Taller de espacio público “barri Botànic”
El colectivo Paisea realizó en el Jardín un taller para experimentar y desarrollar nuevas vías que nos lleven a hacer ciudad partiendo de la participación ciudadana, con los vecinos y visitantes del barrio Botànic. Aquí nos cuentan las propuestas que surgieron, la visión de un barrio para una ciudad mejor, que se presentaron en el congreso Alianzas que hacen paisajes que acogió también el Jardín y que se pueden ver ahora en la entrada de nuestro edificio. Acompañadnos en este paseo repleto de arquitectura, paisaje, urbanismo y ciudadanos.
El principal motivo que empujó a crear este taller fue la búsqueda de la reactivación del barrio de una forma ordenada y responsable. La proximidad al centro histórico y la saturación de éste a nivel comercial y residencial hacen del barrio Botànic un nuevo espacio a recuperar, con el fin de poder acoger a aquellas personas y actividades que allí ya no tienen cabida. Lo que pretende el taller es pensar ese nuevo espacio entre todos, tanto los profesionales que trabajan estos temas como las personas que habitan en el lugar. Creemos que es necesario aportar ideas que puedan permitir una recuperación estructurada y organizada, que pueda funcionar tanto para las personas que habitan el barrio como para aquellas que lo visitan de forma esporádica, bien por motivos laborales, lúdicos o culturales.
Web de Paisea
Otro de los factores que nos lleva a reflexionar sobre esta recuperación es la reciente incursión (según la revisión del PGOU de Valencia, pendiente de su aprobación definitiva) de este barrio en el Conjunto Histórico de Ciutat Vella, declarado como Bien de Interés Cultural. Este futurible hecho podría llevar a una administración responsable a actuar sobre el barrio con el fin de adecuarlo en consonancia a lo que actualmente se entiende como Centro Histórico, lo cual requiere, por tanto, de una reflexión previa sobre esta adecuación.
La escala del barrio, por su tamaño reducido, permite realizar un buen estudio pormenorizado y controlar las diferentes variables que pueden aparecer. También permite realizar apuestas que en otros lugares de la ciudad sean inviables y que tal vez puedan ser innovadoras y relevantes. Todo ello consensuado por todas aquellas personas y entidades que deseen participar en las propuestas. Es importante destacar que este taller se planteaba por una parte como un proyecto educativo de cara a la formación de los estudiantes que en él interviniesen, y por otra como un trabajo de participación ciudadana que permitiese conocer la opinión e inquietudes de los vecinos a la hora de afrontar cualquier propuesta técnica.
Aproximación socio-histórica
Como apunte histórico se puede señalar que el barrio Botànic pertenece al distrito de Extramurs, y se ubica entre el primer anillo de la ciudad histórica y el segundo anillo del ensanche. Se configura limitado por la Avenida Guillem de Castro al Este, la Gran Vía Fernando el Católico al Oeste, la Calle Cuenca al Sur y el Río Turia al Norte. El río da nombre a la calle principal de este barrio, la Calle del Turia, la cual se proyecta desde el propio borde del río hasta la Plaza de Rojas Clemente, aunque en la actualidad el último tramo queda interrumpido por una antigua edificación.
Jornada de participación ciudadana: la base del taller
La plaza de Rojas Clemente se caracteriza por disponer de un pequeño mercado en su centro y conformar un espacio abierto de especial relevancia dentro del barrio. La Calle del Turia, en su tramo central, es atravesada por una de las vías históricas más importantes de la ciudad de Valencia, la Calle de Quart, concretamente del tramo más próximo a las Torres de Quart, antigua entrada Oeste de la Ciudad. Esta vía, además del carácter identitario junto a las torres en el imaginario colectivo, sigue siendo uno de los ejes principales de acceso al centro histórico por lo que es bastante concurrida a cualquier hora del día, especialmente por viandantes. Su carácter histórico hace que en ella se concentren parte de los elementos singulares de la ciudad, y concretamente, en este barrio, el elemento que le otorga el nombre y que sin duda es la referencia del mismo, el Jardín Botánico, ubicado en este lugar desde el año 1802.
