Jengibre, la raíz más fascinante
De formas curiosas y enrevesadas, y una elevada riqueza culinaria y terapeutica, el jenjibre también es la base del famosos y refrescante “Ginger Ale”. Las variedades más caras y de mayor calidad proceden de Australia, India y Jamaica, y las más comercializadas se cultivan en China y Perú.
Etimológicamente, la palabra jengibre (Zingiber officinal) procede del indoeuropeo y significa “cuerpo de cuerno”. Originariamente, procede de Asia, aunque sus condiciones de cultivo y adaptabilidad al medio hacen que podamos encontrarlo en todo el mundo. Las culturas hindú y china fueron las primeras en usarlo, y los primeros datos escritos sobre la planta son de Confucio (551-479 a.C) quien describe el jengibre como el yang o comida picante, la cual equilibra la comida fría (ying) para crear armonía.
La expansión del jengibre comenzó alrededor del siglo V a.C con las embajadas del rey persa Darío, que trajeron la especia hasta el Mediterráneo. En el siglo I los usos de su raíz ya eran conocidos por fenicios, griegos y romanos, y estos último lo tenían, junto con la pimienta, como la especia más utilizada. También está presente en la tradición musulmana. En el Jardín de las Delicias, los musulmanes justos, que por estar muertos no son espíritus puros, encontrarán jengibre para honrar a las huríes (vírgenes), “una mezcla de vinos exquisitos y agua pura de Zangebir es su bebida”, dice el Corán.
La planta de jengibre llegó a Europa, Francia y Alemania, durante el siglo IX, y un poco más tarde, a Inglaterra, donde en el siglo XI era ya bien conocido. Los portugueses lo introdujeron en África y los españoles lo llevaron a las Antillas, aunque se sabe que Don Francisco de Mendoza, hijo del virrey Don Antonio de Mendoza, sembró en Nueva España clavo, pimienta y jengibre, siendo esta última la que mejor resultado dio trayéndola a España, considerándola buena para los guisados y de gran ayuda para la digestión. Desde entonces, es una de las plantas medicinales y culinarias más utilizadas a nivel mundial.
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Usos del gengibre
Tradicionalmente, el uso del jengibre se ha relacionado con las dolencias estomacales y se ha usado como tónico digestivo. Desde hace más de 2.500 años la medicina china lo ha recomendado para la hinchazón abdominal, para enfermedades inflamatorias comunes como la artritis,y como protector contra el efecto perjudicial del alcohol y las drogas. La raíz del jengibre también es empleada como tratamiento contra las náuseas causadas por los mareos en medios de transporte y los padecidos por las embarazadas. Debido a su composición, la raíz acumula unos doce componentes anti-virales, también ayuda a reducir los síntomas de resfriados, disminuyendo la fiebre y el dolor, y suprimiendo la tos.
En el plano culinario, su sabor y su fuerte olor hacen que sea una especia fácil de reconocer, y también una de las más utilizadas, ya que puede acompañar carnes, pescados, verduras, arroces y pasta, y es empleada en la elaboración de salsas como el curry. Otros usos son las sopas, mermeladas, confituras e infusiones. En Japón, por ejemplo, se utiliza marinado para acompañar al sushi y el sashimi. Habitualmente suele venderse en polvo y deshidratada, aunque los expertos aseguran que la mejor forma de consumo del jengibre es fresco, ya que su sabor y aroma son mucho más potentes.