La higuera Burjassot
El pasado miércoles 24 de septiembre las higueras de Burjassot recibieron su merecido en el Salón de Plenos del Ayuntamiento del pueblo gracias al biólogo Rafa Gozalbo.
El joven biólogo Rafa Gozalbo nos dio a conocer su estudio “La higuera Burjassot y otras variedades locales” en el Ayuntamiento de Burjassot con la participación de la Oficina de Sostenibilidad Local y la Diputación de Valencia. Además, el grupo de teatro Paraules i Dones inició la charla con una pequeña actuación en la que representaron a una ama de casa que quería reivindicar el uso del higo Burjassot y quien con la ayuda de su hija organizaba una manifestación con pancartas, tambores y un buen puñado de burjasotienses.
Imagen de la web del Ayuntamiento de Burjasot
El género Ficus
Después de esta introducción dio paso la parte más técnica y relacionada con la botánica. El biólogo nos presentó la familia de las moráceas, y el género Ficus, al que pertenece la higuera. Un género con 800 especies de distribución tropical, subtropical y mediterráneo donde se caracterizan para tener una savia cáustica.
Hay para todos los gustos. Desde árboles gigantes como Ficus bengalensis del cual se conoce un árbol con 19000m2, Ficus macrophyla, el árbol de la glorieta de la ciudad de Valencia, Ficus benjamina, presente como planta de interior donde normalmente no produce frutos o Ficus repens que es un enredadera. Ficus carica, la higuera, es el objeto de este estudio en que ha tenido un gran valor la participación de los vecinos de Burjassot y sus historias, anécdotas y recuerdos pero no al margen de análisis genéticos y método científico.
Ficus macrophyla de la glorieta de València. Imagen de Flickr
Todo sobre Ficus carica
Nuestras higueras son árboles de secano, algunas variedades más que otras, de las que nos comemos las inflorescencias. El higo no es un verdadero fruto puesto que las flores quedan en el interior del siconio, donde hay un huesecillos que son los verdaderos frutos. Sus raíces pueden lograr los 30m y además, las yemas terminales tienen unas *estípules caducas que las rodean.
Para reproducirla es frecuente usar esquejes de dos años, puesto que las entonces no suelen ser viables y enterrar el máximo trozo posible de rama puesto que lo que queremos es que desarrolle la máxima superficie de absorción posible.
El higo ha sido un buen alimento desde que los atletas Olímpicos de la Antigua Grecia lo comían. Plinio, en el siglo I, ya describe veinte variedades de higueras y el Ficus carica bajo el cual Miguel Hernández se inspiraba mientras ignoraba las ovejas de su padre es hoy en día premio de un concurso literario en el que el ganador recibe un esqueje.
¿Cómo se estudia la higuera?
El estudio de Rafa consistió en inventariar 33 árboles con 22 descriptores como por ejemplo la forma del siconio o el número de lóbulos de las hojas. La variedad Burjassot Blanca, el objeto de estudio, se localizó en la Horta de Vera y en el algarrobal de Bètera. Esta variedad destaca porque el árbol es mucho más grande que cualquier otro tipo de higuera lo que sirvió a los agricultores, sobretodo en Mallorca, para injertar sus higueras con la Burjassot Blanca y hacerlas así mucho más grandes. Este vigor le valió el nombre de higuera borde o Bordissot que también es cultivada en Francia.
Pero dejando la dimensión humana de lado, la paleobotànica conoce fósiles de higo con 70 millones de años procedentes del próximo Oriente. No obstante, todo apunta a que los higos domésticos más antiguas tienen 11.400 años. Los higos se comen secos, en confitura, frescoso hechos panfígol y son parte de la dieta de quienes tienen una higuera agradecida, sobre todo en los pueblos de secano.
Pero bien, todos sabemos cómo es una higuera, entonces, ¿por qué dedicarle tantos esfuerzos? En el pueblo de Burjassot es bien sabido que existe una variedad de higuera, la higuera Burjassot o Bordissot, que tiene su origen al pueblo, pero los burjasotienses nunca habían estado seguros de si quedaba alguna.
Imagen de uno de los 33 árboles prospectados. Algarrobal de Bètera. Imagen del bloc de Rafa Gozalbo
La higuera Burjassot es más sensible a la humedad que la higuera Napolitana, lo cual provoca el agrietado del siconio. Con la llegada del regadío al pueblo de Burjassot, la variedad local fue sustituida progresivamente por la variedad italiana. Actualmente, la variedad local Burjassot está siendo reintroducida, tanto es así, que al final de la jornada se repartieron entre los asistentes esquejes de esta variedad.
Otras variedades que han sido objeto de estudio son la higuera Xata o del Peçonet, usada para alimentar el ganado o la Menudeta del Convent, del que hay sólo un ejemplar en Burjassot y bautizada por el biólogo. Esta variedad se caracteriza porque los higos se pelan con mucha más facilidad que cualquier otra pero que aún está en proceso de descripción. También se habló de la variedad Albacor, que da brevas por San Juan o la variedad Ull de Perdiu, también usada como forrajera.
Menudeta del Convent. Así de fácil se pela. Foto del bloc de Raza Gozalbo
Muchas fueron las cosas que en poco menos de dos horas aprendimos en este acto de presentación de una variedad local. Entre ellas, que si vemos una higuera rodeada por una pared baja de piedra, seguramente los higos no sean de buena calidad puesto que dentro de la valla, antiguamente, vivía un cerdo que se alimentaba de los higos y las brevas de ese árbol. El estudio completo podemos encontrarlo en el blog creado por el biólogo para comunicar los resultados del estudio del que os dejamos el enlace aquí. Una tarde interesante que nos despertó a muchos las ganas de tener una higuera. Y bien cierto es que no todos los pueblos pueden decir que tienen una variedad local.
Imagen de cabecera del bloc de Rafa Gozalbo. Higo de higuera Burjassot Blanca.