Se trata del espacio más importante del barrio, punto de atracción de la ciudad a nivel cultural, docente e histórico. Junto al mismo se sitúa el Jardín de las Hespérides, entendido posiblemente como ampliación del propio Botánico, de carácter contemplativo y con una amplia colección de cítricos. Ambos jardines se ubican en el límite Norte del Barrio a la misma orilla del río Turia, con el que conforman uno de los principales espacios verdes de la ciudad. En el mismo lugar y colindante con el jardín de las Hespérides se ubica el antiguo Convento de Jesuitas, que actualmente, a excepción de la parte de la edificación que se conserva, es un gran solar esperando a formar parte de este conjunto de espacios verdes. La última vía que podríamos mencionar es la que lleva el nombre del jardín y por tanto del barrio, la calle del Botánico, que discurre desde la misma puerta del jardín hasta la plaza de Rojas Clemente, conectando así los dos espacios abiertos más importantes del barrio.
Conclusiones
Con todo esto, el taller inicia la reflexión desde el paisaje urbano y su complejidad, generando una exploración de las potencialidades del Barrio del Botànic, tanto como pieza relevante en la ciudad de Valencia por sí misma, como en sus relaciones con su entorno más próximo. A nivel de ciudad este trabajo pone de manifiesto la necesidad de cuestionar situaciones actuales como son: la relación del barrio, y en general de toda la ciudad, con el cauce del río Turia; por otra parte, la de generar una reflexión en relación al sistema viario global de la ciudad que, junto a la sección del propio cauce, limitan y bordean sus márgenes, dificultando hasta impedir la accesibilidad transversal.
Master Plan extraido como conclusiones del taller
Partiendo de esta reflexión, el masterplan resultado del taller reconoce una estructura formada por espacios públicos y sistemas de vegetación existentes y otros potenciales. Siendo los existentes: el río Turia, el Jardín Botánico, las Hespérides y algunas vías que por su sección pueden tener vocación de infraestructuras verdes (Guillem de Castro y Fernando el Católico), y siendo los potenciales la calle Túria y el sistema de vacíos o “mossegades” del barrio.
Los espacios potenciales que a continuación se describen dan continuidad y conectan las piezas existentes de entidad suficiente para funcionar a nivel de ecología urbana.
A escala de barrio la mayoría de propuestas han coincidido al reconocer una estructura interna: “la espina”, formada, principalmente por la calle Turia y su prolongación al Mercado de Rojas Clemente. La potenciación de la espina, supondría una conexión directa con el río Turia a través del trabajo de la sección de viario y de márgenes del río, y a través de cambios de sección de la propia calle Turia. La reducción de zonas de aparcamiento, entrar en un discurso propositivo de usos alternativos y de materiales que reconozcan capacidades del lugar como el drenaje, la escorrentía y los lugares de plantación de vegetación, serían vitales para dicho fin.
Otra de las estrategias de mayor fuerza y consenso ha sido el reconocimiento de la necesidad de espacio público peatonal, mediante la reducción del tráfico rodado y las zonas de aparcamiento, siendo uno de los espacios de mayor necesidad de transformación el entorno del mercado. Las propuestas reconocen la plaza del mercado como una nueva centralidad, que plantee una reforma arquitectónica del edificio para solucionar problemas de accesibilidad, y para diversificar los usos y generar en su entorno un espacio de calidad principalmente de tránsito peatonal y uso comercial y lúdico.
Desde el proceso de participación se ha podido reconocer la importancia del Jardí Botànic y la necesidad de integrarlo en la dinámica del barrio, tanto a través del proyecto de sus límites, aumentando su permeabilidad; como abriéndolo en sentido figurativo al barrio, extendiéndolo en espacios residuales que lo rodean, donde plantear actividades derivadas del Jardín, como podrían ser huertos colectivos, viveros, actividades pedagógicas y de investigación…
El taller reconoce la capacidad de transformación del propio barrio a través de vecinos, potenciales usuarios, colectivos, administraciones… y la oportunidad de participar en el proceso de transformación de un barrio en continuo cambio. Un primer paso para reivindicar el papel de los vecinos en la transformación de su propio entorno, mostrar la necesidad de la colaboración con expertos para llegar a conclusiones viables, y seguir reclamando un apoyo desde las administraciones para que los barrios que soñamos sean posibles.