etnológicos para ponerlos en valor y difundirlos. Alternativa de ecoturismo de calidad, cogestionado por ambas comunidades y que dan visibilidad el expolio y sus consecuencias.
Gobierno de Concepción y término municipal
En cuanto a la administración local, ha sido indispensable la fijación de las competencias de la Unidad de Medio Ambiente en cuanto al manejo del orquidiario; una partida presupuestaría gestionada por el mismo biólogo o ingeniero ambiental, responsable de las instalaciones. Como también, visibilizar la errónea percepción asumida por el cuerpo técnico, puesto que han simplificado el plan técnico de cultivo de las colecciones únicamente al mes previo al Festival de la Orquídea o la ineludible capacitación de sensibilización de 20 horas destinadas al personal sobre educación ambiental, sostenibilidad urbana y cambio climático. ¿Es ejemplar que un técnico municipal compre orquídeas en estantes ambulantes?
No menos importante es la construcción de puentes de comunicación cohesionados, permanentes, entre la Alcaldía y las comunidades de El Carmen y de El Encanto, independientemente del signo político, con la finalidad última de entender las inquietudes en materia de medio ambiente y saber aprovechar sus potencialidades. De este modo, sería conveniente la creación de un comité de seguimiento de carácter trimestral, compuesto por la Unidad de Medio Ambiente, Unidad de Áreas Protegidas, Unión de Gestión Forestales y dirigentes administradores de ambas Comunidades. Se tratarían iniciativas y problemáticas como valorar la recuperación de la figura del agente ambiental durante la estación crítica de incendios forestales para valorar los puntos de origen y las zonas afectadas; restringir y endurecer penalmente asentamientos humanos ilegales en espacios protegidos; un inventario de aquellos senderos susceptibles de mejoras en medidas de seguridad. Precisamente, la administración local tiene que impulsar la programación de jornadas trimestrales con la colaboración del voluntariado ambiental y habitantes de las comunidades, dotándolos de más aperos para limpiar correctamente los senderos y así, disminuir la declaración de incendios. ¿Fortalecemos sensibilización alguna a través del contrato exprés de un jardinero la semana previa al Festival? Creo que no y por eso es necesario que la administración sea la primera en transmitir motivaciones.
Orquidiario de El Encanto. Se planteó el uso de complejos vitamínicos, de inductores orgánicos de raíces, de follaje o de floración respetando los periodos. Pero es comprensible la reticencia de las encargadas de tener cuidado puesto que un error en las dosis causó un daño foliar mayoritario el año pasado que continúa en la actualidad, aunque esto no impedirá una floración superior al 50%. / Jose Aparici
Mientras es necesario desarrollar un plan de gestión, de conservación del patrimonio natural del área protegida de El Encanto, falta voluntad política para atender dos demandas de El Carmen: la declaración del área protegida comunitaria por parte del Consejo Municipal y el desbloqueo de nuevos programas de reintroducción de orquídeas desde hace dos años.
Si abrimos el frente de la legislación ambiental, las ordenanzas municipales aprobadas son ineficaces a la hora de minimizar la depredación, el tráfico y comercialización irregular de orquídeas. Por lo tanto, acordamos con la Unidad de Turismo y la de Medio Ambiente la realización de informes técnicos que reflejan la conveniente unificación de ambas ordenanzas (declaración área protegida de El Encanto y prohibición de venta de orquídeas de áreas protegidas) y elevarlas a ley con la dotación de nuevas medidas. Por ejemplo, la participación inclusiva de las comunidades, efectuar charlas de sensibilización a grupos de turistas en la estación bimodal de Santa Cruz días antes del Festival de Concepción, donde recalcar el fraude de ley que comporta la compra de orquídeas a la comunidad ayorea, o la colocación de letreros en oficinas de autobuses y taxis de Concepción donde se informe de sanciones superiores a 15.000 bolívares si se detecta que el transporte público o particular moviliza orquídeas durante las inspecciones puntuales en carretera de miembros de la Unidad de Medio Ambiente y agentes de seguridad los meses de floración y, especialmente, el fin de semana del Festival. Hablando del Festival, la Alcaldía tiene que tener un papel activo en la apertura de expediente disciplinario a aquellos policías locales que presentan un comportamiento permisivo al no requisar, decomisar, orquídeas no certificadas a visitantes y ciudadanos locales.
Cuando profundizamos en el conocimiento de la organización del Festival bajo la tutela de la Unidad de Cultura, Patrimonio y Turismo, se tiene que borrar el conformismo y la improvisación a la hora de establecer nuevas líneas estratégicas y de recuperar los valores fundacionales del acontecimiento. Hablamos de estudiar sin reticencias la implantación de la rotación anual de la sede oficial del Festival entre El Carmen y El Encanto, que permita sumar en cogestión y participación en la preparación de la programación cultural. Hablamos de un compromiso institucional por la recuperación del concurso de patios interiores del casco antiguo de Concepción mediante la investigación de patrocinio privado, puesto que los jardines de la localidad son una muestra excepcional de la naturaleza y la arquitectura misional. La celebración del Festival es sinónimo de unos servicios de calidad, cosa que requiere estudiar la mejora de las infraestructuras viarias y un servicio público de transporte eficiente. Supervisar la capacidad hotelera o difundir en plataformas nacionales de turismo los establecimientos artesanales con el llamamiento a la participación de jóvenes emprendedores. Es más, se han aportado una serie de mejoras con el objetivo de reestructurar y actualizar los contenidos de la página web del Festival de la Orquídea de Concepción.
