Un purificador de agua natural…e invasor
El cactus Opuntia ficus-indica ha demostrado una calidad tecno-orgánica sin precedentes por su capacidad para filtrar agua y eliminar toxinas, lo que la convierte en un purificador natural de gran valor. Sin embargo, esta especie oriunda de México está catalogada en algunos países como Especie Invasora. España es uno de ellos.
Desde hace siglos el cactus Opuntia ficus-indica ha sido empleado por las comunidades indígenas de Centroamérica. Esta planta, extendida después prácticamente en todas las latitudes el mundo, es famosa por sus propiedades medicinales y gastronómicas, que le han dado un valor económico y agrícola importante a lo largo de la historia. En México, su país de origen, a esta planta se le conoce popularmente como nopal, y en España se usan para referirse a ella distintas denominaciones que seguro os resultan familiares: chumbera, higo chumbo o tunera son algunas de ellas.
A nivel botánico Opuntia ficus-indica es una planta suculenta arbustiva perteneciente a la familia de las cactáceas (Cactaceae) dentro de la que se engloban más de 256 géneros y 2.770 variedades originarias de las zonas tropicales y subtropicales. A diferencia de otros cactus de su familia, las palas que se desprenden de la Opuntia ficus-indica tienen la capacidad de enraizar con suma facilidad en el suelo creando un nuevo individuo, lo que facilitó su expansión por América del Sur en época precolombina.
Tras la llegada de los europeos al continente americano la planta se acomodó prácticamente a todos los lugares del mundo, a los que llegó por barco, y especialmente a la cuenca del Mediterráneo, donde era popular plantarla en las puertas de las casas por sus preciados frutos, los higos chumbos. Después, su presencia comenzó a ser masiva y se extendió de forma incontrolada en la costa mediterránea, el sur de la Península Ibérica, Baleares y las Islas Canarias, donde hoy es común verlas en los linderos de fincas, en los bordes de cultivos, en matorrales áridos o como vegetación viaria. Su estado de naturalización es tal que ha llegado a ser invasivo por su capacidad de destrucción de la vegetación autóctona y por eso en nuestro país Opuntia ficus-indica está catalogada como Especie Exótica Invasora y su introducción en el medio natural y su comercio están prohibidos.
Posiblemente una de las cosas que más llama la atención de esta cactácea son sus flores, exuberantes y muy abiertas, que abarcan una amplia gama de colores vistosos que van del amarillo al púrpura. Estas flores aparecen durante la primavera, y a lo largo del verano se va transformado en su fruto, el higo chumbo o tuna, que comienza a recogerse en agosto. Los higos chumbos tienen un color anaranjado, son ovalados y están cubiertos de una piel gruesa y erizada, porque está llena de espinas que le protegen de los depredadores. Por dentro, su carne es naranja, fresca y dulce, plagada de semillas crujientes. Pueden comerse al natural y también se emplea para hacer compota, zumos y confituras. En México, los brazos más jóvenes de la planta se comen también hervidos, como verdura, y en el norte de África se utilizan como forraje.
Más allá de su uso gastronómico la chumbera es famosa por sus propiedades medicinales. Tal y como ocurre con otras suculentas, sus palas están formadas fundamentalmente de agua (un 90%) y de otros componentes entre los que destaca una goma o baba parecida a la del Aloe vera con propiedades astrigentes o cicatrizantes. Esto ha hecho que las palas, hervidas o calentadas al horno se apliquen por la vía tópica para tratar, por ejemplo, quemaduras. Esta baba también se usa como espesante, para la elaboración productos cosméticos y en la fabricación de barnices e impermeabilizantes.
Precisamente, un estudio realizado por Norma Alcanta, profesora del Departamento de Química e Ingeniería Biomédica de la Universidad del Sur de Florida en 2013, aseguraba que esta “goma” producida en el interior de Opuntia ficus-indica tenía una capacidad muy alta para limpiar el agua, lo que la convertía en un filtro natural que con seguridad habría sido usado por los indígenas para este fin desde hace cientos de años. En esta investigación se utilizó agua que contenía grandes cantidades de sedimentos y bacterias Bacillus Cereus a la que se le incorporó baba de nopal. Sorprendentemente, las acción de la goma hizo que las partículas de sedimento se unieran precipitándose al fondo del recipiente, mientras prácticamente el 95% de las bacterias desapareció. Con esta ósmosis, podría recuperarse más de dos tercios de un litro de agua sucia.
Vídeo relacionat
Fitxa Opuntia ficus-indica del Jardí Botànic de la Universitat de València