Patio interior de uno de los hoteles de Concepción, cifrados en una veintena. El estudio de la viabilidad del concurso comporta la creación de un comité experto local con jornadas anuales de seguimiento con criterios de evaluación y verificación de patios consultados que entrarían en competición con unos premios financiados por entidades privadas. / Jose Aparici
En cuanto al turismo, más allá del Festival, la Marca Turística de Concepción, hoy por hoy en fase de estudio, tiene que potenciar la desestacionalización de la agenda cultural entorno a los distintos Festivales, la visibilidad de los atractivos patrimoniales de las Comunidades en plataformas digitales, en motores de investigación, y garantizar unos visitantes informados en el Centro de Atención, puesto que la Marca es estimular ocio complementario a la visita de Concepción. La Marca no es solo un logotipo atractivo; es significado, es darle forma, es elaborar un plan anual de turismo viable coordinado con las Comunidades que permita incrementar el desarrollo socioeconómico.
La cara más ambiental de la Marca viene de la mano de la orquídea Cattleya nobilior sp. Esta no solo tiene que representar el folclore de Concepción, sino el estado de vulnerabilidad y desprotección de los recursos naturales. Por eso, la Unidad de Turismo no tiene que ignorar el potencial del vivero municipal y los bienes naturales que alberga con una casi nula afluencia de visitantes.
Por último, la educación ambiental, la alfabetización ecológica, tiene que ser un objetivo primordial tanto de la administración municipal como de los centros educativos tutelados por una Dirección Districtal de Educación de Concepción escéptica, restrictiva a la hora de celebrar mesas redondas con el profesorado de ciencias naturales, cosa que desencadena que los colegios (desafortunadamente, lo he podido comprobar) tengan poco interés a incorporar jornadas, coloquios o talleres sobre la importancia de las orquídeas nativas en la salud de los bosques a sus guías docentes. Excepto un centro, que me propuso supervisar la programación cultural que han organizado con motivo del Festival.
Por parte de la administración local, hay que plantear una alianza transversal con el conjunto de colegios municipales con el objetivo de trabajar por la recuperación de la memoria histórica, la tradición oral ancestral, donde el alumnado puede, mediante grabaciones de videos y audios, recoger recuerdos, tradiciones y costumbres de los yayos y yayas sobre la etnobotánica de las orquídeas nativas. De este modo, se podría constituir un archivo etnográfico de incalculable valor, el cual podría ser editado y publicado para fines de investigación, docencia o en turismo.
Por su parte, la Unidad de Medio Ambiente tiene que impulsar con el CEPAD de Bolivia y Amigos de las Orquídeas de Bolivia (AOB) nuevas jornadas escolares de responsabilidad social “Guardián de las Orquídeas” o “Conservación de Orquídeas, Tarea de Todos”. No solo durante la celebración del Festival y con el apoyo de los medios de comunicación y la hostelería. Además, talleres de cultivo de orquídeas y apadrinamiento, coloquios de sensibilización, marchas benéficas y visitas guiadas al vivero son actividades que tienen que ser continúas a lo largo del año para que se consolide una sensibilización ciudadana real.
La Cattleya nobilior sp. floreciendo en el orquidiario municipal que, junto a otras orquídeas, están en el punto de mira de los censos de extracción como la Trichocentrum cebolleta sp., Catasetum fimbriatum sp., Prosthechea avispa sp., Psygmorchis puccilla sp., Oncidium utracularoides sp., entre otros. / Jose Aparici
Entre otros puntos en educación a tratar, hay que incentivar acuerdos entre la Alcaldía de Concepción y las universidades departamentales para plantear trabajos de final de grado o posgrado en aquellos estudios de ciencias naturales sobre la evolución de la biodiversidad, los índices de depredación y la propagación natural de orquídeas en el término municipal de Concepción. Crucial es, también, elevar esta realidad mediante la difusión de estudios de investigación y bibliográficos.
Hasta aquí este segundo artículo sobre mi estancia en el oriente boliviano. En la tercera y última parte del artículo divulgativo de la asistencia técnica que llegará los próximos días, realizaremos una valoración final de ésta, hablaremos de la continuidad del proyecto con nuevas líneas de trabajo, de sensibilización a llevar a cabo, y cómo no, nos dejaremos impregnar y abrazar desde la diversa agenda de tradiciones culturales hasta la naturaleza en estado puro.